El seseo ya no se considera hablar mal y el no utilizar las formas perfectivas con el auxiliar haber está plenamente aceptado en la lengua escrita, pues no es una cosa solo de Galicia sino de toda América.Heidegger escribió: ↑24 Feb 2024, 21:47No es necesariamente así. Aunque pueda existir una motivación romántico-nacionalista como base del proceso de estandiración de una lengua, sobre todo en el caso de las lenguas que vivieron sus procesos de estandarización en los siglos XVIII y XIX, esta no es condición sine qua non para que dicho proceso se produzca. El trabajo de estandarización lo realizan lingüistas y filólogos, los cuales no tienen por qué compartir la existencia de una identidad unívoca entre lengua y nación. En el caso del gallego, por ejemplo, sí existe consenso en lo tocante al gallego como la lengua histórica propia del territorio llamado Galicia —lo cual no deja de ser un hecho objetivo—, pero aceptar este hecho no excluye el español como parte del contexto sociolingüístico de este territorio. Quiero decir con esto que no todos los actores que han participado en la estandarización del gallego comparten la idea de que el español debería ser excluido de Galicia. En el caso del gallego, los procesos de estandarización han provocado, y siguen provocando, múltiples discusiones, parte de las cuales tienen mucho que ver con la norma ortográfica.el mc escribió: ↑24 Feb 2024, 20:09 Es un tema interesante.
Yo creo que a Joe le molesta que su lengua se estandarice en un dialecto que no es el suyo, y le molesta todavía más por las connotaciones políticas que ello conlleva: el nacionalismo europeo que identifica lengua y nación y así, si en un lugar se habla catalán, es parte de la nación catalana. Así suceden cosas ridículas como llamar a la misma lengua con nombres distintos, como en la antigua Yugoslavia (y en este caso lo más gracioso es que todos utilizan un estándar similar, que a veces está alejado de los dialectos que más se hablaban en cada sitio, pero era el que habían aprendido).
No creo que a Joe le molestase que se estandarizase su lengua utilizando su habla como base. Y supongo que si el estándar catalán fuera el mallorquín a Lightning no le gustaría tampoco. A mí siempre me ha parecido interesante este tema que aporta Joe al debate.
Quizás si se eliminase o redujese la identificación entre lengua y nación habría menos resistencias, aunque siempre las habrá porque siempre habrá quién piense "por qué mi forma de hablar es peor que la que se toma como estándar".
Por eso, en castellano se ha acabado adoptando un estándar pluricéntrico, enn el diccionario de la RAE salen las conjugaciones rioplatenses, además de palabras que solo se utilizan en algunos sitios y se aceptan sus rasgos gramaticales. Hubo una épocaen la que no fue así, y fracasó bastante. No sé si eso se podría hacer con el catalán, si es que no se ha hecho.
A esto hay que sumarle que la creación de una norma estándar es siempre, por definición, un proceso artificial, puesto que lo que se intenta es crear ad hoc una norma común que resuma las características dialectales generales de una misma lengua. Por este motivo, siempre habrá hablantes descontentos con alguna de las decisiones que se tomen. Ha pasado con el finés, el euskera, el español y, por supuesto, con el catalán. Todos los lingüisticas que trabajan esta última lengua, por cierto, asumen como un hecho probado que el idioma hablado en Valencia, las Islas Baleares y Cataluña es el mismo. Los argumentos que sustentan esta afirmación son lingüísticos y filológicos, no políticos. Sobre esto ya se ha hablado en este hilo, así que no voy a repetirme.
A la RAE no le ha quedado más remedio que adoptar una perspectiva pluricéntrica, solo faltaría. De todas formas, pese a que acepte la existencia de distintas variedades dialectales, todas ellas con sus variaciones correspondientes, sigue defendiendo, por ejemplo, la existencia de un estándar fonológico concreto, el cual es tomado como base de los procesos de aprendizaje de la lengua española. Este hecho sigue generando situaciones de diglosia estructural ligadas a ciertos discursos y actitudes que, grosso modo, derivan en la idea de que en muchas zonas hispanohablantes "se habla mal" —puesto que en estas zonas no se respeta la norma fonológica estándar—. De hecho, muchas de las variaciones gramaticales que se pueden localizar en Sudamérica, o incluso en la península ibérica, son consideradas como "desviaciones de la norma estándar". Se aceptan como tales en el habla coloquial, pero no en la lengua escrita —es el caso de la no utilización de formas perfectivas con el auxiliar haber en el español de Galicia, por ejemplo—.
El pluricentrismo español es más entre los distintos países que a nivel regional, eso es cierto (como en muchas otras lenguas que se hablan en varios países, diría). Aquí llamamos acento argentino al rioplatense y si te vas al noroeste de Argentina no hablan así.
Solo faltaría, claro. Mi pregunta es, ¿el estándar catalán es pluricéntrico o lo que se habla en Mallorca se considera incorrecto cuando se desvía de este estándar? De eso se quejaba Joe el otro día hablando del examen oficial de catalán (en el DELE no te quitan puntos por escribir "nunca fui" y siempre hay textos o audios latinoamericanos).
Pregunto, porque no lo sé. ¿En Cataluña se enseñan los artículos mallorquines como artículos de la lengua catalana que también son correctos?
Nada tiene que ver eso con que los lingüistas digan que es la misma lengua y todo eso que te gusta contar y que nadie ha discutido.
(Edito: y aunque todos tenemos claro que es la misma lengua, en todas las páginas web de ministerios y organismos del Estado hay una versión en catalán y una versión en valenciano, ¿por qué?).
Por último, evidentemente hay criterios lingüísticos técnicos, pero también políticos en todo esto, y en la definición de los estándares. Es innegable la importancia política del impulso y la estandarización de las lenguas y es innegable la identificación de lengua y nación en Europa (no tanto en otras partes del mundo).
Evidentemente, eso no quiere decir que todos los lingüistas están al servicio de un programa político nacionalista, pero todo proceso de construcción nacional tiene, desde luego, lingüistas a su servicio (y desempeñan un papel muy importante), igual que tiene historiadores y otros eruditos de las ciencias sociales.