Plantilla cerrada 2019/20 (I)
Os dejo un buen análisis del compañero cincoideal
Aún no ha llegado a su fin el mes de Julio y Unicaja ya ha completado la confección de su plantilla de manera oficial. Situación esta que en los últimos tiempos se esta convirtiendo en un sello de identidad de los veranos malagueños. No me atrevería a calificar esta celeridad ni en positivo, podríamos pensar que el club tiene las idea clarísima en cuanto a necesidades actuales de la plantilla y perfiles de mercado a los que se puede acceder, ni tampoco en negativo, sería lógico pensar que cerrando la plantilla en un momentos tan prematuro en la evolución del mercado puedes dejar pasar la posibilidad de adquirir algún descarte de equipos superiores que en las postrimerías del mercado son accesibles. Como entrar en este terreno supone hacerlo en el mundo de la futurología, que nunca ha sido del gusto de este blog, vamos a obviar este tipo de razonamientos centrándonos en la valoración de lo que tenemos.
Lo que vamos a tratar con esta entrada es dar una visión a nivel global de las razones que han llevado a la toma de decisiones que han derivado en una plantilla como esta, tanto desde el punto de vista de las características que se han querido potenciar como aquella que hemos sacrificado(I). Seguiremos analizando individualmente los miembros de la plantilla en lo que respecta a su rol en el equipo y como pensamos que van a ser utilizados a lo largo de a temporada(II). Para finalizar con una visión algo general de la idea de baloncesto que creo que podemos esperar de este equipo sobre la cancha(III).
Partiendo de una visión general, el objetivo principal con el que se ha confeccionado esta plantilla es alcanzar un nivel de “atleticismo”, como le gustaba decir a Scariolo, muy por encima del que partimos. Este concepto general se concretiza en situaciones en las que el año pasado hemos sufrido mucho. Se me ocurren algunos ejemplos:
Rebote (Defensivo y ofensivo). Hemos hablado mucho de la falta de presencia en el rebote ofensivo, a veces por cuestiones de balance defensivo (como podía ser el caso de Shermadini) y otras más por una cuestión de instinto y capacidad de lucha. Lo cierto es que con los fichajes, tanto los interiores (especialmente Gerun es un jugador brutal en esto), como la ayuda que puede dar Ejim y Milos desde el exterior, el nivel de capacidad del equipo ha mejorado muchísimo en esto. Algo parecido podríamos decir en lo que respecta al rebote defensivo donde incluso tenemos algún jugador exterior con mucho físico como Adams y en cierta medida Avramovic que pueden tener cierta presencia, algo que en su caso puede ser positivo con el fin de crear situaciones en transición.
Protección del aro. Si bien es cierto que Shermadini es un jugador muy grande, sus capacidades para colapsar la zona (y con ello proteger el aro) existen desde su posición fija, algo que nos lastra defensivamente en otras situaciones como el pick and roll o los missmatch que se pueden producir. Lo cierto es que las incoporaciones añaden capacidad para mejorar nuestra presencia a la hora de defender nuestro aro (el año pasado cada uno vs uno exterior que nos superaban era una bandeja).
Movilidad, especialmente de nuestros interiores. Hacíamos referencia en el aspecto anterior de la capacidad de nuestros interiores de salir a defender situaciones lejos del aro, p&r y missmatch. Creo que los interiores que se han traído tienen en este aspecto una de sus principales ventajas con respecto a nuestra posición del año pasado.
Balance defensivo/situaciones de contraataque. Esto lo podíamos englobar en el apartado anterior de la movilidad (más referido a situaciones 5vs5 en estático) pero referido a la capacidad que tienen practicamente todos nuestros jugadores (diría que exceptuando a Ruben) para correr la pista algo que, siendo nosotros un equipo que nunca renuncia a jugar en transición, me parece algo positivo.
Agresividad en líneas de pase. No tengo a Adams y a Avramovic como grandes defensores de concepto como si lo pueden ser Alberto, Carlos o Dragan, sin embargo si que creo que mejoramos el nivel físico que Roberts y Salin podían ofrecer a la hora de subir el nivel defensivo a toda pista o de tener presencia en líneas de pase.
Jugar por encima del aro. Si el año pasado disponíamos de Lessort y poco más, este año se ha dado un salto grande en cuanto a la capacidad de jugar por encima del aro en situaciones sin balón o de rebote ofensivo.
Situaciones defensivas de 1vs1. Creo que hemos adquirido perfiles de jugadores defensivos (con un buen nivel de lectura) pero creo que incluso aquellos que no lo son, tienen un nivel físico suficiente, para que podamos decir que, salvo el caso de Waczynski, no hay ningún jugador en la plantilla que sea un missmatch andante a castigar por parte de los rivales. Algo que desgraciadamente vimos mucho el año pasado con la lesión de Alberto y Carlos. Creo que a este equipo se le podrán criticar aspectos pero la dureza va a estar asegurada.
Pero no creo que solo se buscara mejorar la “atleticidad” con las consecuencias que esto trae en el aspecto defensivo (sobre todo) y también ofensivo. Creo que otra de las cuestiones que se han intentado mejorar es la versatilidad en el sentido de que muchos jugadores pueden jugar en varias posiciones que creo que es algo de lo que sacamos rédito el año pasado. Si en el caso anterior la mejora es muy evidente, no creo que lo sea tanto en este aspecto (ya me parecía versátil la plantilla del año pasado) sin embargo creo que se da un giro de tuerca más especialmente en tres aspectos:
La capacidad de nuestros exteriores (casi diría que todos salvo Waczynski y Ejim) de ejercer funciones de base en momentos puntuales (subir la pelota e iniciar un sistema desde la creación de una ventaja en base a los missmatch que se producen en situaciones de transición). Esto nos ayuda a mantener un ritmo alto de partido constante que es un sello de identidad de nuestro entrenador, algo que ahora se adapta a los jugadores que tienen a la perfección.
La existencia del 4 y medio. Creo que teniendo jugadores interiores que se caracterizan especialmente por el juego sin balón, Thompson pasa a ser, en mi opinión, el jugador más creativo de la plantilla en el poste bajo. Tener la posibilidad de jugar al 4 y al 5 en contextos de creación de juego con la lectura que puede hacer nos da una mayor riqueza que la que ya ofrece Suárez que si bien es muy bueno leyendo el baloncesto su capacidad anotadora cerca del aro es más limitada.
La existencia de un 3 alto que puede echar el balón al suelo. Hemos tenido partidos este año en los que (bien por las lesiones de nuestros generadores de juego o bien por su bajo estado de forma) hemos tenido problemas para crear situaciones de ventaja atascándonos en ataque. Obviamente no digo que esto no pueda volver a ocurrir, más teniendo en cuenta que Josh Adams es un jugador unidimensional en esto, pero creo que le capacidad para crear desde el bote en la posición de tres es algo que llevábamos tiempo sin tener.
Por último, hay un concepto que creo que esta plantilla tiene en mayor cantidad que es estabilidad/consistencia. Si bien la temporada pasada nuestra dependencia de Alberto, Carlos y Dragan en lo que respecta a la consistencia del equipo era muy grande (de ahí que su perdida marcara gran fase de la temporada) yo esta temporada añadiría a dos jugadores a este núcleo de jugadores que te mantienen el equipo porque sabes lo que te van a aportar siempre: Thompson y Elegar. Ninguno de los dos es un jugador brillante, como lo puede ser Jaime, lo puede ser Aleksa o, incluso, Adams, sin embargo, son este tipo de jugadores que conforman el core de un equipo y te dan mucha estabilidad sobre la que crecer.
Sin embargo creo que hay otros factores a los que hemos tenido que renunciar con la elección de jugadores que se ha hecho desde un punto de vista global. En mi opinión algunos de estos aspectos son los siguientes:
Capacidad para abrir el campo. Si bien mantenemos a Suárez y Thompson es un jugador con capacidad para tirar de tres, sobre todo en situaciones a pies parados cuando recibe balones desde el interior, creo que somos un equipo que depende excesivamente de sus exteriores para crear ventajas (y añadiría que especialmente desde el bote). Lo que quiero decir es que ante situaciones en las que los rivales colapsen la zona practicamente van a anular la capacidad ofensiva de nuestros 5 que no son una amenaza si no tienen espacios que aprovechar en el juego sin balón y tenemos jugadores que a veces tienen dificultades para elegir cuando asumir y cuando no (me refiero a Adams y Aleksa, incluso lo hemos visto con Jaime en esta segunda parte de la temporada tras la lesión).
Falta de creatividad interior con el balón en las manos. Cualquiera de los interiores que tenemos tiene verdaderos problemas cuando se alejan del aro más de 3 metros para producir. Si a esto le añadimos que jugando de espaldas al aro no son jugadores resolutivos como lo pueda ser Shermadini, nos deja en una situación en la que podemos parecer un equipo absolutamente predecible en ataque.
Problemas en la dirección (cuando no se pueda correr). Ya lo he comentado en los apartados anteriores. Tenemos una dependencia de Alberto en lo que respecta a ser capaces de pararnos a leer el partido y saber cuando no nos conviene un ritmo alto. Obviamente nuestro plan de juego pasa por ello, tenemos jugadores que se sienten cómodos en estas situaciones de juego en transición en las que se obtienen posiciones claras de tiro en los 5-10 primeros segundos de posesión y se ejecutan. Ahora bien, yo dudo mucho de la capacidad para frenar este ritmo en partidos en los que lo necesitemos siempre que Alberto no esté en pista. Principalmente porque creo que en la cabeza del resto de exteriores hay cierta “unidimensionalidad” en su capacidad de leer el juego, algo que puede ser una carencia. Para mi, Roberts era un jugador con más lectura del juego que lo que pueda ofrecer Adams
Juego sin balón en nuestros exteriores. Muchas situaciones de ataque estático del año pasado comenzaban desde rombo para aprovechar la salida de indirectos de Salin y Waczynski. Partiendo de la idea de que el polaco va a perder peso en el equipo (aunque creo que en este rol de especialista estará su participación) y que Salin ha salido, creo que somos un equipo con menos capacidad para sacar ventaja de estas situaciones por algo que se desprende del apartado anterior. Nuestros exteriores juegan mejor con el balón en las manos que sin él (lo opuesto a lo que pasa con nuestros interiores) que es algo que en los cambios hemos perdido.
Con esto, uno saca la conclusión en términos muy concretos de que el equipo pierde cierta riqueza a nivel técnico y gana mucho nivel físico, aunque seguramente la mayor de las ganancias sería contar con Alberto Carlos y Jaime en plenitud de condiciones en los tres picos de la temporada (Copa del rey, eliminatorias de Eurocup y Play off). Dejamos mi visión a nivel individual para la siguiente entrega.
https://cincoinicial.wordpress.com/2019 ... 2019-20-i/