Caótico_Fanegas escribió:Hay_sinla escribió:fergarciaga escribió:
En mi opinión habría que abolir el juego. De raíz. Con urgencia.
Muy de acuerdo.
Exagerados. Querría saber qué tipo de hábitos con cierto carácter mínimamente adictivo tenéis en vuestra vida diaria. Lo que a nosotros nos parece extraño por la novedad es común en bastante país europeo.
No hace falta quitar lo que es un divertimento para decenas de miles de personas: con medidas básicas como poner un límite de pérdida por cada tarjeta de crédito / persona de pongamos dos cientos euros mensuales, con la obligación de demostrar solvencia si quieres perder más dinero mensualmente, metes un gran dique al problema de jugar más para recuperar lo perdido anterior esperando que vengal a buena racha.
Supongo que hace falta una "generación perdida", como los muertos por cáncer de pulmón o por el alcohol, para que se monte el caldo de cultivo suficiente para que la necesidad de limitación del juego se vuelva mainstream.
El que en mi vida
personal tenga un hábito adictivo o no, no debe influir a la hora de tomar decisiones
sociales... Evidente, ¿no?
Que sea algo habitual no legitima absolutamente nada. Habitual es también, por ejemplo, que haya gente que circule a 150 km/h por las carreteras, poniendo en riesgo su vida y la de los demás, y no por eso debería permitirse, dar manga ancha o tolerar una cierta cuota de infracciones.
Pero es que además, el enfoque individualizado es engañoso.
Que tú o yo "controlásemos" es muy secundario. Se trata de un problema social que genera adicciones a muchísima gente (sobre todo a los sectores trabajadores y populares con condiciones más precarias), y con consecuencias muy dolorosas: personales, familiares, económicas, etc. Y ese problema lo agrava la publicidad del juego, bombardeando constantemente sin ningún miramiento ético (el otro día, en 2 minutos de anuncios en un canal de TV enfocado a jóvenes, 3 anuncios de apuestas, p.ej.)... Pero claro, en el capitalismo lo único que importa es el sacrosanto beneficio privado cueste lo que cueste, aún por encima del bienestar de quien se ponga por delante.
En cuanto a lo del divertimento. Es muy sencillo. Ya hay juegos como el SuperManager, etc. que te permiten vivir un extra con los partidos y que no generan la problemática de adicción al juego y sus impactos sociales.
En cuanto a las buenas rachas... La estadística ya se encarga de que a la larga, siempre, siempre, siempre, gane la banca. En las cuotas de apuestas ya está eso pensado, en las probabilidades de la tragaperras o del blackjack, en los repartos de premios del poker, etc.
Y lo más curioso. Admites lo dañino que es el juego con lo de "generación perdida". ¿Para qué esperar que sigan aumentando las víctimas, por qué no abolir ya? ¿Y si mientras tanto, tu madre (por poner un ejemplo, sin ánimo de faltar, por supuesto) se fundiera sus ahorros en el bingo y se causara una tensión familiar insoportable? Te tirarías de los pelos. Ojalá que no, que jamás.
Cualquiera podemos sufrir una adicción, a sustancias o a hábitos tóxicos. Y las adicciones se tratan, no se guardan debajo de la alfombra intentando esconderlas y frenarlas un poco.