por reptilyano »
08 Jun 2019, 07:28
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El Baskonia se plantea ceder a Sedekerskis
El objetivo de todo jugador joven consiste en progresar hasta asentarse en el estrato profesional del club que le cobija. La ascensión suele ser larga y repleta de complicaciones. El esfuerzo personal cuenta, pero también la suerte. A Tadas Sedekerskis se le presupone lo primero, pero le ha faltado de lo segundo. A sus 21 años, sigue siendo un proyecto de cantera azulgrana todavía por definir. Se ha probado de todo en las últimas tres temporadas con el alero lituano y nada ha terminado de convertirlo en un jugador con un papel mínimamente relevante de la primera plantilla.
El verano de planificaciones varias se abre ya en las oficinas de Zurbano. Dentro de la lista de situaciones que resolver se encuentra la de Tadas Sedekerskis. Como cualquier joven a su edad, el exterior báltico busca su sitio. Vistas las últimas experiencias, tanto el jugador como sus representantes son partidarios de buscar un equipo en el que pudiera competir la próxima temporada en calidad de cedido. Su condición de cupo de formación puede ser una baza a explotar entre posibles clubes pretendientes de la Liga ACB.
Sin embargo, existe un precedente funesto, su malogrado préstamo al San Pablo Burgos. La historia es conocida. El curso 2017-18 iba a comenzar con Pablo Prigioni como entrenador baskonista y Sedekerskis como el último de la lista en reparto de minutos. Poco antes de que comenzara la competición, se opta por enviar al lituano al San Pablo Burgos, no sin antes prorrogar su contrato azulgrana hasta 2022. El canterano apenas asoma en protagonismo durante su estancia en la escuadra burgalesa y cierra la campaña en su tierra natal, enrolado en el Nevezis. Aquella era la temporada en la que se supone que Sedekerskis debía comenzar a despegar. Mientras se diluía lejos de Vitoria, el Baskonia cambió de timonel; de Prigioni a Pedro Martínez, que echaba mano de un canterano como Rinalds Malmanis para dar minutos de oxígeno a Toko Shengelia.
El letón aprovechaba la ocasión que podría haber tenido Sedekerskis de haber seguido en Vitoria. De su estancia en el Nevezis, el canterano azulgrana se trajo una lesión de espalda que se iba a reproducir en los prolegómenos de la temporada 2018-19 y que le mantendría parado durante más de tres meses.
Fue otro golpe de mala suerte que le llevó a la enfermería, desde donde vio el inicio de curso con Pedro Martínez, la destitución de este último y la llegada de Velimir Perasovic. El lituano no estuvo listo para jugar hasta avanzado febrero, con motivo de la Copa del Rey. Demasiado tiempo perdido, pero también escasa confianza del croata en la camada de canteranos por mucho que las lesiones dañaran la estructura azulgrana.
No hubo un Malmanis en la campaña que se cerró de forma catastrófica ante el Tecnyconta. Sedekerskis disputó una media de ocho minutos en nueve partidos de Liga ACB y seis minutos testimoniales en dos duelos de Euroliga. Le tocó ejercer de acompañante en un equipo en el que ayudaba a cuadrar la cuota de cupos de formación en los frentes competitivos domésticos. Es la condición que convierte en poco menos que insustituible a un jugador consagrado, pero que también puede ser una trampa para una joven promesa. Es lo que sigue siendo Sedekerskis, con un contrato largo como baskonista pero sin indicios aún de evolución.