Cypresshill escribió:http://www.elmundo.es/opinion/2017/12/3 ... b45e9.html
Entrevista a Martín Pallín - magistrado emerito de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo- en ElMundo:
P:Después de las elecciones en Cataluña, qué.
R:Esas elecciones hay que abordarlas desde dos perspectivas. Una derivada de la actual situación política española, con un partido de Gobierno centralista, autoritario e incapaz de dialogar. Y otra sin perder la perspectiva de una Cataluña con unas tensiones de secesión unilateral que son incompatibles no sólo con el Derecho nacional, sino con lo que para ellos resulta más complejo, el Derecho internacional. Es unánime la doctrina sobre la imposibilidad de segregar unilateralmente territorios de naciones ya reconocidas. Esto hace que el problema catalán, que viene de atrás y no sólo se le puede achacar al PP, no se haya abordado correctamente.
P: ¿Y cómo conviene abordarlo?
R: Vamos a ver. Llama la atención el hecho de que el Gobierno y otros partidos llamados constitucionalistas (y quisiera que la palabra figurase en cursiva) se apoyen en que ningún Estado de la UE ha aprobado la escisión unilateral, cosa que es cierta y tiene una lógica aplastante porque sería el comienzo del derrumbe de la UE. Pero lo que ocultan es que la mayor parte de la opinión pública, empezando por los medios más serios de Europa y los políticos de los Gobiernos extranjeros, democráticos y modernos, no alcanzan a comprender la incapacidad de diálogo por parte de nuestro Gobierno central. Es un dato evidente. Y en esa situación estancada se celebraron hace diez días unas elecciones en circunstancias anómalas.
P: Anómalo es el mismo procés...
R: Pero lo cierto es que se celebraron bajo una especie de estado de excepción (que figure también en cursiva) derivado del artículo 155, con candidatos en la cárcel sin base legal. Invito a cualquier observador político que encuentre una situación similar en alguno de los países que conforman el núcleo duro que consolidó la UE. Si los jueces no reflexionan sobre los valores de la participación política y la libertad, quizá nos encontremos con otra nueva anomalía que asombraría a todo nuestro entorno político.
P:¿Cuál es esa?
R: Pues que el posible presidente electo entre en la cárcel y que un juez no le conceda permiso para salir de prisión y ser investido. Esto sería incompatible con el Estado de derecho, la separación de poderes y la Constitución.
P:¿Y si el juez le da permiso para salir y ser investido?
R:Pues la anomalía sigue, porque entonces toma posesión y luego vuelve a la cárcel. Eso sería rocambolesco. Así que o se soluciona por la vía política, constitucional y de diálogo, o no hay solución.
P:¿En ese asunto la habrá?
R:No parece fácil. Aunque el Gobierno actuó correctamente cuando recurrió al Tribunal Constitucional la Ley de Referéndum y la de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República. El Constitucional las anuló, incluso recurrió la validez de las sesiones del Parlamento catalán, todo dentro del cauce del conflicto de competencias. Y ahí debió terminar el conflicto jurídico, político y constitucional. Alguien deberá explicar algún día qué sucedió; y dar la cara por las sanciones penales impuestas a los ex miembros del Gobierno de Cataluña.
P: ¿No las merecen?
R: Son excesivas.
P: ¿Por exceso de celo de los jueces?
R: Prefiero creer que fue por exceso de celo, que en este caso es una equivocación total porque no hay visos de delitos de rebelión, ni de sedición, ni siquiera de malversación...
P: ¿Tan tajante?
R:Lo discuto jurídicamente en cualquier foro. Y si no fuese exceso de celo, sino plegarse a las presiones del Poder Ejecutivo, sería algo gravísimo. No quiero ni pensarlo.
P:La actuación del independentismo ha sido artera.
R:Pero el Gobierno de Rajoy se agarró a algo que resulta absolutamente insólito: dar porrazos a gente que estaba esperando ante las urnas. Esto ha sido un factor determinante para la participación de muchos ciudadanos en el 1 de octubre.
P: Antes se ha referido a los partidos constitucionalistas en cursiva. ¿Por?
R: Porque se ha acuñado una concepción, que además ha calado en la jerga política (tan carente en este caso de sustento racional), de que existen partidos constitucionalistas y otros no constitucionalistas. A algunos de esos que se proclaman constitucionalistas los llamaría jíbaroconstitucionalistas, porque sólo manejan un artículo de la constitución, el segundo [La indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles]. Los grandes valores que están en la Constitución (justicia, pluralismo, libertad, la dignidad de la persona, el respeto y demás) no les interesan. Así que si tienes reticencias al artículo 2, pero crees en los otros, te expulsan de la Constitución.