Lo puse en el hilo de Boston porque lo tenía pendiente, pero cuando pienso en Chris Webber confieso que sois el equipo que primero me viene a la mente, y este artículo de Simmons (viejo ya) me pareció que os podía interesar.
El artículo es de 2008, así que muchas valoraciones se habrán quedado desfasadas (aparte de que son las que tiene Simmons, y es posible que no se esté de acuerdo con ellas incluso entonces).
En un punto habla de N.1 de Draft en traspasos. Lo he traducido como primeras rondas.
Leaving a Webb of intrigue (Dejando una maraña de intriga).
Mientras veía a Chris Webber dar la talla con Charles y Ernie en TNT la noche del jueves, me encontré de repenten pensando "¡J*der, C-Webb podría acabar siendo fantástico trabajando para la TV!"
¿Será así? ¿Quién sabe? Hay algo que encontré interesante: incluso durante la semana en la que Webber se retiró como jugador de baloncesto, la gente todavía hacía cábalas sobre su potencial. De todos los grandes jugadores que han pasado por la NBA y nunca han terminado de desarrollar su potencial al completo, Webber es el único que no tiene una excusa legítima. Bernard King y David Thompson tuvieron porblemas con las drogas y problemas con sus rodillas. Connie Hawkins le hizo descarrilar un escándalo universitario. Pete Maravich desarrolló muchos malos hábitos en la universidad y como profesional jugó para demasiados equipos cutres. Derrick Coleman y Vince Carter ni se acercaban a ser lo suficientemente duros y tampoco eran suficientemente competitivos. Shawn Kemp, Marvin Barnes y Micheal Ray Richardson básicamente no estaban preparados para lidiar con la presión diaria de ser una millonaria estrella de baloncesto.
Webber era diferente. Sobre el papel tenía todo lo que tu habrías deseado en un alapívot - habilidad atlética superior, manos con mucho toque, un juego al poste de clase mundial, habilidad natural para rebotear, incluso habilidad natural para asistir a los compañeros -- y nadie ha jugado en esa posición con más talento natural. El contexto en el que creció tampoco podía hacerle descarrilar, porque salió de una familia de clase media con ambos progenitores vivos, asistió a un instituto bien valorado en Detroit y aprendió cómo hacer malabares para compaginar una faceta pública como la de Eddie Haskell y una faceta privada mucho más urbanita (como ilustró maravillosamente Mitch Alborn en todo un clásico de los libros sobre deportes como "The Fab Five"). Brilló en el foco más importante posible en Michigan durante dos temporadas, y junto a sus compañeros de equipo se convirtió en un auténtico creador de modas al comienzo de la década de los 90, con sus golpes en el pecho, sus holgados y chillones pantalones cortos, y todo lo demás. Todo lo que ocurrió durante sus dos primeras décadas de vida parecían cimentar una carrera profesional influente y exitosa. Echando la vista atrás a cada número uno del Draft desde que la ABA y la NBA se fusionaron, solo cinco jugadores llegaron a ser considerados como algo seguro y sin ningún tipo de riesgo en absoluto: Ewing, Shaq, Duncan, Magic y Webber.
¿Qué ocurrió entonces?
No es como si C-Webb hubiese tenido una carrera horrible o algo parecido. Estuvo en cinco AllStars, fue escogido en un primer quinteto de la temporada y tres segundos quintetos. Ganó el premio a novato del año en 1994 y fue máximo reboteador de la NBA en 1999. Fue protagonista en los memorablemente vistosos Sacramento Warriors que van de 1999 a 2003, fue el segundo mejor alapívot vivo y tuvo su pico de rendimiento más alto durante tres años en los que promedió 25 puntos, 11 rebotes y cinco asistencias por partido. También ganó una asombrosa cantidad de dinero; teniendo en cuenta que los Warriors, Bullets, Kings y Sixers le pagaron más de 185 millones de dolares en total, es posible que Webber ganase más dinero que nadie fuera del grupo Jordan, Shaq o Kevin Garnett.
Para casi cualquier otro jugador eso habría sido una carrera profesional exitosa. Con Webber siempre tendremos la molesta sensación de que su carrera debería de haber sido diferente. Durante su prime (1994-2004) jugó 70 partidos o menos en nueve temporadas distintas, se perdió 283 de los 870 partidos posibles y se las vió con un sin parar de lesiones extrañas que culminaron con una rotura de rodilla que le privó de toda su explosividad y le obligó a cambiar su estilo de juego sobre la marcha (aunque consiguió de alguna manera seguir siendo efecto durante unos pocos años más). Webber nos deja dos fascinantes "¿Y si...?" más allá del "¿Y si no hubiese tenido esas lesiones?" (una pregunta que se podría hacer con docenas de jugadores a lo largo de los años):
1. ¿Y si Orlando hubiese conservado sus derechos de Draft en vez de traspasarle por Penny Hardaway y tres numeros 1?
¿No habría sido C-Webb el alapívot ideal para jugar junto a Shaq, teniendo en cuenta que era un gran pasador que podía jugar al poste alto, destrozar los aros, correr por toda la pista y defender el aro? ¿Qué equipo de los 90 podría haberse igualado con los Magic? J*der, ya tenían a Scott kiles, Nick Anderson y Dennis Scott, y hay fundamento para decir que los agentes libres veteranos se habrían dado de tortas en la calle con tal de poder firmar con Orlando y poder jugar con Shaq y C-Webb. Todo el mundo se ha olvidado ya de eso, pero la decisión Penny/Webber ya fue desmenuzada y diseccionada en su momento, especialmente en Orlando, en donde todo el mundo andaba cautivado por la idea de juntar a Shaq y C-Webb. Nunca llegué a entender ese traspaso. Siempre puedes encontrar esteriores; es más complicado tener a la vez un pívot franquicia y un alapívot franquicia al mismo tiempo sin romper todas las estadísticas en cuanto a la suerte.
(Nota importante: Orlando cayó bajo el influjo de Penny después de unos días de entrenamiento increíble antes del Draft que el GM Pat Williams luego describió como "No he visto nunca a nadie llegar y hacer las cosas que Penny Hardaway hizo en ese entrenamiento, entre pases y mates que habrían hecho a la muchedumbre gritar de asombro si hubiese podido verlo".Mi colega JackO y yo hemos bromeado durante años sobre ese entrenamiento - a menos que Penny estuviese metiendo canastas desde el centro de la pista mientras pisaba sobre cristal roto y teniendo una naranja sobre su cabeza sin dejarla caer, no puede haber ninguna maldita forma de que un único entrenamiento hubiese cautivado a Orlando más que un dúo Webber-Shaq).
2. Y si los Warriors no hubiesen tradeado el pick 3 y tres futuras primeras rondas por C-Webb para después darle de manera estúpida un contrato colosal con una opción de salirse de él después de un año?
Cuando su relación con Don Nelson se deterioró rápidamente (quien aprendió que no puedes presionando en exceso a los rookies si ellos ganan 10 veces más dinero que el entrenador), Webber se hartó y acabó forzando a G-State a hacer un traspaso en modo pánico por Tom Gugliotta y tres futuras primeras rondas. Ese equipo en particular de los Warriors venía de hacer una temporada de 50 victorias sin Tim Hardaway (operado de la rodilla); ahora Hardaway volvía para jugar junto a C-Webb, Latrell Sprewell (primer quinteto en el 94), Chris Mullin (un poco ya pasada su prime, pero todavía un titular de calidad), Rony Seikaly, Avery Johnson y Chris Gattling... Un grupo de siete jugadores bastante intereante, ¿no?
Desgraciadamente, Webber entró en la liga justo cuando los jugadores jóvenes iban a recibir una excesiva cantidad de poder por el convenio coletivo negociado, antes de que todo el mundo usase el sentido común y se diese cuente de que se necesitaba una escala salarial para los rookies por el bien de la salud mental de todo el mundo. De todas las potencialmente grandes carreras que se echaron a perder o se vieron afectadas de alguna forma en los 90 porque a los jugadores jóvenes se les había dado demasiado dinero y demasiado poder demasiado pronto - Kenny Anderson, Coleman, Vinnie Baker, Larry Johnson, Glenn Robinson, Juwan Howard, Rasheed Wallace, Jason Kidd, Marcus Camby, Antoine Walker, Stephon Marbury, Tim Thomas, etc. -Webber queda como la víctima más importante. Armado con esa cláusula para salirse del contrato, decidió que no quería seguir bajo el estilo abrasivo de Nellie, incluso cuando mirando en retrospectiva, nunca ha habido mejor grandullón para Nellie Ball que Chris Webber. Así que en vez de liderar a un candidato al título perenne en el Oeste y jugar en un estilo ofensivo que potenciaba sus virtudes, Webber se encontró cargando con unos Bullets demasiado jóvenes, desarrolló malos hábitos y una actitud mezquina, se lesionó su rodilla, se perdió 116 partidos en cuatro años y finalmente convenció a los Bullets para que le enviasen a Sacramente por Mitch Richmond y Otis Thorpe. Para cuando volvió a encontrarse en un equipo con un estilo ofensivo desatado y un entrenador imaginativo ya tenía 26 años. Una lástima.
El resto de la carrera de Webber se reduce a que las cosas pasaron en el momento equivocado. Si hubiese llegado a la liga cinco años antes o siete después se habría encontrado atado a un contrato rookie convencional y se habría visto formado a hacerlo lo mejor posible con Golden State (a quienes pertenecía todo ese tiempo). Mäs tarde en su carrera, los tres mejores equipos de Sacramente en los que él estuvo se encontraron con la mala suerte de coincidir su mejor momento con el momento cúspide de los Shaq, Duncan y Garnett, experimentando derrotas devastadoras en un séptimo partido en 02, 03 y 04. Y si hay alguna queja contra Webber, es ésta: no solo lo hacía mal en los momentos calientes, sino que rehuía la responsabilidad en los grandes momentos.
Escribí lo siguiente tras el colapso de Sacramento ante Lakers en 02, en el que todo jugador de los King a excepción de Mike Bibby parecía más aterrorizado que los coordinadores del campamento en Crystal Lake: "Webber oficialmente cogió el relevo de Karl Malone, Patrick Ewing, Ralph Sampson y Helvin Hayes como La Superestrella A Precio De Oro A Quien Es Genial Tener En Tu Equipo A Menos Que Queden Tres Minutos En Un Partido Importante. No resulta sorprendente, pero ver a C-Webb inventarse formas de escaquearse en las posesiones clave ha sido la subhistoria más fascinante de los playoffs. ¿No te ponía de los nervios cuando Webber recibía un balón en el poste alto, giraba 180 grados de manera que le daba la espalda al aro -¡No os preocupéis, no voy a tirar, no temáis! - y después desesperadamente le pasase la patata caliente al King disponible más cercano? ¿Ha llegado alguien a jugar a la patata caliente a ese nivel? Incluso rememorando su periplo universitario vemos a Webber haciendo lo mismo. Jalen Rose posiblemente tirase el 90 por ciento de los tiros clave durante la época de los Fab Five. Prácticamente no hay un precedente igual."
Por tanto, ¿cómo se recordará a Webber? Desde que Calvin Schiraldi y Bob Stanley se auto destruyeron en el sexto partido de las Finales del 86, siempre he sido un firme creyente de que los microcosmos tienen mucha más importancia de la que pensamos en deportes. Sí, los Red Sox podrían haberse quedado a una fuera y 14 lanzamientos de ganar el título - un segundo, voy a golpear mi cabeza con la mesa de nuevo por los viejos tiempos (¡ayyyyyyyyy!) - pero la letra chica dice que el corral de Boston la jodió a lo largo de toda la temporada y brindó a sus fans con un infarto en cada momento importante. Perder el título porque el equipo colapsara no fue exactamente una sorpresa para todo aquel que amase a aquel equipo. Y cuando miras lo que le pasó a los Kings en la 2001-2002 - un equipo superior jugando con unos Lakers agotados y cada vez más disfuncionales - la serie de partidos se reduce a tres partidos: cuarto partido (cuando Robert Horry metió el triple ganador porque nadie en los Kings capturó alguno de los dos rebotes anteriores); sexto partido (el peor y más injusto arbitraje de la década); y el séptimo partido (cuando los Kings tuvieron numerosas opciones de llevarse el gato al agua en los instantes calientes y no lo consiguieron).
Webber no pudo hacer nada en lo que respecta al sexto partido, pero no es que cumpliese exactamente su cometido cuando esos dos rebotes estaban en el aire para atraparlos antes del famoso tiro de Horry (ved el video), y podría haber cerrado el partido clave cuando más falta hacía (en vez de pasarle el muerto a Bibby jugando a la patata caliente). Cuando tuvo la oportunidad de dejar huella en su carrera de una vez y por todas, no fue capaz de lograrlo. No lo tenía en la sangre. ¿Perdió confianza en sí mismo para los partidos importantes después del famoso "Tiempo Muerto" en la universidad? ¿Perdió demasiadas temporadas jugando para equipos malos sin desarrollar lo que hace falta para los partidos gordos? ¿Le faltaba en primer lugar ese instito asesino? Nunca lo sabremos.
Pero esto es lo que sabemos: Chris Webber nunca fue capaz de tomar las riendas en un partido importante cuando realmente hacía falta, incluso cuando tenía el talento para hacerlo. Ese es su legado. Bueno, eso y los "¿Ysi...?".
Si la carrera de Webber fuese un videojuego, me encantaría pulsar el botón de resetear, y comenzar de nuevo con Orlando no haciendo nunca ese traspaso arriesgado y ver qué habría pasado. Pero las cosas son así en la vida real: no tienes un botón de reseteo, y si tomas un par de malas decisiones en el camino, esas decisiones pueden acabar definiendo el tipo de jugador o persona en la que te conviertes. Siempre recordaremos a Webber como uno de los 75 mejores jugadores de la historia NBA, pero también recordaremos ese potencial para hacer mucho más. Y es por eso por lo que algo parecía familiar viéndole en TNT el jueves por la noche mientras pensaba "Tío, C-Webb podría ser realmente bueno haciendo esto".