Copa Korac 1980-1981
Capítulo XVIII - Las crónicas de la final al día siguiente de la final 20 marzo de 1981
Viernes 20 marzo de 1981, Página 1
.En portada: Con foto del capitán de la Penya, alzando la Copa Korac
105-104: EN LA PRORROGA CAYO EL CARRERA
¡¡La Korac, para el Joventut!!
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Viernes 20 marzo de 1981, Página 2
Milagro en Korac
105-104: Joventut campeón en un partido de infarto.
¡Qué partido! En un final dramático, el Joventut de Badalona logró adjudicarse a Copa Korac. Hazaña para el club catalán, en su primera final europea, gestada tras haber sabido dominar la prórroga de cinco minutos del encuentro y por la mínima diferencia (1O5-1O4). De esta manera, el doble duelo entre equipos españoles e italianos en las finales de Recopa y Korac se ha saldado con una victoria por bando.
Pero para, llegar a ésta, que figurará en la cima del espléndido palmarás de la entidad verdinegra, hubo que poner en la pista toda la fe, las ganas y las ilusiones que tiene el equipo de Manel Comas. Dominado a sólo dos minutos del final de los 40 minutos por ocho puntos (82-90 el Joventut logró el empate a 92 en el segundo final.
Fue la jugada decisiva. En pleno acoso badalonés a 26’’ del pitido final, Germán cometió falta. El entrenador del Carrera, equipo que vencía por 90-92, ordeno sacar de banda. Tiro Dalipagic raboteó Haywood pero el balón no entró. Salió la pelota fuera, a 1 del final. Saco Germán sobre Galvin y éste, sin pensárselo, lanzó desde diez
(Sigue en página nº 3)
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(Viene de la página nº 2)
metros; la entrada del balón y el pitido final coincidieran. De nada servirían las protestas italianas.
Esa canasta de Galvin pasará, sin duda., a la historia del basket español.
Factores decisivos
Para llegar a la misma, sin embargo, muchas cosas tuvieron que suceder.
La primera, la excelente defensa montada por el entrenador badalonés, que mantendría todo el encuentro: una zona mixta, con un hombre pegado a Dalipagic, el peligroso lanzador del Carrera.
Al principio, Skinner, hasta el minuto 9 (16-22 para los italianos); luego, en cuanto Delgado suplió a Santillana, fue aquel quien se encargaría de Dalipagic. En esa labor no sería relevado hasta cinco
UNA CANASTA DE GALVIN, EN EL SEGUNDO FINAL, FORZO UNA PRORROGA DRAMATICA
minutos antes del final de los cuarenta, cuando Santillana le suplió (72-74). El poder frenar a Dalipagic —quien pese a todo anotó 25 puntos y tuvo una espléndida racha en la segunda mitad— fue básico para la suerte del partido.
También lo fue la actuación del negrito Haywood, la gran estrella del conjunto de Venecia. Precedido de una gran fama (varios años en profesionales, tras haber deslumbrado en los JJ.00. de 1968, México), Haywood mostró su clase en acciones aisladas, pero fue irregular. Anotó 30 puntos, cazó rebotes... y sin embargo en los momentos decisivos fue quien perdió dos balones claros o cometió tres veces pasos. Sin duda, en la fase final—y en la prórroga— Haywood pareció casi una ventaja para la Penya.
Sólo cuatro hombres…
Jugó el Carrera como se esperaba, a «grosso modo». Su fuerza la basan en el aspecto ofensivo, mientras que en defensa (siempre individual, hasta la segunda mitad. en que pasaron a la zona) flojearon más, pese a tener esa dureza característica de los equipos italianos. Dureza que, por cierto, los árbitros supieron cortar, cosa que no agradó a los de Venecia.
Mal llevado por sus bases, el equipo se redujo a poco más de tres hombres. Aparte de Haywood y Dalipagic, tan sólo Della Fiori (en la primera mitad y en la prórroga) y. Serafini, un arrollador pívot, en la segunda hasta que fue eliminado. Lo demás, casi nada. El Carrera es pues, un claro ejemplo de conjunto basado en un par de “superclase” y un relleno de menor calidad.
Pese a ello, el Carrera pudo ganar el partido. Si en la primera mitad logró hasta 8 puntos de ventaja (14-22) en la segunda volvió a contar con sustanciales márgenes de 7, 8-y 9 puntos (72-77, 80-89 y 82-90). Su falta de mentalización, el jugar, un tanto por libre y los errores de Haywood pesaron más que los aciertos de Dalipagic y Della Fiori.
De Skinner a Sagi Vela
En el Joventut, un hombre en cada tiempo, Skinner en el primero, con un juego alegre que rompió a los italianos, y Sagi Vela en el segundo. No. obstante, el base americano flojeó mucho en la parte final, abusó del, individualismo y de tirar sin razón y acabó en el banquillo. Skinner fue el gran «ausente» de la gloria badalonesa. Por su parte, Sagi Vela sé erigió como conductor y al mismo tiempo anotador.
Junto a ellos, la confirmación de lo que vale ‘Galvin. Peleó siempre, colocó seis tapones, cazó diez rebotes y logró la canasta del empate decisivo. Es un jugador de «oro» para el conjunto badalonés. Con una constancia total y una seguridad, apabullante. Margall actuó pleno de aciertos y Delgado, sacrificado en el marcaje a Dalipagic, estuvo a su nivel. Germán salió en los minutos finales y pese a su
Haywood y Dalipagic no le bastaron al Carrera
juego alocado fue un revulsivo para sus compañeros.
Queda Santillana. No estaba satisfecho el capitán badalonés de lo que ha significado para él este partido. Anduvo vacilante al inicio y Comas le sentó, en el minuto 9. Regresó a pista en el 35 y salió eliminado en el 41. Pero estuvo en los momentos decisivos: aquellos en que el Joventut supo dar la vuelta a un partido que parecía tener irremisiblemente perdido. Y con ello forzar la prórroga.
Polémica final
Cinco minutos de infarto. Que finalizaron casi en tangana. En el segundo final, un lanzamiento de Della Fiori era sacado por Galvin sobre la propia cesta. Los italianos reclamaron airadamente canasta, pero los árbitros no hicieron caso; la pista se había llenado ya’ de seguidores de la Penya, eufóricos ante aquel éxito histórico de su equipo. ¿Fue o no canasta? Para nosotros, no.
Antes, durante cuatro de los cinco minutos de la prórroga, todo parecía apuntar a un triunfo del Carrera. Su ventaja osciló entre los dos y los cuatro puntos (94-98, 96-100, 100-104). Por suerte, Haywood estaría para ayudar a los badaloneses. Por dos veces los árbitros cortaron su avance por haber cometido pasos y a 1‘08’’del final, entre .Galvín y Sagi Vela habían colocado por delante al Joventut (105-104).
Y, de nuevo, el negro americano del equipo de Venecia: volvió a ser clave. Perdió un balón, a 37”para acabar el tiempo, lanzándolo fuera. El Joventut congeló, renunciando a forzar la entrada, pero el tiro de Germán, con 6”aún, no entró. Contra ataque del Carrera que acabó con la polémica jugada, de’ Della Fiori - Galvin.
Sagi Vela fue uno de los artífices del éxito badalonés.
Con ella, la victoria para el Joventut. Un triunfo histórico, logrado a base de coraje y deseos en un partido dramático que rozó las cotas más altas de la espectacularidad. La Penya tiene ya en su historia una fecha inolvidable, la de ayer jueves.
Xavier VENTURA
Reportaje gráfico:
Garcia
MONSERRAT y
Tony CASTELLA
F I C H A T E C N I CA
JOVENTUT 105 (48-44- 13). — 41 canastas transformadas de 87 intentos. 23 tiros libres de 25 - 5 repeticiones. 30 faltas personales. (10- 16 - 4) Tres eliminados: Margall (82-89, m.38). Santillana (94-94, n.41); Delgado (94-96, m.-42). 21 rebotes 13 defensivos- 8 ofensivos).
Anotadores:
Skinner 19(7 de 20), Sagi Vela 27 (11 de 22), Margall 23 (10 de 16), Santillana 6 (1 de 5), Galvin 16 (6 de 10) —equipo inicial— Delgado 10 (4 de 6), Germán 2 (1 de 4), Solé 2 (1 a 2) y Villacampa (0 de 2)
CARRERA 104 (42 - 50 - 12). --40 canastas transformadas de 68 intentos. 24 tiros libres de 28, sin repeticiones. 22 faltas personales (7- 13 -2). Un eliminado: Serafini (88 -92, m.39}. 19 rebotes (14 defensivos - 5 ofensivos).
Anotadores:
Gracis 0 (0 de 3), Dalipagic 25 (9 de 18), Grattoni 5 (2 de 5), Della Fiori 20 (6 de 10), Haywood 30 (12 de 16) —equipo inicial- Carraro 12 (6 de 10), Serafini 12 (5 a 6) y Gorghetto.
ARBITROS: Richardson (Gran Bretaña) y Mottard (Bélgica). Muy, protestados por los italianos. Importantes lagunas técnicas.
Marcador: 12- 10 (5’); 20-22(10); 38-36 (15); 48-42(20); 52 - 52 (25); 59-60 (30); 72-77 (35); 92- 92 (40) y 105- 104 (tras la prórroga).
INCIDENCIAS: Algo menos de tres cuartos de entrada en el Palau Blau Grana. Asistió al partido la FIBA en pleno. Ambiente muy cargado. Al final, invasión de la pista, intentos de agresiones de Haywood a Santillana y al árbitro y roces por parte italiana.
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El vestuario verdinegro, una fiesta
Comas: “Fe y ganas”
El vestuario del Joventut era una fiesta continua. Corría el champán de mano en mano (Margall se duchaba con una botella) y se había desatado la histeria colectiva, con directivos, aficionados y periodistas dentro del recinto.
Santillana no paraba de decir: “Hem guanyat amb quatre canyes esquerdades i el iaio”, y también repetía: «Por fin después de quince años», que es el tiempo que lleva en el Joventut y por primera vez conocía un triunfo de este calibre. Joe Galvin, el héroe de la noche, no paraba de reír, se hacía fotos con la copa y preguntaba: «Dónde está Haywood, dónde está?>, mientras miraba por el suelo.
Manuel Comas, el técnico de la Penya, estaba sencillamente exultante, intentando hablar con todos los medios informativos y recibiendo felicitaciones por doquier. Además, estaba chorreando porque sus propios jugadores lo habían metido bajo la ducha, y vestido.
—Ha sido sencillamente sensacional, increíble, inenarrable. No tengo adjetivos para decir lo que siento en estos momentos y cómo poder resumir la alegría que me embarga. Quiero agradecérselo todo a mis jugadores, desde el primero al último, por que han estado sencillamente geniales. Han puesto un tesón admirable y han sabido aguantar firme cuando todo parecía perdido. Han sido esas ganas y esa fe de ganar la que nos ha dado la victoria, y creo sinceramente que la hemos merecido.
—Parece increíble que el Joventut pudiera ganar una prórroga con casi todos sus titulares en el banquillo...
—Eso digo yo, pero ya han visto. Los que han salido no han vuelto la cara y han estado sencillamente magníficos. Han conseguido algo que nadie esperaba y le han dado la vuelta al marcador de forma soberbia. Es un triunfo de la Penya y del basket catalán y español.
Joe Galvin estaba fuera de sí. Sonriendo, abrazando, llorando de alegría. Se aferraba a la copa y recordaba su genial canasta cuando todo parecía acabado.
—Tenía que entrar, lo sabía. No podíamos perder después de haber remontado en los últimos segundos. Nos lo merecíamos. Tuve suerte, claro, porque no es fácil que entre cuando no te queda más tiempo que para lanzar. Estoy muy contento de haber podido contribuir a que el Joventut conquiste este trofeo. Por fin, somos campeones.
Gonzalo Sagi-Vela, el veterano ilustre de la plantilla, estaba más sereno, pero igual de emocionado.
—El «pressing» final nos ha salido bien. Hemos ganado y creo que ha sido una decisión justa, porque hemos luchado más que ellos. ¿La jugada final? Estos italianos están demasiado bien acostumbrados; cuando les pasa algo ponen el grito en el cielo. Siempre quieren que se lo den todo. A mí me han anulado también una canasta cuando acababa la primera parte. Lo siento mucho, pero son cosas del juego. Hoy les ha tocado perder a ellos. No se pueden quejar, ni siquiera de los árbitros.
Los italianos, abatidos y enfadados
ZORZI: “TODAVIA NO ME LO CREO”
Tonino Zorzi, el «coach» transalpino’, no podía dar crédito a lo que había ocurrido en los últimos instantes del encuentro, cuando su, equipo tenía la victoria en la mano y la dejó escapar inexplicablemente. Zorzi, sentado en una banqueta, estaba desolado y no quería hablar con nadie, pero finalmente accedió a dar su opinión.
—Hemos perdido injustamente un partido que teníamos ganado fácilmente. En la última jugada de la prórroga, Della Fiori había lanzado a canasta y antes de que la pelota bajase Galvin la sacó de dentro. Creo que era una canasta válida y nos la han escamoteado y con ella el triunfo.
—Pero el Carrera lo tenía todo a su favor para no haber tenido que forzar a prórroga, ¿no cree?
—Sí, es cierto. Todavía no he podido explicarme cómo quedando menos, de 2 minutos y con 8 puntos de ventaja a nuestro favor pudieron perder mis hombres el partido. Es incomprensible. Han sido los segundos más costosos de nuestra vida. Mis jugadores se han equivocado al jugarlos. Han creído que todo estaba ya hecho y todo se ha confabulado para que nos empataran; primero los pasos que señalaron los árbitros y que yo no vi; después, el pase nefasto sobre Haywood, que perdió la pelota; tercero el error de Dalipagic al precipitarse en el lanzamiento. No entiendo cómo un hombre de su experiencia ha cometido este fallo. Quedaban cinco segundos y pudo haber aguantado sin lanzar. Pero tiró a canasta y encima tuvo que fallar, cuando nunca lo había hecho. Para acabarlo de arreglar, Galvin encestó en el último segundo, un balón que en esas condiciones sólo entra una de cada mil veces. ¡Oh! realmente todavía no me lo creo.
—Qué le ha parecido el Joventut?
—Ha estado a la altura de la final, pero creo sinceramente que hemos sido superiores, sobre todo en la segunda parte. Sin embargo, al final han puesto toda la carne en el asador, una garra y una fe de la que han carecido los míos en el momento cumbre. ¿Arbitros? Prefiero no opinar, pero creo que en la conflictiva jugada el colegiado belga nos ha perjudicado.
Haywood y Dalipagic, mutis
Las dos “estrellas” del conjunto veneciano hicieron mutis por el foro y prefirieron no hacer declaraciones. Haywood, el «ex-pro» norteamericano, abandonó los vestuarios como una apisonadora, con cara de pocos amigos y obviamente disgustadísimo. Ni siquiera se percató de que Hollis quería saludarle. Dalipagic por su parte, no fue tan rápido, pero se excusó amablemente. Todavía pensaba en la canasta fallada...
El resto de sus compañeros se mostraban muy enojados con la actitud arbitral. Todos coincidían en afirmar que se les había escamoteado la victoria. Serafini declaró: «El tiro de Della Fiori iba a entrar en la canasta y Galvin la ha sacado de dentro. Estamos convencidos de que era válida. Nos han engañado».
Della Fiori, por su parte hacía notar: «El árbitro inglés iba dar como buena la canasta, pero la gente ha entrado en la pista y los jugadores del Joventut le han impedido acercarse a la mesa. Después, se han reunido dentro y han dicho que no valía, pero, nadie nos ha dicho por qué no se le hizo caso, porque lo que está claro es que él no daba el partido por finalizado».
Textos:
M. A. SANTOS
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Elogios al Joventut y admiración por el espectáculo.
LOS VIPS VIBRARON EN EL PALAU
En el palco del Palau se vivió intensamente el «match» europeo entre el Carrera y el Joventut. Todos los allí presentes reflejaban en su rostro la emoción y los nervios y sobre todo la presión de los últimos segundos. Los VIPS terminaron contagiándose de la alegría de los aficionados badaloneses y se repartieron felicitaciones por doquier; no obstante la ocasión bien lo merecía y no era para menos.
Unos minutos después de que se serenaran los ánimos y se conociese el desenlace del partido pudimos conversar con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.
«Ha sido un encuentro electrizante de principio a fin. Personalmente felicito al Joventut por el éxito conseguido y sobre todo por esa fe en el triunfo final, a que lucharon hasta el último segundo y esa es una condición a que le honra. Es una gran satisfacción que un club catalán logre un título europeo, y por ello doy las gracias a Badalona y concretamente al Joventut por haberlo hecho realidad.>>
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Otra de las personalidades allí presentes era el Conseller d’Esport de la Generalitat, Josep Lluís Vilaseca, quien estaba emocionado y ello se le notaba en su forma de hablar.
«Parece increíble, porque hace unos minutos estaba todo perdido y ahora resulta que el Joventut es campeón de la Korac. Tiene un gran mérito este éxito y me siento muy satisfecho por la Penya, pues se lo merecía y sobre todo lo necesitaba. Es una magnífica oportunidad para el baloncesto, que cada día tiene más adeptos y lo que ha ocurrido hoy es un gran paso hacia el futuro.»
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Quien tampoco poda disimular su satisfacción era el presidente de la Federación Española, Ernesto Segura de Luna, pues era consciente de lo que este triunfo significa para el baloncesto nacional.
«Hemos demostrado que estamos entre los mejores de Europa tanto a nivel de club como de selección. Fue una pena lo del Barcelona, pero hoy el Joventut se ha sacado la espina y el mal sabor de boca que teníamos. La Penya ha conseguido un triunfo sonado, pues ha llegado a la cúspide del basket inter nacional.»
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Quizá una de las personas más felices en el palco, por lo que le atañía directamente, era el presidente del club badalonés, Santiago March, que en su primera temporada en el cargo ha logrado un título para la Penya, y que además coincide con la celebración del Cincuentenario.
«No tengo palabras para explicar lo que siento. Sin embargo es lo más grande que ha hecho la Penya en toda su historia. Los jugadores se han entregado en la pista y en ningún momento se han hundido, sino que han seguido luchando y por ello han logrado el triunfo final. Ganar ha sido casi un milagro, aunque nosotros hemos puesto mucho de nuestra parte. Quiero felicitar a mis jugadores por este título, porque ellos son los auténticos artífices junto con los entrenadores.
»Quiero que este éxito sirva para encauzar el futuro del Joventut, aunque ahora no es el momento de exponer aquí los problemas que tenemos. Doy gracias a todos por la colaboración que nos han prestado y sobre todo a los directivos del Barcelona, que han tenido gran parte de culpa de todo lo que nos ha ocurrido organizando ellos la final de la Korac. Espero algún día poder devolverles el favor.»
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Pere Sust, presidente de la Federación Catalana mantenía una aparente calma pero la procesión iba por dentro.
«Quiero felicitar públicamente al Joventut por este triunfo, que algún momento parecía imposible de conseguir, pero este espíritu de lucha de todos los jugadores ha hecho posible que así sucediese, los hombres de Comas han jugado un gran partido y sobre todo con un temple magistral cuando la situación era más difícil. Debo señalar también que la experiencia de algunos jugadores ha sido decisiva en los últimos minutos, pues han sabido estar en su sitio como auténticos maestros. El público también ha tenido una importante parte con sus gritos de ánimo.».
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En el palco del club azulgrana estaban todos los miembros del comité ejecutivo de la FIBA. Raimundo Saporta se marchó cuando todavía faltaba un minuto y medio para el término del tiempo reglamentario hacia el aeropuerto porque sus ocupaciones le reclamaban en Madrid.
Como representante de la FIBA y persona neutral para enjuiciarnos la finalísima de la, Korac escogimos al presidente del organismo muniqués, míster Gonzalo Fuyat.
<<¡Qué gran partido! Estoy muy satisfecho por el espectáculo que los dos equipos nos han ofrecido y parecía imposible de que ganase el Joventut, pero esto es el deporte y hay que aceptarlo. Para mí el mejor jugador en la pista fue el americano Galvin, que supo mantenerse hasta el final con cuatro faltas. También ha sido decisiva la actuación de Sagi-Vela, que ha demostrado ser un jugador muy inteligente. Enhorabuena al Joventut.»
José Manuel FERNANDEZ
Foto: En el palco presidencial se vivió intensamente esta final de la Copa Korac
Foto CASTELLA
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Última hora
Tras el triunfo del Joventut
BADALONA FUE UNA FIESTA
Concluido el partido final de la Copa Korac, la expedición del Joventut se dirigió al Ayuntamiento de su ciudad donde fueron recibidos por el alcalde accidental de Badalona, don Juan Blanch, y demás autoridades de la localidad. Una inmensa muchedumbre no ceso de aclamar a los campeones quienes desde el balcón de la Casa Consistorial ofrecieron el título a sus seguidores y simpatizantes.
Galvin fue uno de los personajes más vitoreados por la gran cantidad de seguidores que festejaron ruidosamente el éxito de su equipo. Cuando Santillana mostró el trofeo, puede decir se que toda Badalona fue una fiesta y un solo clamor «Campions, campions»
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una canasta histórica
Faltaba solamente un segundo para el final Germán saca de banda sobre. Galvin. El americano se gira y ¡canasta! Empate a 92, final de partido y una prórroga dramática que fue el comienzo del éxito. Galvin, abrazado por sus compañeros se convertiría en el gran astro de la noche con su canasta histórica. En estas bellísimas imágenes vemos el momento del lanzamiento a canasta de Galvin y cómo, al final del partido, es prácticamente acorralado por la multitud
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