Contador de películas 2023
La vida al margen del deporte (la hay)

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garba4ever
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Re: Contador de películas 2023

por garba4ever » 05 Nov 2023, 19:43

El otro día vi la de Scorsese y solo puedo decir que es puro cine. El maestro lo ha vuelto a hacer.

Eso sí, he leído críticas de que la peli es misógina y que tampoco hace justicia ni honor a la tribu nativa si no que banaliza lo que les hicieron. Seré yo, pero en ningún momento de la película pensé algo remotamente parecido. Más bien al contrario: creo que la idea era mostrar el lado más oscuro de los blancos que llegaron allí y las barbaridades que cometieron. Si eso es misógino y racista supongo que la Lista de Schindler podría entrar en esa definición también. Me pareció una peli tremendamente más misógina Oppenheimer, por ejemplo, con un Nolan que no ha escrito un solo personaje femenino con profundidad en su puñetera vida. Scorsese viene de donde viene, pero aun así sabe crear personajes femeninos complejos, con personalidad, independientes y protagonistas. Y yo no sé qué opinarán los descendientes de los nativos, puedo entender que la peli hiera sensibilidades, pero de nuevo, creo que esa era la idea, mostrar la poca humanidad de los blancos y lo poco que valía para ellos la vida de los nativos (y a Scorsese siempre le ha gustado -y se le ha dado bien- mostrar la violencia más brutal sin complejos y con crudeza). No es una película alegre, es una película oscura, que se adentra en lo peor del ser humano. Y aun así, el único color y luz que hay en ella la traen siempre los nativos.
かたつぶり そろそろ登れ 富士の山

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 06 Nov 2023, 01:19

SEMINCI-2023


346. Zielona granica (Agnieszka Holland, 2023) - 4

La manera más rápida de definir esta película sería como pornomiseria necesaria. Se trata de una mirada poliédrica a la cuestión de la inmigración, en particular al trasiego de personas que son utilizadas como si fueran pelotas de tenis entre la frontera de Polonia y Bielorrusia. El foco de Holland se alterna entre los inmigrantes, los policías fronterizos y los cooperantes para meter el dedo en muchas cuestiones tan pertinentes como lacerantes. Es un film denuncia en el plano global que interroga a sus personajes por su propia humanidad. Pero el énfasis es lo que termina malogrando sus buenas intenciones. Por más que el blanco y negro quiera vestir de realismo y rigor la acción narrada con indudable tensión por su directora, todo es demasiado diáfano y maniqueo en un film de denuncia que aboga por el compromiso activo, alimentando la crueldad con los personajes en aras de asegurarse la respuesta emocional del espectador. Hay momentos bastante bochornosos, como ese primerísimo plano del inmigrante africano comiendo hambriento, como la psicóloga sosteniendo en sus brazos a otro inmigrante en un gesto maternal que infantiliza al otro, como la ingenua secuencia en la lujosa casa de confraternización entre jóvenes inmigrantes y lugareños.


347. Retratos fantasmas (Kleber Mendonça Filho, 2023) - 7

El cine de Kleber Mendonça Filho está regado de fantasmas, los espectros resultantes de la herencia colonial y las transformaciones urbanas que en cierta medida explican el devenir social de la población brasileña, lo cual es bien visible en sus dos largos de ficción ambientados en su Recife natal, O som ao redor y Aquarius. Ya en clave documental, estos Retratos fantasma reinciden en sus obsesiones temáticas y juegan con su propia producción fílmica para construir un espacio de memoria sentimental y también social que explica muchos de los resortes de su cine de ficción, sin por ello dejar de tener su propia e independiente entidad individual. Siempre con Recife como destacado protagonista, el metraje se centra particularmente en su casa familiar, con la figura de su madre como motor fundacional, ejemplar y emotivo, y los antiguos cines como refugio sentimental y símbolo de un esplendor urbano perdido y mutado. Su manejo del montaje genera un permanente diálogo entre presente y pasado que alcanza el paroxismo en su gozoso recorrido por las estancias de su propia casa, tan presente en las imágenes de O som ao redor como de su trabajo amateur previo. El film sirve así tanto de evocadora carta de amor como de constatación de una constante vorágine de cambio casi siempre servida por los intereses del gran capital que invisibiliza al ser humano para dejarlo convertido en un fantasma.


348. Dark Spring (Ingemo Engström, 1970) - 4,5

Una obra post-hippy y feminista sobre la dificultad de las mujeres para establecer relaciones satisfactorias de pareja. Al comienzo de la misma una mujer se divorcia y deja su trabajo en busca de otro horizonte vital que nunca parece llegar. La película es un conjunto de escenas aisladas, que por esa misma falta de continuidad y por su propia frialdad en el cromatismo, el contenido escénico y las dinámicas entre los personajes, genera sensación de alienación, mientras una serie de visiones femeninas monologadas van salpicando el metraje, de hecho rompiendo en buena medida la atmósfera que a veces consigue crear la película. El resultado es bastante deslavazado y un tanto frustrante.


349. Stepne (Marina Vroda, 2023) - 5,5

Un hijo regresa al pueblo para cuidar a su demente madre, que pronto muere. El film se ocupa esencialmente de todos los rituales y disposiciones posteriores a este evento, que llevan a cabo ambos hijos de la finada. Pero más que un acto de celebración y memoria, más que la muerte en sí, se trata casi antes del vaciado y disolución de toda una vida. Si ya la memoria de la madre se iba extinguiendo, si ese decrépito pueblo ucraniano está lleno de ancianos cuyas lacerantes memorias parecen tener pronta fecha de caducidad, los hijos completan el borrado deshaciéndose de los objetos, que también forman parte de esa memoria, y por el simple hecho de no habitar en ese pueblo. Es así otra película que habla del final del universo rural. Vroda utiliza planos largos y un ritmo moroso en la narración, bastante apropiado para lo que en el fondo podría considerarse como un velatorio cinematográfico.


350. 36 Chowringhee Lane (Aparna Sen, 1981) - 7

Un drama muy clásico sobre la vejez y la soledad, protagonizado por una profesora de inglés angloindia de avanzada edad, en decadencia laboral y que se ha quedado sola en Calcuta tras el matrimonio de su sobrina. Su refugio en la memoria de otros tiempos se ve temporalmente interrumpido por la relación que establece con una antigua alumna y su novio, quienes la camelan para que les deje usar su apartamento para inconfesados fines amorosos con el pretexto de la supuesta labor literaria de él. Todo es tan diáfano como humano en su planteamiento dramático, en este simulacro maternofilial que en su momento culminante me ha hecho acordarme de la escena cumbre de Stella Dallas, aquella en que la protagonista observaba a su hija a través de una ventana, ya en otro mundo ajeno a ella misma. Aquí su homólogo también observa a través de una ventana a sus pseudovástagos durante una fiesta navideña, y la escena viene resuelta por un fantástico travelling en retroceso que termina enseñando el vacío. Salvando la secuencia del sueño, que deriva en altisonancias no muy afortunadas, todo está narrado con elegancia y fluidez narrativa.


351. Essential Truths of the Lake (Lav Diaz, 2023) - 6,5

Este personal Zodiac del realizador filipino sigue los pasos de un policía obsesionado a lo largo de los años con la irresuelta desaparición de una famosa modelo en una zona rural a orillas de un lago. La cuestión del uso de la fuerza por parte de los aparatos del estado es capital en el cine de Díaz, y la acción de la policía ya ocupaba el centro argumental de su película previa, When the Waves are Gone, mientras que en los compases iniciales de su último film se plantea a nivel discursivo la condición de servidores públicos del cuerpo responsable de mantener el orden y la seguridad ciudadanas. El devenir del metraje va ampliando y matizando el marco social que ofrece la película, de manera que la tragedia individual que sirve como argumento de partida, ¿calificable quizás hasta de McGuffin?, se multiplica. Es muy interesante la arquitectura narrativa que propone Díaz en la primera parte de la película, donde operan sueños/recuerdos del protagonista, así como flashbacks, ficciones y documentales dentro de la propia ficción, con la modelo desaparecida como protagonista. Pero cuando la obsesión individual pierde fuerza en favor de ese marco social, la narración se hace más sencilla y lineal, el objetivo deviene en más inmediato, reconocer al prójimo, al ser humano que nos rodea. En realidad el cine de Lav Diaz, su formato estético, siempre termina buscando el gran cuadro socio-económico e histórico-político, y aunque quizás no alcance la monumentalidad que mostrara en otros tiempos, no deja de resultar una obra más lograda que otros títulos recientes suyos, más contenida a nivel dramático y cuyas cuidadas composiciones en 16mm lucen especialmente en las escenas nocturnas.


352. Drylongso (Cauleen Smith, 1998) - 5,5

Dirigido por una realizadora afroamericana, estamos ante una obra preocupada por la violencia que sufre su comunidad, los jóvenes en particular y muy especialmente las mujeres. Sus dos protagonistas son una joven estudiante de fotografía y una chica maltratada, ambas además con cierto síndrome de orfandad, y que encuentran refugio en la sororidad. Es un film que busca latir con la vitalidad de sus personajes, que definitivamente resulta ligero en su narración pero quizás demasiado blando en su formulación estética (y en algunos resortes argumentales).


353. A Batalha da Rua Maria Antônia (Vera Egito, 2023) - 6,5

El compromiso político como forma de sacrificio es el tema principal de A Batalha da Rua Maria Antônia, donde Vera Egito recrea el enfrentamiento que tuvo lugar en 1968 entre la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la Universidad de São Paulo y la vecina Universidad Presbiteriana Mackenzie. Este vibrante thriller reconstruye aquella jornada a partir de 21 planos-secuencia numerados en orden decreciente, un pequeño detalle que añade tensión al relato. El formato, blanco y negro en 16mm, contribuye a crear una sensación de realidad e inmediatez tremendamente efectiva, además de servir para familiarizarnos con la geografía donde tiene lugar la acción, con algunos movimientos visuales que recuerdan vagamente a Soy Cuba de Mikhail Kalatozov. Son varios los personajes relevantes, pero la mirada principal descansa sobre una joven que aportará un doble proceso iniciático, tanto a nivel sentimental, ya que es lesbiana inconfesa, como político, por su toma de conciencia. Esta manera de acompañar la evolución de un personaje es un recurso un poco manido, un resorte un tanto convencional para hacer más digerible un material ya de por sí intenso e inmersivo. Pero en cualquier caso, la función está manejada por Egito con mucha habilidad, sea creando una coreografía escénica que nunca hace peligrar la sensación de autenticidad, sea generando una gran tensión en la línea argumental principal, también en el criterio para mostrar o dejar fuera de plano determinadas acciones (aunque puedan influir los costes de producción en esas decisiones) o en su manera de mostrar la evolución de los conflictos entre los personajes.


354. The Mother of All Lies (Asmae El Moudir, 2023) - 5,5

La directora marroquí reúne a sus familiares y les recrea en su hábitat a base de miniaturas y maquetas para tratar de desbloquear el doble trauma que les afecta, el relacionado con la severa abuela que ejerce de matriarca familiar, así como los incidentes acaecidos en el vecindario durante los Disturbios de Casablanca de 1981 que acabaron de manera trágica tras la intervención policial. El formato es muy interesante, recuerda vagamente a Rityy Pahn en The Missing Picture, pero aquí tiene un matiz diferente porque los personajes interactúan con sus propias reproducciones. Hay escenas que tienen un cierto espíritu collage, pero a la directora no le termina de quedar muy allá a nivel estético y su contenido se hace un poco reiterativo.


355. El amor de Andrea (Manuel Martín Cuenca, 2023) - 6

Los silencios son definitorios en el último film de Martín Cuenca, los que sufre una adolescente de su entorno familiar. De hecho, le embarga un poderoso sentimiento de orfandad, con una madre cuyas obligaciones laborales provocan que la hija tenga que cuidar de sus hermanos pequeños, pero especialmente por el silencio de un padre ausente que la ignora. No es raro encontrarse en el cine de Martín Cuenca planteamientos dramáticos muy sobrios y diluidos, pero aquí parece querer construir buena parte de su dramaturgia a base de miradas (y de esos silencios que mencionaba antes) y no tengo claro que el sustrato argumental no dé para ello, de manera que le queda una obra un pelín sosa y bastante vieja, empezando por la falta de protagonismo del móvil en una adolescente tan aficionada a hacer novillos, lo que resulta increíble. Entiendo que será una licencia, como el hecho de que lleve un cuaderno y escriba, otra quimera en nuestros días, pero que puede servir de metáfora sobre su necesidad de tomar riendas de lo que sucede a su alrededor, de escribir ella misma su propia historia.


356. Youth (Spring) (Wang Bing, 2023) - 7

Durante cinco años, Wang Bing se dedicó a registrar la vida y el trabajo de multitud de jóvenes empleados en los talleres textiles de Zhilin. A lo largo de tres horas y media que funcionan en parte por acumulación, el film nos presenta a una serie de chicos y chicas venidos de provincias rurales que viven internos en una suerte de decrépitos barracones donde también se encuentran los talleres. Resulta muy chocante atender al contraste que se muestra entre el trabajo a destajo que realizan (hay momentos en los que verdaderamente parece que la imagen está acelerada) o la lógica preocupación pecuniaria a la que Wang dedica no pocas escenas detallando la desigual negociación con los dueños de los talleres, y por otro lado su mentalidad y expresividad tan juvenil. También entre sus incipientes devaneos amorosos, que a menudo se antojan muy inocentes, y los proyectos de casamiento o paternidades. Es una brusca intersección entre el mundo infantil y adulto donde se diluye la juventud, haciendo del título de la película casi una ironía que resulta especialmente chocante en nuestra sociedad de pretendida adolescencia perpetua. Wang sigue cámara en mano a sus personajes, buscando la cercanía sin resultar excesivamente intrusivo, aunque su presencia en la escena es siempre evidente. El resultado es una obra muy vívida que logra capturar la vitalidad de estos muchachos en un inquietante marco socioeconómico al cual sacrifican esa juventud.


357. Notre corps (Claire Simon, 2023) - 6

Una múltiple experiencia hospitalaria en la que asistimos a una variada tipología de situaciones que conciernen a las mujeres como pacientes, a sus cuerpos e inevitablemente también a sus mentes, a cómo procesan sus problemáticas, incluida la propia directora, devenida en paciente ella misma. Le veo muchas conexiones con Les bureaux de Dieu, por esa acumulación de historias, por la acusada verbalización, por esa interacción entre profesionales y los receptores de sus servicios. Es en esa relación donde la película incide particularmente, en el fogonazo humano siempre contenido por los protocolos médicos.


358. The Sweet East (Sean Price Williams, 2023) - 6

Este viaje lisérgico por unos Estados Unidos delirantes es como un Alicia en el País de las Maravillas que sirve de sátira a un país esquizoide, fuera de sí, pero donde la radicalidad da incluso menos miedo que la supuesta normalidad. Su protagonista es una adolescente en viaje de estudios, muy excéntrica respecto al resto de sus compañeros y muy proclive a dejar que las circunstancias dicten sus pasos, a mutar según se presentan las circunstancias. Es una obra que va perdiendo progresivamente la sanidad mental, que además describe un proceso de insensibilización en el que entiendo estamos todos embarcados, y cuyas imágenes en celuloide la anclan aún más a una realidad material, aunque resulte delirante tal y como viene formulada por el film.


359. Disha (Sai Paranjape, 1992) - 6

Me voy a quitar de mano el pataleo de enmedio: no entiendo por qué con una cinematografía tan rica como la india dentro de un ciclo tan limitado como el que ha propuesto la SEMINCI hace falta programar una obra resultona pero poco memorable en una calidad visual tan lamentable, al nivel de un DVD cutre. Pasado ese inconveniente, nos encontramos ante una comedia dramática sobre la precariedad, sobre la dificultad para sacar adelante una familia y romper el círculo vicioso de la pobreza, sobre la quimera de la emigración donde Calcuta representa para los campesinos un engañoso sueño de oropeles en el que es demasiado fácil enredarse. La película tiene un tono bastante popular dada su ligereza y el desahogo cómico o la inclusión de un par de números musicales. Su puesta en escena busca limar aristas estéticas, despachar una obra de sencilla asimilación, pero así todo el film tiene algunas felices decisiones de montaje, como los paralelismos que establece entre el trabajo en la fábrica de algodón y el de cocinera del matrimonio protagonista, como ese salto entre el anciano que prueba unas gafas con la adolescente que de vez en cuando le hace recados y la novia de su hijo ya el día de la boda. También planos llamativos como ese picado sobre el dormitorio en el que todos los hombres se van girando pudorosamente para no estar frente a la esposa que deciden acoger de manera excepcional.


360. Samsara (Lois Patiño, 2023) - 7

Lois Patiño tiene la audacia de pedirnos un acto de fe en la aventura narrativa, una inmersión en la total abstracción visual para embarcarnos en una experiencia que va más allá de la materialidad. Su gusto tanto por documentar modos de vida como por fabular con tradiciones y leyendas encuentra un feliz maridaje en esta obra, un viaje físico y mental entre Laos y Tanzania, entre culturas todavía con un fuerte anclaje tradicional. Es una obra donde el tránsito y la transmisión son fundamentales y se manifiestan en circunstancias que hacen eco entre ambas partes, como pueden ser el acto de enseñanza a los jóvenes, la preocupación por la muerte y las formas de transformación que promete, la función del agua, o los personajes que se pierden o desaparecen, quizás en otra dimensión. El film destila un sentimiento de fascinación (occidental, por qué no) por unas gentes y por unos espacios exóticos de aroma ancestral, pero tampoco exento de la consciencia de su finitud, abocados al cambio como sugieren las llamativas presencias del teléfono móvil o la mención al rap en la primera parte, y el interés por la industria del jabón de algas y su comercialización de cara al turismo en su segundo segmento. En este intersticio entre lo tradicional y lo moderno, resulta muy pertinente el uso del soporte fotoquímico, inequívocamente tecnológico al tiempo que orgánico y fantasmal, el latido entre lo visible y lo invisible que sentimos en la serena belleza de las imágenes de Patiño. Como también tiene mucho sentido ese gesto repetido de superponer planos, sugiriendo diferentes niveles de realidad en una obra muy personal pero que nos hará pensar esporádicamente en el inevitable Apichatpong Weerasethakul (no se puede visitar Indochina en semejante registro y salir indemne).


361. Kara Kafa (Korhan Yurtsever, 1979) - 6

Film militante tanto en la lucha de clases como en el feminismo (aunque nada rupturista desde nuestra óptica actual), cuenta las aventuras y desventuras de una familia turca que emigra a Alemania, donde pronto surgirán desavenencias en el matrimonio: él es muy irreflexivo, está agradecido por poder trabajar y no quiere complicaciones reivindicativas; ella pronto descubre la importancia de luchar por sus derechos, también dentro del matrimonio. Los personajes son un tanto excesivos, él particularmente, y algunas situaciones están muy pasadas de rosca, algo nada raro en el cine turco, por otra parte. También tiene el inconveniente de que se diría que alguien puso un tope en el minutaje a la película, porque el tránsito de escena a escena es muy brusco, parece una película montada a machete, e incluso recurre a la cámara rápida en algunos momentos. Pero dentro de cada escena me gusta cómo está planificado el film, la estética de sus imágenes, relativamente esencial pero también cálida.


362. All of Us Strangers (Andrew Haigh, 2023) - 6

Si bien la situación ha cambiado mucho respecto a la homosexualidad en las últimas décadas, como se verbaliza en este film, hay cuestiones que se mantienen lacerantes y soterradas, heridas que nunca cicatrizan, alienadoras hasta convertir en espectros sociales a quienes peor lo encajan. Su protagonista, guionista de profesión, vive en un no-lugar, un edificio de apartamentos impersonal y casi vacío, salvo por un vecino que es gay como él. Ya desde su primer encuentro la planificación visual incluye cristales, espejos y reflejos, pero la dimensión fantasmal estalla en las repetidas visitas de este hombre a sus padres fallecidos en un accidente cuando él era niño. Es en esa fantasía tan natural y humana, el intento de reconciliación con un pasado traumático, la fabulación con unos seres perdidos que necesitamos tener de nuestro lado a nivel emocional, donde la película alcanza sus mayores cotas, donde la sensibilidad de Haigh se ve más recompensada. El film acaba replegándose sobre sí mismo y abraza definitivamente el artificio, en una obra que ya se gasta una estética de simulacro, mediante una fuga de desaforada intensidad romántica que apenas puede esconder el pesimismo que destila su historia. Por cierto, podríamos argumentar que Paul Mescal repite su personaje de la celebrada Aftersun.


363. La Bête (Bertrand Bonello, 2023) - 6,5

Bonello adapta muy libremente el relato The Beast and the Jungle de Henry James, apostando por potenciar el crisol narrativo que, en su modestia pandémica, ya representaba Coma. Entrega así una obra excesiva que multiplica el original literario a través del tiempo; es decir, además del tiempo en el que transcurre el relato de James, añade nuestro tiempo actual y también un futuro distópico, para proyectar en todos ellos el sentido del original literario, el horror ante una existencia vivida como simulacro bajo la premisa argumental de un amor no reconocido, y que cobra todavía más sentido en un escenario tecnológico que puede deparar una anestesia digital en la que corremos el riesgo de terminar diluidos, pero también la paranoia hiperexcitada ante la multiplicación de estímulos ajenos al contacto humano, otra "bestia" que en lugar de a la inacción nos puede llevar a la violencia. Su propuesta ya remite a la abstracción desde la primera escena realizada frente a una croma donde la protagonista tiene que reaccionar a una amenaza incorpórea, y se desarrolla de manera expansiva combinando múltiples niveles narrativos en los que no siempre es sencillo situarse, como si la presencia de la realidad digital difuminase la propia nuestra. En su gusto por la acumulación, la película recupera imágenes de Harmony Korine y su muy radical Trash Humpers, evoca por momentos el cine de David Lynch, sobre todo en el personaje de la adivinadora online que parece sacado directamente de una película suya, también de Michael Haneke, rastreable en el papel que juega la videovigilancia, o incluso de Olivier Assayas, por esa mirada sobre la tecnología a varias capas. En su ambición y falta de contención encontraremos buena parte de sus muchas virtudes y algunos de sus defectos.


364. Nainsukh (Amit Dutta, 2010) - 6

Dutta afronta la figura del pintor miniaturista Nainsukh con una obra casi desnuda de narración y que trabaja con su imaginería visual. Su periplo se muestra a través de episodios que construyen versiones fílmicas de sus trabajos, que también se van mostrando como contraplano de las mismas. No sorprende por tanto que la frontalidad y el estatismo estén tan presentes en la película. Es un artificio quizás de limitado recorrido que sin embargo no termino de sentir como pastiche, y en el que Dutta encuentra fogonazos de belleza.


365. Musik (Angela Schanelec, 2023) - 7

No fui capaz de detectar durante la proyección, y a pesar de las pistas, que el argumento de este film estaba inspirado en el mito de Edipo. Entiendo que la intención de su directora es servirse del mismo para abstraerlo y realizar un ejercicio de estilo, además de cuestionarnos nuevamente la lógica vital, la pertinencia de las historias férreamente armadas que determinen el sentido y destino de los personajes. Schanelec regresa un tanto al territorio estilístico y espacial de Der traumhafte Weg, con un film de fuerte influencia estética bressoniana y que nos lleva de nuevo de Grecia a Alemania. Es una obra casi desnuda de diálogos, desdramatizada, que avanza elíptica por los años con un protagonista que nunca cambia de apariencia física, lo que aumenta la confusión argumental, y donde el todo siempre es mayor que la suma de sus partes, lo cual es tan aplicable a su potencial sugerente como a la pura gramática visual. Y es que Schanelec reproduce ese gusto de Bresson por los elementos esenciales, planos detalle, por las piernas, por el fuera de campo, por dejar de lado la psicología teatral, y construye una narración milimétricamente puesta en escena de admirable atractivo visual aunque de confusa continuidad narrativa. Y en ese relativo caos vital, donde el azar y el trauma están a la vuelta de la esquina para saludar inopinadamente a los personajes, la música emerge como el elemento armónico que rompe de manera curiosamente radical el film, como si fuera una demostración por antítesis de los misteriosos e impredecibles caminos que toma la vida.


366. Conscience (Vladimir Denisenko, 1968) - 7

La lucha antifascista durante la Segunda Guerra Mundial no puede estar más manida como temática en el contexto del cine soviético. Pero estamos en plena eclosión de la modernidad cinematográfica y Denisenko apuesta por una experiencia estética que simboliza bastante bien la imagen de una bandada de estorninos con su característico vuelo coreográfico de trazo multiforme con la que se cierra la película. La historia es bastante simple, la huida de dos partisanos después de intentar asesinar a un sanguinario comandante nazi bajo la amenaza de fusilar a todo el pueblo si no se entregan. No hace falta nada más porque el film se hace pura plástica, en un trabajo visual de luz y formas casi abstractivas. Con una iluminación a menudo abrasiva, Denisenko convierte los planos en lienzos sobre los que realizar composiciones con permanente intención estética que tienden a trabajar la geometria. Mientras tanto, su excesiva (y también bastante tosca) columna de sonido potencia la sensación extrañadora de una obra que piensa en imágenes en toda la extensión de su metraje.


367. Rapito (Marco Bellocchio, 2023) - 6,5

Que la religión y la Iglesia Católica son receptores regulares de las invectivas de Bellocchio no es ningún secreto, y su último film vuelve a la carga con el caso real de un niño de seis años que a mediados del siglo XIX fue separado del lado de su familia judía con el pretexto de que había sido bautizado por alguien. Para esta ocasión, aunque amenace con un cierto academicismo en algunos momentos, el director italiano recupera su vena más operística para desgranar un caso muy ligado a la evolución histórica de Italia a lo largo de los años, con el Resurgimiento unificador y el ocaso final de los Estados Pontificios entre medias. Si los personajes pueden parecer un poco crueles en algún momento, especialmente el del Papa Pío IX, a la postre no deja de caracterizarles una dimensión trágica determinada por su contacto con el verdadero detonante del mal, la religión, esa exigencia de fe que les vuelve intolerantes a todo aquello que escapa a su universo.


368. Les Filles d'Olfa (Kaouther Ben Hania, 2023) - 6

Otro nitido ejemplo de fucked-up family, como también lo era dentro del espectro magrebí la de The Mother of All Lies. Ambas presentan recursos narrativos para distanciarse un tanto de unos hechos excesivamente dramáticos, y si Asmae El Moudir utilizaba miniaturas y muñecos, en Les Filles d'Olfa la cuestión de la representación está muy presente y proporciona los mejores momentos del film, con el uso de actrices y su confrontación con las personas reales. El argumento cuenta el devenir de una madre y sus cuatro hijas, dos de las cuales fueron "presa de los lobos". Ben-Haria contrata a una actriz para encarnar a la madre en las escenas más comprometidas a nivel emocional y a dos jóvenes intérpretes para las dos hijas perdidas, figuras que sumar a la nutrida galería de espectros de esta SEMINCI. También a un hombre que interpreta varios papeles pero que sufre en sus carnes el realismo de las situaciones. En la película siempre hay una tensión respecto a qué mostrar, hasta dónde llegar, proveniente de la herida emocional de las personas reales, de la implicación de los actores o del propio pudor de la directora ante los espectadores de su film, aunque hay algún momento en que le tienta demasiado el potencial sentimental del material. Por otra parte, el dispositivo obliga a las personas reales, a la madre muy en particular, a tomar distancia respecto a sus propios actos y cambiar de perspectiva, verse con otros ojos, los de las personas que realizan el film y quienes después lo verán. En última instancia, la película nos enseña la dificultad para abstraerse de un contexto social y de una herencia cultural, y lo perversas que pueden llegar a ser ciertas prácticas educativas muy restrictivas.


369. Critical Zone (Ali Ahmadzadeh, 2023) - 6,5

Ali Ahmadzadeh nos presenta un Teherán poblado por seres nocturnos y marginales, fantasmas respecto al represivo mundo normativo iraní, y nos embarca en el alucinado trayecto de un camello que recoge un cargamento de droga y no sólo lo distribuye y menudea entre diversos clientes, sino que también ejerce de doctor analgésico o ángel lisérgico en algunos peculiares casos. Podría ser algo así como una road movie, pero nunca percibimos la sensación de aventura y descubrimiento que caracterizaría al género, sino que nos movemos en un mundo oscuro y oculto ya desde ese claustrofóbico comienzo en las vías de servicio de un túnel, para continuar según una ruta determinada por las instrucciones de un GPS, elemento casi determinista que denota además la amenaza latente. Incluso la profusión de planos subjetivos desde varias partes del vehículo (por ejemplo el volante o el maletero) también contribuye a la sensación de que nos movemos en un mundo cerrado y limitado. Y aunque se toman muchas drogas en la película, durante casi toda la película, nunca son expansivas o liberadoras; a lo máximo que llegan es a generar un cierto histerismo. Lo que sí ponen de manifiesto es el retrato profundamente crítico de un país con una población doliente que sufre fuertes necesidades paliativas, que se sugieren tan primarias como el comportamiento de su protagonista en muchos momentos.


370. Le règne animal (Thomas Cailley, 2023) - 5,5

Ésta no es de SEMINCI, pero ya que estaba en Pucela y que la cartelera de los cines comerciales de Gijón es una **** vergüenza, he aprovechado para ver el segundo film del director de Les combattants que tan buena impresión me había causado en su día en el FICX. Aquí se adentra en el fantástico, en una distopía en la que una mutación de origen desconocido está progresivamente convirtiendo a algunas personas en animales. Como en su anterior película, hay un acercamiento hacia lo salvaje, hacia la naturaleza, espacio de libertad fuera de sistemas. Cailley demuestra a menudo sus dotes de narrador, su gusto por la contundencia y el movimiento, sabiendo usar el espacio escénico fuera de campo, muy apropiado para un film de "monstruos" que por supuesto habla del otro, de cómo nos enfrentamos a lo que no conocemos y es diferente a nosotros. Es una pena que la película pierda fuelle, pero cuando pierde misterio la historia también pierde algo de su interés.


371. Majd holnap (Judit Elek, 1980) - 5,5

Elek propone un caótico bucle de parejas que se deshacen y recomponen. Sus protagonistas son amantes declarados y al mismo tiempo no dejan a sus respectivas parejas, y en un momento dado él tiene que viajar a la casa de su tía que se acaba de morir, y allí encontramos más parejas que se agreden y reconcilian constantemente sin solución de continuidad. No hay descanso, no hay espacio para la estabilidad, sólo para el caos y la confusión, tampoco en una puesta en escena que no deja respirar a los personajes. La mirada de Elek sobre la pareja es tremebunda.


372. La chimera (Alice Rohrwacher, 2023) - 6,5

Rohrwacher se trata de una realizadora extraordinariamente cuidadosa con la luz y la imagen, el acogedor receptáculo de sus fábulas, de unos personajes y situaciones cuya inspiración parece producto de una tensión entre la realidad y las idealizaciones y fotogramas preexistentes. El protagonista de su último film es un inglés con unas dotes inusitadas para detectar tesoros escondidos en el subsuelo, habilidad que ejerce (en algún momento de los años ochenta) en compañía de una banda de asaltatumbas que hacen contrabando de reliquias etruscas. Pero el tesoro que verdaderamente anhela viene a ser otro fantasma, la figura de su enamorada, ausente y perdida, personaje propicio para que de nuevo Rohrwacher fabule con una dimensión mágica y mítica en su relato. Ella, o más bien la idea de ella, ejerce de contrapunto etéreo y romántico al materialismo de la actividad de contrabando, en última instancia parte de este mundo globalizado regido por oscuros intereses económicos. Pero no deja de representar una ensoñación, una quimera, que impide a este trágico hombre, tan dotado para presentir lo oculto pero tan ciego para ver lo que sucede a su alrededor, salirse del círculo vicioso en el que se encuentra, como una posible alegoría de nuestra sociedad que busca en el consumismo el esquivo fantasma de la felicidad. Rohrwacher se vuelve a apuntar a los guiños fellinianos, como por ejemplo esa entrada en una tumba cuyo contacto con el aire renovado degrada su contenido, tal y como sucedía en una de las secuencias más impresionantes de Roma. Es otra manera de alimentar la vocación popular de la película, como también hacen esos montajes al ritmo trovador de una canción de aroma tradicional que glosa las andanzas del protagonista, y que sirve como nueva oportunidad para demostrar la destreza narrativa de su directora.


373. The Old Oak (Ken Loach, 2023) - 3

Hacía 20 años que no veía una película de Ken Loach, pero veo que su discurso sigue tan comprometido y tan poco sutil como siempre, incluso agravado. La historia transcurre en una localidad en crisis tras el cierre del pozo minero a la cual llegan, entre la animadversión de no poco vecinos, unos inmigrantes sirios refugiados de la guerra, y sus principales protagonistas son una joven siria a la que le rompen su cámara de fotos injustificablemente en la segunda escena de la película y el dueño del pub que da título a la película y que simpatiza con la causa de los inmigrantes pero que de mano (aunque por muy poco tiempo) prefiere no meterse en líos para no perder su ya exigua clientela. Hay muy pocos matices en los personajes, todo es diáfano y didáctico, inundado de un buenismo contraproducente, porque alguien podría concluir que a los inmigrantes hay que respetarlos sólo cuando son tan buenos y enrollados como los que salen en esta película. Incluso el dueño del bar parece apuntar en algún momento una faceta un poco más oscura (divorciado y su hijo no le habla), pero queda enunciado que fue por desatención y nunca se llega a palpar ninguna arista de verdad en su carácter. En fin, la película aboga principalmente por recuperar el sentido comunitario y solidario entre tanto discurso de odio, y el pub simboliza un poco ese lugar de encuentro vecinal, pero en el empeño es difícil atisbar algún argumento cinematográfico interesante.


374. Between Revolutions (Vlad Petri, 2023) - 7

Petri utiliza un sustrato visual exclusivamente documental y construye sobre el mismo una relación epistolar ficticia entre dos chicas, una rumana y otra iraní, que habrían estudiado juntas en Bucarest y que se habrían separado cuando la segunda regresó a su país en vísperas de la Revolución Islámica de 1979. Ésta y la Revolución Rumana acaecida diez años más tarde que terminó con el régimen de Ceaucescu conforman ese arco narrativo "entre revoluciones" al que apela el título de la película y donde se filtra el desencanto y la frustración por la situación política y social de ambos países, por una relación personal entre ellas imposibilitada que se sugiere iba más allá de la mera amistad. En el fondo son dos personajes que tienden a disolverse ante la vorágine histórica que les supera y que destruye su capacidad para construir sus vidas de acuerdo a sus opciones personales. Y en ese contraste entre el rango individual y el comunitario es donde el film encuentra su sentido. El trabajo de documentación y montaje del film me parece excelente, y su combinación con el guión epistolar, ese nuevo contraste entre lo oral y lo visual, genera un apreciable vuelo poético.


375. L'amour fou (Jacques Rivette, 1969) - 6,5

Seguramente el título más radical de Rivette, sus más de cuatro horas de duración nos proponen un tour-de-force narrativo que desgrana la enfermiza crisis en la relación amorosa entre un director de teatro y una actriz, mientras el primero dirige los ensayos de la Andrómaca de Racine que abandona la segunda en la primera escena. Son dos planos, el sentimental y el teatral, que se alternan pero que están íntimamente ligados, dos inmersiones en la obsesión, la de una mujer que necesita desengancharse de un hombre demasiado volátil en sus afectos, y la propia del teatro, la búsqueda a tumba abierta de una verdad dramatúrgica y escénica a base de prueba y error sobre una tragedia que habla de amores no correspondidos. Una búsqueda que tiene eco en la apuesta por la improvisación de la propia película, cuyo devenir se intuye como una exploración, y que también hace partícipe al espectador de su carácter obsesivo a través de su intensa extensividad, tan apasionante como vocacionalmente extenuante.


376. The Shadowless Tower (Zhang Lu, 2023) - 6,5

A los personajes de The Shadowless Tower les pasa lo mismo que a la torre a la que alude su título, que creen que no producen sombra. Son criaturas con un fuerte sentimiento de orfandad, con tendencia a la alienación y la soledad, cuyas necesidades de afecto se esconden bajo el manto de la formalidad, hasta que se ven obligados a reclamar ese afecto explícitamente. Su protagonista es un hombre que es más fácil definir en términos de negación: ya no es marido tras haberse divorciado, ha renunciado en alguna medida a la paternidad dejando a su hija al cuidado de su hermana y su cuñado, y tampoco puede ejercer de hijo tras la reciente muerte de su madre y la separación de su padre de la familia años atrás cuando fue acusado de acoso sexual. La conexión que establece con la joven fotógrafa con quien trabaja como crítico culinario, no por casualidad huérfana, y la reconexión que ensaya con su padre vienen a ser intentos de no desaparecer, de no convertirse en un fantasma social (esa cualidad fantasmal estaba todavía más claramente sugerida en su antepenúltima película Fukuoka). Es un film que da cabida al sentido del humor sin dejar de acarrear un notable peso dramático, melancólico, y cuya puesta en escena busca la sencillez, dejando respirar y evolucionar a los personajes. No hay veleidades esteticistas en sus imágenes, pero destaca el puntual recurso al paneo visual de ida y vuelta que propone fugas fantásticas o mentales que hacen así más etéreas a las figuras que recogen sus encuadres.


377. The Feeling That the Time for Doing Something Has Passed (Joanna Arnow, 2023) - 7

El personaje que interpreta descarnadamente la propia directora este film es quizás el menos fantasmal de los convocados en este texto, pero en su visible materialidad emerge como el demoledor retrato de una persona a quien el entorno y ella misma tienden a anular. Arnow recurre a la comedia, muy negra y muy desdramatizada, donde encarna a una joven aficionada a las relaciones sadomasoquistas en las que ella es la parte dominada, mientras trabaja como empleada de una gran empresa en proceso de fusión. Sus dificultades para construir relaciones enriquecedoras se intuyen derivadas de la tendencia alienadora del entorno en el que se mueve, sea familiar, laboral o social en su conjunto. Arnow juega con el patetismo y sugiere problemas de autoestima que podrían venir derivados de la presión estética y de la deshumanizadora dinámica empresarial, como una escuela de subordinación en las relaciones personales. Todo ello encuentra el pertinente reflejo estético en una puesta en escena muy rigurosa y distanciadora, a base de planos fijos de bastante duración, donde las secuencias se ofrecen casi como viñetas, tan implacables como la (falta de) evolución de su protagonista.


Un saludo.

Capitán Ortega
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Re: Contador de películas 2023

por Capitán Ortega » 13 Nov 2023, 08:30

XII. Los asesinos de la luna de las flores (Killers of the Flower Moon, Estados Unidos, Martin Scorsese 2023)

Es una obra maestra aunque por momentos me pareció un poco pesado y largo el filme. He leído las críticas, desde que aunque tratan el problema de los nativos Osage pero que de todos modos el centro siguen siendo los blancos occidentales interpretados por DiCarpio y De Niro hasta que la actuación breve de Brendan Fraser es exagerada. Sin embargo, en lo personal y desde la postura de un simple aficionado cinéfilo a mi me gustó mucho la película. Me parecieron excelentes las actuaciones y la recreación de la atmósfera de los años 20. Asimismo, me pareció muy divertida la parte de cómo se hacía un programa de radio en el formato radionovela. Le pongo un 9.

Sinópsis
A principios del siglo XX, la nación Osage se hizo rica tras encontrar petróleo en su territorio. Sin embargo, los invasores blancos no tardaron en extorsionar y robar todo el dinero que pudieron de la comunidad nativo-americana, hasta finalmente recurrir al asesinato, provocado una importante investigación por parte del FBI. Basada en una historia real y contada a través del romance entre Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y Mollie Kyle (Lily Gladstone), Los asesinos de la luna es una épica policial western en donde el amor se cruza con una traición indescriptible.
XIII. 2001: Una odisea del espacio (2001: a space odyssey, Reino Unido / Estados Unidos, Stanley Kubrick, 1968)

El día 10 de septiembre del presente, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México se proyectó esta película musicalizada en vivo por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México con el director estadounidense invitado Brad Lubman. Para mi, el sólo hecho de escuchar el soundtrack con orquesta es algo grandioso, así que esta experiencia fue muy grata para mí. Siempre tendrá un 10 rotundo este filme. Debió haber sido una gran experiencia para los cinéfilos de esa época entrar en una sala de cine y ver por primera vez esa gran película en el revolucionario año de 1968. Todo un hervidero de ideas y actos contraculturales en los sesentas así que este filme encajó de manera perfecta en ese contexto.

Se han escrito ríos de tinta sobre esta película. En lo personal me gustan unos artículos que aparecieron en JotDown (https://www.jotdown.es/2011/08/2001-una ... so-a-paso/ y https://www.jotdown.es/2011/07/2001-una ... nsamiento/). Así que poco podría aportar escribiendo una crítica. Sólo diré un comentario que me pareció curioso que escuché a alguien decirlo una vez que terminó el filme. Una mujer comparaba la escena en la que el Dr. David Bowman (Keir Dullea) en la cápsula en la que sale de la nave a intentar rescatar al otro astronauta, el Dr. Frank Poole, suelta el cadáver de su compañero para poder abrir una compuerta de la nave comandada por HAL-9000 con la de Titanic en la que Rose (Kate WInslet), suelta el cuerpo de Jack (Leonardo DiCaprio). La pareja que acompañaba a esta mujer dijo, en tono de broma, que cualquier película posterior a 1968 tenía alguna referencia a 2001: una odisea del espacio. Calificación 10+

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XIV. El falsificador (Der passfälscher, Maggie Peren, Alemania, 2022)

Algunos de los filmes que he visto con más interés y pasión son los que tienen como temática algún aspecto de la Segunda Guerra Mundial. Sobre todo si están tan bien hechos como éste y si son de una temática más específica o si hablan sobre algún aspecto muy detallado. Basado en una historia real y dirigido por la joven directora Maggie Peren, logra recrear la atmósfera de los tiempos de la parte más álgida de la guerra. Combina muy bien el humor y los momentos tensos que los propios alemanes vivieron durante este periodo. Altamente recomendable, 9.5.

Sinópsis
Berlín, 1942. Cioma Schönhaus es un joven judío de 21 años que se ha propuesto que nadie, ni siquiera el régimen nazi, le quite su entusiasmo por la vida. Para escapar de la deportación, Cioma utiliza la identidad de un oficial de la marina, descubriendo así que tiene un talento oculto para falsificar no sólo pasaportes y documentos, sino también su propia existencia. Basada en una historia real, el cuarto largometraje de la directora Maggie Peren retrata el ánimo y la energía de un joven que busca soportar el peso de su opresiva realidad, a partir de un juego en el que se pone a discusión el tema de la identidad.
XV. La noche del crimen (La nuit du 12, Dominik Moll, Francia / Bélgica, 2022).

Sin duda otra gran película francesa que toca el tema sensible de los feminicidios así como el de los casos sin resolver. La película tiene la virtud de mantenerte en tus cincos sentidos las dos horas que dura la historia. Podría parecer una película más de detectives y policías, pero va mucho más allá y aborda varias complejidades del trabajo policial y de los personajes que en sí mismos también son complejos. La película es cruda pero da cuenta de diferentes y lamentables realidades de la actualidad. 9.5

Sinópsis
En el mundo policial, se dice que todo investigador tiene un crimen que le persigue, un caso que le afecta más que los demás sin necesariamente saber por qué. Para el detective Yohan Vivès, es la muerte de Clara, una joven a la que un encapuchado le prende fuego cuando ella iba de regreso a casa. Los interrogatorios suceden y no faltan sospechosos, pero las dudas de Yohan no dejan de crecer. Ganadora de seis Premios César de la Academia Francesa en 2023, entre ellos Mejor Película y Dirección, La noche del crimen emerge como una radiografía de los discursos públicos sobre la violencia de género, la relación entre dominante y dominado, y el machismo expandido al ámbito de lo íntimo y lo institucional
XVI. El desierto rojo (Il deserto rosso, Michelangelo Antonioni, Italia, 1964).

Es una verdadera bendición ver estas películas antiguas en el cine. Dice wikipedia que fue la primera película a color de este magnífico director italiano. Pero los colores distan mucho de mostrar un naturalismo que podría esperarse de una historia así. En realidad, y esto me recordó un poco a la película de Taxi Driver, el color rojo está muy presente en muchas escenas. Es ver una película rojiza, tal como indica el título. Por lo que también recordé la idea de los días rojos en voz de la heroína de Breakfast at Tiffanys, Holy Golightly: pareciera que la vida de la mujer de Desierto Rojo, es decir Giuliana (la bellísima Monica Vitti) transcurriera entre los días grises y los días rojos. Escenas sombrías, frías, tristes, extrañas, complejas y melnacólicas fue lo que me transmitió esta película, pero la combinación de éstas junto con los escenarios rojos y grises, para mi, le dieron un toque de genialidad. 9.4

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Sinópsis
La esposa del administrador de una planta de energía eléctrica en Rávena lucha por ocultarle a su marido su descontento e intensa necesidad de afecto. Mientras deambula por sombríos paisajes industriales, cubiertos por gases tóxicos que envenenan el ambiente, está tentada a iniciar un amorío con el compañero de trabajo de su marido. Los panoramas de alienación contemporánea de Michelangelo Antonioni definieron la década de los 60 en el cine europeo y El desierto rojo, su primera película en color, es quizá la más trascendental. Apoyado en la belleza de su musa Monica Vitti y en una asombrosa composición pictórica, Antonioni desarrolló una compleja meditación sobre el coste espiritual de la era tecnológica.
XVII. Un tranvía a Jerusalén (A tramway in Jerusalen, Amos Gitai, Israel, 2018).

Me gustan estos filmes que cuentan varias historias inconexas pero que tienen el hilo conductor de los viajes en tranvía. Una comedia bastante entretenida (aunque comedia y todo en algunos momentos del filme sale a relucir el conflicto milenario entre árabes y judíos), aunque por momentos puedan verse cuestiones diametralmente opuestas a la cultura occidental, lo que también puede hacer enriquecedor el filme para el espectador de otros países. Le asigno un 8.

Sinópsis
En Jerusalén un tranvía conecta distintos barrios de este a oeste, cada uno con sus particularidades y diferencias. En medio de una ciudad donde conviven tres grandes religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el islam, una serie de personajes tendrán encuentros y desencuentros que develan el rostro multicultural de un territorio lleno de vida y contradicciones. Un tranvía a Jerusalén es una divertida comedia que nos transporta a la vida cotidiana de una capital tan tensa como agitada.
XVIII. EO (IO, Jerzy Skolimowski, Polonia / Italia, 2022)

Una verdadera obra de arte. Para quienes somo apasionados del cine, películas de este tipo nos permiten ver las genialidades que se pueden lograr con la cámara y con ideas maravillosas que se convierten en filmes. Historias de tragedias y miserias humanas vistas a través del trayecto de un burro. Los directores de cine que están abiertos a la experimentación y salirse de los cánones pueden lograr grandes cosas como la película EO. 9.9

Sinópsis
El legendario director Jerzy Skolimowski dirige una de sus películas más libres y visualmente inventivas, siguiendo el viaje de un burro gris llamado Eo. Tras ser expulsado del circo ambulante, Eo emprende una travesía por la campiña polaca e italiana, experimentando crueldad y bondad a partes iguales. Inspirada libremente en Al azar, Baltasar (1966), de Robert Bresson, EO sitúa al espectador en la perspectiva de su protagonista cuadrúpedo mientras es testigo de los excesos y males de la sociedad europea actual.


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XIX. El triunfo (Un triomphe, Emmanuel Courcol, Francia, 2020).

Hermosa historia basada en un relato real que se desarrolla en el contexto del interior de una cárcel. Un profesor de teatro dirige la obra "Esperando a Godot" de Samuel Beckett con resultados increíbles pero con un final inesperado. Lo hermoso es que fue un hecho real y Samuel Beckett pudo enterarse en vida y dar su opinión al respecto sobre el suceso.

Sinópsis
Étienne, un entrañable pero desempleado actor, consigue dar un taller de teatro en una prisión, donde reúne a un grupo variopinto de prisioneros que pondrán en escena Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Cuando onbietenen permiso para representar la obra en París y el momento de la despedida se aproxima, Étienne podrá acariciar el éxito que tanto ha anhelado. En este divertido drama cómico, el actor y director Emmanuel Courcol reflexiona sobre los insospechados lugares de donde puede surgir el talento.
XX. Minezota (Carlos Enderle, México, 2016).

Un filme mexicano original que es una comedia total. Me pareció muy buena película y que a pesar de que se nota el presupuesto limitado se logra un producto bastante decente. Aunque la trama principal es la recurrente historia de los conflictos de pareja me parece que ilustra muy bien el toque mexicano y de un contexto de unos de los lugares más marginados del área metropolitana de la Ciudad de México y del Estado de México como lo es Ciudad Neza. Además creo que le da valor a esta película la fotografía en donde se ven reflejadas estas marginaciones que le dan un aspecto desolado a ese territorio. 8

Sinópsis
Violeta es una joven educadora que sueña con tener un hijo. Ismael, su prometido, se lo niega pues está más interesado en Shambala, su banda de rock/techno con la que cree se hará famoso. Su relación termina, pero cuando en su camino se aparece Elder Rasmunson, un misionero mormón, la vida de ambos se transformará de manera profunda. Ubicado en Ciudad Nezahualcóyotl, el segundo largometraje de Carlos Enderle aborda temas como las relaciones de pareja, los conflictos por los sueños frustrados y el sincretismo de las nuevas religiones.
XXI. ColOZio (México, Artemio Narro, 2020).

Filme regulero qie supuestamente se desarrolla en 1994, año en el que es asesinado en México el candidato presidencial del partido político oficial del estdo (PRI) Luis Donaldo Colosio. La recreación de la época no es convincente, los personajes son una caricatura de los que interpretaron Diego Luna y Gael García en "Y tú mamá también" (por eso se llamen quizá Diego y Gael. Los chistes son repetitivos y solo queda la duda de que por qué el título se escribe de esa manera. Mi hipótesis, aunque tampoco tiene mucha importancia, es que lo de OZ hace referencia a que así como los personajes del mago de Oz tienen como meta la Ciudad Esmeralda, estos personajes tienen como meta la ciudad de Tijuana para evitar el mencionado asesinato. Suelo ser selectivo con las películas que veo pero a veces me confío en que si son proyectadas en la Cineteca Nacional de mi país es garantía de que proyectarán buenos filmes, y en general así es, pero ColOZio fue una de las excepciones. 2.0

Sinópsis
En 1994, en el entonces Distrito Federal, Gael y Diego tienen una premonición durante su viaje alucinógeno: el candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, será asesinado dentro de tres días en Tijuana. Robando un auto y secuestrando al dueño del mismo, los jóvenes se embarcan en un viaje por carretera para salvar al candidato. Mezclando la realidad política con una odisea surrealista, ColOZio es una road movie exagerada e irreverente que refleja la idiosincrasia victimista e interesada de la sociedad mexicana.
XXII. El tren fantasma (Gabriel García Moreno, México, 1926).

De la época silente del cine mexicano. Fue una de esa películas rescatadas porque a alguien que pensó que podría tener algún valor histórico se le ocurrió guardar una copia o el rollo y conservarlo y heredarlo. La película no está completa pero eso no impide comprenderla y disfrutarla ya que la historia sí está completa y el lapso perdido es sustituido por una narración escrita acompañada de fotogramas. La película tiene gran valor y fue filmada en exteriores de Orizaba, Veracruz. La fotografía permite disfrutar de los paisajes de esa región de México. La Cineteca Nacional la proyectó musicalizada en vivo el 19 de julio del presente año en un evento organizado con la estación de radio de música clásica Opus 94 y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Imposible asignar una calificación numérica en términos de como se ha calificado los otros filmes así que sólo dire que fue una experiencia excelente ver esa película silente musicalizada en vivo. Todo un acierto de las instituciones que organizaron esto.

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Sinópsis
Realizada en exteriores de la ciudad de Orizaba, Veracruz de la década de 1920, y hecha a la manera de los thrillers estadounidenses de la época, esta cinta silente cuenta la historia de Rodolfo Mariel, un ingeniero que se enfrenta a una peligrosa banda de asaltantes de trenes. Además de contar con la participación de personas de la alta sociedad de Orizaba, la película cuenta con imágenes documentales del tren eléctrico que cruzaba desde Puebla hasta la entrada del estado de Veracruz.
XXIII. Blanco Fácil (La Syndicaliste, Jean-Paul Salomé, Francia, 2022).

Filme basado en una historia real y reciente que juega muy bien con los giros y las complejidades de la historia. Mientras el espectador va avanzando parece como si el director quisiera que desde las diferentes perspectivas no sepas si ponerte a favor o en contra de la víctima. Pero creo que esto apunta más a las complejidades del personaje. Se tocan temas sensibles sobre el poder de las corporaciones y como los trabajadores que son seres humanos, para éstas no tiene valor alguno más que explotarlos para cumplir sus objetivos capitalistas, el machismo, las injusticias judiciales, etc.. Muy buena película que además cuenta con la actuación estelar de la gran Isabelle Huppert. 9.5

Sinópsis
Maureen Kearney es una líder sindical de un conglomerado nuclear francés, que en 2012 denunció las negociaciones secretas que se estaban llevando a cabo para vender tecnología nuclear a los chinos, lo cual afectaría a miles de trabajadores. A raíz de esto fue intimidada y violentada en su propia casa, además de ser víctima de un complot para desacreditarla. Este thriller político recrea la experiencia de esta intrépida mujer que debió enfrentar la injusticia y la corrupción de las altas esferas del poder y sus destructoras estrategias machistas.


XXIV. El discreto encanto de la burguesía (Le charme discret de la bourgeoisie, Luis Buñuel, Francia, 1972).

Una de las películas de la etapa francesa de Luis Buñuel. Comedia en su totalidad, me parece genial la forma en la que a través de los giros y vuelcos en la trama, los protagonistas se vean impedidos a hacer algo tan sencillo como sentarse a comer. Las actuaciones de Fernando Rey y el resto del reparto francés igualmente geniales. Y allí está una de las rúbricas del genial director calandino: poner los personajes a caminar en la carretera en medio del campo sin explicación aparente alguna. Sin duda es un filme para verse varias veces. 9.2
El embajador de Miranda, un país sudamericano, se dedica al tráfico de drogas junto a sus amigos y cómplices, un grupo de burgueses franceses. Sin embargo, cada vez que quieren reunirse para cenar, alguna circunstancia imprevista frustra sus planes. En su búsqueda por tener esa suntuosa comida, la realidad y los sueños de cada uno de los invitados se entremezclan hasta llegar al escarnio total. En su tercera colaboración, el cineasta Luis Buñuel y el guionista Jean-Claude Carrière crearon una historia basada en el principio de la repetición. Para ello, retoman un ritual muy apreciado por esa clase social –la comida– y la frustración que provoca su ausencia en un relato no exento de un humor absurdo y voraz.
XXV. La ilusión viaja en tranvía (Luis Buñuel, México, 1953).

Todo un verdadero trayecto por la Ciudad de México de los años 50, lo mismo en escenarios nocturnos como diurnos. Una película de la etapa mexicana de Luis Buñuel que resultó en una genialidad de película y con una selección de actores muy buena como Lilia Prado, el gran Fernando Soto "Mantequilla" y Carlos Navarro. En el momento en el que se hizo el filme ninguno de los tres era un actor consgrado y consumado, pero hicieron un trabajo extraordinario al interpretar sus personajes en esta comedia. A éstos le sumamos el increíble personaje de Papá Pinillos. Esta película y los Olvidados reflejan tan bien lo mexicano que parece casi imposible que un director español haya captado esas historias tan nuestras. Fue una verdadera suerte que Buñuel hiciera veinte películas en México.

La ilusión viaja en tranvía muestra las vicisitudes que se presentan cuando dos operarios deciden dar una última vuelta en el tranvía que van a descontinuar porque ha terminado su vida útil a pesar de que estos mismos operarios lo han arreglado. Al estar fuera de servicio el viaje lo hacen de manera ilegal algo de lo que se da cuenta un trabajador jubilado y honradote. A partir de ese momento comienza una carrera en la que unos tienen que llevar el tranvía a la estación y el otro por denunciar el viaje irregular. En medio de esta carrera se dan numerosas situaciones absurdas y cómicas y un final inesperado al estilo buñueliano. 9.0

Sinópsis
El Caireles y el Tarrajas son los mecánicos encargados de reparar y dar mantenimiento al tranvía 133, trabajo que realizan con gusto, pero que se ve amenazado cuando se enteran que el vehículo dejará de dar servicio. Ante la posibilidad de quedar desempleados, los amigos deciden sobrellevar su pena en la cantina. Después de una buena cantidad de copas, a los protagonistas se les ocurre robar el tranvía para un último viaje. Durante su aventura, se les unen pintorescos pasajeros, con los que pasan una serie de divertidos e insólitos incidentes. No obstante, esto no pasa desapercibido y ahora deben enfrentar a un viejo inspector que se dispone a llevarlos ante la justicia.
XXVI. Tacos al carbón (Alejandro Galindo, México, 1972).

Las películas protagonizadas por Vicente Fernández suelen ser entre malas y malísimas. Pero esta se salva por dos razones, la primera es que la dirigió un director de gran trayectoria y que había hecho muy buenos filmes desde la época de oro del cine mexicano. La segunda es que era la primera película del charro de Huentitán y tuvo grandes actores en el reparto como David Silva (el actor por excelencia del director), Fernando Soto "Mantequilla" (en ese momento con una larga trayectoria en el cine), Ernesto Gómez Cruz (aún le faltaba mucho camino por recorres pero con el tiempo se convertiría en uno de los grandes actores mexicanos), Adalberto Martínez Resortes, Ana Martin, Tito Novaro, Sergio Ramos "el Comanche" y la bellísima Lina Marín. Era un reparto de lujo para la primera película de este personaje simbólico que ya se había consagrado como cantante. No era de extrañar ya que querían que el fuera el siguiente eslabón de la cadena de los grandes cantantes de música ranchera y vernácula: Jorge Negrete - Pedro Infante - Javier Solís. Pero al igual que Javier Solís, Vicente Fernández no resultó ser un buen actor y además le tocó una época de decadencia del cine mexicano. Así que las películas que le siguieron fueron cada vez más malas.

La trama de Tacos al carbón va de un taquero humilde que vende tacos en su bicicleta y un día se gana un coche último modelo en un concurso de un detergente lo que le permite venderlo y poner una taquería establecida. Va ganando cada vez más dinero por lo cual se puede casar pero al mismo tiempo se va haciendo de varias amantes y va abriendo más taquerías a lo largo de la Ciudad de México. Esa situación a la par de empleados deshonestos que le roban lo llevan a una situación muy complicada que deberá afrontar usando todos sus recursos. 7.0

XXVII. Documental experimental (1973) y XXVIII. La obsesión de la forma (1976) (Federico Silva y Vicente SIlva Lombardo, México)

Al parecer las experiencias cinéticas y lumínicas fueron comúnes en los años sesenta y setenta. Hubieron movimientos de este tipo en diferentes partes del mundo siendo el argentino Julio Le Parc uno de los exponentes más celebres de este tipo de obras. En México, el artista Federico Silva, autor de diversas obras de arte (escultura, pintura), realizó unos mediometrajes que el 11 de marzo de este año la Cineteca Nacional proyectó con musicalización en vivo. bajo el título "Dos experiencias de arte cinético". En mi caso, nunca había visto experimentos cinéticos y como experiencia me resultaron sorprendentes y geniales. Situados en el contexto de la psicodelia sesentera y setentera, esto debió haber sido toda una revelación para los espectadores de esa época. Estos mediometrajes muestran imágenes abstractas en movimiento. Lo más aproximado que se me ocurre para describirlas es que son lejanamente similares a las imágenes en movimiento que incluyó Kubrick en 2001: una odisea del espacio cuando el Dr.Bowman está realizando el viaje hacia el extraño paraje donde se ve a sí mismo viejo. Una diferencia es que en el segundo también incluyen escenas de una película en blanco y negro que no pude identificar. Estos mediometrajes eran materiales perdidos que fueron rescatados por la filmoteca de la UNAM. Tampoco es posible calificar numéricamente esta experiencia.

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Sinópsis
Como parte de las actividades de cierre de la exposición "Federico Silva, lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía", en colaboración con la Cineteca Nacional, se realizará la proyección especial titulada: Dos experiencias de arte cinético.

El programa está compuesto por las películas Documental experimental (ca. 1973) y Obsesión de la forma (ca. 1976), realizadas por Federico Silva y su hijo Vicente Silva Lombardo.

Además, una de las películas estará musicalizada por el artista sonoro Fermín Martínez
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 13 Nov 2023, 08:34

172.-Nosferatu (F.W. Murnau, 1922) – 8,5
Recuerdo hablar con un amigo sobre cómo el uso de las sombras para mostrar el terror y la amenaza del vampiro es algo que le fascinaba. Sin embargo, y visto ya eso antes de ver la película, creo que ese es el menor hallazgo de Nosferatu. Tomando a Bram Stoker como material original, Murnau mezcla la imagería de la peste negra y sus hechos históricos con la historia principal, y lo que más destaca es la variedad de formas con la que Max Schlenk aterroriza a sus víctimas. En ese sentido, me recuerda un poco a Kairo y cómo los personajes interactúan con la melancolía tóxica de Internet y de estar anclados en ninguna parte a través de los fantasmas. Sí, hablo de Kairo porque creo que esa será la Nosferatu del siglo XXII, pero para resumir: no solo es la sombra caminando por los edificios y la manipulación de la misma para mostrar el horror y la amenaza: la forma de actuar y la caracterización de Schlenk es tan ridícula que acaba siendo horripilante, derivando en icono indiscutible del cine; a eso, Murnau lo realza mediante fundidos y stop-motion, como realzando los poderes del vampiro. Pero ojo, no todo está ahí, sino que también la propia narrativa se alimenta de eso: lejos de hacerlo creíble, Nosferatu busca recrear un vampiro tan poco creíble que acaba haciéndose sobrecogedoramente sobrenatural incluso con la distancia del ridículo. Es capaz de manipular las mentes de gente incluso a kilómetros de distancia, de someter a hombres para devorarles, y su apetito es tan inimaginable que es capaz de diezmar poblaciones enteras. Todo eso ayuda a recrear la dimensión trágica de su personaje y del sacrificio final, así como también el drama antiromántico detrás y, quizá, la pulsión, otra vez, de la lujuria descarnada, de la violación y del sometimiento del consentimiento (pues no va eso, y es muy moderno en ese sentido, ¿la síntesis de la idea del vampiro?).
Mi único problema es que ese ridículo pues ya está un poco avejentado, y, siendo honesto, Murnau se pasa un poco con las especias, y en lo personal creo que la necesidad de cuidar tanto la atmosfera acaba deveniendo en un subrayado algo excesivo.

173.-El viaje a ninguna parte (Fernando Fernán-Gómez, 1986) – 5,75
Adaptación de la novela homónima del actor y director, El viaje a ninguna parte es una película que tiene tantos aciertos como errores. Los aciertos se basan en saber qué se cuenta y cómo se cuenta: el inicio, marcado con esas confidencias, parece como si fuese a construir un biopic, y la forma en cómo ese set y esos planos van desmontando la película para convertir su significado es un muy buen giro que sostiene varias capas de este trabajo. Hay oficio en ese sentido, así como también un muy buen trabajo de fotografía que, aunque básico, ayuda a añadir una pátina a este relato de mentiras y actuación en el cual el color y la iluminación añaden una capa de melancolía o la desmonta, sin tampoco olvidarse de los momentos icónicos de la película que se saben trabajar con bastante empeño. Me pesa, sin embargo, esos momentos en que se sexualiza en exceso a las mujeres. No sé si esto es producto del destape o del propio set, pero los personajes femeninos se me hacen por momentos blandos y por otros soeces y machistas, y en general hay pocas mujeres que tengan magia, si es que la tienen, llegando a algunos puntos de muy mal gusto, además de que hay diálogos forzadísimos y fuera de tono en algunos puntos (algo que se me hace muy distinto al Fernán-Gómez más inspirado, que es aquel que dirigió películas como El mundo sigue).

174.-Killers of the flower moon (Martin Scorsese, 2023) – 6,5
Buena película que no obstante tiene su dosis de fallos. Me parece especialmente notable la forma que se tiene de remarcar el ciclo de violencia racial, paternalismo blanco y sibilinismo de los asesinatos osage desde el principio de la película, así como el desprecio soterrado de la población blanca dentro del condado. Lo que empieza como una bendición se transforma en veneno, y es esa trama familiar dentro de la política lo que permite que todo se ate tan bien. El problema, creo yo, reside en que no se explica bien el grado de influencia que tiene Hale a nivel emocional sobre otros, y no sé si se debería haber seguido un poco el punto de vista de William Hale. A su vez, me agrada que se muestra en relieve toda la crueldad blanca y la violencia colonial de una forma tan contundente y sin ambages, que se use el blanco y negro con esa perspectiva y el papelón que hace Leonardo DiCaprio en consonancia con Gladstone: dos polos opuestos con mucha personalidad (cada uno desde opuestos) en el trasfondo de las Noches del Terror que tanto jodieron a la comunidad osage. Hay otra película potencial dentro de ese trabajo (en particular contada por alguien osage), pero eso que dijo Cristopher creo que todavía queda lejos para que se pueda contar. Lo que queda es una buena película contada con mimo y esmero pero con ciertas lagunas y un muy buen giro que sacude la película de pe a pa, y vaya, a mi juicio y para lo larga que es me resulta divertida.

175.- Le mystère des roches de Kador (Léonce Perret, 1912) – 7,25
Una de las películas que Adrian Martin citó como posible referencia para Cerrar los ojos fue Road to Nowhere. La otra es esta, un trabajo de un director galo del cine silente que no conocía hasta hace relativamente poco. En este caso, es quizá el mejor trabajo que he visto de Perret, tanto por el giro que desencadena la parte final como por su desarrollo. Construido todo desde una sustancia epistolar, la película va desentramándose alrededor de una herencia y los intereses tras de ella de un familiar corrupto con el escenario de las rocas de Kador a su alrededor. Creo que hay bastante buen tino a la hora de generar tensión en la escena con unas cuantas composiciones tanto interiores como exteriores brillantes, aunque es la escena de la terapia mediante el cine la que ata ambos extremos con una excelencia técnica imprevista y con un giro genial. El resto se me hace flojo, cierto, pero esos pequeños momentos me han cogido mucho por sorpresa, como la referencia de Erice, y me parece brutal una escena tan metacinematográfica e ingenua con el milagro del cine.

176.-Fauna (Pau Faus, 2023) – 6,25
Encargo de documental sobre la pandemia en el cual el director hace un ejercicio de estilo que encaja dos historias con enfoque de género distinto en el cual su eje común es la experimentación y el maltrato animal. Por un lado, tenemos la historia de un pastor que está a punto de retirarse filmado como una historia bucólica y costumbrista y nos va despejando poco a poco el lado humano mientras va exhibiendo de relumbrón las prácticas y rutinas que hacen a los animales; por otro lado, tenemos una mirada de ciencia-ficción a un edificio en el que usan todo tipo de animales para experimentar con ellos con tal de conseguir una vacuna para el coronavirus. La parte interesante es cómo liga el maltrato animal, metiendo a los animales poco a poco y de soslayo para progresivamente centrarse en ellos, humanificarlos mediante una fotografía cuidada y un montaje que pretende dignificar su condición de seres vivos y, a su misma vez, hablar de la inevitabilidad del consumo, depredación y experimentación de animales que, aunque inevitable, continúa el ciclo. Creo que la idea y la ejecución de muchos de los planos es atrayente y recuerdo una película documental sobre una morgue cuyo tratamiento aséptico y frío de la imagen en choque con la calidez de la interacción humana (en este caso, también animal) funciona bien, pero creo que ese problema de buscar unas emociones animales para generar un impacto algo epatante no me acaba de cuajar. Sin embargo, creo que es uno de los documentales más interesantes a nivel estilístico y técnico en tiempo, sobre todo por concepción, planificación y montaje.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 26 Nov 2023, 22:33

378. Passages (Ira Sachs, 2023) - 6,5

Aunque el film se ocupe de un triángulo amoroso, el verdadero protagonista es únicamente el vértice que les une, un director de cine bisexual cuyo carácter caprichoso, controlador y narcisista ya queda sugerido en la primera escena, la única en la que le vemos dirigiendo en el plató. Es un drama de fuerte contenido sexual, que viene a ser la principal fuerza que rige al personaje, y que detalla su capacidad para hacer infelices a los demás a base de puro egoísmo. Y quizás le falta un poco de contención y sutileza en esa descripción. Entiendo que Sachs también realiza un comentario metacinematográfico, ya que el arco narrativo sucede básicamente durante el montaje del film que ha rodado el protagonista, también llamado Passages como la película, y sus idas y vueltas amorosas podrían representar los diferentes intentos de montaje de su propia vida, en la que trata de ejercer la misma dictadura que se concede como autor cinematográfico. En todo caso, la dramaturgia funciona bien y hay que destacar la elegancia de la puesta en escena de Sachs, el atractivo nada amanerado de muchos planos.


379. Poceste pani pardubicke (Martin Fric, 1944) - 6

Otra comedia satírica marca de la casa Fric, ambientada en el pasado en una localidad donde el verdugo y su esposa viven como apestados por la gran mayoría de lugareños, especialmente por las esposas de la pseudo-nobleza, que tratan de influir en las decisiones de sus maridos en el consejo local. Por supuesto son personajes muy hipócritas que sufrirán su merecido cuando aparezca un falso enviado de la corte, una característica argumental que más o menos parecida ya utilizara Fric en Revizor (Gogol mediante). La función es simpática y le queda a Fric más ágil que otros títulos suyos.


380. The Killers of the Flower Moon (Martin Scorsese, 2023) - 6,5

Adaptación de la novela homónima sobre las matanzas de indios en el condado de Osange, donde los nativos se habían enriquecido gracias al petróleo y el lugar estaba infestado de buitres blancos en busca de su dinero. El argumento se focaliza en un retornado de la Gran Guerra que busca acomodo en casa de su tío, clásica figura terrateniente y paternalista con los indios, también el gran motor tras las matanzas con el objetivo de enriquecerse. Parte de la estrategia supone casar a miembros de su familia con indios, lo que también hace el soldado, aunque en su caso, enamorado. Así, el centro dramático del film se ocupa de esa tensión entre la relación amorosa y la sangrienta traición en la que se ve inmerso ese hombre. Un film muy bien realizado, lleno de imágenes potentes, pero hay algunas cuestiones que me molestan con mayor o menor vaguedad, en la línea de otros títulos suyos. Hay un exceso permanente en el gesto interpretativo y visual, que quizás no sea muy exagerado, pero es claramente identificable, y especialmente en todo lo relacionado al personaje del tío, con un Robert de Niro en su salsa y un Scorsese entregado (con angulaciones e iluminación) para subrayar su hipocresía paternalista. Incluso ese final en forma de serial radiofónico, una gran idea en mi opinión, le queda excesivamente histriónico (y su propio cameo, demasiado solemne, de nuevo dirigiéndose al espectador directamente, como hacía el personaje de DiCaprio al final de The Wolf of Wall Street). Y tampoco me enamora esa tendencia de Scorsese y su montadora a realizar un film rítmico, a avanzar impenitente a base de corte de plano y banda sonora, aunque ese ritmo las más de las veces no sea frenético. Pero entre la densidad visual, interpretativa y el ritmo, cuesta encontrar lugares de reposo.


381. Ode to the Goose (Zhang Lu, 2018) - 6,5

Un film quebrado en su progresión temporal sobre una potencial pareja sentimental que se va de visita turística a una ciudad y se aloja en un misterioso B&B. Ése es el comienzo, pero mediado el metraje, regresamos en el tiempo al algún momento en que todavía no estaban juntos, e incluso en ese segmento la continuidad temporal también se quiebra, con alguna paradoja que haría imposible una correcta ordenación dentro de una narración ocasionalmente elíptica. Todo esto con unos personajes a menudo transnacionales (el propio director es chino-coreano) y con tendencia a la insularidad. Me ha gustado la puesta en escena, tan cuidada en sus encuadres, que tiende a la frontalidad y al uso de las panorámicas (a veces en movimientos hasta justo la perpendicular). Todo ello depara un film atractivo y misterioso, de personajes que no terminan de sacudirse las cargas emocionales de un pasado que siempre retorna.


382. A Quiet Dream (Zhang Lu, 2016) - 5

El enfoque cómico de este film de Zhang Lu nunca termina de funcionar. Sus protagonistas son una joven y tres amigos enamorados de ella. Son todos personajes frágiles con serios problemas, uno de ellos la condición de inmigrantes de ella y de uno de sus pretendientes (de nuevo la transnacionalidad como tema). El film oscila entre el drama que asoma esporádicamente y el pretendido humor producto del dibujo caricaturesco de al menos dos de los amigos. También es verdad que se trata de un film muy pequeño, en blanco y negro y que tiene pinta de estar rodado con muy pocos medios.


383. The Dawn Patrol (Howard Hawks, 1930) - 6,5

Un clásico título bélico, quizás fundacional respecto al subgénero de bases aéreas, que nos sitúa en la Primera Guerra Mundial, donde una escuadrilla inglesa realiza operaciones diarias sufriendo numerosas bajas que van minando la moral sobre todo del responsable de turno de la base, cuya opinión sobre el puesto cambia radicalmente desde la visión crítica cuando ejercía de piloto a la frustración de tener que dar órdenes suicidas estando ya al mando. Es un film sobre el sacrificio y las repeticiones, casi como un bucle, que precisamente pone a prueba de manera muy radical y trágica la camaradería típicamente hawksiana. Primer film sonoro de Hawks, su reparto es exclusivamente masculino, no vemos ni siquiera a una mujer de figurante y apenas se habla de ellas.


384. Maria do Mar (José Leitão de Barros, 1930) - 6

El naufragio de un barco pesquero por culpa del patrón, único superviviente al que empujan al suicidio, marca la enemistad entre dos viudas vecinas cuyos hijos, por supuesto, se enamorarán. Este film portugués todavía mudo es así una (significativa) variación del arquetípico relato de Romeo y Julieta. Es una obra de limitados medios, con una cierta vena etnográfica, y que ofrece destellos visuales muy interesante, como las escenas expansivas de niños y jóvenes bajo la luz del sol, o como ese montaje en ráfaga entre los dos jóvenes protagonistas y su bebé.


385. Banka (Heinosuke Gosho, 1957) - 7

Dos maneras de asumir los conflictos se enfrentan en este film, la del matrimonio que tira de estoicismo y que reprime sus emociones para continuar con su relación pensando en la hija pequeña que tienen, y la de sus jóvenes amantes (o aspirantes a ello), mucho más fogosos y extrovertidos. Es lo que le sucede a la joven protagonista tras enamorarse del hombre y sentirse atraída hacia la esposa en un rol maternofilial, como sustituta de su fallecida madre (en un alarde de obviedad, comienza a llamarla "mamá" a partir de un momento determinado). Ella, esa joven, tiene un punto malcriado y supone un elemento dinamitador de ese matrimonio, o más bien fuerza a desenmascarar el hecho de que esa relación matrimonial está fenecida. En fin, la película no es el colmo de la sutilidad y el comportamiento de los personajes a veces chirría, pero Gosho entrega un drama romántico con un gran trabajo de puesta en escena perfectamente montado. La secuencia de planos persiguiendo las miradas de los personajes siempre me parece excelente, y tiene ideas tan buenas como esa llamada de la chica a quien vemos y oímos hablar por teléfono pero cuyo contraplano es una oficina abandonada donde suena el timbre del receptor telefónico.


386. Kanata no uta (Kyoshi Sugita, 2023) - 6,5

Es la segunda película de Sugita que veo y ambas comparten muchos elementos, su construcción alrededor de personajes que parecen haber perdido alguien, su laconismo que deja mucho a la sugerencia e interpretación del espectador o la morosidad en el desarrollo narrativo. Su protagonista es una joven que escucha unas cassettes con sonidos que entiendo habría grabado su madre al hacer algún tipo de trayecto, y que quizás ella está intentando recorrer. Al mismo tiempo, sigue a un hombre por algo que pasó en un andén ferroviario, y que nunca se llega a aclarar, y traba amistad con una mujer con quien parece querer reproducir una relación maternofilial (en realidad forma un programa doble tremendamente coherente con la película de Gosho). También asiste a un taller de cine o artístico, en el cual reproduce una escena que podría ser el último momento en que vio a su madre. El film abundan los personajes, sobre todo su protagonista, que leen, que miran o directamente ensimismados, absortos en un mundo interior, en su propia herida. Argumentalmente es muy críptica, meros esbozos que pretenden dejar lo máximo posible a la sugerencia, pero sus imágenes son luminosas, de engañosa sencillez (lo que se muestra y desde qué punto de vista es importante y está cuidado en la película), y su atmósfera liviana y acogedora.


387. The Way Ahead (Carol Reed, 1944) - 6,5

Film de propaganda, pero no por ello exento de interés. Es cierto que ese corpus que ocupa la instrucción de los soldados parece un paseo por el campo comparado con otros films de similar naturaleza realizados bajo diferentes condiciones. Todo está enfocado a mostrar el compromiso de la población, cómo la emergencia nacional elimina diferencias sociales, de clase, en aras de un bien común superior, pero la verdad es que está realizado con gracia, esa gracia que en este caso también incluye mucho sentido del humor.


388. Showing Up (Kelly Reichardt, 2022) - 7

En este retrato de Reichardt de una mujer que parece frustrada y en permanente crisis, llama la atención el contraste que ejerce su entorno, sea su amiga y casera artista como ella (aunque de más éxito), o la escuela de artes y oficios donde trabaja a las órdenes de su madre... ¿de oficinista?, con la luminosidad y el buenrollismo que parece cultivar el centro. Ella tiene quizás complejo de pajarito herido, que es exactamente lo que el azar pone en su camino dos veces, porque después de que su gato deje a una paloma malherida su primer impulso es deshacerse de ella, para que después se obsesione con un cuidado que resulta castrador, un poco también el que parece querer ejercer sobre otros miembros de su familia, su padre y su hermano. Su obra expresa una visión bastante pesimista y la inminencia de una exposición añade ansiedad a su existencia. Toda esta incomodidad vital nos la ofrece Reichardt en otra obra llena de delicadeza y sabiduría visual, un film paciente que sabe mirar a sus personajes, a lo que hacen y los escenarios que transitan.


389. Hitotsu no uta (Kyoshi Sugita, 2011) - 6

Tercera película que veo de Sugita, que pasa por tratarse de su opera prima y la primera de la serie "no uta" (que se podría traducir más o menos como "la canción de" o "el sonido de"), y deja muy nítida su obsesión por la pérdida, por los personajes ausentes. El protagonista es un joven que trabaja de jardinero, y que en particular es aficionado a las Polaroid, que gusta de fotografiar a gente de espaldas y que incluso les persigue fascinado por la calle sin que quede claro la intención (persecuciones, andenes, elementos tecnológicos de grabación... hay obsesiones continuadas en su cine). La relación que establece con la dependienta de una tienda de fotografía nos depara la ausencia explícita, la madre de ella, pero nos podría sugerir la de alguna persona cercana a él (a quien no le vemos relación familiar o de amistad alguna). En todo caso, dicha relación le hace evolucionar hasta el punto de que para el final de la película ya busca la frontalidad en los robados que hace a los transeúntes. Como en todos sus films, la historia se presenta de manera bastante críptica y de hecho los diálogos son aquí escasísimos. Estamos en el terreno del slow cinema, por más que la imagen trasmita un aroma de naturalismo.


390. Erikas Leidenschaften (Ula Stöckl, 1976) - 6

Producida para la televisión, ésta es una pieza de cámara de apenas una hora de duración y un único escenario, el apartamento de una mujer a donde llega de visita después de muchos años su antigua compañera de piso. Entre ellas exorcizan viejos fantasmas, una relación de intensa amistad viciada por dinámicas muy asimilables a las de las parejas heterosexuales, como la dependencia económica o el paternalismo intelectual, donde los ideales que vende la cultura dominante termina frustrando las posibilidades de felicidad de los individuos. Hay un sustrato lésbico entre ellas, más allá de que se pueda interpretar que el film aboga por la sororidad. La película podría desprender un tufillo teatral, y aunque es inevitable que pensemos en ese medio dadas la unidad espacial y la concentración temporal, la puesta en escena nos sumerge en el escenario con bastante éxito para dar volumen a las frustraciones de estos dos personajes.


391. Suzhou River (Lou Ye, 2000) - 6,5

Un drama muy romántico que parece influenciado por el espíritu del cine de Wong Kar-wai, que también mira de reojo a Vertigo, y que se va transformando narrativamente al presentar diferentes niveles de ficción que se terminan fundiendo (a Lou le deben de gustar estos juegos vista también Saturday Fiction). De mano es muy curioso que nunca veamos el rostro del narrador, ya que la película recurre siempre a la cámara subjetiva (el personaje trabaja de hecho grabando eventos), enamorado de una chica que hace de sirena en un club. En su inseguridad, fabula una trágica historia de amor entre un repartidor y una adolescente, idéntica a su "sirena", que termina entrando en el mismo plano de su realidad y de hecho acaba con su propia relación. El dispositivo narrativo y esa obsesión con la figura de la sirena le sirve a Lou para abundar, creo yo, en el concepto de la mujer idealizada y de las (idealizadas) historias de amor, pero también ese transformismo evoca la propia vorágine de China, y de hecho en la apertura de la película vemos viejos edificios que se están derribando en la orilla de Río Suzhou. La puesta en escena también transmite un permanente marasmo, con el uso de la cámara en mano, muy brusca en ocasiones, continuos cortes de plano, luces a veces abrasivas, profusión de primerísimos planos y un cromatismo bastante intenso, una estética arriesgada aunque las más de las veces atractiva.


392. The Eagle Has Landed (John Sturges, 1976) - 5,5

En los coletazos de esa moda por las películas comando de casting rutilante ambientadas en la Segunda Guerra Mundial llegaba este ejemplo firmado por, quizás, el principal responsable de su popularización, John Sturges (The Great Escape). Con la peculiaridad de que aquí el comando es alemán, y la misión, secuestrar a Winston Churchill. La película es entretenida, pero le cuesta encontrar un gancho, una línea de tensión en su desarrollo argumental. El desarrollo se da un aire extrañamente casual y resulta difícil tomar interés por los personajes, lo cual puede ser debido al hecho de que sean alemanes (el tema de los acentos, por cierto, me parece que distrae más que otra cosa). Al menos la película no se deja caer por el lado del gran espectáculo y resulta bastante contenido como film de acción.


393. Nadeje (Karel Kachyna, 1964) - 7

A punto de iniciarse el periodo de mayor esplendor de la sostenida y muy fructífera colaboración entre Kachyna y el guionista y productor Jan Procházka, antes de la prematura muerte del segundo en 1971 (y de la invasión de los tanques soviéticos), este film ya mostraba su crítica mirada a la realidad del país. De mano está protagonizado por dos personajes de vocación marginal, un borracho y una prostituta (no por casualidad llamada Magdalena) que trabajan en la misma fábrica y que llevan sus pérdidas a cuestas, el primero su antiguo estatus como capataz debido al alcoholismo y su propia autoestima al haberse convertido en un ladronzuelo; la segunda un hijo a manos del Estado, que le quitó la tutela, y la "decencia social" dada su ocupación a tiempo parcial. Ambos, sobre todo ella, encuentran en el otro una posibilidad de normalidad, de rehacer sus vidas, pero la atmósfera del lugar, física y social, es implacable. Es así una obra un tanto claustrofóbica, donde los personajes viven bajo la mirada de los demás, en unos espacios grises y áridos, donde no resulta fácil escapar de la dinámica trabajo-presión social-alcohol. La cámara de Kachyna trabaja esa dimensión espacial con acierto en unos escenarios muy apropiados, sea la casa de ella, el bar o la fábrica, todo parte de un mismo paisaje deprimente. También son curiosos esos encuadres que recortan los ojos o la boca de ella, como si mirase la posibilidad de otra vida desde un agujero, una manera bastante acerada de retratar la realidad checoslovaca.


394. Le diable au coeur (Marcel L'Herbier, 1928) - 7

Como en Maria do Mar, estamos ante otro drama romántico en una localidad de pescadores, que también tiene lugar entre hijos de pescadores, donde igualmente se produce otra muerte de un padre por culpa de un temporal, que en este caso termina dejando huérfano al chico mientras la chica se siente responsable por haber deseado la muerte de ambos, padre e hijo, y por eso convence a su familia para acogerle. Todo es igual un poco convencional y previsible, pero me gusta el tono, la combinación de comedia y drama, así como la puesta en escena, que además de lucir a buen nivel durante todo el metraje, depara algunos momentos de misteriosa belleza, como la noche del naufragio, con esa oscuridad fatalista, o la entrada al local de bailarinas, a través de un negro pasadizo que promete una amenazante realidad.


395. Kabuki jugachiban: Narukami - Bijo to kairyu (Kôzaburô Yoshimura, 1955) - 6,5

El carácter de representación de esta película está marcado desde su inicio, en un teatro donde comienza una obra kabuki e irrumpen unos campesinos que se quejan de la falta de lluvia, ¿parte ellos mismos de la ficción? La película, guionizada por Kanetô Shindo, transiciona sin aclarar del todo el nivel narrativo en el que nos encontramos, para abundar en el problema metereológico, que sería responsabilidad de un monje que tiene al dragón de la lluvia bajo su poder, y a quien desafía con sus artes femeninas y mundanas una princesa. Tanto la primera parte donde un gabinete dispuesto casi como un escenario decide qué medidas tomar ante la situación, como especialmente la segunda, con la pantomima que juega la princesa, abundan en esa cuestión de la representación, por supuesto inherente a casi cualquier relación humana, y que tengo la impresión de que Yoshimura acentúa con su manera de filmar el espacio escénico y darle un aire de teatralidad.


396. Der Kampf ums Matterhorn (Mario Bonnard, Nunzio Malasomma & Luis Trenker, 1928) - 5,5

Típico exponente de bergfilm, donde Arnold Fanck, principal responsable del género, figura como coguionista, que dramatiza la carrera por la conquista del monte Cervino, el último en ser escalado de los Alpes, y añade un interés amoroso a varias bandas. El objeto del mismo es la esposa de un guía y escalador local italiano, pretendida por su hermanastro, el malo sin recato de la función, quien utiliza a un escalador inglés herido y cuidado por esta mujer para suscitar los celos del marido. El italiano y el inglés serán los que finalmente lideren las respectivas partidas en la carrera para llegar a la cima de la montaña, mientras se podría leer el film como una defensa a la cooperación Internacional. El desarrollo de todo ello es un poco errático, también culpa de que no haya sobrevivido la integridad del metraje, y de limitado interés. Las cuitas amorosas, son un poco básicas y maniqueas. El plato fuerte de estos films es su retrato de la montaña, la filmación in situ de las escaladas, donde nunca faltan planos con lenguas de nubes que se meten por los valles o imágenes de la noche iluminada con bengalas. Pero igualmente la capacidad de sorpresa se agota rápidamente.


397. The Matinee Idol (Frank Capra, 1928) - 6

Clásica comedia con equívoco en la que una estrella de Broadway de vacaciones termina siendo contratado como extra en una compañía itinerante muy cutre, interesado por la hija del dueño y estrella de la función. Hay un curioso juego de niveles en la película, puesto que si el público supuestamente más refinado se toma a broma y ríe con todas sus fuerzas la representación que realizan (son contratados por los empresarios del protagonista como entremés para que el público se ría de ellos), un espectador de hoy en día también encuentra risible la propia forma ostentosa de reír de ese público. Todo esto depara el momento cumbre de la película, cuando el dueño de la compañía comprueba desolado el efecto que causan en Broadway.


398. The Hangman's House (John Ford, 1928) - 6

Otra de las películas de tema irlandés de John Ford, sobre un combatiente del IRA que regresa a su país para vengarse del hombre que provocó la muerte de su hermana y que ahora ha frustrado los sueños de una joven pareja al haber convencido al padre de ella, un moribundo juez de la horca, para que le diera a su hija en matrimonio. El título se refiere a la casa de este hombre, una siniestra mansión levantada sobre el dolor de las víctimas de este juez, pero que la película apenas aprovecha. Todo resulta bastante diáfano y poco memorable en esta correcta obra donde los eventos se suceden sin dejar demasiada huella estética o emocional.


Un saludo.
Última edición por Genjuro el 06 Dic 2023, 22:21, editado 2 veces en total.

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crespo
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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 29 Nov 2023, 12:13

A la rápida.

El chico y la garza de Miyazaki demuestra que, con parecidos ingredientes fantásticos y de situación, el maestro dibuja historias universales a partir de su propia imaginación. Todo lo que parte como habitual deviene en chocante y lo chocante termina encajando en una historia con su latir interno que, a su vez, es un llamado a todo el mundo en todo tiempo.

El sueño de la sultana de Isabel Herguera adapta un relato feminista indio escrito en 1905 por Begum Rokeya Hussein, de un territorio gobernado por mujeres. Inés, la protagonista, viaja hacia allá a descubrir ese mundo en un cuento de animación episódica con una paleta muy... rústica y con un mensaje reflexivo, torneado, pero que va y viene, y quizá eso le reste fuerza, pero no belleza. Ha durado medio suspiro en la cartelera, por desgracia.

Que nadie duerma, de Antonio Méndez Esparza. Sabía que me iba a arrepentir, y lo he hecho. Pese al notable trabajo de Malena Alterio en su búsqueda de una vida plena a partir de la cesura que supone perder su trabajo como informática a causa del "reajuste" de su empresa debido a un desfalco, y a partir de comenzar a currar de taxista, en una especia de idealización del recuerdo de su madre fallecida -cual Taxi Driver de mercadillo-, la obra añade y quita personajes de forma interesada y camina hacia un encaje de bolillos que pese al halo sensual e inquietante que quiere dar, se atasca por completo,.mejor dicho se dirige hacia un desenlace que es fácilmente adivinable. Al final, la supuesta "confusión del mundo real y onírico" de la novela de Juanjo Millás se queda solo en "confusión" de consumo interno y en un cúmulo de casualidades absolutamente forzado por deliberado que le va restando interés, solo salvado, ya digo, por el esfuerzo de Malena Alterio. Hay que reconocer que los diálogos juegan mucho con las improvisaciones, y por eso hay momentos de diálogos encasquillados y otros más logrados.

No sé si Ridley Scott quería caricaturizar a Napoleón, pero al final, eso parecía. Las escenas de las batallas de Toulon y sobre todo, Austerlitz, son excelentes, así como esa continua penumbra palaciega, como si la idea fuese mostrar al corso fuera de su figura imperial, y más con esa relación tormentosa-enfermiza... con Josefina. Pero al final, el ingenio militar y político aparece solo con cuentagotas en beneficio de lo épico o lo patético, que quisiera hablar del.corazónny tira de la entrepiernal, con una continua transición a trompicones. Es mi problema, pero no me ha convencido nada.

Hasta luego...
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Bundy
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 03 Dic 2023, 09:26

177.-Une autre vie (Emmanuel Mouret, 2014) – 5,25
Tengo mis pros y mis contras con esta película que por ahora me parece la más atípica de Mouret. Rodada más como un drama francés clásico a la Chabrol, Une autre vie es un melodrama de dos amantes cuyas realidades acaban chocando como dos gélidos glaciales por parte de la mujer principal, que empieza siendo un cliché y acaba abriéndose como la protagonista oculta de la película. Creo que ciertas claves del cine noir y el uso de los escenarios y la composición de los mismos ayudan además a asentar un raccord emocional potente con la contraposición entre el escenario y la situación que sucede en escena, pero honestamente también me ha dejado frío porque me da la sensación de que todo no acaba de casar, de que hay momentos en que la estética devora quizá demasiado a la narrativa, y creo que por suerte eso Mouret lo consigue pulir más adelante en su carrera, pero siendo un buen debut, tampoco me parece nada especial. Y luego, en fin, no me gusta ese papel de Dolores siendo tan tipicamente esposa despechada cliché, y me parece que los personajes son demasiado ortopédicos. No sé si fue el primer trabajo de Mouret, pero se nota.

178.-Hereafter (Clint Eastwood, 2010) – 7,5
No me esperaba desde luego esto de Eastwood y creo que tenía cierta prudencia al verla, pero reconozco que es una de las películas que me atrajo desde que empecé mi andadura cinéfila y es en el fondo un muy, pero muy buen melodrama coral en el que el duelo, el trauma y el dolor forman parte del via crucis de tres personajes que acaban cruzándose entre sí. Sin embargo, las líneas estéticas son coherentes, tanto a nivel de paleta de colores como a nivel de claroscuros. Me parece en ocasiones incluso un pelín bruto en comparación a Une autre vie, pero es curioso cómo la narrativa se abre paso con un esquema muy, muy parecido a Nosferatu. La película de Murnau, terrorífica y romántica como pocas, es la de un viaje sobrenatural hacia el encuentro con el ser amado, y aquí, en su lugar, el camino en donde se encuentran los tres es incierto, nebuloso y dando vuelcos y pasos hasta encontrarse (¡y vaya encuentro!). Creo que también hay cierto recogimiento de muchos temas de Eastwood -el momento con Melanie se me hace continuando un poco lo de Mystic River, y es brutal-, y vaya, me alegra que Eastwood haya sido capaz de explorar esos temas con una estética muy fría y bruta, riéndose de muchos charlatanes místicos y explorando un tema que podría haberle costado la carrera con soltura y un juego de sombras muy, muy consciente. Mi duda es cómo sería ver esto en alta calidad (la copia de Amazon Prime no sé si era la mejor versión posible o es que era un mierdolo con patas).

179.-Hill of Freedom (Hong Sang-Soo, 2014) – 7,5
Una fábula sencilla en la que a una mujer coreana se le caen las cartas y lo que se viene ahí es un desorden adrede de una historia de un japonés que va a visitarla. Es una película curiosa en la que ya se apunta el inicio de la etapa de éxito de Hong Sang-Soo, basada ya en los zooms, en esos diálogos tan típicos de barra de bar y en abogar por la sencillez a través de una puesta en escena que tiene muy en cuenta los espacios sobre los que maniobra (esas panorámicas en el cruce de una calle son ejemplo de ello). Todo eso forma una película que consigue hipnotizar en su desorden cotidiano y en su encanto, y honestamente me ha gustado más de lo que esperaba.

180.-Heaven is still far away (Ryuusuke Hamaguchi, 2016) – 6,25
Una película fantástica de Hamaguchi que extiende el papel de la actuación en clave de alegoría fantasmagórica. El personaje de Juuzou, así como la relación con el fantasma de una chica muerta, chocan de frente con el anhelo de la moza de reencontrarse con su familia, que desea documentar el impacto que su hermana ha tenido en otras vidas. Por un lado, creo que es admirable la escena central que da a todo, en tanto que hay una relación entre los cuerpos que performan y el espacio en el que van coexistiendo y moviéndose. Creo que ese concepto permite sostener la fantasmagoría que se sucede de forma bastante precisa y, a su misma vez, me recuerda algo a Intimacies y otros trabajos previos de Hamaguchi por el tema de actuar fuera de uno mismo, el concepto psicológico de la actuación y del movimiento de los cuerpos y la observación de varios sentimientos humanos como si fuera de forma ajena, y aquí se sigue parcialmente ese tema aunque sea desde un prisma mucho menos habitual (e imagino que acaba repitiendo en Asako).

181.- Cavalho dinheiro (Pedro Costa, 2015) – 8,5
Buena empalmada de una película de fantasmas literal a una figurada. Pedro Costa continúa lo empezado con Ventura en Juventud en Marcha con un Ventura avejentado caminando por las catacumbas de la ciudad, pero también de sus memorias y de sus fantasmas.
Cavalho Dinheiro era originalmente uma película que Costa deseaba rodar conjuntamente con Ventura como actor y con Gil Scott-Heron como compositor, pero su muerte acaba dejando los sedimentos de una serie de carcasas (la canción de Alto Cutelo, la fijación por el ritmo y la entonación de las voces en una película política) que acaban comulgando en una evolución de los fantasmas y de la decadencia que el director luso había observado en el barrio de Fontainhas. Dividida en dos mitades, la película entera es la galería de fantasmas del pasado no solo de Ventura, sino también de los fantasmas caboverdianos o de la propia Revolución de los Claveles, representada no solo en la decadencia de los espacios y lo retorcidos que hay en ellos, sino también en la caricaturización y representación de los soldados (a quienes apenas se los ve cara a cara hasta la escena culmen del ascensor). Esta y las escenas de Vitalina Varela son dos espejos de un mundo decadente de un moribundo (¿está en un hospital, en un comedor social, en las catacumbas de Lisboa o en una prisión? La forma de filmar de Costa da a entender que en muchos casos da lo mismo). Es esta forma de retratar los bajos fondos con esa inteligencia, el juego con las luces y las voces lo que me parece algo descomunal. Mi único pesar es que Vitalina Varela es todavía mejor: Cavalho Dinheiro, que es espectacular a la hora de retratar las ruinas, la decadencia y la opresión a varios niveles, acaba siendo demasiado oscura, siendo Vitalina Varela una continuación y expansión todavía más valiente y revolucionaria. Cavalho Dinheiro son los planos de la obra que acaba siendo Vitalina Varela.

182.-Drug War (Johnnie To, 2012) – 9,25
Tranquilamente la mejor película de To (y eso que tiene unas cuantas muy buenas), así como de las mejores películas de acción que he visto. Es curioso, porque To es capaz de combinar la agilidad y la ligereza de las escenas con la contundencia de sus acciones. Siendo esto algo muy propo del cine de acción hongkonés, To es capaz de dejar una impronta poética, en la cual el miembro de un cártel de drogas se decide a ayudar a un grupo de policías antidrogas con tal de esquivar la pena de muerte. El guion de la película es ambiguo sobre las intenciones del hombre, pero la parte increíble es la planificación y dirección de los espacios. Es una película que rezuma tensión no solo por su ambigüedad, sino ya por cómo la estira con esas escenas largas edificadas con dos o tres elementos paralelos que derivan en un clímax, así como su imprevisibilidad. El acercamiento de “el fin justifica los medios” que existe genera frescura, pero también una inevitabilidad constante de unos hechos que se muestran con contundencia y brutalidad, tanto en la puesta dramática como también en su ejecución, resuelta en una última media hora final impecable.
No puedo decir mucho más que eso, y que bueno, ojo si vais a verla a los dos sordomudos, que son la rehostia.

183.- Vidas pasadas (Celine Song, 2023) – 5,25
Una película que a través de la historia de un romance frustrado intenta ir sacando los temas de las diferencias culturales y el paso del tiempo. Creo que el personaje de Nora, junto con los momentos que pasa con su marido y esos pequeños momentos cómicos son quizá lo mejor de la película, así como también esos momentos de intimidad velada de los dos hombres. Y, si bien es cierto que toma todos los caminos que debería tomar, la película adolece de muchísimas cosas que sufro ya en la narrativa de videojuegos hechos por millenials. Me parece por momentos una película con música “lofi” metida hasta el calzador, más enfocada en la estética y en la atmosfera que en la sustancia y en la que ese quiero y no puedo se da a medias. Es una película bluff a mi parecer, con una fotografía regulera y una serie de apartados que se me hacen flojeras, y no sé, por qué esto es lo que me extraña más, si Celine Song honestamente tiene algo que contar que me pueda interesar.

184.- Essential Killing (Jerzy Skolimowski, 2010) – 7,25
Una historia de supervivencia en la que un yihadista debe sobrevivir en campo enemigo y es arrastrado a una historia ridícula de asesinatos, supervivencia y persecución de un hombre paranoide que compite en terreno desconocido contra ejércitos y naturaleza. Se hace repetitiva en algunos tramos y no entiendo para nada algunas imágenes insertadas ni su sentido, pero los bellos parajes y composiciones de Skolimowski filma y el propio viaje delirante (a los mandos de un Gallo entregado a su papel) lo consiguen todo.

185.-La imatge permanent (Laura Ferrés, 2023) – 7,75
Ferrés, ya en aquellos Los desheredados, apuntaba una serie de virtudes que aquí parecen haber cogido forma en un largometraje sobre la memoria y la imagen en contraposición con la realidad a través de una fotógrafa que ha acabado encajando en una agencia de publicidad. Sin embargo, esta no es su historia, sino que es la historia de un cruce, y en este hay una historia muy bien encontrada en la que dos historias conectan más de lo que parece. Ambas historias convergen en un canal en donde la memoria no solo se reproduce y cuestiona a través de la imagen (qué hay detrás de una cara, el juego con las caras y las IAs y toda la campaña publicitaria), sino también a través de la canción popular, y ambas hibridan de forma hermoa en esos compases finales. Diría que es la película española del año, y en mi opinión una de las mejores a falta de ver otros trabajos como ”Sobre todo de noche”.

186.- J’enrage de son absence (Sandrine Bonnaire, 2012) – 6,75
Un auténtico descenso a los infiernos, así como una segunda parte en las catacumbas del dolor y del duelo no superado, es lo que se propone Bonnaire en esta película. Resulta interesante el juego de líneas de tensión para ahondar en la trama de la película, así como también la continua decadencia progresiva del personaje que sostiene todo el drama hasta sus últimas consecuencias y lo apagado y deprimente que es todo a nivel de fotografía y de color. Dicho esto, se me hace demasiado, incluso ya demasiado retorcido y deprimente, algo simplón en lo estético, incluso, aunque es un buen trabajo.

187.-Mulan (Niki Caro, 2020) – 2,25
Extrafantasiosa hasta decir basta, malentendiendo de forma regular las ideas de los wuxias y en lo propagandístico más conservadora de lo que debería, Mulán tiene algunas escenas de intimidad potable y alguna escena de acción (la montaña) bien pensada. El problema es que la ejecución por norma general es un poco desastrosa, incapaz de alejarse del todo del material original sin tampoco apegarse mucho a él, y a parte de irrelevante en ese sentido tiene algunos momentos ridículos a nivel técnico y estético (cada vez que la cámara juega a invertir 180 o 270 grados se me hace meme, ya ni hablemos del momento que cierra el combate final que es la risión). Obvia y torticera, tiene algún momento loable y muchos entre inanes y risibles.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 17 Dic 2023, 21:47

FICX-2023


399. Lobo (Alfonso Cortés-Cavanillas, 2023) - 2

Es curioso el paralelismo de esta película con la última de Kelly Reichardt, por la estatura simbólica que alcanza un animal, convertido en metáfora de la protagonista, obsesionada con su cuidado, hasta la "liberación" final. En este caso es el perro de una mujer maltratada que escapa de su marido, y cuya principal preocupación es cambiar la titularidad del mismo para ponerlo a salvo de él. El problema es que todo el sentido estético, la sabiduría fílmica o el cuidado y la sensibilidad en la composición y tratamiento de los personajes de la directora de Showing Up brilla aquí por su ausencia. La película está llena de momentos WTF a nivel de decisiones visuales y estéticas, de tono, argumentales e incluso anecdóticas. El argumento es idea de la propia protagonista, Marián Álvarez, que sale prácticamente en todos los planos de la película, generalmente con el fondo de la pantalla desenfocado, un poco remedo de Herida, la película-revelación para Álvarez, que parece querer repetir aquí la fórmula.


400. Mister John (Christine Molloy & Joe Lawlor, 2013) - 6

Dada la seriedad de las ficciones de Molloy y Lawlor, no dejó de parecerme curioso que durante el visionado de este film me encontrase pensando repetidas veces que su argumento sería transpolable directamente a una película porno y ya bastante antes de que una circunstancia fortuita deje a su protagonista con una erección permanente. Pero por supuesto, no nos encontramos ante una comedia. Este hombre viaja a Singapur con motivo de la muerte de su hermano, pero también se ofrece como la posibilidad de dejar atrás una situación dolorosa que se sugiere causada por el adulterio de su mujer… ¿quizás propiciado precisamente por algún tipo de disfunción eréctil? De una familia a otra, de la que ha dejado en Irlanda a la de su hermano en Singapur, que se presenta como una tentadora alternativa, como una forma quizás de superar ese trauma pasado y poder empezar de nuevo. Pero hay algo trágico en su figura asociado a la imposibilidad de escapar, sea por la pesada carga de la herencia cultural, por responsabilidad hacia su hija todavía pequeña o simplemente por el amor que pueda seguir sintiendo por su esposa. El film se mueve especialmente bien en la tensa calma, en su discreta oscuridad, donde los encuadres tensionan sutilmente al personaje. Sin embargo algunos arrebatos de solemnidad empañan un tanto el resultado final, como el episodio de la serpiente resuelto con un plano cenital y un subrayado musical, ambos demasiado histriónicos, o como la extensa escena del sueño que se hace progresivamente malsana.


401. Robot Dreams (Pablo Berger, 2023) - 6,5

Que a Pablo Berger le pierde el cine referencial no es ningún secreto. Así que no sorprende que haya tomado la novela gráfica homónima de Sara Varon y la haya ambientado en el Nueva York de principios de los años ochenta para llenar la pantalla de guiños e iconos culturales mientras nos cuenta la historia de amistad entre Perro y el robot que compra para que le haga compañía, lo cual ya de por sí supone una circunstancia escabrosa en un film que podría parecer que abunda en sentimientos nobles y que sin embargo pinta un panorama social un tanto desolador. El salón donde Perro pasa la soledad de sus días está presidido por un póster de Yoyo de Pierre Étaix, obra maestra de la comedia slapstick francesa donde prácticamente no hay diálogos, como tampoco los hay en Robot Dreams, en línea con las viñetas sin bocadillos de Varon, característica más llamativa de su sólida narrativa.


402. Rose Plays Julie (Christine Molloy & Joe Lawlor, 2019) - 5,5

La tendencia a la gravedad de los directores irlandeses alcanza su desafortunado punto culminante en este film. Al trauma de una joven por su condición de adoptada y que acaba de encontrar a su madre biológica, quien en principio no quiere saber nada de ella, se añade la revelación de que el embarazo fue producto de una violación. Difícil encontrar más fértil abono para la angustia existencial. La actividad laboral de sus tres personajes principales comenta metafóricamente la acción en alguna medida. El padre violador es un respetado arqueólogo, tan preocupado por los restos de las arcaicas vidas ajenas como miope a las consecuencias de la suya propia. La madre biológica violada es actriz, actividad ideal para ejercitarse en el intento de ponerse una máscara y suprimir el pasado. Y la hija estudia veterinaria, y en el momento en que nos acercamos a ella se encuentra precisamente tratando el tema de la eutanasia animal, un guiño no muy sutil al devenir del argumento. Por otro lado, la cuestión de la identidad es más explícita que nunca, ya desde el propio título que expresa la dualidad que utiliza la protagonista aprovechando sus dos nombres, el de adoptada y el que le había dado originalmente su madre, además con peluca de por medio. Es cierto que la imagen de la película está muy cuidada, muy calculada, pero los lentos movimientos de cámara típicos de la pareja irlandesa anuncian en este caso solemnidad, con una densa banda sonora que va cargando la atmósfera para liberarla súbitamente, con sus clímax que inevitablemente llevan una ominosa dosis de oscuridad y violencia. Todo ello subrayado en exceso. Y no es film despreciable en ningún caso, pero creo que sí fallido.


403. L'été dernier (Catherine Breillat, 2023) - 6

Podemos encontrar una mirada muy crítica contra la burguesía en esta historia sobre un "Lolito", un adolescente problemático que se va a vivir con su padre, empresario, y que comienza una relación sexual con la mujer de éste, abogada cuyo trabajo consiste precisamente en proteger a menores y que es la verdadera protagonista de la película. Su dura precisión en su actividad, ya descrita en la primera escena, contrasta vivamente con la ligereza de su comportamiento personal. Y no sólo hablamos de hipocresía, sino que también perviven unos roles machistas, ya que ella también ejerce de ama de casa en una casa con jardín y 2+1 hijos sin servicio doméstico a la vista (lo cual es bien poco creíble, todo sea dicho). El caso es que el film va desarrollando su historia de obsesión sexual hacia un cierre bastante turbio que me parece de lo mejor de la función. No había visto nada de Breillat todavía, pero se muestra bastante comedida en esta obra, aunque quizás no termina de ser capaz de componer unos personajes que sean suficientemente interesantes.


404. Los últimos pastores (Samu Fuentes, 2023) - 3

Igual hubiera sido más apropiado que el título Lobo se hubiera usado para esta película, porque parece ser su tema principal, casi un publirreportaje en contra de la legislación que impide su caza. Pero los protagonistas de este film son dos hermanos, viejos pastores en el monte asturiano, una profesión en trance de desaparecer. Es una obra de vocación etnográfica y paisajística que se enseñorea con la espectacular orografía de la región. Sin embargo, todo ello no pasa de lo que podría ser un reportaje televisivo. Me parece una obra bastante superficial que no muestra demasiada curiosidad por sus personajes ni por el espacio íntimo en el que se mueven, con muchas imágenes "bonitas" sin la menor capacidad de sugerencia y con una banda sonora injustificadamente dramática.


405. Scrapper (Charlotte Regan, 2023) - 5,5

Se publicaba esta película como un cruce entre The Florida Project, y algo hay de esa mirada desde un filtro colorista a la infancia que bordea la marginalidad, y Aftersun, por la relación paternofilial que ofrece y por ser historias sobre despedidas. En este caso la madre de la cría ya ha muerto cuando comienza el metraje, y ella se las apaña para vivir sola robando bicicletas junto a un amigo hasta la aparición de su padre al que nunca había conocido. El film es así un relato emocional de tránsito y aceptación desde una óptica bastante amable. La estética de la película es por lo general bastante atractiva, pero no me gustaron nada los montajes con objetivo humorístico que salpican el metraje, que resultan efectistas y complacientes.


406. Àma Gloria (Marie Amachoukeli-Barsacq, 2023) - 5,5

Otro relato con niña que tiene que asumir la pérdida de una figura maternal, en este caso la mujer caboverdiana que la ha criado desde el fallecimiento de su madre, presumiblemente al nacer. Después de que la ama regrese a su país con su propia familia, la niña va a pasar las vacaciones de verano, pero ahí el mundo ya no órbita únicamente alrededor de ella y se pone de manifiesto el egoísmo tan propio de la infancia, pero también la necesidad de compartir. Es un film muy naturalista que busca la intimidad constantemente, ese vínculo emocional entre los personajes, a base de planos muy cerrados sobre ellos, explorando siempre su interacción y sus sentimientos, quizás también como forma visual de manifestar esa falta de perspectiva de la niña (aunque la estética nunca termina de evolucionar con el personaje). El film recurre además a una atractiva animación impresionista para determinados momentos de la narración, evocadores o climáticos. Es difícil que moleste una película tan transparente, pero tampoco me parece demasiado estimulante.


407. Las tierras del cielo (Pablo García Canga, 2022) - 6,5

Mi limitado conocimiento de la notoria carrera como cortometrajista de Pablo García Canga ya deja clara la importancia que concede a la palabra, al relato oral, a la voz de sus personajes. Su primer largometraje abunda en ese gusto y al mismo tiempo construye un dispositivo metanarrativo muy curioso. En cinco escenas que se desarrollan durante una noche, diferentes personajes dialogan de diversos temas, recurriendo a una antigua película japonesa que todos han visto, y cuyo argumento vamos conociendo progresivamente a través de sus conversaciones. Tiene algo de juego este planteamiento de Canga, ya que la palabra convoca en nuestra mente las imágenes de otra película, que a su vez trae de vuelta a la palabra suscitando cuestiones e inquietudes en estos personajes. Toda una declaración de fe en el poder del cine como medio expresivo. También es muy sugerente esa mirada al cine y al relato como estadios que pueden fundirse con el sueño (al menos dos personajes se quedan dormidos escuchando una historia de su interlocutor), como si fueran parte de una misma naturaleza. La supuesta película japonesa antigua que trata sobre un pueblo de gente feliz que escribe poemas y de la historia de amor que tiene lugar en la misma sirven para jugar con la idealización de las ficciones y el contraste con una realidad diferente pero que también nos gustaría idealizar, o quizás, sobre la que deberíamos trabajar para acercar a ese ideal. Supongo que la escasez de medios (es una película hecha con cuatro duros) es la razón de que en esta ocasión Canga haya abandonado el plano secuencia, que en el primer y quinto segmentos podrían haber tenido sentido, y de hecho al montaje le queda alguna costura sin mucha gravedad. Pero se impone la capacidad de sugestión de la palabra y una dulzura en su conjugación que nunca llega al empalago.

La confianza en la palabra, el espíritu lúdico y esa preocupación por la felicidad y plenitud también se podían rastrear en la pieza que acompañaba la proyección de Las tierras del cielo, el excelente cortometraje Alicia fai cousas, donde Canga oficia de coguionista y que está dirigido por su colaborador habitual Ángel Santos. La Alicia de su título es una joven aspirante a actriz que tiene miedo del aburrimiento, del propio y del ajeno que pueda provocar, y de hecho otro personaje le expone el concepto de acedía, asociado al mundo religioso y que él interpreta más o menos como el miedo paralizante a enfrentarse a un ideal deseado y que para la protagonista podría sintetizarse en su propia carrera actoral. Eso sugieren sus propias palabras y una última escena en la cual queda patente la potencia de su arte, de la que ni ella misma parece ser consciente, un arma seductora e incluso hasta intimidante para su espectador. Da gusto acompañar las imágenes del film de Santos, de impecable factura, gracias a la calidez acogedora de sus planos y personajes y a la ligereza nada trivial de su contenido. En realidad, lo que denota tanto esta obra como la de Canga es la pasión por el cine de sus autores, como acto de amor y revelador, precisamente como antídoto ante la acedía.


408. Llamadas desde Moscú (Luis Alejandro Yero, 2023) - 5,5

Un puñado de exiliados cubanos gays se quedan atrapados en Moscú con el estallido de la Guerra contra Ucrania, en un contexto de decreciente libertad individual que les devuelve al autoritarismo cubano. Ahí está el tema de este documental sobre personajes devenidos en insulares, retratados en interiores, en soledad, con el teléfono móvil como única aparente conexión con otros seres. Curiosamente no se menciona en ningún momento la cuestión de la homofobia en Rusia, pero entiendo que podemos darla por latente. Sus planos fijos, los tonos neutros o apagados, los escenarios impersonales y deprimentes, transmiten bien esa sensación de aprisioniento. Sin embargo, su minimalista propuesta no termina de levantar el vuelo, no me parece que se generen dinámicas interesantes con esos personajes, ni que el formato visual profundice en la sugerencia.


409. Helen (Christine Molloy & Joe Lawlor, 2008) - 7

Debut en el largometraje de la pareja, es el más discreto a nivel tonal y el más luminoso de toda su filmografía, y en parte por ello, el más logrado. Viendo el cortometraje Joy, pieza de acompañamiento del largo, y el comienzo de éste, se podría pensar que el trauma que acarrean todas sus películas se encuentra aquí en la desaparición de una joven, cuyos últimos pasos conocidos se ven a cámara lenta junto a los títulos de crédito. Pero según avanza el metraje el foco de atención pasa rápidamente a una compañera suya de bachillerato, la Helen que da título a la película, seleccionada por la policía para encarnarla en una reconstrucción filmada de su última jornada (que es precisamente lo que ofrecía el cortometraje y que ahora queda obviado). Esta chica es una persona un tanto anónima y anodina, sin historia familiar, que se ofrece casi como un lienzo en blanco, criada y residente en un centro de acogida, cuyo anhelo sería poder reinventarse como manifiesta haberlo hecho una compañera estonia con la que trabaja en el servicio de limpieza de un hotel, tener así otra identidad, pero especialmente, algo que poder llamar un hogar. El trauma en realidad supone esa ausencia de hogar, de un pasado, el sentimiento de abandono. Y por supuesto, la identidad de la desaparecida se ofrece como una posibilidad tentadora. Es una obra que nos habla por tanto de la necesidad de tener una identidad y una historia que nos sitúe en el mapa social, pero desde la dificultad para huir de la auténticamente propia. El gusto del matrimonio por los lentos movimientos de cámara encuentra en este film un temprano paroxismo, quizás puntualmente excesivo, como en esas conversaciones rodadas con travelling circular, pero en general de atractivo y envolvente resultado, creando una obra atmosférica e hipnótica.


410. Blackbird Blackbird Blackberry (Elene Naveriani, 2023) - 6,5

En el último film de Elene Naveriani el contexto social represivo georgiano es tan importante como lo era en su anterior trabajo, Wet Sand, pero afortunadamente descansa más sobre la sugerencia y determina menos el tono de la película. Si allí la homosexualidad era la víctima de la norma social, aquí es la libertad femenina, plasmada en su protagonista, una mujer condicionada por un padre y hermano autoritarios, ya fallecidos, y que se acerca a la cincuentena teniendo ahora su primera experiencia sexual después de estar al borde de morir en un accidente. La ironía es que esa misma represión que le ha impedido disfrutar esas experiencias vitales también le ha proporcionado la independencia de no tener que estar sometida a un marido. Se erige así como un personaje fuerte, casi acorazado por momentos, para el que tan bien se prestan los rotundos rasgos físicos de su protagonista, pero que debe bajar la guardia y gestionar la fragilidad. La propuesta estética sigue la estela de Wet Sand, quizás un poco dulcificada, dando entrada a algunos movimientos de cámara, pero siempre desde una cierta depuración formal.


411. Linda veut du poulet! (Sébastien Laudenbach & Chiara Malta, 2023) - 6,5

Sin el mismo vuelo poético que atesoraba el anterior film de Laudenbach, La Jeune fille sans mains, el director francés se alía con la italiana Chiara Malta para entregar una comedia progresivamente vertiginosa y vodevilesca, desde el emotivo sustrato de la pretensión de una niña de comer la receta de pollo con pimientos que preparaba su fallecido padre tal y como se lo promete su madre, pero que justo coincide con un día de huelga general. La película para nada abusa del potencial sentimental y prefiere mucho antes abundar en el humor, en gags que en su concatenación nos acercan al absurdo, mientras mira al mundo con optimismo. Pero así todo volvemos a encontrar el creativo trazo de Laudenbach, sus esbozos, sus técnicas de dibujo clásicas que hacen más estimulante su visionado.


412. Baltimore (Christine Molloy & Joe Lawlor, 2023) - 6,5

El giro hacia una cine más convencional, aun ahondando en la violencia que ya caracterizaba a Rose Plays Julie, le sienta bien a Baltimore, una obra que pese a centrarse en un personaje real, no deja de abundar en las señas de identidad reconocibles en la obra de Molloy y Lawlor. La traumatizada es ahora Rose Dugdale, una antigua débutante de la aristocracia inglesa que consciente de lo que supone su posición social dentro de la política colonialista británica, termina enrolada en las filas del IRA. Se trata así de otra figura que atraviesa diferentes vidas, diferentes identidades, con un trauma primigenio señalado por la realidad violenta que le ha rodeado desde su infancia, sea ese bautismo de sangre que supone la caza del zorro (que luego tiene eco a modo de cierre de círculo en la secuencia en que roba la casa de sus padres) o la opresión de su país en el Ulster que tiene su punto álgido en los sucesos del conocido como Domingo Sangriento. A esta pesada carga se añade el trauma sobrevenido por la propia violencia que ella comienza a aplicar, en particular por la acción sobre la que pivota toda la película, el notorio robo de las pinturas de Russborough House, que ella misma lidera y que incluye obras de Goya, Rubens or Vermeer. Los directores abandonan así la linealidad y trabajan sobre tres tiempos alternados: los episodios de su infancia y juventud que la llevaron a alistarse en el IRA, el robo mismo, y como elemento más troncal, la gestión posterior al golpe: esconderse, negociar, esperar. El espacio onírico, que ya se sugiere desde la primera escena en la que nos encontramos a Rose tumbada en el suelo, nos evoca a un personaje entre diferentes realidades, y el uso del cuadro de Vermeer, Una dama escribe una carta con su sirvienta, sirve de brillante (aunque evidente y explicada) proyección ante su necesidad de escapar a otra vida, con la que estaría fantaseando esa sirvienta que mira por la ventana en el magistral lienzo. El propio título del film se refiere a una localidad que nunca aparece en pantalla, el deseable destino donde le esperan sus compañeros de armas y que la alejaría del peligro. Y su condición de embarazada formula implícitamente la potencialidad de un nuevo comienzo. Todo ello va tejiendo la complejidad psicológica de un personaje construido a conciencia. A nivel formal, seguimos encontrando en Baltimore la cámara lenta, algunos montajes a golpe de efecto sonoro, algún subrayado, pero su cercanía al cine de género, la mayor acción física de los personajes, desactiva en alguna medida la solemnidad de su anterior largo de ficción.


413. Our Day (Hong Sangsoo, 2023) - 6,5

El minimalismo de Hong encuentra un nuevo jalón en Our Day, un film que alterna dos líneas narrativas aparentemente sin conexión. En una de ellas una actriz retirada momentáneamente de la escena vive en el apartamento de una amiga y recibe a su prima que viene a pedirle consejo ya que quiere seguir sus pasos. En la otra una joven graba a un veterano poeta en su casa como parte del proyecto fin de carrera mientras recibe a otro joven, también aspirante a actor, que busca consejo torpemente. En ambos segmentos hay una pretensión por las palabras grandes, por conceptos pretendidamente profundos, que resulta desbaratada, sea encontrar la verdad en uno mismo para poder proyectactarla como intérprete, que la actriz reconoce que raramente sirve para algo porque los directores determinan por completo qué tipo de interpretación quieren, o sean los conceptos como el arte o el amor por los que pregunta el otro aspirante a actor ante el poeta, consciente de lo rápido que pasa la vida y más preocupado por sus pequeños placeres mundanos, el alcohol y el tabaco, igual que en el otro segmento el gato de la propietaria del apartamento pasa a ser el centro de todas las preocupaciones cuando desaparece. Así, ese minimalismo de Hong encuentra su correcta réplica argumental en las cosas pequeñas del mundo cotidiano. Además el film se permite escasísimos movimientos de cámara, apenas una panorámica, un zoom y poco más, y sin iluminación artificial.


414. Bonjour la langue (Paul Vecchiali, 2023) - 4,5

El último film de Vecchiali antes de su muerte, y seguramente realizado con esa consciencia de ser el último, es una improvisación con su colaborador habitual Pascal Cervo en la que interpretan a un padre y al hijo que regresa a casa tras seis años de ausencia. Es una teatral colisión de caracteres en la que ajustan cuentas con el pasado, con la vida. El film tiene un punto emotivo inevitable sabiendo las circunstancias, y las lágrimas de un Vecchiali de 92 años, pero también es una obra muy teatral, que adolece de una brutal falta de concisión, siempre dando vueltas sobre los mismos argumentos, y al que tampoco le terminan de sentar bien esas morcillas que mete de películas previas en las que salen ambos artistas como si fuera ese pasado en común de la ficción.


415. Muertes y maravillas (Diego Soto, 2023) - 7

Una película pequeña por vocación, que funde lo real y lo trascendental en una historia sobre un grupo de jóvenes amigos que pierden a un compañero. Porque nada más real que la muerte, y nada produce mayor inquietud metafísica que ese acto de desaparición al que estamos todos abocados. El periplo de estos chavales hace explícita la necesidad de prestar atención al sustrato real de la vida, a lo que hay a nuestro alrededor, el mundo cotidiano lleno de pequeñas cosas. Así lo manifiesta el amigo cansado de fantasías peliculeras hipertrofiadas, también el director interpretado por el propio Diego Soto que recoge a los tres jóvenes de luto y les habla del tipo de films que realiza, en un momento deliciosamente metacinematográfico (y que ya nos sugiere la idea de mezclar diferentes niveles de realidad), como la chica que habla de la necesidad de escribir poesía en todo momento y sobre cualquier cosa, ya que la poesía puede encontrarse y componerse desde cualquier lugar, como según ella defendía Jorge Teillier. El título del film proviene de hecho de su poemario Muertes y maravillas, que cae en las manos uno de los chicos, y que le sirve de acicate para componer unas estrofas inspiradas por el fallecimiento de su amigo. Y es precisamente este chico quien parece así tener la capacidad de poder asomarse a otra dimensión, como si la poesía fuera una llave que nos abre la puerta a otra realidad, a otro nivel de percepción alejado de la racionalidad. Primero muestra curiosidad por los ritos esotéricos a través de una lectura de manos, también se cruza con los ritos religiosos en la forma del bautismo que le propone inopinadamente otro personaje, para finalmente aparecérsele el fantasma de su amigo muerto. Todo ello tratado desde un registro en sottovoce, en escenas que privilegian la continuidad del plano, en un tono cálido y acogedor, siempre matizado de luz, para construir uno de esos films que no se da mucha importancia a sí mismo y que nos invita a quedarnos en sus imágenes.


416. Las cosas indefinidas (María Aparicio, 2023) - 7

Si Muertes y maravillas propone la poesía como elemento de contacto con lo ausente, en el caso de Las cosas indefinidas María Aparicio recurre al medio cinematográfico, a su connatural poder para convocar fantasmas, para dialogar con los muertos. El tercer largometraje de la joven directora argentina está protagonizado por una montadora que acaba de perder a un compañero cineasta mientras se encuentra embarcada en el montaje de un film sobre la ceguera a base de testimonios orales y de evocadoras grabaciones en Super-8. La muerte o la finitud está en el centro del relato, la del fallecido amigo de la protagonista, la de los cuerpos capturados por la cámara que automáticamente pasan a ser pasado e inexistentes, la del propio material fílmico cuya conservación siempre es un reto, o la de las personas ciegas entrevistadas, para quienes las imágenes se han acabado, se han convertido en recuerdo, en sueño, igual que se hacen pasado e irrealidad cuando quedan fijadas en el soporte cinematográfico. Es así una obra muy reflexiva y didáctica, que abunda en la praxis fílmica, en la manera de construir el sentido de las imágenes, en su poder para fijar y evocar, para generar fantasmas. Pero tampoco deja nunca de lado la posibilidad de la emoción, tanto en el día a día que viven los personajes como la que puede manifestarse desde el material con el que trabajan. Sus múltiples capas proponen una obra compleja pero nunca caótica, donde cada imagen y cada palabra tienen peso, otorgado por pensados encuadres principalmente fijos, su ritmo pausado que concentra la atención en los elementos de la película y unas nítidas alocuciones. Su gusto por los primeros planos, convocados en su justa medida, surge de la necesidad de poner en primer término aquello que dicen los personajes y cómo les afecta. Pero al mismo tiempo, también se nota que en buena medida hablan por boca de la propia Aparicio, quien de hecho hace personalmente la voz en off que nos pone en situación en algunas escenas. La montadora defiende que no se debe traicionar a las imágenes, mientras su ayudante manifiesta en el tramo final de la película que “hay que confiar en las imágenes, nos dan más de lo que creemos”, palabras todas que sin duda firma la directora en lo que entiendo como una indisimulada declaración de amor al cine.


417. Eureka (Lisandro Alonso, 2023) - 7

La muerte también es el tema mayor de Eureka, como manifestación última de la tragedia de los pueblos indígenas americanos. El más reciente film de Lisandro Alonso se abre con la imagen en blanco y negro en formato clásico de un indio en un escenario western, pero la atención de la cámara vira inmediatamente al personaje que interpreta Viggo Mortensen, una suerte de pistolero en busca de su hija, el guiño más evidente de los que podemos encontrar en la película a la filmografía de su autor. Pero algo no funciona, es una narración que suena falsa, impostada, con detalles incluso efectistas, y que lógicamente se revelará como una farsa, una representación supremacista, una ficción dentro de la diégesis tras una estupenda transición que vuelve a poner al nativo americano en el primer plano ya en nuestros días dentro de una reserva india en Dakota del Sur, presentada en un formato más panorámico que no necesariamente amplía el horizonte de sus personajes. Todavía habrá más transiciones y desplazamientos que hacer, misteriosos meandros que recorrer, personajes que aparecen y desaparecen, en un film que se ocupa de los espectros del colonialismo dentro de la narrativa propia de Alonso, con la dilatación temporal de planos y situaciones típica de su obra, especialmente apropiada para ese congelado escenario de devastación social en medio del oropel estadounidense. El refugio para sus personajes parece encontrarse entonces en el espacio místico (maravilloso) de las reencarnaciones y los sueños, en realidades que se superponen como sugiere la profusión de lentos fundidos-encadenados de su tercer segmento, para terminar de conformar una evocadora obra de hiriente belleza.


418. Further Beyond (Christine Molloy & Joe Lawlor, ) - 6

El formato documental o ensayístico no es óbice para que el matrimonio de directores irlandeses abunde en sus obsesiones, en particular el cambio de identidad. Dos historias transatlánticas se alternan en este film, la de Ambrosio O'Higgins, humilde campesino irlandés que, tras pasar por España, se reinventó como figura nobiliaria en Chile, y la de la madre de Joe Lawlor, nacida en Nueva York de inmigrantes irlandeses que la devolvieron a la Irlanda de su familia con sólo 11 meses, pero que tuvo una nueva posibilidad de reinvención en el Nuevo Mundo en su juventud. Es una obra con más humor que sus ficciones, con un peculiar formato al tener a dos narradores que salen recurrentemente en la imagen y que serían alter-egos de los propios directores, aunque por otra parte no le encontré demasiada gracia visual.


419. Until Branches Bend (Sophie Jarvis, 2022) - 6

Bajo la belleza de los melocotoneros californianos capturados en unos luminosos 16mm se esconde una amenaza en forma de insecto que se convierte en el leitmotiv del film cuando la protagonista descubre algo parecido a un escarabajo en uno de los melocotones de la planta de embalaje donde trabaja. Esa potencial podredumbre también anida en la sociedad, lista para victimizar al chivo expiatorio que tengan más a mano. Paralelamente, la protagonista sufre un embarazo, otra "larva" potencialmente amenazante. Con este curioso paralelismo se trata definitivamente de un film pro-abortista donde una plaga puede ser un paradójico motivo de alivio. Aunque pierde algo de fuelle según avanza el metraje y los conflictos se hacen más diáfanos, es una obra de cierto magnetismo, aunque en algunos momentos no luzca demasiado su puesta en escena (pienso sobre todo en la reunión vecinal, con unos planos un tanto forzados que quedan sonrojantes comparados con la magistral escena del último Hamaguchi, que también se ha podido ver en Gijón estos días).


420. In Water (Hong Sangsoo, 2023) - 6,5

La película desenfocada de Hong Sangsoo resulta ser su trabajo más estético en un tiempo. Acompañado del uso del color y la luz, especialmente en exteriores, nos lleva por el camino del impresionismo (y que no sé si pudiera aparejar la pretensión de convocar entre sus imágenes borrosas algún fantasma como los mencionados en algún momento de los diálogos). En términos argumentales es una obra muy pequeña, de apenas una hora de duración, sobre un joven director primerizo que se ha traído a un compañero y una actriz a una localidad costera para rodar un corto del cual no tiene aún la historia. Así, todo sugiere esbozo en la película, que por un lado hace ficción de lo anecdótico, pero quizás también sugiere una forma de catarsis ante sus inseguridades o problemas que pueda estar sufriendo su protagonista, que quizás no es capaz de enfocar su propia vida. Me gusta especialmente la escena con la chica que recoge basura, el contraste entre la materialidad de su labor y lo etéreo del director, también las variaciones respecto a la escena que se filma para la película.


421. Le Grand Chariot (Philippe Garrel, 2023) - 6

Le Grand Chariot es el nombre de la compañía de titiriteros que regenta una familia, una institución de otro tiempo cuya pervivencia entre las nuevas generaciones es más que cuestionable. El film lidia con la pesada carga de esa herencia y con los anhelos de los personajes, incluyendo un aspirante a pintor que se una a ellos que propicia cuitas amorosas muy garrelianas. Quizás Garrel habla al mismo tiempo de su propio arte, de su cine, al que precisamente en este film se le ven algunas arrugas. Por ejemplo, en esas escenas que buscan explicar ideológicamente a los personajes, el de la abuela y una de sus nietas, naturalmente para hablar de una tradición que continua y el choque que se produce con unos textos tan antiguos, pero parecen estar hablando a los espectadores.


422. Cocrete Valley (Antoine Bourges, 2022) - 6,5

El visionado de Concrete Valley me hacía pensar en una película turca de 1979 que tuve oportunidad de ver hace unas semanas en la SEMINCI. Black Head examinaba la experiencia de una familia que emigraba a Alemania, la diferente manera de enfrentar la asimilación entre marido y mujer, cómo sus roles iban mutando por el diferente contexto social y las respectivas situaciones laborales. Aquella obra, cuidada en lo formal aunque el paso de las sucesivas escenas estuviera montado a machete, derrochaba el dramatismo tonal que podría esperarse de un film turco del momento, justo lo contrario que la discreción y sobriedad que Antoine Bourges aplica a Concrete Valley, con la que mantiene acusadas similitudes argumentales, y protagonizada esta última por un matrimonio sirio emigrado a Canadá. La narración se los encuentra ya allí, él sin trabajo, igual que le terminaba sucediendo a su homólogo turco, ambos dependientes de sus esposas, que además se muestran preocupadas por el mundo asociativo, aunque en Concrete Valley nunca relacionado con la lucha de clases que sí caracterizaba al de Black Head, señal bastante elocuente de los tiempos que corren. De hecho, en una escena en particular el hombre sirio parece querer justificar su situación de desempleo con el nivel de exigencia que pondría a sus potenciales empleadores en las entrevistas de trabajo, pero dentro del contexto de la película su actitud sólo resulta impostada y ridícula. En todo caso es muy curiosa esa condición del protagonista de curandero o algo similar, siempre ofreciendo diagnósticos y remedios a las personas que le rodean, cuando él es incapaz de solucionar sus propias neurosis. No encontraremos los estallidos de furia machista del hombre turco de Black Head, pero sus comentarios, su lenguaje corporal, incluso su incapacidad para culminar el acto sexual con su mujer, sugieren un personaje herido en su orgullo masculino tras una correlación de fuerzas en su matrimonio que necesariamente tiene que haber cambiado en este nuevo contexto socioeconómico en el que se mueven. Es esa misma sutileza que desprenden las dos escenas que enmarcan la narración, sendas clases de inglés donde el marido habla primero con cierto orgullo de cómo conoció a su esposa y en la última escena del film fabula una historia en la que se convierte en héroe frente a su hijo y sus amigos, manifestando así esa desesperada necesidad de reconstruir su modelo de masculinidad, un viejo rol patriarcal hecho pedazos.


423. Fremont (Babak Jalali, 2023) - 6

Otro film sobre la experiencia del inmigrante, sobre sus problemas de adaptación, pero aquí en clave de comedia indie y con el trauma bélico de trasfondo más explícito. Su protagonista es una joven afgana que pudo llegar a los Estados Unidos tras trabajar como traductora para el ejército estadounidense. Reside en Fremont, como muchos otros refugiados de su país, y trabaja en una fábrica de galletas de la fortuna, pero parece de insomnio debido a su experiencia y circunstancias vitales, y también de soledad. Es una obra cálida y amable, que busca acomodo en el peculiar carácter de su pintoresca galería de personajes, y que aboga por las relaciones humanas como ejercicio sanador.


424. De Facto (Selma Doborac, 2023) - 5

Sugerir la brutalidad de la guerra sin mostrar una sola imagen de la misma, ningún escenario asociado a los conflictos bélicos, solamente a través de la palabra. El film es capaz de convocar los horrores y la maquinalidad de la lógica bélica desde las impertérritas alocuciones a cámara de dos actores en larguísimos planos, un planteamiento tan riguroso y consecuente como potencialmente exasperante.


425. Légua (João Miller Guerra, Filipa Reis, 2023) - 7

En este film las figuras masculinas tienden llamativamente a desaparecer al ritmo que el cuidado de una enferma gana importancia en el devenir argumental. La protagonista trabaja en el servicio doméstico de una vetusta mansión y sus planes para marcharse a Francia con su marido se truncan cuando la estricta ama de llaves enferma. Con unos dueños ausentes durante todo el metraje, el inmueble es el elemento central al que se subordinan los personajes y que determina la puesta en escena siempre que nos encontramos en ese espacio. La arquitectura y el mobiliario condicionan unos encuadres donde las personas parecen ser meros invitados. Esto sucede hasta que la enfermedad de la veterana sirvienta trastorna el status quo que ella mantenía férreamente, y la cámara convierte finalmente a estas dos mujeres en el centro de su atención. El sentimiento de obligación de la protagonista hacia su compañera convaleciente nace quizás por solidaridad de clase, pero fundamentalmente por una cuestión de rol social, por un ánimo de reciprocidad pasada (ella le había echado una mano cuando había criado a sus hijos) y futura (espera que su hija también la cuide cuando sea mayor), en un ciclo atávico de cuidados/protección por supuesto siempre femenino. Es muy curiosa en este sentido la escena de la fiesta de cumpleaños de la protagonista en la que ella misma tiene que cocinar, ejerciendo de anfitriona de su propio homenaje, una situación que puede resultar chocante por un lado, pero cuya normalidad queda sellada por la admirable naturalidad y espíritu popular que denotan las imágenes. La película deja abierta la posible ruptura en la continuidad de esta dinámica en la siguiente generación, en la figura concreta de la hija a quien nunca vemos realizar ninguna tarea, ya un ser de otro tiempo, cuya existencia presente está más determinada por la tecnología comunicacional y el ocio, y para quien esa transmisión milenaria de roles quizás se pueda acabar, para bien y para mal. En realidad es un film un tanto crepuscular, donde los hábitos y gestos repetidos hasta la saciedad van a terminarse, donde la previsible venta de la casa puede significar también la disolución de una cierta manera de entender las relaciones laborales, una explotación de clase muy presente aunque sólo sugerida, latente pero invisible como los propietarios de la casa, que mutará en nuevas formas de dominación económica. Es una obra preciosista en su fotografía, con un extraordinario uso de la luz, así que resulta una gozada contemplar las imágenes de sus 16mm, de una peligrosa belleza atemporal como parecen ser los espacios que transitan los personajes y que les invitan a perpetuar su situación.


426. Do Not Expect Too Much of the End of the World (Radu Jude, 2023) - 7

Jude se enroca felizmente en la locura y complejidad satírica para aplicar en Do Not Expect Too Much of the End of the World otra mirada vitriólica y demoledora a la sociedad rumana actual, donde la explotación y la censura siguen muy presentes pero sus formas han mutado desde los tiempos de Ceaucescu. Jalonada por insertos de la película Angela Moves On, dirigida por Lucian Bratu en 1981 y que tiene a una taxista de Bucarest por protagonista, las escenas elegidas denotan en primer término el machismo del mundo en el que se mueve su heroína y dialogan con la peripecia en presente de una conductora de Uber, no por casualidad también llamada Angela, contratada para asistir en la producción de un anuncio de seguridad laboral de una empresa austriaca instalada en Rumanía. Esta mujer tiene además la afición de colgar videos en Tik Tok malsonantes y subversivos, aunque demasiado confundibles con el paisaje habitual de la sociedad en que se mueve, alimentando ese gusto de Jude por jugar con los límites entre lo genuino y lo paródico. Además, la lucidez de este personaje no le impide ser al mismo tiempo colaborador en la situación socioeconómica del país, como todos en realidad, aceptando unas circunstancias laborales abusivas. Ese contexto cotidiano que se despliega ante nuestros ojos según se desplaza en su vehículo nos retrotrae en alguna medida a aquellos paseos de la profesora en la fantástica primera parte de Bad Luck Banging or Loony Porn, un film con el que guarda mucha afinidad, incluyendo su carácter de crítica social en forma de comedia negra o la concentración espacial y temporal de su tramo final. Aquí se reproduce en el mencionado anuncio que tratan de rodar con crecientes restricciones dictadas por el interés empresarial hasta alcanzar un grado cero de autenticidad, una actitud censora que tiene su eco en el triste trasfondo humano que se desarrolla en el fondo de los planos de la película de la taxista, que Jude pasa a cámara lenta en muchos momentos para realzar ese espacio que no les habría preocupado controlar a las autoridades rumanas del momento. Do Not Expect Too Much of the End of the World también recupera en presente a la actriz y al personaje de Angela Moves On, además del hombre devenido en marido, de manera que Jude les hace habitar el mismo espacio diegético que ocupa la Angela actual, sugiriendo así una continuidad histórica de algunos de los males que sufre la sociedad rumana, en realidad el tema mayor de su obra como cineasta.


427. Disco Boy (Giacomo Abbruzzese, 2023) - 5,5

La explotación neocolonial es el trasfondo de este film transnacional sobre un inmigrante bielorruso que se mete en la Legión Extranjera francesa, lo que nos depara las inevitables escenas de adiestramiento, y termina matando a un guerrillero que lucha por el delta del Niger. El film emplea ciertos recursos poéticos para hablar de la identificación entre los seres humanos, como la cámara térmica o el baile (al electrónico ritmo de Vitalic), deslizándose por lo sobrenatural que nos aleja del típico film de denuncia. Pero el resultado no termina de ser muy interesante, un poco obvio y afectado.


428. After (Anthony Lapia, 2023) - 5

Hay un choque muy brusco en este film entre la negritud del after electrónico con el que empieza la película y la lechosa mañana parisina con la que finaliza, acariciada por los sonidos de las protestas ciudadanas, el contraste entre el ocioso hedonismo y el compromiso con la realidad. Entre medias, la disquisición entre dos personajes que han "escapado" de la vorágine fiestera. Un film feista en buena parte de su metraje, y no tengo claro que el viaje acabe mereciendo la pena.


Un saludo.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 23 Dic 2023, 12:36

429. Djon África (João Miller Guerra & Filipa Reis, 2018) - 6,5

Un joven rastafari viaja de Portugal a Cabo Verde en busca de sus raíces, de su padre para ser más concretos. Cuestiones como la ausencia masculina (el protagonista ha sido criado por su abuela) o la herencia generacional estaban también muy presentes en el último film de este dúo portugués, Légua, igual que la calidez en el tono y la preocupación por el marco físico en el que se mueven los personajes, las calles y barriadas de Lisboa en la apertura, la luminosidad progresivamente árida caboverdiana en el resto del metraje. Este joven es un personaje un tanto desubicado, de fácil acomodo pero también un poco extranjero en todos los sitios. La narración transita diferentes episodios, pero la búsqueda resulta ser más interior que otra cosa.


430. Las altas presiones (Ángel Santos, 2014) - 5,5

La crisis de un treintañero se pone de manifiesto en el regreso a su Pontevedra natal para un trabajo de localización. Es un hombre frustrado y melancólico, sin pareja y sin trabajo estable o estimulante, que acumula cierta rabia que pone de manifiesto de manera puntual. Ni siquiera está claro que esté realizando su trabajo con diligencia, a veces más preocupado por recuperar amigas del pasado o hacer nuevas. No siempre funciona bien la narración, las situaciones entre personajes que quedan un poco impostadas, o cuyo realismo provoca una incomodidad poco estimulante. Pero también hay bastante amor por los personajes, y el buen uso del marco escénico siempre ayuda.


431. Fail to Appear (Antoine Bourges, 2017) - 6

El film previo a Concrete Valley de Bourges también se ocupa de las personas en los márgenes del sistema, pero igualmente de aquellos que tratan de ayudarles. Son dos los personajes esenciales de este film, una trabajadora social voluntariosa pero muy poco apta para su trabajo y un hombre al que han detenido por hurto y a quien intenta ayudar. Entre ambos hay una barrera comunicativa insoslayable (de hecho ella, licenciada en literatura, se defiende mejor escribiendo cartas y correos) que hace la experiencia inútil. El discurrir del metraje traslada el punto de vista de ella a él, esencialmente la figura que más le interesa a Bourges, para hablar así de los problemas que tiene el sistema para asimilar a ciertas personas que se salen de la norma social pero que pueden ser perfectamente válidas. El estilo muy sobrio, a base de largos planos y limitado diálogo, refuerza esa sensación de insularidad ante los semejantes y el sistema.


432. Fragment of an Empire (Fridrikh Ermler, 1929) - 7

Un personaje amnésico tras el impacto que sufrió en la Gran Guerra después de negarse a pelear con un soldado alemán sirve como punto de vista asombrado ante los cambios operados por la Revolución en la Unión Soviética una vez que recupera la cordura tras avistar a su esposa en un tren, a quien va a buscar a San Petersburgo. Como es habitual en este tipo de films, destaca la labor de montaje, especialmente brillante en ese momento en que varios útiles cotidianos le sirven como espoleta memorística de lo sucedido en el pasado, también, aunque en menor medida, cuando le explican quienes son ahora los patrones, con un furibundo montaje rítmico de trabajadores en acción. Pero en general los encuadres, el tratamiento de los escenarios, la manera de retratar a los personajes, o de usar los planos detalle raya siempre a gran altura. La línea argumental de la esposa acaba retomando protagonismo para un potente final que alerta sobre los fragmentos del imperio que todavía se encuentran desperdigados en el nuevo país postrevolucionario.


433. Tsumiki no hako (Yasuzô Masumura, 1968) - 7

La carga sexual de las películas de Masumura fue creciendo según avanzaba la década, también al ritmo del destape del cine japonés, y aquí golpea con toda su fuerza a un adolescente que descubre que su padre mantiene relaciones con la joven que se aloja con ellos desde hace muchos años y a la que le enseñaron a llamar "hermana". Esta concubina, de hecho, tiene mucho de los personajes que habitualmente interpretaba Ayako Wakao, mujeres que después de convertirse en víctimas devienen en "agresoras" o manipuladoras, y la sexualidad que desprende está a veces fuera de control (como en la escena en la que abraza al perro, montada en sucesivos match-cuts con imágenes de ella haciendo el amor con el padre). El personaje de la propia Ayako, por su parte, es en este caso otra víctima del padre, pero su reacción es muy diferente, más acorde con el estereotipo japonés de mujer sacrificada. Entre medias, el joven quiere rebelarse contra el mundo pero no sabe cómo, es un saco de frustraciones pero también de deseo púber. El estilo visual de Masumura le va muy bien a la sensación de asfixia que destila la historia con el chaval como su principal destinatario, y la narración canaliza la locura argumental avanzando con cierto frenesí en un notable trabajo de puesta en escena y montaje.


434. Yanagawa (Zhang Lu, 2021) - 6

La penúltima película de Zhang Lu reincide en los personajes insulares y evanescentes, así como en la transnacionalidad, características típicas de su cine. Un hombre pekinés recibe la noticia de que tiene un cáncer avanzado y decide visitar junto a su hermano a la chica de la que estaban enamorados en la adolescencia, y que ahora vive en la localidad que da nombre al film, una especie de Venecia japonesa a un tanto fantasmal. Allí el film se convierte en una serie de idas y vueltas con preguntas a medio hacer y respuestas a medio dar, con un microcosmos de personajes un tanto frustrados siempre en riesgo de desaparecer para el prójimo, y a veces con continuidades paradójicas que pueden sugerir algún estado onírico. Es una narración reposada como le gusta a su director, de planos fijos o suaves movimientos de cámara, quizás un poco afectada y deliberada en su estrategia emocional.


435. Un Taxi pour Tobrouk (Denys de La Patellière, 1960) - 5,5

Tengo la sensación de haber visto ya esta historia, o alguna variación sobre la misma, que describe el intento de un grupo de cuatro soldados franceses en el desierto norteafricano de regresar a sus líneas junto a un capitán alemán a quien han hecho prisionero. El roce humano entre ellos dinamita la lógica bélica que exige odiar y acabar con el enemigo, haciendo de la película un alegato pacifista y cooperante. Por supuesto el camino nos obsequia la esperable galería de situaciones de peligro y supervivencia. Es un film realizado con solvencia, con personajes bastante carismáticos, pero quizás se siente un poco rutinario a estas alturas.


436. Jokeren (Georg Jacoby, 1928) - 5,5

La principal curiosidad argumental que presenta este film es que utiliza a un jugador de cartas como héroe de la función. De hecho, me pregunto hasta qué punto no habrá algún espíritu crítico o incluso irónico en ciertas decisiones argumentales que pueda quedar disimulado por el tono convencional del relato, por su esperable final... ¿feliz? Porque en contraste con ese joker que da título a un film que se desarrolla íntegramente durante un carnaval en la Costa Azul, la sociedad "bien" que retrata la película es bastante poco recomendable, sea el abogado que traiciona los deseos de un moribundo de destruir un medallón y unas cartas de amor y los utiliza para chantajear, villano explícito de la función, sea la mujer chantajeada que se casó con otro por dinero, sea ese marido adinerado, un burgués absolutamente inflexible cuando se trata de mantener su nombre impoluto, incluso la hermana de la chantajeada, objeto de atención amorosa por parte del jugador, rápida para malinterpretar la ayuda que le presta a ella y a su hermana. En todo caso, tiene su gracia el recurso al registro documental del carnaval en planos de situación, y la puesta en escena es bastante solvente, aunque igual un poco convencional.


437. The Future Tense (Joe Lawlor & Christine Molloy, 2022) - 6

Resulta muy sorprendente la similitud de formato de esta obra documental con Further Beyond, el uso de dos narradores, aquí directamente los dos realizadores, y el contenido argumental, de nuevo explorando la historia de su madre en la parte de Lawlor, poniendo el foco en sus años de adulta, primero en una breve estancia en Londres donde se casó y luego en Dublín, aquejada de crisis mentales que obligaban a su internamiento periódico en centros psiquiátricos. En la parte de Molloy, otra vez fabulando con un personaje real para un posible film, la misma Rose Dugdale cuya historia sí cristalizaría en Baltimore. La espoleta parece ser en buena medida el Brexit, una circunstancia que obligaría a los directores a replantearse el sitio al que pertenecen y la relación con el mismo (ellos mismos se fueron a vivir a Londres después de casarse), hasta qué punto un espacio puede determinar a la persona, lo cual desafía de manera llamativa el trayecto de Rose Dugdale. También les lleva a examinar la necesidad casi cerval del pueblo irlandés por emigrar, cuyo origen se localizaría en la Gran Hambruna que sufrió la isla a mediados del siglo XIX, y que para Lawlor podría tener eco en la propia situación de su hogar familiar, trastornado por el estado de su madre, quizás esa circunstancia nuclear que, junto con la condición irlandesa del matrimonio, explicaría la obsesión por la huida y la posibilidad de mutación identitaria que muestra su cine de manera tan recurrente.


438. Magnetic Fields (Yorgos Goussis, 2021) - 6

Una road movie que junta a dos personajes con cicatrices emocionales, sobre todo ella, que parece estar en plena crisis y ha escapado de todo. De hecho parece tener tan poca estabilidad como su viejo vehículo, que precisa de una roca para ejercer de freno de mano. El desarrollo es igual un poco previsible, pero me parece bastante logrado cómo la calidez de los personajes se va abriendo camino. Es un film hecho con cuatro duros y se nota, pero así todo algunas decisiones de puesta en escena, como los varios cambios de eje que utiliza el director, no terminan de convencerme.


439. Totsugu hi (Kôzaburô Yoshimura, 1956) - 7

En la familia que describe esta película hay dos elementos digamos disfuncionales: el muy veterano dramaturgo que ya no escribe porque le tacharon de conservador tras acabar la guerra y una esposa que ya no lo es, esto es, la nuera que se quedó viuda y sigue con la familia de su marido porque no tiene familia propia a la que regresar, una especie de Noriko dulce y hacendosa de la cual está enamorado su cuñado más joven, todavía estudiante. El film cuenta los respectivos complots familiares para dar solución a estas situaciones. Pero es clave en los personajes la manera de asimilar estas cuestiones, no dejar traslucir sus emociones, lo cual ciertamente consigue el personaje de la nuera, de quien nunca podemos estar seguros de si le gustan los planes diseñados para ella. Su narrativa es ágil, pasando de unos personajes a otros con espíritu coral, haciendo un significativo uso de match-cuts y con elegancia en la puesta en escena.


440. Mona Lisa and the Blood Moon (Ana Lily Amirpour, 2021) - 4,5

Una aventura nocturna y un tanto lisérgica de una joven coreana con poderes para controlar la mente de otras personas que se escapa de una reclusión psiquiátrica en Nueva Orleans. El personaje en sí no tiene la menor densidad e interés, es un vehículo para la acción y para mostrar un entorno social de seres marginales, strippers, sus clientes, traficantes o policías, donde el personaje más lúcido es un niño más que improbable. El film tiene cierto atractivo, con la sensación de que te puede llevar de la mano de la protagonista sin saber muy bien por qué y a dónde, tiene algún momento curioso como esa persecución entre el policía cojo y la stripper con tacones de aguja, pero también es efectista y con una puesta en escena muy regulera. No deja apenas poso.


441. The Cossacks (George W. Hill & Clarence Brown, 1928) - 5,5

Una historia de amor entre dos personajes demasiado orgullosos que transcurre de desencuentro en desencuentro y en el contexto de una tribu de cosacos. Gilbert Roland y su bigotito, al que por supuesto tampoco renuncia en esta ocasión, no me parecen muy asimilables a la estética cosaca, pero bueno, al menos tiene la singularidad de tratarse de un personaje en principio averso a la lucha, para vergüenza de su padre, de su enamorada y de sus paisanos. Su actitud cambia un día que se pega con su propio padre, que pasa por ser el líder local, descubriendo así lo divertida que puede ser la pelea. Quizás es el giro argumental más grueso, pero nos da una idea de la falta de sutileza psicológica en esta muy libre adaptación de la homónima novela de Tolstói. De todas formas, la función es entretenida y visualmente resultona, poniendo en buen uso su aparentemente generoso nivel de producción.


442. The Killer (David Fincher, 2023) - 5,5

La influencia de Melville es inevitable en esta historia sobre un asesino a sueldo que tras cometer un error es traicionado por su enlace y su cliente, decidiendo vengarse. Lo es a nivel argumental pero no tanto a nivel estilístico. Es verdad que nos encontramos ante una obra de precisión, que da réplica un tanto a la labor de su protagonista, pero hay un cierto efectismo en sus imágenes, en el montaje, en la manera de tratar a los personajes, que no tiene nada que ver con el maestro francés. Tampoco tiene nada que ver el continuado uso de la voz en off, aquí fundamental para incidir en el contraste entre el perfeccionista y maquinal manual de trabajo de este sociópata, que aspira a aparcar sus emociones lo máximo posible, y lo que vemos en pantalla, la manifiesta contradicción entre su discurso y sus acciones. Es un film muy subjetivo, lo que queda muy claro, además de con esa mencionada voz en off, con la manera de montar el sonido, las canciones de The Smiths que escucha monomaníacamente, y que nos sugiere la subjetividad de los planos en los que suenan a todo volumen, o ese recurso tan démodé y no muy afortunado al montaje sonoro de algunas frases que le han dicho sus víctimas. Otro punto bajo es la interminable pelea con uno de los asesinos, tan exagerada y alargada que parece sacada de un film de superhéroes. En general, esa tendencia al efectismo en el montaje, a la hora de decir las frases y sincronizarlas con momentos climáticos, o los gestos más pequeños del personaje, como cada vez que se deshace de algo, siempre parece que quiera resultar cool. Su protagonista es un hombre que aspira a transaccionar con vidas humanas sólo en términos materiales, dentro de un film que ya comenta sobre el consumismo y el nulo sentimiento de clase de este asesino (es elocuente a quién mata y a quién deja con vida), mientras la película flirtea ¿deliberadamente? con hacer lo propio, a aparecerse como un cínico material de consumo. El problema es que se queda demasiado cerca de lograrlo.


443. Amai Himitsu (Kôzaburô Yoshimura, 1971) - 7

Este film me ha hecho pensar en Io la conoscevo bene de Antonio Pietrangeli, quizás una influencia directa, y donde en aquella la protagonista era una atractiva joven que buscaba hacer carrera cinematográfica en medio de un mundo masculino depredador, aquí el objetivo de la chica es convertirse en novelista, pero el contexto no muy diferente. Incluso el recurso a la música ligera, aquí demasiado repetitiva de hecho, cumple similar función, dar sensación de trivialidad a un personaje y una narración que rápidamente se revela más trágica que otra cosa. La ventaja que tiene el film de Yoshimura es que se ofrece más ambivalente en muchos tramos. No sabemos hasta qué punto no es la propia protagonista quien está conscientemente utilizando sus encantos para conseguir lo que quiere, que en alguna medida lo hace, pero es evidente que la principal explotada termina siendo ella. La película entiendo que quiere dar una impresión inicial que resulta engañosa especialmente en un público tan conservador en aspectos de genero como el japonés del momento, sobre un personaje que manifiesta desde casi el principio no querer someterse a componendas. Por otro lado, y a su modo como la obra de Pietrangeli, es otro film estilizado que utiliza muy bien el panorámico en las composiciones y que salta de escena en escena, que avanza en el tiempo, de manera casi inopinada, como reforzando esa engañosa sensación de ligereza.


444. Mr. Landsbergis (Sergei Loznitsa, 2021) - 6,5

Vytautas Landsbergis fue uno de los líderes de la Revolución Cantada en Lituania, de hecho el primer presidente lituano postsoviético, protagonista de este documental en el que Loznitsa introduce la novedad de una entrevista en presente para conducir argumentalmente sus queridas imágenes de archivo que nos acercan la historia. El film se centra en los hechos acaecidos entre 1989 y 1991 que propiciaron la independencia de Lituania frente a la Unión Soviética, con Gorbachov como principal interlocutor (cuya política al tiempo facilitó que se iniciase el proceso pero también trató de contenerlo), convocando una narración extensiva a lo largo de cuatro horas para seguir todos los eventos fundamentales que se sucedieron. Quizás tiene menos trabajo de montaje y destilación que otras obras suyas, puede acusar tratarse de una versión "de parte", pero no deja de ser un valioso documento y bastante inmersivo.


445. Mein Falke (Dominik Graf, 2023) - 4

Graf es un habitual del trabajo para televisión y debería haber estado más avispado antes de ponerme esta historia de crisis de una mujer de mediana edad. Afortunadamente no se resuelve con un romance en un viaje, como el típico telefilm alemán de sobremesa. Su personaje se dedica a la medicina forense y descuida un tanto las relaciones personales, hasta el punto de que su pareja le abandonó un par de años atrás y su padre le recrimina que pase de él. En un momento dado decide adoptar a un halcón. Es como un remedo de relación de fuerte carácter simbólico en el cual además ella tiene que amaestrar a su "mascota" y la mantiene siempre atada, pero que a la primera vez que la deja suelta escapa. Todo muy alegórico (y que viene a sumarse al perro de Lobo y a la paloma de Showing Up en este año de mascotas tan metafóricas). En fin, tiene algunos momentos un tanto sonrojantes, el tufillo televisivo de este tipo de productos, pero es una realización bastante más solvente que el telefilm promedio, incluso con alguna escena curiosa, como esa en la que ella le cuenta a su halcón cómo le dejó su pareja, usando un flashback exclusivamente visual en el que ella en presente pone la voz a las palabras en pasado de él.


446. Justice est faite (André Cayatte, 1950) - 5,5

Una tragicomedia judicial de estructura coral en la que se juzga un caso de eutanasia asistida. El foco se pone en las circunstancias personales de varios miembros del jurado, unos avatares de enfoque en principio más bien cómico que dialogan con el drama que supone el caso y la percepción que los personajes pudieran tener del mismo. Casi todo tiene su interés, pero la atención queda un poco diluida en esa coralidad. Especialmente magnética resulta la acusada y desearía que hubiera tenido más protagonismo, pero el pasado queda elidido, así como algunos otros pasajes narrativos (pienso especialmente en lo que concierne a la mujer y el jornalero del agricultor).


447. The Ipcress File (Sidney J. Furie, 1965) - 6,5

Michael Caine interpreta en este film a un agente británico a quien asignan al caso de la desaparición de un científico. Estamos ante un film de espionaje y tácticas psicológicas, supongo que un poco al calor del éxito de The Manchurian Candidate. Más allá del carácter mordaz del protagonista, lo más llamativo de este film es el estilo visual de Furie, su fijación por encuadres con mucha angulacion y/o que enmarcan (aprisionan) a los personajes a través de diferentes elementos escénicos, una interesante opción cuyos resultados a veces resultan atractivos y estimulantes pero en ocasiones también demasiado forzados. En todo caso, es un entretenido relato que progresa hacia el suspense.


448. Marx può aspettare (Marco Bellocchio, 2021) - 5

Bellocchio reúne a su familia, a sus cuatro hermanos supervivientes en particular, para evocar la figura de otro de ellos ya desaparecido, Camillo, gemelo del propio Marco, quien se suicidó a los 29 años. El film reconstruye elementos de la vida familiar vagamente enmarcados en el contexto histórico, también en la propia carrera de Bellocchio como director, para acabar centrado en ese momento fatal de tanto impacto y que dejó un sentimiento de culpa en todos ellos, ajenos al sufrimiento existencial de su hermano, quien se veía como un fracaso ante la trayectoria de los otros, especialmente su gemelo. También el film observa el rastro que esta tragedia dejó en la filmografía de Bellocchio, quien tantas veces ha convocado a familias en pantalla que eran un eco de la suya propia. Y además muestra abundante material visual de Camillo. Estos elementos tan interesantes no terminan de cuajar sin embargo en una obra demasiado lograda. Los testimonios en presente no tienen el menor interés estético y son muchas veces redundantes, sobre todo cuando llega el momento de hablar del suicidio. El film también abusa de la música, a veces hasta sentimental. Y el interés se va diluyendo progresivamente.


449. A River Runs, Turns, Erases, Replaces (Shengze Zhu, 2021) - 6,5

Otra película que abraza sin recato el tema mayor del cine chino festivalero, el desarrollismo del país cuya escala empequeñece y puede hacer olvidar al ser humano, con la particularidad de que el contexto aquí es el inicio de la pandemia de COVID en Wuhan, y que de hecho comienza con unas imágenes de cámara de vigilancia que nos muestran la pausa simbólica de tres minutos que el país llevó a cabo el 4 de Abril de 2020 como homenaje a las víctimas. Es un film de grandes planos generales fijos, en ocasiones brumosos, en los que siempre hay elementos de arquitectura moderna, sean edificios, a veces formando skyline, puentes y carreteras, torres de comunicación, generalmente con la presencia más o menos protagónica del río Yangtsé, y donde el ser humano que suele ocupar un plano pequeño. A veces también vemos un escenario deteriorado con alguna muestra de modernidad arquitectónica de fondo. Es una propuesta paisajística, de atractiva estética y donde podemos escudriñar diferentes dinámicas de movimiento internas, y sobre la que su directora nos coloca en algunas ocasiones unos textos de regusto epistolar en cada uno de los cuales una persona se dirige a un familiar que ha perdido durante la pandemia. De esta manera, esas tragedias individuales, esas personas fallecidas en la soledad porque no se les podía visitar, a veces sin ni siquiera haber podido ser ingresadas, que también forman parte de una tragedia colectiva, hacen alegoría de esa China megalómana que se va transformando a marchas forzadas y bajo la cual sus habitantes tienden a "desaparecer", un poco como la acción de los ríos a la que se refiere el título.


450. Nous sommes tous des assassins (André Cayatte, 1952) - 6,5

La crítica al sistema penal que ya era muy evidente en Justice est faite, se multiplica en este furibundo alegato contra la pena capital. Esta obra, como la otra, tiende a acumular personajes, pero sin embargo aquí sí hay un claro protagonista que además tiene la virtud de no buscar descaradamente la adhesión emocional del espectador. Más bien se presenta como un tipo odioso, cuya obsesión principal es el vino, que se une por azar a la Resistencia, de quien incluso dudamos que no sea un traidor y que termina convertido en un homicida cuando llega la Liberación. También queda claro el marco socioeconómico en el que se ha criado, ya desde la panorámica circular que sirve de apertura del film y que nos muestra un desolador escenario. El mensaje funciona en buena medida a través del absurdo que supone la subversión de la lógica conductual del sistema o la sociedad una vez llega la condena: la obsesión con la salud de los condenados para poder así ejecutarles, lo cual acaba suponiendo una tortura (están vigilados las 24 horas al día y tienen que dormir con la luz encendida) y resulta un cruel cambio respecto al tiempo en que a nadie les importaba su situación; pero también esa condición de héroes que adquieren en la cárcel; incluso el papel del capellán, bendiciendo de alguna manera un sistema asesino. El mensaje es muy nítido, aunque en ocasiones se superpone en exceso a la historia y puede resultar demasiado didáctico, pero está entregado con potencia dramática y sin golpes bajos emocionales.


Un saludo.

Hay_sinla
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Re: Contador de películas 2023

por Hay_sinla » 28 Dic 2023, 11:40

DEP Patricia Ferreira.
Ya va tomando el camino su arambol.
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crespo
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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 31 Dic 2023, 11:55

Prometo que en 2024 llevaré al día el Cont... Jaaaaajajajajajaja.

Con un bloc y un boli para llevar bien la cuenta, ya me vale.

¿Cómo una película tan obsesionada con algo tan inasible como es el gusto, como es "A fuego lento", de Tran Anh Hung, puede llegar a ser tan deliciosa y por momentos, tan sensual -sensorial, mejor- como filosófica? Magimel y Binoche combinan como dos ingredientes esenciales.

¿Cómo uno puede reírse a carcajadas en varios momentos, como nos sucedió ayer viendo "Fallen Leaves"? Es frialdad en la forma guarda el calorcito en su interior.

Y alguna más que me dejo.
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Heidegger
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Re: Contador de películas 2023

por Heidegger » 31 Dic 2023, 11:58

crespo escribió: 31 Dic 2023, 11:55 ¿Cómo uno puede reírse a carcajadas en varios momentos, como nos sucedió ayer viendo "Fallen Leaves"? Es frialdad en la forma guarda el calorcito en su interior.
Es lógico, la película está llena de momentos de humor, o tragicomedia, si lo prefieres. Cuando la vi, hace unos meses, la sala estaba llena, y hubo risas... hasta cierto punto.

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Bundy
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 31 Dic 2023, 15:29

crespo escribió: 31 Dic 2023, 11:55 Prometo que en 2024 llevaré al día el Cont... Jaaaaajajajajajaja.

Con un bloc y un boli para llevar bien la cuenta, ya me vale.

¿Cómo una película tan obsesionada con algo tan inasible como es el gusto, como es "A fuego lento", de Tran Anh Hung, puede llegar a ser tan deliciosa y por momentos, tan sensual -sensorial, mejor- como filosófica? Magimel y Binoche combinan como dos ingredientes esenciales.

¿Cómo uno puede reírse a carcajadas en varios momentos, como nos sucedió ayer viendo "Fallen Leaves"? Es frialdad en la forma guarda el calorcito en su interior.

Y alguna más que me dejo.
Me estoy descojonando vivo porque justo las dos últimas películas que he visto han sido esas dos.
Luego ya cuelgo lo que quede, que en principio quiero rematar esto con una película muda o dos, pero sí, es alucinante lo que hace Tran Anh Hung moviendo la cámara alrededor (guiño aparte final a "A Quiet Passion").

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Bundy
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 01 Ene 2024, 09:53

188.-Real (Kiyoshi Kurosawa, 2013) – 7,5
Los temas familiares de la estética de Kiyoshi Kurosawa se vuelven más digitales que nunca en una especie de cuento orfeico en el cual un chico se introduce en la mente de su novia mangaka, la cual se intentó suicidar estando en coma. Hay una exploración del glitch y de lo que se denominaría uncanny valley a través de la imagería de aquello que imaginamos y es irreal, aunque también parte de las nociones estéticas y delirios de los mangas se inspiran parcialmente en Junji Ito por lo escabroso de las figuras que existen. Realidad e irrealidad mergen de forma constante a través de los efectos especiales y la distorsión del espacio, generando imágenes de tremendo impacto similares incluso a las de su cenit cinematográfico con Barren Illusions y Kairo. El problema es que a veces esa irrealidad se hace demasiado cutre, demasiado pastiche, y los momentos melodramáticos de Kiyoshi no siempre funcionan por mucho que Atsuko Maeda venda el cuento. Pese a ello, diría que es junto con Journey to the Shore lo más impactante que el director hizo la pasada década.

189.- Quest (Antonina Obrador, 2023) – 2,25
Me sabe fatal por todo el equipo implicado, pero creo que no he visto mayor caso de una película estéticamente perfecta a nivel de iluminación y con una serie de ideas a nivel estético bien trazadas, pero a su misma vez con el contenido que más rechazo me produce. La película busca claramente un enfoque actualizado de un cuento fantástico del Romanticismo, pero es incapaz de situar un emplazamiento histórico y temporal y las ideas que da el guion son entre inanes y pírricas, volviendo todo esto en un espectáculo vacío que no me ha gustado nada. Una auténtica pena.

190.- El viento se levanta (Hayao Miyazaki, 2013) – 8,25
La mejor película en mi opinión de Miyazaki. Un biopic de un famoso aviador que, aún con sus elementos modificados, acaba haciéndose demasiado corta para lo que pretende. Aunque no tiene el espíritu innovador y arrebatador de The Boy and the Heron, El viento se levanta es un trabajo impecable a la hora de retratar el caos y la fluidez del movimiento en todas sus tensiones de cabo a rabo. Para mí hay elementos modificados que creo que existen para acortar el metraje y darle un final satisfactorio, pero sabiendo la historia final da rabia que partes de la historia más interesante de Jiro Horikoshi, que es el propio desastre que observa en la guerra, la catástrofe de la aviación, su posición sobre esta contra el ejército y la construcción final de un avión de pasajeros -pensaba que iría por ahí cuando mostró al duque. Al final, aún siendo un coitus interruptus brutal, el resto es sumamente satisfactorio.

191.-Sobre todo de noche (Víctor Iriarte, 2023) – 6
Un debut que empieza siendo impecable y se va deshinchando progresivamente. La historia en sí es un noir que aprovecha el tema de los hijos robados, creando a partir de aquí una línea entre el drama maternal, el noir conspiranoico y otros. Creo que hay una serie de momentos que me han recordado levemente al Godard de 2 o 3 cosas que dije de ella y otros de sus trabajos en donde la voz en off acaba intercalando información con composiciones muy marcadas y el audio, bien sea a nivel de banda sonora (entre María Arnal y Maite Arroitajauregui se han cascado de las mejores composiciones que he escuchado en cine este año), o bien sea mediante montaje. Hay una direccionalidad bestial, una concisión de ideas y una virulencia sobre el paisaje decadente en España que, una vez se llega al relato maternal, la película va perdiendo progresivamente fuerza hasta que, cuando retoma la parte final, parte de la magia y el arrebato inicial se han deshinchado por el camino. Toda la contundencia inicial ya ha perdido fuelle porque el guion se entretiene demasiado cuando la línea contraria ha sido ir a piñón, y la parte final también adolece de lo mismo.

192.-Yakuza Graveyard (Kinji Fukasaku, 1976) – 7,5
Redonda de principio a fin, Yakuza Graveyard es una película que parece caótica pero dista mucho de serlo, pues su estructura, similar a la de The Master, es la de un policía que, además de ser paria, no es un pelota atado a un bando corrupto en específico. Fukasaku aplica esa fórmula a un guion cuyo protagonista va dando tumbos e intenta encontrar su mundo entre la corrupción institucional y los parias inmigrantes que tienen más honor y viven en el mundo organizado. El trabajo de cámara, pivotal en ello, es el puente ideal entre el cine de las Nuevas Olas y lo que luego representará el cine de acción hongkonés: loco, lleno de giros, sacudidas y movimiento cámara en mano, que baila a su vez alrededor de todo un caos tan coreografiado como bien llevado. Si acaso, el problema es que a veces se pasa de rosca, tanto en el descontrol a nivel de cámara y fotografía como a nivel de guion. Y luego, creo que hay una cierta misoginia muy redirigida que no me acaba de gustar, quizá por la crudeza de todo, aunque creo que viene a razón de intentar trasladar el espíritu de los años 70 en Japón a través de las películas de yakuzas, cuando las luchas sindicales continuas empezaron a fallar y se produjo un síntoma no muy distinto a lo que pasó cuando Mayo del 68 cayó, algo que, cuando lo piensas, cobra mucho sentido por el mimo en que el guionista documentó la realidad de los años 70, tanto de las bandas como sobre todo de los inmigrantes y los parias.
Por cierto, el BluRay de Radiance no está nada mal.

193.- Garoto (Julio Bressane, 2015) – 7
Una película de amor entre chavales dividida en tres partes estructuradas por el impacto de un hecho dramático de impacto. Me ha recordado mucho a Raúl Ruiz por la mezcla de temas desde un prisma aparentemente sencillo y cándido, pero que esconde una intensidad fuerte. A falta de presupuesto de nivel, Bressane tira de imaginación para retratar la intensidad de un enamoramiento entre dos jóvenes, uno de ellos siendo un protagonista mudo (me ha parecido muy cogido de los videojuegos esto), y la dilatación en el tiempo de más de un plano y de dos le da una dimensión dramática mucho mayor que otros cineastas ya quisieran. En todo caso, me fascinan en general los 10 minutos finales, aunque en mi opinión todos esos momentos de paseos a veces acababan haciéndose demasiado cargados. Sin embargo, lo que no puedo negar es la enorme creatividad que Garoto tiene con tan pocos medios y con una plasticidad impresionante, sobre todo usando el montaje y los planos subjetivos de la forma en que se hace.

194.- Robot Dreams (Pablo Berger, 2023) – 6,75
Es una película que empieza fortísima, mezclando lo referencial con el juego con la narrativa entre lo que sucede en el fondo y lo que sucede en primer plano, pero desgraciadamente luego la película se va deshinchando para lo profunda, compleja y poderosa que es en lo visual (lo colorida que es y lo triste que puede ser dentro de la viveza que hay por cómo va completando el bosquejo de las relaciones sociales y su uso). Dicho esto, creo que es una de las pocas películas que me hubiera acabado pareciendo mucho más buena si hubiese acabado mejor, pero aun así y pese a decepcionarme un poco tiene momentos que no duda en tomar muchísimas referencias (de más explícitas como las de Buster Keaton y Yoyó a otras menos claras o más de pasada como Dreyer o diría incluso alguna película de Disney).

195.-Educación sentimental (Júlio Bressane, 2013) – 7
Una película que otrora parece de otro tiempo, pero que resulta revolucionariamente contemporánea incluso después de pasada una década. A través del juego de miradas, de perspectivas e incluso de materiales (el juego con el foco y el montaje usando material fílmico y fotográfico es una delicia estética, como aquellos trucajes en que Bressane usa la luna), Bressane establece un juego cómplice de una relación sentimental en donde la mujer, fascinada y atraída en varios planos por un chaval cuasi imberbe, lo seduce y atrapa como si de una mantis religiosa y caprichosa se tratase. Lo más brutal es el continuo tono enigmático, pero ligero, que existe sobre todo a través de los diálogos, el cual contrasta con todos esos momentos de danza que, como ha atado bien un crítico, parece más el baile de apareamiento de un pájaro, o un hechizo de una bruja, eso sí, con el cachondeo que Bressane dispone y que ya vi en Garoto. Mención aparte merece que, a su vez, Bressane disponga una serie de tomas falsas que permitan descubrir parte de los enigmas de la película, bien sean de puesta en escena, bien sean de la propia historia y su conclusión (ya intuida y más oscura). Sin embargo, me pasa con los momentos de danza de esta, así como los momentos finales, lo mismo que con Garoto y sus larguísimos paseos: acaba haciéndose más peñazo de lo que desearía para tantos destellos de genialidad que tiene la película.

196.- The Unknown (Tod Browning, 1927) – 7,5
Una película de terror contada como un cuento fantástico clásico, solo que en este caso es muy realista. La idea de usar las manos como síntoma del abuso (metiendo una cuña sutil) y de los celos y el deseo de poseer a Nanon es una genialidad en tanto que se permite también introducir una dualidad que funciona muy bien. Frenético como pocos, la obra de Browning incorpora un cóctel de body horror, melodrama pasional y cine negro que funciona muy bien para cuando estalla la parte final. No todo tiene el impacto o la ejecución perfecta (creo que el clímax es un poco decepcionante en parte), pero el desarrollo de la trama y la deliciosa irónia del descubrimiento hacen de esto una joya del mudo en lo que se refiere al terror.

197.-Des filles en noir (Jean-Paul Civeyrac, 2010) – 8
Quizá es la mejor película, a falta de ver otras como la de Bresson (Una femme douce) que hable del sucidio y además lo haga con esa contundencia y virulencia.
Había visto ya en su día A travers la foret, que trata de un tema similar desde una vertiente surreal cuasi fantástica. En este caso, aquí no hay tanto artificio e ilusión técnica buscando representar un más allá, y decide filmar un entorno urbano embrutecido y decadente en donde no hay ningún asidero salvo el que dos amigas se ofrecen la una a la otra. Hay una exploración sincera del suicidio y de las condiciones del entorno que se producen en general gracias al blocking y a buenos movimientos de cámara lentos para reposicionar sujetos y objetos, aunque la parte sorprendente se produce a partir del giro y se confirma con contundencia y efectividad el giro hacia la nada final y un último tramo que me parece muy bueno y complementa la primera parte: después de tener dos adolescentes cagándose de las pretensas de otros seres humanos en un entorno capitalista (o en la vida adulta), viene la constatación final de una ironía sin gracia, más hiriente que cómplice con el espectador. Se podía haber caído en el efectismo puro o en el nihilismo más absoluto, pero la forma descarnada (por mates, por el uso del blocking, por el juego con los mensajes y los paralelos) en que Civeyrac cuenta un tema tan espinoso me ha sorprendido para bien.

198.-Autrement, la molussie (Nicolàs Rey, 2012) – 8,25
La genésis de Autrement, la molussie es bastante curiosa. Rey decidió establecer varias bobinas rodadas en aparente orden, pero decidió experimentar desordenando esas cintas. Las 9 partes, divididas en sendas bobinas, alteraban el orden de las mismas con cada proyección, lo que hacía que cada grupo de personas que iba a ver la película la experimentase de formas muy distintas. La película en sí tiene una serie de anécdotas sobre Molussia en las que la historia, la condición humana y socioeconómica y las distintas opresiones hacen intersección a lo largo de los relatos, con un interludio que hace de bloque “mudo” entre las mismas. Creo que la carcasa y génesis del experimento puede ser la base para hacer un cine totalmente único y revolucionario (por la falta de contingencia de la estructura y coherencia dramática, siendo Autrement, la molussie como una serie de relatos que se pueden ordenar de la manera en que uno prefiera), pero el resultado, pese a destellos de genialidad tremendos, tiene ciertas partes que acaban cayéndose por su peso.

199.-Speculum (Richard Asrowan, 2014) – 3,5
200.-Fallen leaves (Aki Kaurismäki, 2023) – 8,75

Fallen leaves será para mí esta década lo que fue Yourself and Yours la anterior. Es un destilado enriquecido en lo técnico de todo lo que el director finés ha hecho hasta ahora, y, a su misma vez, una comedia romántica muy sencilla que funciona por contraste entre lo horrendo y depresivo (las relaciones laborales con jefes despóticos e idiotas que se creen que heredarán la empresa, la guerra de Ucrania en la radio -imagino que por esa relación parcialmente hostil que Finlandia y Rusia se profesan en lo histórico) y los momentos de breve calidez que encontramos en los otros, que se ven en

201.- Manhatta (Paul Strand, Charles Sheeler, 1921) – 6
Una oda a Nueva York usando de base el poema “Manahatta” de Walt Whitman, y filmando la ciudad desde las alturas, bien en panorámica y sus entornos, alabando en la distancia el bullicio y las estructuras urbanas de la ciudad, su majestuosa modernidad (entendida desde el fulgor de los locos años 20). No tiene mucho más que una labor de oda que se antoja muy promocional e idealista, aunque hay encuadres tremendos dentro de un montaje trabajado, pero tampoco reseñable.

202.-La passion de Dodin Bouffant (Tran Anh Hung, 2023) – 7,75
La sorpresa del año junto a Saint Omer. Una película tan epicúrea como sensual, en la que el inicio es tan atrevido que si no fuera por precedentes anteriores sería hasta extraño. Esta es una película sobre cocina, pero también sobre el amor, y como ya ha dicho crespo, es sorprendente que a través de los movimientos de cámara y del trabajo con los actores se consiga un ritmo lento, una danza no solo de la vista y de la cámara sino que también emule el gusto y las compañías en una mesa. Si bien soy fan parcial de las escenas con luz natural por la noche, y tampoco soy fan del título A fuego lento, este es un trabajo que funciona muy bien porque juega siempre en clave sutil, con pocos gritos, con mucha agudeza (de guion y visual, el trabajo de fotografía con la iluminación está bien pensado y ayuda mucho la planificación de toda la película) y con un tempo que consigue ponerse por encima de los tics de la época, que no es otra que la iluminación natural y la obsesión por montajes rápidos y cortos. Aquí hay más calma, más tono reposado y más intencionalidad de la que parece, con el golpe final que es esa panorámica que cierra la película. Muy buena.

203.- The Docks of New York (Josef von Sternberg, 1928) – 8
Una película potentísima en la que Sternberg demuestra unas habilidades a la hora de montar y de componer planos que aquí alcanza un parangón brutal. Su principal defecto es que la película va demasiado al grano, siendo incapaz de generar la digestión que von Sternberg luego imprimirá a trabajos tan brutales como Morocco. Me ha sorprendido por cómo consigue construir y mantener la tensión hasta el último momento, y cómo también está la escena de la boda, con esos contrastes tan acentuados e irónicos entre la posición del cura, la de los dos esposos y la de los maridos, así como también varios zoom ins y outs moviendo la cámara en enormes decorados que, en tres ocasiones, marcan muy bien la evolución de la historia.

Con esto sería todo. Mis películas favoritas este año han sido:

Barque sourtant du port (Louis Lumière, 1895)
L'arroseur arrosé (Louis Lumière, 1897)
La petite fille et son chat (Louis Lumière, 1899)
Les vampires (Louis Feuillade, 1915)
Shoes (Lois Weber, 1916)
Praesidenten (Charles Theodor Dreyet, 1919)
Ogin-sama (Kinuyo Tanaka, 1962)
Arrebato (Iván Zulueta, 1979)
A pool without water (Koji Wakamatsu, 1982)
Amsterdam Global Village (Johan van der Keuken, 1996)
Sweet little lies (Hitoshi Yazaki, 2010)
Drug War (Johnnie To, 2012)
The place where the sun sits (Hitoshi Yazaki, 2014)
Sueños para Eva, parte 1 (Claudio Sodi, 2022)
Fallen leaves (Aki Kaurismäki, 2023)

En cuanto a los estrenos, estos han sido para mí los mejores:
Fallen leaves (Aki Kaurismäki)
Cerrar los ojos (Victor Erice)
La passion de Dodin Bouffant (Tran Anh Hung)
La imatge permanent (Laura Ferrés)
The boy and the heron (Hayao Miyazaki)
Saint Omer (Alice Diop)
No Bears (Jafar Panahi)
Decision to leave (Park Chan-Wook)

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Martin Eden
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Re: Contador de películas 2023

por Martin Eden » 01 Ene 2024, 20:22

Pues despedimos el 2023 con el clásico Top 10 de mejores pelis vistas este año:

Elvis (2022)
Retrato de una mujer en llamas (2019)
Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones (2023)
Guardianes de la galaxia Vol. 3 (2023)
Misión imposible: Sentencia mortal (2023)
The Creator (2023)
Los asesinos de la luna (2023)
El asesino (2023)
Napoleon (2023)
Una mala jugada (1998)
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Nivariablue
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Re: Contador de películas 2023

por Nivariablue » 02 Ene 2024, 15:00

En el 2023 vi:

1. Tesis / 1996 Amenábar.
2. Monty Python and the Holy Grail / 1975 Gilliam y Jones.
3. La Grande Bouffe / 1973 Ferreri.
4. The Little Shop of Horrors / 1960 Corman.
5. Alcarràs / 2022 Simón.
6. Strangers on a Train / 1951 Hitchcock.
7. Mr. Arkadin / 1955 Welles.
8. El hijo de la novia / 2001 Campanella.
9. The Apartment / 1960 Wilder.
10. Cinco lobitos / 2022 Ruiz de Azúa.
11. Un monde / 2021 Wandel.
12. Blue Velvet / 1986 Lynch.
13. Umberto D. / 1952 De Sica.
14. Dog Day Afternoon / 1975 Lumet.
15. Dogman / 2018 Garrone.
16. Le Charme discret de la bourgeoisie / 1972 Buñuel.
17. The Deer Hunter / 1978 Cimino.
18. As bestas / 2022 Sorogoyen.
19. The Fountainhead / 1949 Vidor.
20. El test / 2022 de la Orden.
21. Quo vado? / 2016 Nunziante.
22. The Lavender Hill Mob / 1951 Crichton.
23. Pleasure / 2021 Thyberg.
24. Adam's Rib / 1949 Cukor.
25. War Dogs / 2016 Phillips.
26. Insidious / 2010 Wan.
27. De veroordeling / 2021 Burger.
28. Arsenic and Old Lace / 1944 Capra.
29. Collateral Beauty / 2016 Frankel.
30. El embrujo de Shanghái / 2002 Trueba (F).
31. El último caballo / 1950 Neville.
32. Les Misérables / 2019 Ly.
33. Lamb / 2021 Jóhannsson.
34. Inexorable / 2021 Du Welz.
35. Tres 2021/ Giménez.
36. Amanda / 2018 Hers.
37. Das Cabinet des Dr. Caligari / 1920 Wiene.
38. Segunda piel / 1999 Vera.
39. La Corea / 1976 Olea.
40. The Producers / 1967 Brooks.
41. El cuarto pasajero / 2022 de la Iglesia.
42. Undine / 2020 Petzold.
43. Inga Lindström: Zurück ins Morgen / 2016 Witte.
44. Luz de domingo / 2007 Garci.
45. A Day at the Races / 1937 Wood.
46. Ninotchka / 1939 Lubitsch.
47. La gran aventura de Mortadelo y Filemón / 2003 Fesser.
48. 4 Latas / 2019 Olivares.
49. Carreteras secundarias / 1997 Martínez-Lázaro.
50. Cría cuervos / 1976 Saura.
51. Roma, città aperta / 1945 Rossellini.
52. The Man with Rain in His Shoes / 1998 Ripoll.
53. Match Point / 2005 Allen.
54. L'Amour flou / 2018 Bohringer y Rebbot.
55. Mon bébé / 2019 Azuelos.
56. El asesino de los caprichos / 2019 Herrero.
57. Knives Out / 2019 Johnson.
58. 800 balas / 2002 de la Iglesia.
59. Another Day of Life / 2018 de la Fuente y Nenow.
60. EO / 2022 Skolimowski.
61. L'Incroyable Histoire du facteur Cheval / 2018 Tavernier.
62. The Last Bus / 2021 MacKinnon.
63. The Quiet Man / 1952 Ford.
64. El mundo sigue / 1965 Fernán Gómez.
65. New in Town / 2009 Elmer.
66. Campeonex / 2023 Fesser.
67. Interdit aux chiens et aux Italiens / 2022 Ughetto.
68. The Prince of Tides / 1991 Streisand.
69. Bajo terapia / 2023 Herrero.
70. Los hijos de la noche / 1939 Perojo.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 03 Ene 2024, 01:44

451. Tromperie (Arnaud Desplechin, 2021) - 5,5

Adaptación de una novela de Philip Roth en la que el protagonista se llama como el propio escritor, potenciando el juego de espejos que propone la obra. Este hombre, autor casado, tiene encuentros con otras mujeres que denotan romances en presente o en pasado, pero lo cierto es que la puesta en escena y el montaje le da un aire evanescente a todo ello, hasta el punto de sugerir la posibilidad de que todo sea una invención del protagonista, lo que también explicaría las idealizaciones femeninas que nos presenta, o las conversaciones que alimentan su ego. Encontramos en ella esa tendencia a la constante verbalización y a los juegos narrativos que caracteriza el cine de Desplechin. Es una obra un tanto obsesiva, cuya acusada y lógica tendencia al artificio, a la falta de un sentimiento de realidad, termina dejando una cierta sensación de trivialidad.


452. Sono yo wa wasurenai (Kôzaburô Yoshimura, 1962) - 6,5

Otra mirada del cine japonés al trauma de la bomba atómica, a través de la figura de un periodista enviado a Hiroshima por su medio para realizar un reportaje con motivo del aniversario de su lanzamiento. Allí pronto descubre una población que sólo quiere pasar página, pero que también sufre en silencio las terribles secuelas de la radiación. Además encuentra a una fascinante mujer de la que se enamora, aunque ella misma guarda el secreto de su estado de salud. El film viene a ser así una llamada de atención ante una problemática que la sociedad tiende a esconder. Sus imágenes vuelven a demostrar el gusto estético de su director para componer en panorámico planos alejados del clasicismo visual, usando los márgenes del mismo o las angulaciones para desequilibrar la imagen y reforzar la sensación de trauma y la desubicación del protagonista. Pero por desgracia los momentos reveladores caen en un tremendismo tonal fuera de medida.


453. Seventh Code (Kiyoshi Kurosawa, 2013) - 5

Dentro del desconcierto que produce el desarrollo argumental de la hora escasa que dura esta película, al menos más de la mitad del metraje desde su inicio nos ofrece cierto misterio y sólo presenta el problema de que nos preguntemos por qué su joven y atractiva protagonista ha sido capaz de viajar hasta Vladivostok para buscar a un chico que conoció una noche en Japón, y por qué insiste en perseguirle ante las negativas de éste. Afortunadamente no se trata de un perfil antediluviano de chica colgada que haría cualquier cosa por su enamorado, pero el descubrimiento de esa circunstancia casi empeora la función y la termina llevando a una boutade pop. Al menos, podemos comprobar que la elegancia visual de Kurosawa sigue intacta en esta obra, con su recurso a panorámicas o travellings para darle continuidad y un ocasional aspecto coreográfico a la escena, también para trabajar el misterio de los espacios que rodean al cuadro visual.


454. Gli occhi, la bocca (Marco Bellocchio, 1982) - 6

Bellocchio se inspira en el suicidio de su propio gemelo (que trata en profundidad en su reciente documental Marx può aspettare) para construir esta historia que supongo busca también exorcizar demonios personales, y donde la resonancia especular se multiplica al utilizar a Lou Castel como su trasunto, pero en el papel de un actor que dentro de la diégesis había triunfado años atrás con la misma I pugni in tasca con la que lo hizo en la vida real, y que pasa por ser la opera prima de Bellocchio. Es un film bastante claustrofóbico, que ya empieza con el acto de introducirse en la casa familiar, espacio un tanto denso, pero todos los interiores acarrean su punto enervante. También tiene un generoso punto histérico, que proporciona en buena medida su protagonista, como si diera réplica a aquella celebrada labor interpretativa, dejando al film en un estado postraumático que incorpora el sentimiento de culpa de los personajes. Por supuesto, la familia siempre es un ámbito problemático, asfixiante, en el cine de Bellocchio.


455. I tre volti della paura (Mario Bava, 1963) - 5,5

Otro film que se abona a la tendencia ómnibus que "asoló" el cine italiano de los años 60, aunque en esta ocasión los tres cortes los dirige el mismo realizador. Son tres adaptaciones de relatos clásicos de terror bastante concentrados a nivel espacial. Empezando por la primera, que se sucede íntegramente en la casa de una mujer que recibe repetidas llamadas amenazantes. Lo más curioso del mismo es que sugiere con bastante explicitud una relación lésbica. Es además el único de los tres que se mueve en términos más o menos realistas. El segundo involucra a vampiros y el tercero a fuerzas sobrenaturales. Cierto que Bava es un director muy habilidoso para crear atmósferas, aprovechar la escenografía y generar misterio y suspense con su puesta en escena, pero la función se pone a veces un poco grotesca y es difícil concitar mucho interés en segmentos tan limitados en duración.


456. Gakusei romance: Wakaki hi (Yasujirô Ozu, 1929) - 5,5

Una de las varias comedias de estudiantes rodadas por Ozu en su etapa muda, nos habla de los intentos de dos chavales, uno de ellos especialmente caradura, para seducir a la misma chica. Es curioso cómo el poster de 7th Heaven, de Frank Borzage, preside las estancias del más granuja, como si fuera un comentario irónico a su impostado romanticismo. El problema del film es que su humor, abundante, es de lo más obvio y básico, igual que el interés de los personajes es muy limitado, sin alcanzar ninguna espesura emocional. Aunque por otra parte también podemos disfrutar de una sólida puesta en escena de Ozu, brillante en momentos puntuales como en la escena en la casa de empeños, resuelta sin enseñar el rostro de los personajes que participan en la misma.


457. The Scarlet Hour (Michael Curtiz, 1956) - 6,5

Noir que no por su tardía producción deja de abundar en los arquetipos femeninos más previsibles y manidos del género. Por un lado la femme fatale, aquí la joven esposa de un empresario a quien engaña con su más prometedor (y también joven) empleado y al que convence para tomar parte en una acción delictiva que les permitiría empezar de nuevo con dinero. Por otro lado, la secretaria del marido, devotamente enamorada del mencionado empleado y que muestra las clásicas cualidades casaderas. La integridad moral de los personajes se va revelando progresivamente precaria, incluso de algunos de los que no sospechamos. De todas maneras, el más interesante sigue siendo la mujer fatal, por su querencia por el control, el contexto de su pasado y su presente (lleva una pulsera que hace las veces de cencerro, una metáfora evidente que además se ofrece explicitada), y por su reacción ante la pérdida de ese control. De todas formas, todo resultaría bastante rutinario de no ser por la puesta en escena de Curtiz, tan medida en cada plano y dentro del montaje, y que nos regala algunas ideas visuales con sombras, recurso bastante habitual en su cine.


458. Lo straniero (Luchino Visconti, 1967) - 6,5

Adaptación bastante fiel de la novela de Camus que nos cuenta la consabida historia de un francés en la Argelia colonial que tras enterrar a su madre, inicia una relación con una joven, se hace amigo de un carácter dudoso y termina matando a un lugareño de manera inicialmente un tanto fortuita, tras un encontronazo con el amigo, por lo que es juzgado y condenado. La característica más definitoria de este hombre es su indiferencia ante el mundo que le rodea, ante las personas y los sentimientos que pudieran generar. Es una persona acomodaticia pero en realidad extranjera a todo. Salvando la secuencia del juicio, donde el uso del zoom que ya tenía lamentablemente encandilado a Visconti está fuera de control y le sirve para subrayar de manera un tanto burda, me gusta la puesta en escena de la película, cómo la cámara transita los diferentes escenarios por los que pasa el protagonista sin dejar mucho poso en ellos, salvo en la cárcel, o esa sensación de recurrente asfixia ante el calor del lugar.


459. Geschlecht in Fesseln (William Dieterle, 1928) - 6

La temática de esta película no deja de ser peculiar, ya que se centra en el deseo sexual de los encarcelados. Los protagonistas son un matrimonio que se ven obligados a separarse durante tres años cuando él es condenado tras golpear con resultado de muerte accidental a un hombre que se estaba propasando con su mujer. A uno y otro lado de los barrotes tienen que soportar esa forzada abstinencia, el hombre en compañía de otros abstinentes. Se diría que en la ficción no existe el onanismo, pero el caso es que algunos personajes se mueven en ocasiones al borde de la locura, y de ahí que piensen en automutilaciones, suicidio o sodomía. De hecho sorprende que las relaciones homosexuales bien poco disimuladas estén presentes en la película (quizás una razón por la cual el propio Dieterle interpreta al protagonista). El film me parece un poco pasado de vueltas, pero también es resultón a nivel visual.


460. Nuclear Family (Erin & Travis Wilkerson, 2021) - 6,5

Como en Did You Wonder Who Fired the Gun?, Wilkerson sigue expiando los pecados y traumas de su país, que al final son los suyos propios por herencia familiar. Este film traza un paralelismo entre el genocidio indio y el programa nuclear estadounidense, ambas manifestaciones de un destructivo militarismo, mientras se va de viaje con su familia por diferentes localizaciones que albergan silos nucleares, escenas punteadas por el uso de imágenes de archivo con ensayos. Su característica voz en off, grave y sutilmente ominosa, ayuda a darle esa misma pátina a la película. Algunas de las afirmaciones me parecen dudosas (como que Hitler parase tempranamente el programa nuclear alemán ante el riesgo de una reacción en cadena que acabase con la vida humana en la Tierra), pero no deja de ser una obra que impacta a través de la palabra mientras seduce e inquieta con la imagen, que a veces es tan sencilla como un campo medio abandonado.


461. Kids Return (Takeshi Kitano, 1996) - 7

El periplo de unos estudiantes que intentan abrirse camino fuera de la escuela es un retrato demoledor de la sociedad japonesa en manos de Kitano. Sus principales protagonistas son dos clásicos jichos que apenas acuden a clase, que le quitan el dinero a sus compañeros y que están causando problemas constantemente. Las circunstancias les llevarán a mezclarse en el mundo del boxeo y de la yakuza, lo cual siempre es peligroso. Pero tampoco lo tiene mucho mejor el compañero que se coge trabajo a tiempo parcial para sacarse un dinero (ante las apreturas que suponemos a su familia) y comprueba lo despiadado del mercado laboral. Y todo ello con un profesorado que no parece mostrar mucho interés o tener motivación para ayudar de verdad a estos jóvenes y al alumnado en general. Los mejor parados parecen ser una pareja de cómicos, supongo que un sarcasmo además de un guiño del propio Kitano a su carrera. La puesta en escena recoge lo implacable de las acciones, los golpes y palizas, los comentarios despectivos, los rechazos sentimentales, con la habitual depuración estética de su director, que pone la nota de calor humano en la relación entre los dos protagonistas.


462. The Last Warning (Paul Leni, 1928) - 5,5

Un misterioso asesinato durante una representación teatral da lugar a una whodounit que nos hace pensar también en un episodio de Scooby Doo, moviéndose entre el misterio y la comedia. Para tratar de averiguar quién es el asesino, un supuesto productor reúne a la misma compañía tiempo después y reabre el teatro cerrado desde el suceso, que ahora parece encantado por el fantasma del muerto, quien les exhorta por medio de mensajes para que abandonen sus planes. Es una obra bastante coral que nunca llega a desarrollar ningún personaje interesante. Por contra, está bastante trabajada a nivel visual y la función resulta entretenida.


463. True Friends (Mikhail Kalatozov, 1954) - 6,5

Un Kalatozov todavía bajo el yugo del realismo socialista entregaba esta luminosa comedia aventurera sobre tres amigos de infancia que se reúnen en su madurez para realizar el viaje fluvial que se habían prometido de niños. El elemento de crítica es la burocracia, ya que uno de ellos es un inaccesible oficial del sector de la construcción a quien sus compañeros, uno cirujano (que por supuesto tendrá ocasión de demostrar sus habilidades) y el otro criador de caballos (que aporta una historia de amor), quieren bajar los humos. Es un film muy cálido, simpático aunque su humor no siempre funcione (al menos traducido), con sus disfrutables momentos musicales y visualmente atractivo. Kalatozov siempre rueda en escenarios reales y podemos ver a los personajes subiendo a un edificio en construcción que domina Moscú, o en su precaria balsa en medio del Volga, siempre sacando gran partido de los mismos.


464. Reflection (Valentyn Vasyanovych, 2021) - 6

El escenario casi postapocalíptico en Ucrania que retrataba Atlantis parece ya más cerca de la realidad que de la distopía, y en su segundo film Vasyanovych prosigue con su lógica obsesión bélica, pero ahora acudiendo a las fases iniciales del conflicto. El protagonista es un médico divorciado que, quizás empujado por el ejemplo del padrastro de su hija y los comentarios de ésta, acude al frente como voluntario y allí es capturado. El director ucraniano vuelve a mostrar su gusto por los planos generales frontales perfectamente encuadrados con los elementos escénicos. Es muy curiosa la presencia casi constante en el primer tramo de ventanas o ventanales en simetría paralela a los planos que separan a los personajes del exterior o de otro espacio escénico diferente, como si hicieran un efecto pecera. La misma primera secuencia nos ofrece en primer término a las figuras progenitoras y tras una cristalera, a unos niños que comienzan una batalla de paintball, momento en que las conversaciones quedan ahogadas por el estruendo del impacto de la pintura en esos cristales. Ese efecto pecera es una de las varias metáforas más o menos obvias que utiliza el film, y este efecto se fractura justamente en la escena situada en la zona de conflicto cuando unos disparos destruyen el parabrisas del vehículo militar donde viaja el protagonista, de manera que la imagen le abandona a espacios cerrados y claustrofóbicos. Posteriormente volverá el efecto pecera, pero ya hay una turbación en el protagonista, quizás el shock postraumático, que le impide mantenerse ajeno del todo, como el rastro que queda tras intentar limpiar la mancha de ese pájaro que se estrella contra su ventana (y que sirve para más funciones alegóricas). También fuera de los espacios cerrados vemos un mundo que trata de mantenerse ajeno a lo que sucede, a los conflictos, mundo al que el propio protagonista aspira (llevándose a su hija a clases de equitación), y que también vemos por ejemplo en los jinetes que juegan al polo de fondo mientras una jauría de perros actúa en primer término. Por otro lado, ese aparente proceso de recuperar a su familia que lleva a cabo el protagonista desde la acción que ejecuta contra el padrastro, que se debería entender como piadosa pero que queda abierta a otras lecturas, puede sugerir un trasfondo todavía más siniestro que quizás permitiría ensayar una interpretación alegórica de la relación ruso-ucraniana, aunque es más probable que apunte hacia el lógico repliegue unitario (familiar en este caso) ante una amenaza externa. En todo caso se trata de una obra que, aunque oscura y severa, atesora una notable capacidad magnética a través de su atractiva propuesta estética y la tensión que genera su desarrollo argumental, pero también es cierto que en ocasiones se regodea sin disimulo y con la misma frontalidad que el resto de su metraje en el sufrimiento de los personajes. Entiendo que puede sentir la necesidad o la presión de retratar la crueldad del enemigo prorruso de manera muy gráfica y visible, pero también es verdad que la cotidiana simetría que encontramos en la escena del intercambio de prisioneros nos puede hacer pensar por extensión que en el otro bando se dan situaciones análogas. Tendría sentido en una obra que denuncia un conflicto para el cual no queremos mirar, o hacerlo desde la profiláctica pecera.


465. Cerasella (Raffaello Matarazzo, 1959) - 6

Matarazzo se decantaba en esta ocasión por una comedia cuyo título es el nombre de la joven que escapa de su boda en la primera secuencia y se enamora de un joven a quien cree pobre como ella. Los intentos de su hermano y novio formal para que retome el planeado casamiento proporcionan la principal fuente de un humor a menudo demasiado básico y que funciona mejor asociado al comportamiento de la propia protagonista, que se podría tomar por caprichoso pero que es más producto de una deseada independencia. Film muy luminoso en el que luce mucho la veraniega localización del pueblo costero donde transcurre una historia siempre en movimiento, plena de acción, y que también se hace simpática y acogedora.


466. Le coeur noir des forêts (Serge Mirzabekiantz, 2021) - 6,5

Esta historia sobre dos adolescentes habitantes de una casa de acogida obsesionados con formar una familia desprende un intenso tufillo a alegoría cristiana de la Sagrada Familia, inevitable al contemplar el último plano del film. De hecho, el chaval, como José, ni siquiera es el padre biológico de la criatura, ya que cuando le propone a la chica huir al bosque y concebir allí a un niño, no sabe que ella ya está embarazada. Son personajes traumatizados por el abandono y con una profunda necesidad de construir y pertenecer a una familia. Hay algo de película de supervivencia en esa aventura en la naturaleza, pero el tono que predomina es el misterioso, la amenaza y la oscuridad. Me gusta la narración y el retrato de los personajes, siempre proporcionando los suficientes asideros al espectador pero sin resultar obvio ni sentimental. Son criaturas de acceso emocional difícil, y la película no se toma atajos.


467. Rock Bottom Riser (Fern Silva, 2021) - 6

El origen volcánico de Hawaii encuentra en este curioso documental un carácter casi existencial y un nudo que ata una serie de cuestiones variadas, desde geológicas y astronómicas, hasta históricas o mediáticas, de lo más pequeño y anecdótico a lo más inabarcable e insondable. Ese contraste que ofrece el magma entre la belleza y la muerte parece reverberar en parte del metraje, hasta esa imagen final de una increíble ola cabalgada por un surfero. Es una obra muy ecléctica, capaz de entretenerse un buen rato con unos tipos que hacen virguerías con el humo del tabaco, pero de una indudable capacidad magnética.


468. Where Is Anne Frank? (Ari Folman, 2021) - 6,5

Folman utiliza la historia de Anne Frank para interrogarse en presente sobre cómo se trata en Europa a los inmigrantes, un afortunado paralelismo que actualiza la vigencia de una figura y una obra a las que su uso y abuso ha terminado convirtiendo casi en materiales para alimentar el consumismo de nuestra sociedad. El giro poético de su narración es corporeizar en nuestros días a Kitty, el nombre que la propia Frank daba a su diario como interlocutor de sus escritos, erigida en un baluarte del espíritu que anidó su creación. La narración en todo caso no se olvida de relatar la trágica historia de la joven autora, con menciones a algunos de los episodios de su obra. La animación es atractiva, con diseños muy potentes como los de las figuras nazis, igual que la banda sonora (suele ser garantía en las películas de Folman). Es una pena, de todas maneras, que el final sea tan buenista, aunque entiendo que, especialmente para una película de dibujos animados que trata de apelar a casi todos los públicos, otro cierre más realista podría haber sido demasiado deprimente.


469. Agit (Yilmaz Güney, 1972) - 7

Tiene mucho de western esta historia sobre un grupo de contrabandistas que trata de sobrevivir en las montañas otomanas a la presión policial, a la traición y a la delación. Es un relato en el que la pura acción sucede fulgurante mientras que el grueso de la narrativa descansa sobre la espera, sobre la tensión que se acumula antes de la "tormenta". Un poco en la línea del cine de Mann donde los escenarios determinan el tono que va tomando la película, ninguno resulta más impactante y visceral que ese pueblo casi destruido por las constantes avalanchas de rocas que sufre, el hogar perdido de su protagonista. Es una vorágine destructiva que alcanza a todo el espectro social que nos muestra el film, hasta su misma última escena, y que denota una sociedad convertida por las circunstancias en depredadora y carroñera. Hay algo casi atemporal en los perfiles humanos que ofrece, sensación que se quiebra con la aparición de la pareja que compra los objetos de contrabando, personajes que parecen salidos de otro universo, un mundo expoliador trivial e insensible a las consecuencias de sus actos.


Un saludo.

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 03 Ene 2024, 17:34

Cierro con la estadística.

Películas vistas por décadas:
20s 38
30s 55
40s 18
50s 38
60s 44
70s 44
80s 37
90s 20
00s 7
10s 22
20s 146

Países con más películas vistas:
1. Estados Unidos: 91
2. Japón: 52
3. Francia: 49
4. Reino Unido: 34
5. Alemania: 27 (incluyendo 10 de la RFA y 1 de la RDA)
6. URSS: 23
7a. Italia: 17
7b. Argentina: 17
9a. India: 16
9b. España: 16

Directores con más películas vistas:
1. Christine Molloy & Joe Lawlor: 6
2a. Teinosuke Kinugasa: 5
2b. Adoor Gopalakrishnan: 5
2c. Martín Rejtman: 5
2d. Rodrigo Moreno: 5
2e. Kôzaburô Yoshimura: 5
7a. Basil Dearden: 4
7b. Marco Bellocchio: 4
7c. Zhang Lu: 4
7d. Michael Curtiz: 4

Top-10 películas vistas este año:
01. Bread (Nikolai Shpikovsky, 1930)
02. No Path Through Fire (Gleb Panfilov, 1968)
03. Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023)
04. Die Frau, Nach Der Man Sich Sehnt (Curtis Bernhardt, 1929)
05. Akane-gumo (Masahiro Shinoda, 1967)
06. Ryakushô renzoku shasatsuma (Masao Adachi, 1969)
07. Arsenal (Aleksandr Dovzhenko, 1929)
08. Kodiyettam (Adoor Gopalakrishnan, 1977)
09. Fallen Leaves (Aki Kaurismäki, 2023)
10. Retratos fantasmas (Kleber Mendonça Filho, 2023)

Un saludo.

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