Porque tendrían que cambiar la paguita por la hijab. Y son feminazis, no idiotas.Giancarlo-Marcaccini escribió:¿Y por qué no se van todas estas a un país musulmán?
Lo cierto es que como cuentacuentos tampoco vale una mierda la muchacha pero, oye, ahí la tienes "escribiendo".elmascrack escribió:https://www.eldiario.es/zonacritica/sil ... 84842.html
Otra historia de ficción que le ha quedado muy de bonita a Barbijaputa. Y si hubiera puesto el sexo de los protagonistas al contrario, le habría quedado más próxima a una hitoria basada en hecho reales, en lugar de una historia de ficción.
Poder judio?nurito escribió:Ese feminismo descarnado de sus apologetas más reaccionarias nos muestra que la batalla de sexos o la lucha de clases son instrumentos del poder judío dirigidos a confundir, falsear y diluir la conciencia de la raza blanca. Hay que rechazar y superar las falsas dialécticas sociales para concentrarse en el auténtico conflicto histórico, la guerrra de razas.
para que lo veas sin tener que entrarACBerry escribió:No pienso hacerle el favor de añadirle una visita a su estercolero para que gane pasta a mi costa. ¿Que le ha pasado? ¿Han vuelto a intentar violarla? La pobre no gana para disgustos.
Es que tú no lo conoces", dice Carmen cada vez. A veces necesita desahogarse con alguien, pero siempre que lo hace encuentra caras extrañadas, ojos juiciosos, frases de alerta. Y cada una de las veces, se promete a sí misma que ya no lo contará más, porque siempre se arrepiente. No merece la pena, por dos minutos de desahogo, preocupar a la gente como si pasara algo grave. O peor aún, como si su pareja fuera un monstruo.
"Deja a ese tío", le dijo su compañera de trabajo hace dos semanas. Fue la última a la que intentó contarle cómo era él, por si ella le daba pistas o consejos sobre cómo manejar la situación. Tampoco lo había entendido.
"Es muy bueno, sólo que a veces no está bien, yo sólo necesito saber cómo lidiar con sus momentos malos", le había contestado Carmen. Su compañera se había encogido de hombros: "él también es todos esos momentos malos, no sólo los buenos".
No era la respuesta que Carmen necesitaba. Ella necesitaba consejos de verdad. Sólo esperaba trucos tipo "Será una mala racha, dale tiempo y espacio", pero que le funcionaran de verdad. De ninguna forma quería soluciones radicales que iban a hacerla más infeliz.
Pero como infeliz ya estaba, y se había negado a contar sus miedos y sus penas a nadie a quien tuviera que volver a ver, una tarde que él estaba jugando un partido de baloncesto, cogió su bolso y se presentó sin cita en una psicóloga que había cruzando la M30, a 5 minutos de su casa. Había visto el cartel con flores doradas con letras negras muchas veces, y había fantaseado con cómo seria su consulta. Su nombre le gustaba, le parecía de confianza. De noche, a veces, cuando no podía dormir por sus discusiones de siempre, se decía que al día siguiente iría. Sólo para ver cómo era aquella. Pero nunca terminaba de ir.
Aquella tarde fue diferente. Él no le hablaba desde el día anterior. La había pillado hablando con su madre por teléfono... llorando más bien. La escuchó decirle que habían peleado, que por eso lloraba. No dijo mucho más, pero fue motivo suficiente para que él no cruzara con ella ni una palabra más. Cenó muy despacio mirando la tele, mientras ella le preguntaba si tenía más hambre. Nada. Cogió el móvil y habló con amigos por Whatsapp. Ella le preguntó si veían algo en la tele. O si hablaban de qué pasaba. Lo que él quisiera. Él se rió. Pero no era por nada que ella hubiera dicho, porque para él, Carmen no estaba en la habitación. Así entendió ella que reía por alguna ocurrencia de sus amigos. Cuando dieron las 12, él bostezó y se levantó del sofá. Ella, que estaba viendo la tele sin verla, dio un respingo. Ya era hora de ir a dormir. Le siguió a la habitación y se acostó a su lado. Le dio las buenas noches, y la única respuesta que recibió fue él girándose sobre mí mismo y dándole la espalda.
Carmen sabía que, por su propio bien, mejor no insistir. Si él se daba la vuelta para dormir, cualquier intento de conversación acabaría con ella llorando en el baño, presa de la ansiedad.
Al día siguiente, más de lo mismo. Desayuno en silencio. Él salió de casa, ella no sabía dónde había ido. Sus días libres habían coincidido y podrían haber hecho cualquier cosa, desde intentar arreglarlo a perdonarse mutuamente. Ella sentía que necesitaba ser perdonada. Era verdad que en el pasado ya le había advertido que no quería que contara a nadie cosas privadas de la relación. Cosas como que discutían si ella llegaba a casa 20 minutos tarde por un retraso en el cercanías. Cosas como que ella recibiera Whatsapps de algún amigo más allá de las 22:00. "Si un tío te escribe más tarde de las 10 de la noche es que quiere follar", le decía siempre. Desde la última bronca que tuvieron a cuenta de eso, ella se había puesto una alarma a las 22:00 para poner en modo avión su teléfono móvil. Problema resuelto.
Pero había muchos otros problemas que no sabía resolver, ni siquiera predecir. Como el del aquel día: a pesar de que ella estaba molesta con él por ignorarla durante tanto tiempo, se había asegurado de que él no lo notara, para no empeorar las cosas. Y seguía tratándolo como siempre, como si él fuera a contestarle a algo. Le propuso que salieran a dar una vuelta, que pasearan, y que hablaran. Él se desperezó y se incorporó. Carmen pensó que se estaba ablandando, que aquella pelea ya estaría tocando a su fin. Pero él cogió el teléfono, marcó y se lo puso en la oreja. "Oye, Rafa, ¿qué haces?... Yo, nada, aquí solo en casa, ¿echamos un partido con estos?"
Cuando Carmen estuvo frente a aquella psicóloga de nombre amable, las frases que repitió fueron "No sé ni qué hago aquí. Mi novio es muy bueno, me quiere más que a nada, pero a veces no nos entendemos", "Ni siquiera se pueda decir que discutamos, no es nada agresivo" o aquella que siempre decía para justificar la preocupación de su interlocutor cuando hablaba acerca de los largos silencios de él: "no, no, yo es que no lo sé explicar, lo estoy contando todo mal, seguro, exagero mucho a veces. Usted es que no lo conoce, es un hombre bueno".
La psicóloga le nombró la violencia de género y Carmen sólo pudo sentir culpa. Como si fuera una impostora, como si no mereciera siquiera que sugirieran que ella sufría violencia alguna. Como si su relato fuera una exageración, a pesar de que había callado las partes más duras. Como si se avergonzara por haber preocupado a aquella mujer sin justificación alguna.
¿Cómo el silencio podría ser violencia? ¿Dónde estaban sus marcas? ¿Dónde sus secuelas?
"¿Le tienes miedo? ¿Sufres? ¿Eres infeliz y su silencio te hace llorar?" Carmen asintió con la cabeza, pero aun así, ¿cómo podría ser el silencio violencia? Él era pacífico, jamás se metía en peleas, y rara vez le había levantado la voz.
"¿Te asustas cuando llega? ¿adaptas tus rutinas para que él no te ignore? ¿Te despiertas con pesadillas? ¿Sientes que eres aburrida, que no eres merecedora de alguien que te trate mejor". Y Carmen asentía una y otra vez, a su pesar. Porque sí, todas aquellas cosas estaban pasando.
Carmen no quiso volver a la consulta. No quería escuchar de nuevo ninguna interpretación semejante. Sin embargo, aquella mujer había plantado en ella una semilla, y cada silencio que siguió a aquel día, cada invisibilización y cada humillación a la que fue sometida, sirvieron para que Carmen buscara más y más información. Para que en su mente aquella palabra, "violencia", volviera cada vez con mas frecuencia. Hasta su relato cambió. Cuanto más sabía, cuanto más leía, más intolerante era al maltrato de su pareja, y con más fiereza relataba a sus amigas y a su compañera de trabajo la relación en la que se sentía atrapada.
Hasta que un día en el que sus días libres no coincidieron, Carmen cogió una maleta y la llenó con sus cosas. Lloraba porque seguía sintiendo que no merecía nada mejor. Porque seguía siendo infeliz. Porque ni siquiera sabía dónde viviría, más allá de unos días en casa de su compañera. Lloraba pero no paró ni un segundo, la semilla había agarrado fuerte, y sacar de su mundo el foco de su infelicidad era la única vía posible para que la vida siguiera valiendo la pena.
Y tanto que lo valió.
baaarliin escribió:Dejad a las chicas en paz, en serio, no seáis putos pesados. Mejor morir solo que ser un jodido plasta.
Una joven de 23 años ha sido detenida en Calpe (Alicante) por denunciar falsamente que había sido secuestrada por tres hombres para tratar de ocultar a su esposo que se había marchado con unos amigos durante dos días, según un comunicado de la Guardia Civil.
La investigación ha revelado que, al parecer, la mujer se había ido con unos amigos voluntariamente y "la salida se alargó durante dos días, por lo que ideó la historia del secuestro para que su marido no supiera lo que en realidad había pasado", señala la nota de prensa.
La autoridad judicial ha decretado su puesta en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado y la joven se puede enfrentar a una pena de seis meses a dos años de prisión.
El instituto armado movilizó a cerca de una decena de agentes para investigar durante nueve días unos hechos que realmente no se habían producido. El marido de la joven denunció ante la Benemérita que ella había desaparecido el día anterior después de que saliera de su casa por la mañana para ir a trabajar a Villajoyosa (Alicante) y no regresara al domicilio de la pareja tras la jornada laboral. Manifestó que intentó llamarla por teléfono, pero no daba señal, e indicó que tampoco pudo ponerse en contacto con el lugar donde trabajaba su cónyuge porque hacía poco que había empezado en él y no sabía exactamente dónde era.
La Guardia Civil inició su búsqueda de inmediato, interrogó tanto a vecinos como a personal del colegio de sus hijos e, incluso, contactó con familiares de Valencia, pero nadie sabía nada. Justo a la mañana siguiente de la denuncia de su marido, la joven acudió a la Guardia Civil para decir que le habían secuestrado. Declaró que el mismo día de su "desaparición", cuando terminó su jornada laboral y mientras esperaba en la parada de autobús, se le acercó un vehículo todoterreno blanco, con tres hombres en su interior, que la obligaron a meterse dentro. Después la trasladaron hasta una casa de piedra en un descampado, le quitaron el bolso y le conminaron a beberse un vaso de agua que contenía alguna droga que la hizo adormecer.
Al día siguiente se despertó y esos hombres la volvieron a montar en el coche, abandonándola en una carretera de Villajoyosa. Luego deambuló como pudo hasta llegar a la parada de autobús y volvió a su casa, según comentó. También relató a los agentes que todavía estaba un poco mareada y con dolor de cabeza a causa de lo que le habían obligado a beber, y aseguró no recordar nada de lo que había sucedido durante las horas que estuvo en la casa de piedra.
Sin embargo, las indagaciones de la Guardia Civil constataron finalmente que la joven había cometido un presunto delito de simulación de delito al fingir su propio secuestro y una detención ilegal.
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/329445 ... xts=467263
baaarliin escribió:Dejad a las chicas en paz, en serio, no seáis putos pesados. Mejor morir solo que ser un jodido plasta.
Una verdadera mujer feminista ya sabe que la culpa es tuya, no hace falta que se lo reconozcas explícitamente para que ella sea consciente de ello, machito. Por otro lado, las mujeres no son las supervisoras de las labores del hogar y no tienen por qué saber si hay bragas u otra ropa en el tendedero; acércate tú a comprobarlo y no preguntes si de verdad quieres asumir las tareas de igual a igual. Que, además, si preguntas es porque no tendiste tú la ropa. No se puede hacer peor.ACBerry escribió:Joder, me pareció más creíble La Guerra de las Galaxias.
Un hombre se enfada y su reacción habitual es dejar de hablar durante días..... ya. Pero es que aunque fuese cierto, veamos, supongamos que un hombre se enfada, pues según la tiparraca esta:
Le pega a alguien - malo (Vale, ahí estamos de acuerdo)
Se pone violento - malo
Se limita a gritar - malo
Le habla con palabrotas aunque no grite - malo
Usa un tono pasivo/agresivo - malo
Intenta convencer a su pareja de sus errores - malo, intentar cambiar a una mujer también es machismo
Piensa "mierda, diga lo que diga y como lo diga es malo, mejor me callo" - coño, también es malo
La única reacción que no sería violencia de género es que el hombre no se enfade OCURRA LO QUE OCURRA, que acepte que el punto de vista de su pareja es y debe ser inamovible en cualquier circunstancia, y en caso de que detecte que se está empezando a discutir, diga inmediatamente: "Perdón, ya no recuerdo como empezó la discusión pero la culpa es mía. Voy a ponerme a planchar, dime por favor si hay bragas en el tendedero"
Pero si le das a barbijaputa 10 minutos, encuentra machismo también en esa frase.
Y encima anunciando y vacilando que se va a poner a planchar. ¿Qué quieres una medalla?Áristos escribió:Una verdadera mujer feminista ya sabe que la culpa es tuya, no hace falta que se lo reconozcas explícitamente para que ella sea consciente de ello, machito. Por otro lado, las mujeres no son las supervisoras de las labores del hogar y no tienen por qué saber si hay bragas u otra ropa en el tendedero; acércate tú a comprobarlo y no preguntes si de verdad quieres asumir las tareas de igual a igual. Que, además, si preguntas es porque no tendiste tú la ropa. No se puede hacer peor.ACBerry escribió:Joder, me pareció más creíble La Guerra de las Galaxias.
Un hombre se enfada y su reacción habitual es dejar de hablar durante días..... ya. Pero es que aunque fuese cierto, veamos, supongamos que un hombre se enfada, pues según la tiparraca esta:
Le pega a alguien - malo (Vale, ahí estamos de acuerdo)
Se pone violento - malo
Se limita a gritar - malo
Le habla con palabrotas aunque no grite - malo
Usa un tono pasivo/agresivo - malo
Intenta convencer a su pareja de sus errores - malo, intentar cambiar a una mujer también es machismo
Piensa "mierda, diga lo que diga y como lo diga es malo, mejor me callo" - coño, también es malo
La única reacción que no sería violencia de género es que el hombre no se enfade OCURRA LO QUE OCURRA, que acepte que el punto de vista de su pareja es y debe ser inamovible en cualquier circunstancia, y en caso de que detecte que se está empezando a discutir, diga inmediatamente: "Perdón, ya no recuerdo como empezó la discusión pero la culpa es mía. Voy a ponerme a planchar, dime por favor si hay bragas en el tendedero"
Pero si le das a barbijaputa 10 minutos, encuentra machismo también en esa frase.
Woman’s Diary
27th June 2010
Saw him in the evening and he was acting really strangely. I'd been shopping in the afternoon with the girls and was a bit late meeting him; thought it might be that. The bar was really crowded and loud, so I suggested we go somewhere quieter to talk.
He was still very subdued and distracted so I suggested we went somewhere nice to eat. All through dinner he just didn't seem himself - he hardly laughed and didn't seem to be paying any attention to me or to what I was saying. I just knew that something was wrong.
He dropped me back home and I wondered if he was going to come in. He hesitated but followed. I asked him what was wrong, but he just half shook his head and turned the television on. After about ten minutes of silence I said that I was going upstairs to bed. I put my arms around him and told him that I loved him deeply. He just gave a sigh and a sad sort of smile.
He didn't follow me up immediately but came up later and, to my surprise, we made love - but he still seemed distant and a bit cold. Cried myself to sleep -I think he's planning to leave me - maybe he's found someone else.
----------------------
Man's Diary
27th June
England lost. Gutted. Still got a shag though.
Roderic escribió:Una joven de 23 años ha sido detenida en Calpe (Alicante) por denunciar falsamente que había sido secuestrada por tres hombres para tratar de ocultar a su esposo que se había marchado con unos amigos durante dos días, según un comunicado de la Guardia Civil.
La investigación ha revelado que, al parecer, la mujer se había ido con unos amigos voluntariamente y "la salida se alargó durante dos días, por lo que ideó la historia del secuestro para que su marido no supiera lo que en realidad había pasado", señala la nota de prensa.
La autoridad judicial ha decretado su puesta en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado y la joven se puede enfrentar a una pena de seis meses a dos años de prisión.
El instituto armado movilizó a cerca de una decena de agentes para investigar durante nueve días unos hechos que realmente no se habían producido. El marido de la joven denunció ante la Benemérita que ella había desaparecido el día anterior después de que saliera de su casa por la mañana para ir a trabajar a Villajoyosa (Alicante) y no regresara al domicilio de la pareja tras la jornada laboral. Manifestó que intentó llamarla por teléfono, pero no daba señal, e indicó que tampoco pudo ponerse en contacto con el lugar donde trabajaba su cónyuge porque hacía poco que había empezado en él y no sabía exactamente dónde era.
La Guardia Civil inició su búsqueda de inmediato, interrogó tanto a vecinos como a personal del colegio de sus hijos e, incluso, contactó con familiares de Valencia, pero nadie sabía nada. Justo a la mañana siguiente de la denuncia de su marido, la joven acudió a la Guardia Civil para decir que le habían secuestrado. Declaró que el mismo día de su "desaparición", cuando terminó su jornada laboral y mientras esperaba en la parada de autobús, se le acercó un vehículo todoterreno blanco, con tres hombres en su interior, que la obligaron a meterse dentro. Después la trasladaron hasta una casa de piedra en un descampado, le quitaron el bolso y le conminaron a beberse un vaso de agua que contenía alguna droga que la hizo adormecer.
Al día siguiente se despertó y esos hombres la volvieron a montar en el coche, abandonándola en una carretera de Villajoyosa. Luego deambuló como pudo hasta llegar a la parada de autobús y volvió a su casa, según comentó. También relató a los agentes que todavía estaba un poco mareada y con dolor de cabeza a causa de lo que le habían obligado a beber, y aseguró no recordar nada de lo que había sucedido durante las horas que estuvo en la casa de piedra.
Sin embargo, las indagaciones de la Guardia Civil constataron finalmente que la joven había cometido un presunto delito de simulación de delito al fingir su propio secuestro y una detención ilegal.
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/329445 ... xts=467263
Imaginaos como debe de TEMER a su marido para tener que fingir un secuestro en lugar de decir que se había ido con unos amigos de fiesta. Por eso necesitamos más feminismo.
http://www.lavanguardia.com/sucesos/201 ... oloma.htmlDetenido un hombre por simular su propio secuestro en Santa Coloma
Le dijo a su mujer que iba a la farmacia de guardia porque le dolían las muelas y no volvió a su casa
Actualmente, el hombre está en libertad a la espera de que el juez lo cite a declarar, y se ha mostrado arrepentido de su acción, según los agentes, a los que explicó que su llamada de secuestro tenía como única finalidad preparar una coartada ante su familia y no tener que justificar los 4.000 euros que iba a gastar.
Usuarios navegando por este Foro: Google [Bot] y 3 invitados