Además de la lucha y un nivel superior al que yo mismo esperaba, el primer mes ha acreditado dos malísimas noticias:
1. Hemos perdido todos los partidos en los que el rival ha tenido opciones de ganar; en dos de ellos, desperdiciando buenas ventajas. Y eso, en un equipo pequeño, de los que debe acumular en el granero antes del invierno (generalmente las victorias siempre están más caras en la segunda vuelta, pasado el efecto sorpresa, y más si no te puedes permitir fondo de armario...) puede pasar factura.
2. Es inútil y hasta contraproducente echar la culpa al empedrado, y el que sea objetivo, que tire la primera piedra... pero en partidos de resultado igualado, visto lo visto, sobre todo en Illunbe, cuesta creer ciegamente en la exquisita imparcialidad de la labor arbitral. Desde luego, no creo en absoluto en su acierto hasta ahora. Y no hablo solo de que la gente chille o se queje, que eso pasa en todas las canchas, sino de otras cosas:
- Posible antideportiva no pitada en el Buesa a favor de Beraza (el eslabón más débil de una cadena ya débil) que hasta los locutores vitorianos agradecían no haberse señalado, en un partido perdido por dos puntos. En esto reconozco que no he visto la jugada, es el argumento más débil.
- Visión de rayos X de los colegiados en el partido contra el Murcia para detectar el pie incorrectamente colocado de Agbelese (¿habéis visto dónde se ha colocado alguno que otro en tiros libres lanzados hoy? Seguro que los colegiados tampoco) que nos cuesta un punto en un partido perdido por dos.
- Visión que sin embargo no detecta el flopping de Sadiel Rojas en una jugada que nos cuesta técnica.
- Hablando de técnicas, si yo formara parte del cuerpo técnico de Unicaja ya habría incluido en el scouting que la indicación arbitral 'a la siguiente, técnica' al entrenador visitante hay que entenderla en un sentido laxo, casi metafórico. No así para el otro banquillo, hasta el momento.
- La visión de precisión quirúrgica hacia Agbelese, desaparecida luego con Rojas, ha vuelto hoy para apreciar el movimiento milimétrico que ha debido de convertir la falta en ataque contra Swing en canasta y falta (eso + las técnicas, en un partido perdido de cuatro).
Eso no impide reconocer otras cosas. Que la puesta en acción de Bilbao ha sido mejor, que Durán le ha comido a Porfi claramente la tostada de inicio, jugando duro en defensa, alejando a nuestros jugadores y negando el poste bajo a Norel, y que no hemos sabido responder a eso (demasiado tiro exterior; Chery ha anotado mucho pero no me gusta su gestión del juego). Que el partido hemos empezado a perderlo nosotros y han empezado a ganarlo ellos, y que hasta, posiblemente, no hayamos merecido ganar hoy en el conjunto de partido (no noto la diferencia con cuando parecemos merecerlo). Pero, sinceramente, con lo poco que me gusta fijarme en la labor de los árbitros, la gente exaltada y el recurso fácil, en las tres derrotas por la mínima que hemos cosechado —y que pueden hacernos mucho daño, ojalá me equivoque— me resulta imposible creer que el arbitraje no ha sido relevante. Sobre todo en las de Illunbe. Así que a desear mucha suerte en lo sucesivo a los colegiados... y mucho acierto.
Las derrotas por la mínima con palmadita en la espalda y cara de tonto no cotizan. A ver cuándo se la colocamos nosotros a alguien.
Y no sigo que me caliento
Saludos.