Contador de películas 2023
La vida al margen del deporte (la hay)

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 22 Sep 2023, 15:48

281. The Shakedown (William Wyler, 1929) - 6,5

Un joven pertenece a una banda de estafadores que organiza peleas de boxeo amañadas y su labor consiste en ir de pueblo en pueblo ganando notoriedad por sus habilidades en la pelea, hasta que llegan sus compañeros con un espectáculo en el que ofrecen un premio a quien desafíe y gane en el ring a un boxeador, sacando tajada en las apuestas dado que el protagonista se deja perder. Después de que el jefe le pida involucrarse a nivel humano para aumentar las apuestas a su favor, las cosas cambian cuando salva la vida de un huérfano y se enamora de una lugareña. Todo bastante previsible, muy en la línea del cine hollywoodiense que consagra la vida familiar en las pequeñas localidades, y no muy interesante en su tramo final. Pero la puesta en escena de Wyler amarra muy bien todo el metraje y brilla en muchos momentos, con travellings que puntúan acertadamente ciertas escenas o imágenes logradas como el plano de la noria en el que van apareciendo los sucesivos ocupantes de la misma.


282. Island of Lost Souls (Erle C. Kenton, 1932) - 5,5

Adaptación de la famosa The Island of doctor Moreau de H.G. Wells con Charles Laughton encarnando al temible doctor que juega a ser dios creando criaturas humanizadas a partir de animales. Su juego entre lo exótico, aventurero y monstruoso le emparenta con otros títulos de la época como King Kong o Frankenstein. En algunos momentos tiene un aire un poco cutre, pero la función gana muchos enteros cuando nos situamos en la mansión-guarida de Moreau, entre sus sombras, sus barrotes y rejas, que se muestran amenazantes sobre los personajes. El punto de vista es el de un recién llegado, un náufrago al que se ven forzados a acoger. Su relación con una de las criaturas es uno de los elementos no del todo explotados de interés argumental, como debiera serlo un Moreau quizás demasiado explícito en sus veleidades deíficas.


283. La donna della domenica (Luigi Comencini, 1975) - 6

Un policiaco que tiene bastante de whodounit, con la peculiaridad de que los sospechosos del asesinato de un arquitecto (bastante infame) son casi todos de la alta sociedad turinesa. En un registro principalmente cómico, Comencini satiriza los usos y miserias de la burguesía y de aquellos que les sirven, incluyendo a los poderes públicos. La ligereza, agilidad y espíritu juguetón presiden un film muy poco encorsetado en lo visual y narrativo, sin caer nunca en el desaliño, y además de llamativo reparto (con Bisset, Mastroianni y Trintignant a la cabeza).


284. Kathapurushan (Adoor Gopalakrishnan, 1996) - 7

Un film-río que sigue la vida del hijo de una familia (feudal) en el turbulento contexto político del proceso de independencia y las primeras décadas de democracia de la India. Es un personaje humilde y bondadoso, apasionado de la escritura y de ideas comunistas, pero diferentes circunstancias provocan un malestar vital que somatiza a través del tartamudeo que le aparece de niño, en particular la ausencia paterna, pero también podemos añadir las estructuras sociales de las que él es parte privilegiada y que le puede generar sentimiento de culpa, o la opresión política. De hecho, el film empieza y termina con una fábula que cuenta un narrador y que aboga por no rendirse ante los poderes establecidos. La puesta en escena de Gopalakrishnan vuelve a brillar en otro trabajo muy elegante y medido, pero tan discreto como su héroe. Hay una escena que me llama especialmente la atención, en la cual su abuela se ve obligada a despedir a la familia de sirvientes entre quienes se encuentra la joven de la cual el protagonista está enamorado. La cámara lo muestra en uno de los primeros planos de la misma, pero después desaparece del campo visual y sólo el saludo de despedida que le dedican denota que se encuentra fuera de la estancia donde su abuela está ejecutando esa penosa tarea, una solución escénica tan minimalista como poderosa en sugerencias. También volví a pensar en Bresson, en sus montajes más brillantes, en la escena en que la policía irrumpe en la imprenta.


285. Downstairs (Monta Bell, 1932) - 6,5

La estricta división entre señores y sirvientes es el tema mayor de este film cuyo argumento viene firmado por John Gilbert, quien curiosamente se reserva el papel de villano (y seductor). Su personaje, un chófer recién contratado, transgrede esa estratificación y también el orden impuesto entre la servidumbre por el mayordomo, recién casado con una hermosa camarera a quien el nuevo trata de camelar. Pero no todo es tan diáfano en esta película pre-Code ambientada en centroeuropa, que si en la superficie parece consagrar el status quo, el orden y conservadurismo social y moral, también sugiere la injusticia social del medio en el que se mueven los personajes, la falta de libertad, incluso sexual (son demoledoras las palabras que le dedica la joven esposa a su marido llegado un momento), de manera que la subversión que promueve en beneficio propio el chófer no deja de ofrecerse liberadora. No conocía a Monta Bell pero la verdad es que su puesta en escena es muy resultona, con algunos momentos logrados como el atractivo montaje fuera de campo que tiene lugar cuando se consuma el adulterio.


286. Rain (Lewis Milestone, 1932) - 6

Adaptación del homónimo relato de W. Somerset Maugham que ya había llevado a la gran pantalla Raoul Walsh en una versión muda llamada como su protagonista, Sadie Thompson. Ella es una mujer de vida "alegre" que hace escala en una isla del Pacífico y tiene que alojarse junto a un pastor reformista que aplicará sobre ella toda su voluntad proselitista. No me convence la manera en que se operan los cambios en ella dada la interacción que tiene con el predicador, que en la encarnación que realiza Walter Huston del mismo sólo transmite intransigencia, fanatismo y la misma persistencia que esa lluvia incesante que cae sobre la isla. Me gusta mucho el montaje del momento inicial en que empieza a diluviar, pero abundan en la película gestos visuales que me parecen un poco forzados, un poco exhibicionistas por parte de Milestone, travellings (también circulares) para realzar el movimiento escénico que quizás buscan contrarrestar la unidad espacial de rasgos teatrales que caracteriza a la película.


287. Il sol dell'avvenire (Nani Moretti, 2023) - 6,5

Nani Moretti haciendo cosas. Ésa sería la descripción corta de un film en el que su autor y protagonista total resulta en ocasiones un poco cansino, autoindulgente e incluso ridículo. Él es el centro absoluto del relato a través del personaje de un veterano director de cine que afronta una nueva producción mientras su matrimonio se desmorona. Su visión del mundo y del cine, sus obsesiones y traumas, son (como tantas veces en el cine de Moretti, con Caro diario como obra más señera) el alimento discursivo formulado en primera persona, pero también es verdad que no falta la (auto)crítica de un hombre que se revela egocéntrico, maniático, sofocante, hasta machista en cierto modo, un hombre ya mayor que no termina de entender lo que sucede a su alrededor, que ya no va al ritmo de los tiempos que corren. Incluso el propio ritmo declamativo de Moretti resulta lento y el humor peca de la obviedad de quien necesita pisar sobre seguro, de manera que la función destila un tufillo viejuno en realidad bastante coherente. Es más, el film que realiza el protagonista también mira al pasado y nos retrotrae a 1956, cuando una sección local del PCI invita a un circo húngaro (un guiño felliniano) a actuar mientras se sucede la Revolución en su país, violentamente aplastada por los tanques soviéticos, un momento de pérdida de inocencia que enfrenta al líder de esa sección comunista con el dilema moral entre seguir las directrices del partido o sus verdaderas convicciones. Por supuesto se trata de un trasunto de su protagonista en una obra que felizmente acumula capas y va abandonando la dimensión realista con ese conato de transformación en un musical romántico. Pero sus fugas no hacen más que poner de relieve la sucesión de derrotas sufridas a lo largo de su vida, con esa visión tan pesimista de la realidad presente que reluce especialmente con el final en forma de fantasiosa utopía. Y por eso no deja de ser al mismo tiempo una invitación al placer de la vida y los sentidos.


288. Skyscraper Souls (Edgar Selwyn, 1932) - 6

Una comedia con algunos ribetes dramáticos que reúne a un grupo de personajes que trabaja en un rascacielos, con especial protagonismo para el propietario del edificio y presidente del banco que alberga, un seductor sin escrúpulos en los negocios, y para la joven secretaria de quien se encapricha, quien es a su vez pretendida por un modesto y descarado trabajador del mismo banco. Los ecos del crack del 29 están muy presentes, de manera obvia a través de la subtrama bursátil que se acaba desarrollando, pero también en el dibujo de ese potentado tan pagado de sí mismo. Quizás no muy estiloso, pero es un film ágil, de cierta simpatía y con varios personajes con carisma y bien perfilados, aunque otros son meros apuntes para alimentar la impresión de coralidad del film.


289. Sobre todo de noche (Víctor Iriarte, 2023) - 6

El robo de bebés es el tema de este film en el que su protagonista es una mujer que, consciente de haber sido engañada y robada, busca a su hijo (ya crecido, afinador de profesión, como sugiriendo que en su vida algo falla) para luego tomarse venganza a través de un atraco. La voz en off epistolar lleva el peso de una narración trufada de códigos, mapas y claves, presidida por el desplazamiento y el viaje. Es un film muy codificado, formalista y fragmentario que avanza a golpe de elipsis, la elipsis de un pasado sustraído. Es un formalismo atractivo, pero también distanciador y preciosista que a veces se antoja un tanto gratuito, como el hecho de que el segundo capítulo esté enmarcado en formato circular, como un ojo de buey, aunque también se puede interpretar que los constructos estéticos representan esos poderes perversos que cercenan y niegan los derechos y libertades del ciudadano. Hay una escena en un río en Portugal, donde los tres personajes principales aparecen finalmente juntos (en el tercer episodio llamado TRES) y donde la cámara finalmente pierde su rigidez y la calidez de la interacción humana llega de manera más clara, pero acaba siendo un mero conato. La deriva heist de la historia, que por otro lado es troncal al film, me resulta un tanto ridícula dado el planteamiento temático-formal, como si tratasen de convivir dos películas diferentes que no terminan de encajar. Una obra de indudable interés pero quizás demasiado encorsetada en su planteamiento.


290. Negu Hurbilak (Ekain Albite, Nicolau Mallofré, Xalba Ramírez & Adrià Roca, 2023) - 6

Otro film español que se apunta al neorruralismo pero desde una óptica peculiar, la de una joven de ETA que se oculta en la montaña, en la casa de un pastor, y se queda allí más o menos atrapada justo cuando la banda anuncia el cese de sus actividades. Es así un personaje que se ha quedado en tierra de nadie, que proviene de una organización y un mundo llamados a desaparecer y ha acabado en el limbo de otro mundo en trance de desaparición. La puesta en escena se da un rollo a lo Bi Gan en su primer tercio/mitad, con lentos travellings que ocasionalmente siguen a personajes, mientras la chica llega al pueblo y se marcha, y luego se estatiza muy apropiadamente cuando se queda atrapada en la montaña, donde la cámara se enseñorea con bellos paisajes en la niebla e interiores rigurosamente encuadrados en penumbra. Es así una película de fantasmas, como sugieren detalles tales como el montaje de planos vacíos de la casa en un momento determinado del metraje. Y todo ello filmado en unos pertinentes 16mm que abundan en la idea de un espacio suspendido en el tiempo. Un último segmento documental rompe felizmente la tónica formal de la película y nos devuelve deformada, en forma de carnaval típico de la zona, la imagen de un mundo tradicional y brutal que se ha quedado en mera manifestación folklórica. Desgraciadamente no todo es positivo en la película, que toma quizás pocos riesgos dentro de su perfil festivalero y que, salvo la mencionada coda final, no funciona las pocas veces que sale de la morosidad y el laconismo (por ejemplo, la escena del camionero cuando van a anunciar el final de ETA o el diálogo más largo que mantiene la terrorista con el pastor).


291. Las chicas están bien (Itsaso Arana, 2023) - 5,5

Una autora teatral y cuatro actrices hacen una escapada a un alojamiento rural para desarrollar y ensayar ideas y textos. Es un espacio de confraternización, donde nos muestra el proceso de maduración y emancipación de estas mujeres, superando la necesidad de roles, la necesidad de hombres, de príncipes y cuentos de hadas, a través de las historias personales de cada una de ellas. Es un loable discurso que me pareció un poco superficial, como la niña pequeña hablando del cuento La princesa y el guisante y la necesidad de deconstruirlo, pero no veo que haya mucha deconstrucción en todo ello más allá de cierto juego con los niveles narrativos. También me da la impresión de ser una obra demasiado tópica en personajes y situaciones, aunque su planteamiento pretenda precisamente lo contrario. Es además un film que juega al naturalismo en el tono pero en muchos momentos suena impostado. Pero a pesar de todos sus problemas, no deja de ser una obra muy lúdica, atractiva en su puesta en escena, con ideas en el encuadre y montaje de planos, muy luminosa, un film realmente agradable a la vista.


292. La imatge permanent (Laura Ferrés, 2023) - 6,5

En un pasado en tiempos franquistas, una madre adolescente se escapa de su pueblo andaluz donde manda el señorito de turno, dejando a su hija atrás. En el presente en Barcelona, una mujer, ¿quizás esa hija?, trabaja de directora de casting y acaba fascinada por una vendedora ambulante, ¿quizás esa madre perdida? Hay un contraste muy acusado entre la estética de ese prólogo en pretérito, de colores brillantes, con los modos de una ficción convencional de qualité, como una idealización visual de un pasado brutal, y un presente gris, sombrío y seco mostrado en encuadres muy pensados (y atractivos), incluso con el uso del fuera de campo. El film habla de cuestiones no resueltas de nuestra historia que perviven en un presente de políticas cosméticas, donde vivimos nuestras vidas formateadas ajenos a esas cuestiones. Es un film un tanto elíptico, pero así todo consigue crear una cierta ternura entre los personajes, incluso si la película trabaja a la contra con interpretaciones anti-dramáticas, especialmente por la inexpresividad de la protagonista.


Un saludo.

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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 23 Sep 2023, 09:38

Genjuro escribió: 22 Sep 2023, 15:48 291. Las chicas están bien (Itsaso Arana, 2023) - 5,5

Una autora teatral y cuatro actrices hacen una escapada a un alojamiento rural para desarrollar y ensayar ideas y textos. Es un espacio de confraternización, donde nos muestra el proceso de maduración y emancipación de estas mujeres, superando la necesidad de roles, la necesidad de hombres, de príncipes y cuentos de hadas, a través de las historias personales de cada una de ellas. Es un loable discurso que me pareció un poco superficial, como la niña pequeña hablando del cuento La princesa y el guisante y la necesidad de deconstruirlo, pero no veo que haya mucha deconstrucción en todo ello más allá de cierto juego con los niveles narrativos. También me da la impresión de ser una obra demasiado tópica en personajes y situaciones, aunque su planteamiento pretenda precisamente lo contrario. Es además un film que juega al naturalismo en el tono pero en muchos momentos suena impostado. Pero a pesar de todos sus problemas, no deja de ser una obra muy lúdica, atractiva en su puesta en escena, con ideas en el encuadre y montaje de planos, muy luminosa, un film realmente agradable a la vista.
Pensándolo bien a posteriori y después de escribir las conclusiones, había algo que también me chirriaba y es justo esto. La escuela de los Ilusos en parte juega mucho a ser naturalista, pero su gran problema es que acaba justo en cierta intelectualización de sus discursos y en una romantización de cosas muy tradicionales. Es una pena porque a Itsaso se la ve más despegada de estos tics Jonasinos, pero sí, siguen estando ahí.

Por cierto, la de Ferrés no la tenía localizada. Le echaré un ojo.

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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 23 Sep 2023, 20:37

Me estoy dejando varias pelis en el tintero por puto vago, pero así, a la rápica.

Las dos caras de la justicia, relato del ese experimento de la justicia restaurativa en el que víctimas y verdugos se encuentran y desnudan sus mutuos fantasmas, así como el proceso que sirve para soltar esos dolores enquistados se muestran con poco dulce y mucha curcdeza, incluso en el punto en el que los propios «agentes reconciliadores» tampoco quedan indemnes.

En ese sentido, el personaje de Adele Exarchopoulos con su hermano es desgarrador, igual aque su encuentro final, tan áspero y doloroso, pero que al mismo tiempo sirve para que él se entere de su mal, ella pueda soltar de una vez su rabia y recupere la capacidad de amar.

De Creatura poco que añadir, aunque no me ha gustado esa manera de ir bordeando insinuaciones que no se han concretado al final, aunque las actuaciones, sobre todo de la propia Elena Martín, al final alcanzan una luz que por momentos parece bien lejana.

Por último el largo biopic sobre Ilich Ramírez, Carlos, de Olivier Assayas, en el que por fin se huye del morbo y de la americanada barata para mostrar el auge y la caída no solo de un tipo dedicado al «terrorismo a sueldo», por decirlo pronto y mal, sino el auge y la caída de una manera de confrontar la realidad en una Europa que pasaría de guerrillera a absolutamente nada, y cçomo esa corrupción y pérdida de ideales acaba convirtiendio a Carlos en un ser cada vez menos desenfadado y cada vez más no tanto perseguido sino acosado por otros y casi por su propia mitología erigida. Sabía de la buena fama que traía, y desde luego que bien merecida.

Hasta luego...
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 24 Sep 2023, 11:30

A mí me parece que las partes más interesantes de Creatura se acaban encontrando en obras literarias como las de Eimear McBride, aunque sí me gusta que haya decidido dirigirse hacia territorios más incómodos de la feminidad. Creo que es algo que se está reservando de forma marginal al terror y que la estética del feminismo cuqui puede causar estragos.
Por otro lado, ni el personaje del marido ni Oriol Pla como actor me gustaron lo más mínimo, pero al menos me parecen obras que me dicen algo en comparación con las de otras autoras como Carla Simón.

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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 24 Sep 2023, 12:45

Bundy escribió: 24 Sep 2023, 11:30 A mí me parece que las partes más interesantes de Creatura se acaban encontrando en obras literarias como las de Eimear McBride, aunque sí me gusta que haya decidido dirigirse hacia territorios más incómodos de la feminidad. Creo que es algo que se está reservando de forma marginal al terror y que la estética del feminismo cuqui puede causar estragos.
Por otro lado, ni el personaje del marido ni Oriol Pla como actor me gustaron lo más mínimo, pero al menos me parecen obras que me dicen algo en comparación con las de otras autoras como Carla Simón.
Mi criterio es mucho más aleatorio. Las perspectivas del marido, el posible ligue/antiguo novio y del padre quedan "capadas" porque en buena medida la autora no sabe qué hacer con ellos, y eso por una parte no está mal -la imperfección siempre en mi equipo-, pero denota que la historia o bien podía haber crecido o haberse dispersado. En ese sentido, "Suro" de Mikel Gurrea me parece más equilibrada -no necesariamente mejor, ojo-. Me da mucha lástima sobre todo la figura del padre, porque se insinúa algo más que un cierto "Complejo de Electra" y queda en agua de borrajas, en buena medida entendible para, otra vez, no dispersar la obra ni los tiros.

Por tanto, es en Mila donde se focaliza todo, casi hasta la réplica de sus pares en la pantalla -siendo el personaje de su madre quien mejor sale parado al final-, lo cual refuerza a la protagonista y da sentido a su errático camino hasta "encontrarse", pero debilita una obra que, estando bien, creo que cojea por ahí.

Creo que me explico...
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 25 Sep 2023, 15:49

crespo escribió: 24 Sep 2023, 12:45
Bundy escribió: 24 Sep 2023, 11:30 A mí me parece que las partes más interesantes de Creatura se acaban encontrando en obras literarias como las de Eimear McBride, aunque sí me gusta que haya decidido dirigirse hacia territorios más incómodos de la feminidad. Creo que es algo que se está reservando de forma marginal al terror y que la estética del feminismo cuqui puede causar estragos.
Por otro lado, ni el personaje del marido ni Oriol Pla como actor me gustaron lo más mínimo, pero al menos me parecen obras que me dicen algo en comparación con las de otras autoras como Carla Simón.
Mi criterio es mucho más aleatorio. Las perspectivas del marido, el posible ligue/antiguo novio y del padre quedan "capadas" porque en buena medida la autora no sabe qué hacer con ellos, y eso por una parte no está mal -la imperfección siempre en mi equipo-, pero denota que la historia o bien podía haber crecido o haberse dispersado. En ese sentido, "Suro" de Mikel Gurrea me parece más equilibrada -no necesariamente mejor, ojo-. Me da mucha lástima sobre todo la figura del padre, porque se insinúa algo más que un cierto "Complejo de Electra" y queda en agua de borrajas, en buena medida entendible para, otra vez, no dispersar la obra ni los tiros.

Por tanto, es en Mila donde se focaliza todo, casi hasta la réplica de sus pares en la pantalla -siendo el personaje de su madre quien mejor sale parado al final-, lo cual refuerza a la protagonista y da sentido a su errático camino hasta "encontrarse", pero debilita una obra que, estando bien, creo que cojea por ahí.

Creo que me explico...
Es gracioso que me menciones Suro porque precisamente el mal de muchas películas millenials es el tópico del casoplón del coletas y mucho personaje cuyo arco es caerse del guindo, y es curioso porque es una tendencia continuada que quizá me preocupa porque habla bastante de quienes filman y bajo qué privilegios -pero esto ya es cosa mía, que quiero cineastas millenials y zennials que no parezca que tengan un casoplón en el pueblo).
Pero al punto. Coincido en que ella no sabe qué hacer con ellos y que creo que aunque el padre sea real, también creo que hay una aversión al conflicto de forma realista. Lo entiendo porque creo que se busca una reapropiación más tradicional del deseo femenino, pero este choca de frente con un entorno que acepta mucho su sino e incluso le tiene miedo. Esto es algo que creo explora muchísimo mejor Una chica es una cosa a medio formar, donde ese deseo femenino devorador -que es lo que tiene Mia de niña y de adolescente- no solo resulta incómodo para los hombres, sino que también estos se revuelven contra la protagonista y hay una vis violenta en ese deseo. No creo que Creatura tenga que ir necesariamente a ese punto tan violento y crudo, pero sí creo que el personaje de la pareja se me hace increíblemente robótico y conforme, algo que me parece muy poco real, y aunque esa actitud me cuadre más en el padre porque es más natural, también me chirría porque no hay ese punto de violencia general que sí sucede en las fases de la Mia adolescente con otros chicos.
Pero vaya, en general, creo que falta más conflicto, aunque este no tenga que ser violento. Sí creo que Elena Martín debería leer más literatura anglosajona de este tipo si quiere explorar la sexualidad femenina (McBride, la novela de Anna Burns Milkman, mismamente Louise-Bennett, etc). Más que nada, porque creo que tanto ella como Roquet se nota que están intentando alejarse de la zona cómoda.

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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 29 Sep 2023, 20:03

Debiera quitarme de ir al cine por ignorante -"a buenas horas", diréis- porque no puede ser que todo el mundo se equivoque menos yo.

Ayer me escurrí al Zinemaldia para ver la película rusa "Hi, Mom" de Ilya Malakhova. A mí no me disgustó pese a que sus casi dos horas se hagan pesadas por.su ritmo cansino.

Kira y Vera son dos hermanas que viven juntas, con las hijas que Vera tuvo de adolescente. La mamá de estas dos las repudió al quedarse Vera embarazada con 16 años y después desapareció. Ha pasado el tiempo suficiente para declararla muerta y hacer algo con el piso que vivía la mamá y las hijas heredan.

Pero Kira, en apariencia más centrada, currando en el aeropuerto Pulkovo de San Petersburgo, se resiste a creer que su madre haya muerto, al tiempo que Vera, que tiene a su ¿"novio"? en el hospital, bastante hace con currar de cocinera y aguantar a dos hijas que se llevan mejor con la tía, sobre todo la mayor en plena edad del pavo.

Kira tiene 36 años y no tiene pareja ni hijos, pero sí un sinfín de amantes, aburridos de su vida conyugal. Pero a ella ya le cansa esta vida y quiere cambiar, pero en vez de aceptar que la mamá murió y demás, se aferra a un imposible. Además, está la hija mayor de Vera, que amén de tener un pavo tremendo, dizque desarrolla su talento artístico escribiendo poemas y tocando el piano con el hijo de la vecina, un tío que parece tener alguna leve deficiencia, o por momentos así se intuye.

Los extensos paisajes del Báltico helado contrastan con algunas fogatas para dar calor y quemar recuerdos que ya estorban, enfrentándose la vida de las hermanas a un pequeño punto de inflexión, cansadas las dos de su día a día.

La obra avanza lentamente, más si la peli es a las 9.00 y eres Jurado de la Juventud, más preocupado en batir palmas al principio y al final que ver le obra -me da que algunos echaron un "kabesaso", aunque dieron su voto al final-, y como que estamos ante una historia pequeña donde si hay salvación para estas dos hermanas y las chicas, será mientras no se rompa el vínculo. Pero el proceso de madurez real de Kira no termina de arrancar casi hasta el final, aunque ya empieza a tomar aires de.solterona cuando la.sobrina se sube mucho a la parra. Mientras, Vera, necesita respirar -"tienes 30 años y nunca escuchas música", le espeta la hija-, que sus "famosas albóndigas" le sirvan para algo más que para salir del paso y que se derrita ese hielo de una vez y lleguen los calores.

No me pareció tan mala, en parte porque le vi un aire alegórico en una sociedad tan individualista y tan de estar de paso, pero el 4,4/10 del Jurado se ve inapelable.

Sin duda, no sé nada.
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 06 Oct 2023, 10:45

Yo no me rayaria, honestamente. La gente en los festivales es mucho de aplaudir y he visto que hay mucha gente que se queja de ello.

125.-The Blot (Lois Weber, 1921) – 7
Weber vuelve a retratar de nuevo la pobreza a través de la familia de un profesor universitario depauperado y su hija y la relación, por un lado que la familia (en especial la madre) tiene de unos vecinos inmigrantes con bastante dinero; y, por el otro, la vida de tres chavales universitarios ricachones del cual uno de ellos está secretamente prendado de la hija de su profesor. En este sentido, se repite un poco parecidos con Shoes no solo en lo temático, sino también en esos planos detalle en el que Weber pone en constancia la pobreza familiar (a ojos del público y a ojos de otros personajes). Todo se desencadena hacia un clímax en donde los malentendidos forman parte de la magia que ata todas las tramas, y en este sentido creo que Weber también “roba” parte de la estructura de montajes paralelos hacia el clímax que se me hace familiar de Las dos tormentas de DW Griffith. Sin embargo, aquí no hay épica, sino que es todo mucho más sutil y realista, y creo que el candor que se exhibe hacia la mayoría de personajes y situaciones funciona. Por desgracia, creo que también hay personajes que se sienten más como ápendices sueltos que como otra cosa, y creo que técnicamente es un poco mediocre en ocasiones.

126.- Todos los nombres de Dios (Daniel Calparsoro, 2023) – 2,5
Calparsoro se puede decir que es uno de los pocos nombres en este país que se atreven a hacer propuestas mainstream, y que estas siguen además la estela de muchas películas como las de Tony Scott en los 2000 u otros autores de acción en los 90. Lo digo por esa necesidad de tirar de elementos de high concept y utilizar esos para contar historias más humanas mientras todo funciona a un compás acelerado con un filtro sucio realista. En este caso, se ven buenos intentos para llevar las cosas a su terreno con una historia de terrorismo islámico en la que Tosar hace de taxista con una vida apagada. Su mejor parte es la inicial, no solo sentando las bases de lo que sucederá sino también con la dinámica que el taxista tiene con el chaval terrorista y el foco con el insomnio.
A partir de aquí, el desastre se sucede en varios niveles. Por una parte, el guion muestra demasiados elementos que tiene que reconciliar y, efectivamente, no puede, mientras que en otras partes se pegan golpes de efecto que funcionan regular. No hablo de los golpes de efecto situacionales, sino, por ejemplo, de la subhistoria del cáncer, que me parece horrible y de lágrima superfácil, y este no es el único caso (la familia del taxista me la suda, por ejemplo). Otro caso es la dirección, por momentos execrable, con una fotografía azulosa realista que me resulta demasiado limpia, con unos cambios de objetivo que funcionan bien para retratar el insomnio pero fatal en lo demás; y aun así, lo peor son esos planos en los que la cámara no para de moverse de forma artificial para generar tensión orbitando y danzando sobre los personajes. Lo siento, no es que no funcione, es que resta. Y hablando de restar, que es el otro gran lunar: la música de Carlos Jean. Por qué. Por qué esa canción final tan lamentable.
En fin, me da rabia porque creo que había muchos elementos para hacer una buena película de acción y… en fin, es como una peli de acción producida por Netflix.

127.-Il sol dell’avvenire (Nanni Moretti, 2023) – 7
Una película en la que Moretti hace de un director excéntrico y que está no solo fuera de sitio sino también que su personaje está fuera de carácter. Creo que Genjuro ya ha mencionado bien las virtudes y defectos de El sol del futuro, esa mezcla entre humor casposo y abatimiento pesimista (reflejados ambos extremos en la escena en donde Moretti revisa los códigos estéticos de la película de otro director y acaba saliendo con el rabo entre las piernas), pero en la cosa en que disiento es ese salto a la utopía final. El personaje de Moretti es un Mister Scrooge cuya avaricia es sustituida por una intolerancia de alguien anclado en otros tiempos, y son esas personas más cercanas al presente la que desanclan al protagonista (de ahí la escena en la que todos hablan que precede a ese final). En ese sentido, es otra película en la que se celebra la reintegración de lo viejo con lo nuevo, con una serie de capas en la que la melancolía poco a poco va abriendo paso a la fantasía y al optimismo, y que en su tramo final va volviéndose más y más luminosa. Dicho esto, y aunque tiene algunas escenas de auténtico genio, sus momentos de humor casposo y los manierismos de Moretti e incluso de Amalric me gustan regular tirando a fatal, pero las genialidades suman muchísimo dentro de una coherencia que ya quisieran otros directores.

128.- Are you there, God? It’s me, Margaret (Kelly Fremon Craig, 2023) – 6,5
Kelly Fremon Craig ya había hecho una película coming of age con The Edge of Seventeen, y en su siguiente trabajo convenció a la autora del libro Judy Blume para adaptar esta novela que fue un clásico entre muchas chavalas estadounidenses por cómo en 1970 se atrevió a hablar de temas tabúes como la menstruación y la libertad religiosa. Fremon Craig intenta trasladar los hechos de la época y darles un tono a la vez actual, y la verdad es que lo consigue no solo por la vigencia de los temas que trata la novela de Blume, sino también por el tono y atmosfera de la película. Mediante una voz en off que hace de hilo conductor de las dudas religiosas y de crecimiento de la chavala, la película consigue registrar bien esa no madurez de la prepubescencia y los choques y conflictos que suceden a los 10-12 años entre los últimos coletazos de la infancia y los primeros de la pubertad con varios números cómicos filmados y resueltos de forma ñoña pero sin el carácter naíf de otras pelis coming of age como Clueless. Además, esa mezcla entre aspecto de telefilm y luz muy naturalista y diáfana ayuda a atenuar los momentos más dramáticos, y son pocos los momentos de oscuridad -todos en interiores y muy leves- que se suceden de forma cliché pero se resuelven bien por la naturalidad de la fotografía y el papelón que hace la actriz principal. Es cierto que gran parte de la magia viene de ese choque entre lo que se presupone que será la pubertad y lo que acabará siendo, y también que es una película por momentos muy plana, pero también es cierto que ese paralelo entre madre e hija buscando su lugar mientras son muy diferentes a la norma está muy bien logrado (en eso me recuerda un poco a Crossing Delancey, en la romantización de querer encajar cuando no se quiere), y los momentos en que hay una fotografía naturalista y todos los temas encajan da muy buenos frutos. Un resultado bien logrado, la verdad.

129.-Falcon Lake (Charlotte Le Bon, 2022) – 6,75
Grata sorpresa. Es un coming of age de dos chavales con lo que los tópicos del género conlleva, pero aquí la trama de la soledad, el encaje y las primeras experiencias sexuales se mezcla con la figura del fantasma y un tono de terror que cuadra con los miedos de sus personajes (la soledad en un caso, el miedo a ahogarse en el otro). La directora sabe bien a qué juega: hay una fotografía que parece imitar la imagen en analógico de las fotografías de hace unas décadas que añade no solo nostalgia, sino también la funcionalidad de aquello varado en el tiempo. Además, a eso se añade una escenografía en todos los frentes con esa atmosfera de incertidumbre e incomodidad que hay en el terror. Todo eso funciona bien gracias a un buen trabajo con el color y la luz y luego hay una serie de encuadres que hacen creíble esa fijación en el amor, aunque lo que más me gusta es lo trabajados que están los diálogos para hacer un amor de verano de forma tan romántica. Eso no quita que luego la película da para lo que da, en el sentido que acaba siendo muy predecible y que el final sea uno bastante lamentable por querer tirar demasiado de una incertidumbre innecesaria, pero veo oficio y es una película con algunos momentos muy chulos (el caos de la escena del baile es uno, y la imagería flirteando con lo ominoso, otro).

130.-Cerrar los ojos (Víctor Erice, 2023) – 8,25
Sigo teniendo mis dudas sobre cuál es mi favorita de Erice a falta de ver El sol del membrillo, pero no sé si aprecio más esta película o El Sur. Dicho esto, la película no está exenta de fallos: hay varios actores que no me creo sin importar lo que lo intente Erice (spoiler: no son los no-actores) y una serie de planos/contraplanos cuyo sentido es bastante regulero, por no hablar de lo tremendamente chirriante que es la secuencia inicial, la cual entiendo que iba con esa intención pero por el motivo de los actores se acaba pasando de rosca. Por suerte, creo que el resto de la película consigue despegarse de ahí, y alucino con que varios profesionales de los que no tengo una muy buena opinión han conseguido hacer de largo no solo el mejor trabajo de su carrera, sino que quizá esto les sirve de trampolín para coger confianza y hacer cosas colosales. El caso más presente y paradigmático es el de Manuel Soto. Creo que no he visto a un actor español hacer un papelón así en tiempo, y en general el trabajo que Erice hace tanto con él como con María León y todos los no actores es algo que cuesta ver en otro director de este país.
No obstante, no son esas las únicas virtudes del trabajo de Erice. Hay un juego con la luz (literal, metafórico y técnico) de jugar a iluminar, y hay varias escenas como la conversación que Miguel tiene con Lola o esa escena final en un cine olvidado, y hay en ese sentido una metáfora preciosa de iluminar la memoria de formas muy distintas. Esto me parece algo precioso, y se refuerza además por la longitud de las escenas, por esos fundidos (como dejando paso a una nueva secuencia o escena) y por la forma en cómo se acaban esas escenas, dejando muchas veces el raccord atrás -no es que no exista, hay uno con el viento y una puerta que es crema-, y eliminando así el raccord se establece otro ritmo, otro tiempo, en donde las epifanías brillan con fuerza con esos planos cerrados, o con momentos en donde Erice capta espacios improvisados, como es el caso de Soto tocando una tonadilla de una peli de cowboys.
Sin embargo, todo eso al final es complemento para una historia que continúa sus dos trabajos principales y que parece, más que un testamento, ser una continuación sobre la memoria, el envejecimiento y la nostalgia. Es algo que me cuadra, pero en donde su mejor virtud la resume el autor que Miguel Garay compra en la feria de Madrid, y que no es otro que el autor de El embrujo de Shanghai. Marsé dijo una frase que para mí ejemplifica más la virtud de Cerrar los ojos, y es “Procura tener una historia que contar, y procura contarla bien”. Y Erice se pega a eso como una lapa con una historia que continúa su legado, pero que es mucho menos testamento y más un recuerdo de que Erice está muy vivo y tiene caña para dar y repartir. Posiblemente es la mejor película española en unos cuantos años, y no sé si quizá me gustará más que El Sur, pero me parece que, aunque haya tics y situaciones que fallan (Coronado no me gusta nada en lo que hace, y la escena inicial me parece excesivamente sobreactuada incluso para lo que pretendía Erice), ese guion pulido a cuatro manos entre Erice y Gaztambide es la rehostia y un ejemplo de que, más que la técnica, importa una historia interesante, unos personajes con personalidad (valga la redundancia) y una estructura bien hilada. Y si escribo tanto aunque no me haya encantado es porque me ha resultado un trabajo inspirador.

131.- Fumar provoca tos (Quentin Dupieux, 2022) – 7,25
Genuinamente sorprendido. Uno espera una parodia surrealista de los Power Rangers y lo que se encuentra es una comedia bien filmada con buen tempo y una serie de gags surrealistas muy bien ligados sobre una serie de personajes tan ridículos como desfasados. Lo bueno de esto, y lo que me sorprende, es lo bien que está a nivel de montaje y dirección. Si bien la fotografía es un pelín más cutre de lo que pretende (los que habéis visto comedias de serie Z tipo Fist of Jesus sabéis a qué me refiero), creo que la forma en cómo se liga y se monta aprovecha bien ese recurso tan excesivamente cutre para generar una comedia surrealista y absurda en la que el gore ridículo y el humor absurdo funcionan muy bien por el timing que tiene todo, y me mola que eso suceda en una película que es capaz de ridiculizar muchas cosas que detesto del mundo actual. El momento de la barracuda o el final me parecen tremendos, aunque hay momentos en que los gags y la estructura de la historia riñen entre sí, pero vaya, a quien le guste reírse a carcajada limpia con la sangre, el gore y personajes a cual más estúpido e idiota lo recomiendo.

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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 06 Oct 2023, 18:43

El embrujo de Shangai iba a ser la cuarta película de Erice, pero acabó a hostias con los productores y la «perpetró» trueba a su modo y manera.

Las hostias que reparte Erice en ese primer momento son de órdago, aunque yo sí considero esta pelicula como testamental, sobre todo por ese final que recuerda a las proyecciones de El espíritu de la colmena, con una Ana Torrent ya avejentada que retorna al lugar donde fue feliz y un Coronado que digamos que «abre los ojos para dentro» para poder volver a vivir.

El trabajo de Manolo Solo como alter ego de Erice es hostia, sobre todo por su capacidad de contención. Tiene tanto que decir pero nio pisa una línea a nadie.

Con el reposo esta película gana mucho, creo yo.

Hasta luego...

P.D: No es que me raye por nada, es que es evidente que no tengo ni pvta idea de nada, pero que me gusta chafardear.
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 10 Oct 2023, 10:34

crespo escribió: 06 Oct 2023, 18:43 El embrujo de Shangai iba a ser la cuarta película de Erice, pero acabó a hostias con los productores y la «perpetró» trueba a su modo y manera.

Las hostias que reparte Erice en ese primer momento son de órdago, aunque yo sí considero esta pelicula como testamental, sobre todo por ese final que recuerda a las proyecciones de El espíritu de la colmena, con una Ana Torrent ya avejentada que retorna al lugar donde fue feliz y un Coronado que digamos que «abre los ojos para dentro» para poder volver a vivir.

El trabajo de Manolo Solo como alter ego de Erice es hostia, sobre todo por su capacidad de contención. Tiene tanto que decir pero nio pisa una línea a nadie.

Con el reposo esta película gana mucho, creo yo.

Hasta luego...

P.D: No es que me raye por nada, es que es evidente que no tengo ni pvta idea de nada, pero que me gusta chafardear.
Ah, ya. Imagino que eso del ni pvta idea era más un latigazo a ciertos modos de ser que se ve entre la cinefilia :todos a botar: :todos a botar:

Sobre lo otro, para mí no es tanto testamento sino una continuación de muchos temas y un reinicio. Me suena mal testamento porque suena a final de carrera, y yo creo que si se le da cuerda Erice puede hacer una y más de una película si quiere porque todavía le quedan cosas que decir.
Sobre El embrujo de Shanghai, esta historia me la contó un escritor que quería participar en el cine y acabó desencantado en parte por esto, pero vaya, es gracioso ver el momento en que pide Caligrafía de los sueños de Marsé en la feria del libro o toda la intrahistoria de la última película porque son guiños explícitos a esto.

Doctor Duende
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Re: Contador de películas 2023

por Doctor Duende » 10 Oct 2023, 22:20

Si alguno vais a ir a Sitges, y os gustan las pelis de acción, mañana día 11 por la noche es el estreno europeo de "Os reviento", la nueva de Kike Narcea. Si tenéis placeres inconfesables con las pelis de mamporros, podéis pasar un rato verdaderamente divertido. Viene de ganar el premio a mejor película en el Buried Alive Film Festival (Atlanta) y el premio del público del Fantastic Fest (Texas) donde fue su estreno mundial.

Un cordial saludo a todos.
DanielDuende.es - Producción audiovisual, cine, música, bandas sonoras, radio, publicaciones... ¡Descúbrelo!

Espero que os guste. :brindo por eso:

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 13 Oct 2023, 22:49

SSIFF 2023


293. Subete no yoru wo omoidasu (Yui Kiyohara, 2023) - 6

Varios personajes deambulan durante una jornada por un barrio de Tokio. Son principalmente mujeres, las más importantes, una desempleada, una joven trabajadora cuya labor consiste en leer contadores y una estudiante que prepara una tesis. Sus caminos se van cruzando con el transcurrir del día y de las escenas, en una obra de aspecto transparente y sencillo, apacible en ritmo y formas. Por otro lado, tampoco tiene línea dramática y su sentido no se plantea definido. Sí que parece reflejar un mundo de posible alienación, donde abundan personajes perdidos en un contexto de urbanismo profiláctico que representa la modernidad. Es un film agradable aunque no terminé de encontrarle el punto significante.


294. The Zone of Interest (Jonathan Glazer, 2023) - 6,5

Hace unos años, el realizador húngaro László Nemes recurría en Saul fia al primer plano para acercarnos la historia de un reo en un campo de concentración dejando desenfocado o fuera de campo todo el horror que sucedía alrededor suyo. Glazer lleva un poco más allá esta idea y nos muestra la vida familiar de Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz, en su hogar anejo al campo de concentración, del que percibimos casi constantemente el sordo ruido del horror que nunca llegamos a ver. Ya el inicio en un idílico río se ofrece paradisíaco, un paraíso que pronto se revela perverso, levantado sobre el sufrimiento del ser humano. Es el ejemplo más brutal que quepa imaginarse al que nos trasladan las gélidas, pulcras y cartesianas imágenes de Glazer, dominadas por planos fijos a menudo simétricos que refuerzan la sensación de orden e inflexibilidad. Pero no deja de representar la versión más extrema de lo que sería cualquier hogar del primer mundo, indefectiblemente erigido en alguna medida, por pequeña que sea, sobre la explotación de otros seres humanos. Y cuando la película escapa del ámbito hogareño lo hace para centrarse en la dimensión económica que lo sostiene. El Holocausto así como una ocupación laboral más, como una cuestión empresarial que siempre requiere mejoras en la eficiencia y productividad, como si fuera otra empresa cualquiera, como brillantemente había mostrado Nicolas Klotz en La Question humaine. En un momento dado del metraje, un corte nos devuelve a un presente donde unas limpiadoras realizan su trabajo en lo que hoy es un museo del horror y que es el mismo espacio por donde transita el comandante, un gesto interpretable y que puede apuntar a la banalización de esta monstruosidad, a que la explotación aparece en diferentes formas (también de diferente gravedad, claro), y también sirve para hacer más denso el paso del tiempo, justo antes de que Höss se hunda en las tinieblas de la historia.


295. Kimitachi wa dô ikiru ka (Hayao Miyazaki, 2023) - 7

El veterano maestro de la animación nos sirve un film marca de la casa donde se rastrean temáticas y elementos que ya nos suenan familiares. El protagonista es un niño que pierde a su madre en un incendio en Tokio durante la guerra, y tiempo después se muda junto a su padre a la casa familiar materna en el campo, ya que éste se ha casado con su cuñada, ahora embarazada y dispuesta a oficiar de madre de su sobrino/hijastro. El film se traslada así a un espacio progresivamente mágico que, bastante en la línea de Sen to Chihiro no kamikakushi, acabará presentándonos otro mundo paralelo al real lleno de criaturas fantásticas (de nuevo, bastante familiares) donde el héroe tendrá que rescatar a su nueva madre para así cauterizar su sentimiento de orfandad. Es una aventura en toda regla, siempre preparada para asombrarnos, que sabe cuando ponerse trepidante o cuando detenerse para explorar a sus personajes, y que realza cualidades como la amistad, el valor o la compasión.


296. Fingernails (Christos Nikou, 2023) - 6

Nikou es otro integrante de la Weird Wave griega que ha emigrado al cine anglosajón con su último film, y como en su precedente Apples, nos vuelve a ofrecer otra distopía de baja intensidad en la cual un aparentemente infalible test del amor realizado con las uñas condiciona las relaciones de pareja. Una mujer que ha dado positivo junto a su novio, pero que ve cómo su relación cae en la rutina, comienza a trabajar en un centro que prepara a parejas para fortalecer sus vínculos y tener más posibilidades de superar el test, pero por el camino comienza a sentirse atraída recíprocamente por otro instructor. El planteamiento proporciona, como cabría esperar, algunos elementos de humor absurdo, aunque a veces sobreexplicados (ya habíamos entendido por qué optan por el francés como el idioma de las canciones). El film critica una sociedad progresivamente dominada por la tecnología, donde los comportamientos repiten patrones estereotipados por una cultura que simplifica y banaliza. De todas maneras, estas cuestiones tienen menos peso ante un desarrollo decididamente más emocional que nos lleva directamente al cine romántico, quizás un tanto convencional pero decididamente efectivo, donde el magnetismo de las miradas de la pareja protagónica que conjura su muda atracción ocupa el centro gravitacional del relato y de sus imágenes.


297. Monster (Hirokazu Koreeda, 2023) - 6

Dividida en tres segmentos que vuelven sobre el mismo arco temporal de acontecimientos pero desde el punto de vista de tres personajes diferentes, la conflictiva versión que percibe cada uno de unas circunstancias que en algunos casos sólo conocen de segunda mano o por impresiones tangenciales no me parece lo más interesante de esta película. Es un formato un poco manido, mecánico y demasiado constreñido por las necesidades del dispositivo. Ese punto de vista lo ejerce sucesivamente la madre de un niño que comienza a tener problemas en la escuela, su profesor acusado de propasarse con él y el propio alumno. Esa mirada parcial y sustractiva tiene un sentido argumental dada la dificultad de los personajes para asimilar sus propios sentimientos, pero el film no levanta el vuelo hasta su tercer segmento, cuando la continuidad y la causalidad finalmente permiten que los conflictos y las emociones adquieran entidad y que la proverbial sensibilidad de Koreeda se manifieste.


298. Perfect Days (Wim Wenders, 2023) - 5

Wenders ha querido trazar una oda a lo pequeño, cotidiano y terrenal a través de la figura de un hombre empleado en la limpieza de baños públicos. Soltero y solitario en buena medida, es una persona meticulosa entregada a sus rutinas diarias y pequeños placeres (analógicos), que le pone buena cara a la vida, aunque en algunos momentos deje traslucir cierta melancolía o tristeza, que quizás también podríamos interpretar por los breves cortes oníricos (y que en realidad poco aportan a la narración). Pero es curioso que en una película consagrada a un personaje con esa ocupación no aparezca ningún tipo de "suciedad", literal o no, en pantalla. Todo es demasiado bonito y a la postre resulta un tanto impostado. El film destila cierto rechazo hacia el mundo actual, la nostalgia de un hombre que se crea su propio mundo personal que, en realidad, sentimos que no puede existir. Tampoco Wenders ha sido capaz de aprovechar la oportunidad que le brindaba la historia, las rutinas y laconismo de su héroe, para hacer un ejercicio de depuración estética.


299. Past Lives (Celine Song, 2023) - 6,5

El inocente amor adolescente devenido en historia imposible a lo largo de los años y entre continentes es lo que ofrece este relato romántico. La emigración a Canadá de la familia de una niña crea una sima espacio-temporal con su enamorado compañero de clase que la película se encarga de explorar. A pesar de las elipsis que saltan de docena en docena de años, el film consigue construir un peso emocional derivado no sólo de ese sentimiento primigenio, sino también de la fascinación por todas esas opciones vitales alternativas a las que renunciamos cada vez que tomamos una decisión (o que la vida toma por nosotros), y que explota en las mejores secuencias. Como la del bar en su tramo final, entre tres personajes que la puesta en escena reduce a dos en muchos momentos. Es un film donde aquello que se verbaliza y lo que se mantiene en silencio no sólo resulta atinado, sino que genera una tensión que alimenta el relato. Sólo cabe lamentar un cierto exceso de cocción estética, en el uso de la música, en el ocasional manejo del montaje, que se podría haber beneficiado de una aproximación más austera.


300. Fallen Leaves (Aki Kaurismäki, 2023) - 7

el territorio que pisa en su Fallen Leaves es tan familiar, tan agradeciblemente reconocible, que anula casi cualquier capacidad de sorpresa. Sus protagonistas son, cómo no, dos parias sociales, trabajadores que sufren alternativamente las duras circunstancias del mercado laboral y de sus propias acciones, pero que atisban en su encuentro una esperanza vital. De hecho, este film no es otra cosa que una comedia romántica pasada por el característico filtro tonal, humorístico y estético del finés, que hace del anacronismo una bandera, del comentario musical un deleite y de las referencias cinematográficas una declaración de principios. Si su antepenúltimo film, Le Havre, trataba la candente cuestión de la inmigración integrándola en el argumento, las continúas alocuciones radiofónicas sobre la Guerra de Ucrania que podemos oír en Fallen Leaves sólo ofrecen un contraste más llamativo que esencial entre Historia en presente y la historia de sus personajes, pero alimenta ese mirada cálida y optimista del cineasta en su propio universo, donde los pequeños milagros cotidianos son posibles ante la oscura realidad contemporánea.


301. Ex-Husbands (Noah Pritzker, 2023) - 4

Una comedia dramática indie que aborda la crisis sentimental, la sensación de fracaso vital de los hombres de una familia. Si en el preludio el abuelo casi nonagenario anuncia su divorcio, como si fuera un peso fatalista, varios años después asistimos a los problemas del padre para aceptar su propio divorcio, la cancelación de la boda de uno de los hijos y los problemas para conseguir una relación estable del otro, salido del armario no hace mucho, y todo ello con un viaje a México de despedida de soltero por medio. Realmente es un arco dramático de mera aceptación (a regañadientes, como vemos en el entierro del abuelo contraviniendo sus últimos deseos), que no se detiene en las fallidas relaciones en ningún momento, y la película no consigue hacer de ello un material interesante, transitando por episodios perfectamente previsibles y anodinos, y sin la menor tensión estética. Como mera anécdota, me cuesta aceptar que los hijos de un dentista trabajen de camarero y dependiente respectivamente. La película lo utiliza para alimentar su frustración vital, pero estas cosas no suelen funcionar así.


302. L'îlle (Damien Manivel, 2023) - 6

La vocación de Manivel por un cine conceptual y minimalista encuentra un nuevo y singular jalón en su última obra, que contrasta con sus predecesoras por un radical cambio estilístico que nos lleva desde una depuración y distancia respecto a sus personajes de aquellas a esta impregnación en los mismos con planos muy cortos y se cámara en mano. Pero muy especialmente llama la atención su contenido, esencialmente la secuencia de la despedida de una joven que se marcha a Canadá a una escuela de baile y que realizan sus amigos el último día del verano en una playa, al pié de una roca que llama La Isla. Una circunstancia hasta convencional en las pantallas cinematográficas se convierte en desconcertante por su carácter obsesivo. La película muestra esa ficción pero también los ensayos de la misma, comenzando a dar vueltas sobre sí misma como si estuviera en bucle, lo cual puede dejar algunas sugerencias, tales como la fugacidad de los estadios que componen nuestra vida, su carácter de eterna despedida. Pero su manera de deconstruir la secuencia también parece antojarse un ensayo sobre la capacidad del cine para representar, para construir su propia verdad. Eso sí, la reiteración al recorrer una y otra vez los mismos pasajes puede resultar un poco irritante.


303. Summer Soldiers (Hiroshi Teshigahara, 1972) - 6,5

La deserción de un soldado estadounidense desencadena un film en constante movimiento, una road movie en alguna medida en la que transpira el malestar de una generación y un tiempo histórico sobre el que gravita la Guerra de Vietnam. Pero si estamos ante una obra antimilitarista, poco hay de idílico en el trazo de sus personajes. La prepotencia norteamericana o el rechazo a lo extranjero del japonés queda de manifiesto con su episódico transcurrir. El film tiene un aroma un tanto documental, con su estética inmediata de cámara en mano y espacios cotidianos. Me encanta su luz, y de hecho es el propio Teshigahara el encargado de la dirección de fotografía.


304. Heroico (David Zonana, 2023) - 3,5

Los aspectos más preocupantes del así todo notable debut de David Zonana, Mano de obra, un film de clara inspiración hanekiana, explotan en su última obra en todo su esplendor, una muestra evidente del cine de la crueldad, por más su director tenga a bien no mostrar directamente la violencia más gráfica. No termino de entender el interés que puede tener a estas alturas abonarse a otro relato sobre la instrucción abusiva en el ejército para hablarnos de una institución que deshumaniza y corrompe a sus integrantes. Por más clínicos y rigurosos que sean sus encuadres, por más elementos pesadillescos que incluya, o por más contextualización socioeconómica que tenga en cuenta, no termino de encontrar los argumentos visuales o argumentales que la rediman, que la hagan trascender de un planteamiento tan poco atractivo.


305. May December (Todd Haynes, 2023) - 6,5

Haynes se basa en el caso real de una profesora que tuvo relaciones con un alumno de séptimo (lo que sería primero de la ESO), quedó embarazada del mismo y con quien se casó al salir de la cárcel, para construir un film cuyo centro neurálgico es en realidad la famosa actriz que va a visitarles a su casa años después para estudiar de cerca a la familia de cara a la adaptación cinematográfica de la historia que va a protagonizar. Si en algún momento pudiera pensarse que Haynes va a abordar un nuevo melodrama de corte clásico, pronto queda claro que el sentido del humor forma parte del juego, de que en lugar de abrazar y replicar los códigos más clásicos del género, va a jugar con la posmodernidad en un relato donde la consciencia de los mecanismos cinematográficos (algunos, al menos) va implícita en su planteamiento. Es muy relevante en su desarrollo indagar sobre la personalidad de los protagonistas del caso, sobre la consciencia, responsabilidad y consecuencias de lo sucedido, pero a la postre es fácil comprobar que Haynes pone su foco en el propio medio cinematográfico, en su tendencia a vampirizar y simplificar, en cocinar respuestas fáciles a preguntas difíciles.


306. La práctica (Martín Rejtman, 2023) - 7

Las preocupaciones y problemas cotidianos son como la fina lluvia que va empapando poco a poco, como los temblores que básicamente enmarcan el arco narrativo de esta comedia, que no destruyen como un terremoto, pero trastornan. Por eso también la obsesión analgésica y terapéutica de sus personajes: farmacéuticos, anestesistas, mediadores o, por supuesto, profesores de yoga. A eso se dedica su protagonista, un hombre en trámite de separación de otra profesora del ramo y que comienza a tener problemas de menisco en una rodilla. Al contrario que en Los delincuentes, aquí no hay grandes eventos o revelaciones en su argumento, sólo queda de manifiesto la necesidad de lidiar con el día a día y seguir adelante, soltando lastre de vez en cuando. Es curioso el personaje de la joven alemana que tras un golpe se queda amnésica: su incapacidad para retener recuerdos o para reconectar con su pasado, ya que está en el extranjero y también ha olvidado sus contraseñas, parece haberla dejado más libre y contenta¹. Es así un film hecho de pequeños gestos y situaciones, de un humor sencillo y hasta discreto, de repeticiones, retornos y recombinaciones, como un universo de limitada capacidad para la sorpresa y trascendencia. Hay una modestia cotidiana en su tono e imágenes nada reñida con la elegancia visual, pero muy alejada de cualquier gesto formal llamativo, un refugio en la rutina, en la práctica, también terapéutica para nosotros los espectadores.


307. Anatomie d'une chute (Justine Triet, 2023) - 7

Parece que el drama judicial está dando alegrías últimamente al cine francés, porque la última ganadora de la Palma de Oro se inscribe nítidamente en el subgénero. La muerte de un hombre, marido y padre, en confusas circunstancias, origina un proceso que tiene a su esposa como única sospechosa (de asesinato) ante la tesis alternativa de suicidio. El planteamiento le sirve a Triet para examinar de nuevo los conflictos de pareja (como ya había hecho con no poca violencia en La bataille de Solferino), la complicada intersección entre los afectos e intereses que se produce en una relación sentimental entre dos personas que los perciben de manera subjetiva y donde la verdad factual y objetiva es tan difícil de hallar, incluso para los propios protagonistas, y por supuesto se encuentra tan fuera del alcance de terceras personas, como lo están los trágicos y nunca mostrados hechos que son objeto de la acción judicial en el film. De manera que, finalmente, el proceso más normal observando desde fuera es tomar cierto partido por una de las partes en función de una serie de percepciones, y eso viene a decirnos la resolución de la película, quizás la parte más artificiosa del relato por el protagonismo que adquiere el niño. Triet encuentra en esta obra un virtuoso término medio entre la crudeza y extensividad de La bataille de Solferino y el artificio de Sibyl, con una narración que nunca pierde agilidad pero tampoco descuida el detalle, que puede recrearse en largas escenas en planos cuidadamente equilibrados como también romper de manera muy puntual el formalismo con movimientos bruscos de cámara en mano.


308. Last Shadow at First Light (Nicole Midori Woodford, 2023) - 4,5

Una joven obsesionada con el recuerdo de su madre desaparecida después de regresar a Japón tras el tsunami, emprende el viaje para buscarla junto a su tío, en una relación que me parece bastante manida, con esa dinámica de rechazo/aceptación mil veces vista. No hay espacio para el humor o la ligereza en este film transido por el dolor, por la perdida y la ausencia, una obra sobre fantasmas y náufragos vitales, sobre seres insulares. Pero no me parece que esas presencias espectrales estén nada aprovechadas a nivel de puesta en escena, e incluso resultan reiterativas. Es curioso porque precisamente es un film al que le falta capacidad de sugerencia, demasiado explícito y obvio en sus intenciones cuando precisamente usa elementos para intentar lograr lo contrario.


309. Los colonos (Felipe Gálvez, 2023) - 6

Felipe Gálvez asume ciertos códigos western para hablarnos de los sangrientos cimientos de la nación chilena, erigida en buena medida sobre el exterminio de las diferentes tribus indias. Ambientado a principios del siglo XX, el film se basa en algunos personajes reales, sobre todo José Menéndez, poseedor de una enorme estancia en la Tierra de Fuego, y su administrador Alexander MacLennan, sanguinario ejecutor de sus órdenes. El punto de vista lo aporta en buena medida un hombre mestizo del que se sirve el segundo para cumplir la misión de limpieza de indios encargada por el primero. Y entre los grandes espacios de los paisajes que lucen bellísimos en pantalla y la violencia concentrada y de plano corto de las interacciones entre los personajes, transcurre una obra bastante aparente aunque de limitadas ideas narrativas, de discurso muy diáfano, de hecho brutal y antiépica en su contenido, y de cierta sequedad tonal con algún arrebato tarantiniano. Merece destacarse el final que enlaza con unos preciosos créditos a base de imágenes documentales centenarias.


310. Puan (María Alché & Benjamín Naishtat, 2023) - 4

Uno de los primeros gags de esta comedia sobre un profesor de filosofía le deja sentado sobre la caca del pañal de un bebé. Ahí da el nivel una película de humor muy básico y con un espíritu combativo en la línea de cierta tradición del cine argentino. La muerte de un catedrático altera la existencia de su protagonista, su profesor ayudante, hombre inseguro y de visible torpeza, que sólo parece encontrarse cómodo en el rango de las ideas, y no tanto en el contacto humano y en la acción. Ahí juega la dicotomía de la película, que se hace evidente en su tramo final. La puesta en escena devuelve algo de esa incomodidad cotidiana que sufre su héroe, con planos a menudo bastante cerrados (que cortan la parte superior de las cabezas), una banda sonora (ar)rítmica y un montaje a menudo brusco y áspero.


311. Le Successeur (Xavier Legrand, 2023) - 5

Un diseñador de moda en alza regresa a Canadá tras la muerte de su padre, con quien no se hablaba desde hace años, para ocuparse de cuestiones prácticas, pero muy en particular para averiguar sus antecedentes médicos para descartar la raíz hereditaria de unas dolencias que sufre, una de tantas pistas sobre el ombliguismo del personaje. Pero el descubrimiento de un secreto en el sótano de su casa convierte al film en un thriller que traza un paralelismo entre ambos personajes, en su explotación del cuerpo femenino para beneficio propio, lo que resulta una clara diatriba al mundo de la moda, que ya se presiente desde la escena de apertura donde un espectacular desfile proyecta una imagen de cierta agresividad inhumana. Legrand ya había examinado la monstruosidad masculina en Jusqu'à la garde, en una clave más de género de terror, pero en cualquier caso, no termino de encontrar el gusto por estos relatos tan agobiantes y un tanto claustrofóbicos. Es un director con una correcta sintaxis que incluso trata de lucirse en alguna escena, como la del bosque resuelta con un travelling circular dentro de un vehículo que marca una elipsis temporal de unas horas, hasta el amanecer. Pero no creo que su trabajo visual o narrativo, o el enfoque bajo el que desarrolla su historia, tenga excesivos alicientes como para hacernos salir de la rutina del género.


312. Orlando, ma biographie politique (Paul B. Preciado, 2023) - 6,5

No hay duda de que Orlando, la novela escrita por Virginia Woolf y publicada en 1928, está más de actualidad que nunca, dada la visibilidad que la cuestión transgénero está adquiriendo en nuestros días, también en las pantallas de cine. Recordemos, se trata de la historia de un noble cuya vida transcurre a lo largo de los siglos y que en un determinado momento, inopinadamente, cambia de género mientras duerme. Preciado recupera este hito literario para hacer una relectura desde nuestros días, donde una multiplicidad de personas trans encarnan a su protagonista aportando su experiencia personal que se mezcla con la personalidad literaria, mientras el autor hace una interpretación del material. El interés de Preciado se encuentra sobre todo en la vertiente política de la experiencia, en la construcción social que se hace desde los presupuestos de género y que compartimenta a la sociedad. Quizás el film obvia la lógica de esa construcción, que de alguna manera servía a unos propósitos inevitables a nivel histórico, pero también muestra la posibilidad de su destrucción, la falta de sentido que puede haber adquirido en nuestros días. Es una obra didáctica y pulcra incluso hasta en demasía.


313. Inside the Yellow Cocoon (Phan Thiem , 2023) - 6,5

La historia comienza con un accidente de moto en Saigón, donde una madre muere, lo que lleva a su joven cuñado a hacerse inicialmente cargo de su sobrino y buscar al padre, su hermano, en la zona donde se criaron. Es una búsqueda en principio exterior, casi de road movie, que se revelará interior, que evoca las heridas del pasado en lo personal (y nacional), que sale de lo prosaico y sintético y evoluciona hacia un espacio de espiritualidad. Si inicialmente le vemos visitar una casa de masajes, o somos testigos de la secuencia de una boda que, violentada visualmente, se revela grabada por el propio protagonista y resuelta con un truco de montaje, el trayecto que emprende culmina en una escena final en un escenario natural, con la presencia fuertemente simbólica del agua, dentro de un film lleno de signos y manifestaciones religiosas. La ganadora de la Cámara de Oro en Cannes evoca poderosamente el cine de Bi Gan, su construcción visual a base de largos planos secuencia y esa manera de juntar presente y pasado, sueño y vigilia sin cortes de montaje. La identificación es casi total en ocasiones, como el plano en el que seguimos a una moto desde atrás, que recuerda a la vertiente geográfica de Kaili Blues. En todo caso, la belleza de sus imágenes es incuestionable, el uso de los grandes planos generales, los suaves movimientos de cámara y las coreografías que emergen cada cierto tiempo y que nos trasladan un peculiar ritmo espiritual por el que transitan los personajes. Un cine estimulante aunque a veces parezca demasiado diseñado para el circuito festivalero.


314. Aku Wa Sonzai Shinai (Ryôsuke Hamaguchi, 2023) - 7

nos presenta el conflicto y contraste entre el mundo urbano y el rural cuando una empresa plantea invertir en un negocio de glamping en un espacio natural especialmente valorado por la calidad de su agua. Naturaleza y urbanismo como opuestos precisamente ante un modelo turístico que vende una ficción de comunión naturalística. Los personajes claves en ambos lados son una pareja de empleados de una agencia de talentos que trata de convencer a la parroquia local y una niña y su padre, hombre-para-todo del vecindario que vive en armonía con el entorno. Las rutinas de estos últimos, mostradas por Hamaguchi con puntilloso detenimiento, tienen un sentido directo y analógico, mientras que la virtualidad forma parte del día a día de los representantes de la empresa, sea en la reunión online con su cliente o en la búsqueda del hombre de una esposa a través de una app. Como reza el título, no hay maldad en el comportamiento de ninguno, todos siguen la lógica propia de su medio, sea la del dinero o la conservacionista, una dicotomía que quizás sólo el contacto directo y la empatía podría resolver, pero de manera individual e imposible de lograr imbuidos en todo un sistema. El hombre local también muestra una faceta asilvestrada que se pondrá de manifiesto en toda su extensión en ese misterioso final de la película lleno de animalidad. Hamaguchi nos introduce en su personal ritmo narrativo donde nunca importa tanto lo que puede llegar a suceder como la calma delectación en lo que está pasando en cada escena, en el momento, y lo vuelve a demostrar su maestría a la hora de componer escenas que se desarrollan a menudo de manera extensiva, y cuya muestra más evidente es la reunión de los vecinos con la pareja que viene en representación de la empresa, donde se verbaliza esa necesidad de equilibrio entre naturaleza e impacto humano para sostener la calidad de vida de los lugareños.


315. La palisiada (Philip Sotnychenko, 2023) - 6

Curioso film ucraniano hecho de escenas muy independientes en las que priman los planos largos,, conectadas pero sin dar sensación de mucha continuidad narrativa, casi como set-pieces que desde un enfoque oblicuo en muchos casos buscan en su individualidad sumar un sentido global. En la primera asistimos al asesinato de un policía en Ucrania a mediados de los años 90, desata una investigación y que deja al descubierto las vergüenzas de un sistema autoritario. La lograda ambientación está muy reforzada por la estética videográfica y el manejo de la espacio escénico resulta bastante interesante.


316. MMXX (Cristi Puiu, 2023) - 6

El último film de Puiu, rodado al parecer durante la pandemia del COVID, reúne cuatro escenas, dos de ellas registradas en un único plano-secuencia, pero cuya unidad temática o argumental es bastante difusa. Salvo el primer segmento sobre una paciente que contesta un cuestionario de una psicóloga, en el resto de casos nos encontramos a personajes que hablan de otros personajes u otras circunstancias. Es decir, es un film de palabras antes que de acción, siguiendo en este sentido la tónica de sus dos últimos títulos. En el segundo corte la misma psicóloga intenta averiguar qué le sucede a una amiga embarazada que ha ingresado en un hospital dando positivo por COVID. En el tercero, un colega de trabajo hospitalario de la pareja de la psicóloga le cuenta una aventura con la querida de un mafioso. Finalmente, el cuarto parece romper la conexión entre personajes y nos presenta a un policía que va a grabar el estremecedor testimonio de una mujer testigo de la trata de seres humanos. A la dispersión de la propuesta se suma una puesta en escena que se antoja menos trabajada que en el resto de sus largometrajes, donde prima el reencuadre que se siente un tanto improvisado.


317. Afire (Christian Petzold, 2023) - 7

En el cine de Petzold siempre suele aparecer un personaje misterioso del cual tenemos limitadas referencias. En Afire hace acto de presencia bajo los rasgos de Paula Beer en la casa de veraneo a la que llegan dos amigos artistas. El escritor, visiblemente impresionado, pronto comienza a comportarse como un energúmeno inseguro, mientras ella va progresivamente revelándose como una idealización, lo cual genera una dinámica entre ellos quizás problemática en estos tiempos que corren, pero el giro metanarrativo que afronta el film en su tramo final nos acerca al terreno de la fantasía, de los arquetipos literarios como podía ser la sirena de Ondine que también encarnaba Beer, y que aquí representa una musa al rescate del escritor en crisis. Por otro lado, la creciente amenaza latente (otra marca de la casa Petzold) que proporcionan los incendios en la zona, nos sugiere un problemática realidad dispuesta a saltar al primer plano y condicionar a los personajes. En todo caso, siempre da gusto ver una película suya, atender a su dominio de la puesta en escena para hacer fluir la narración, para que sus personajes interactúen construyendo tensión entre ellos sin caer en la rutina visual, para generar misterio en las imágenes, demostrando de nuevo ser uno de los más grandes narradores del cine contemporáneo.


318. L'île Rouge (Robin Campillo, 2023) - 5

Una mirada al postcolonialismo francés que nos retrotrae al Madagascar de principios de los años 70, ya independiente pero bajo cierta tutela metropolitana. El punto de vista lo aporta un niño, hijo de un militar de una base francesa en la isla, y de hecho el film comienza con las artificiosas imágenes de las aventuras de una heroína, Fantômette, en su lucha contra los villanos de turno, la visualización del cómic que lee el crío y que ofrece en su carácter diáfano un intencionado contraste con la realidad postcolonial: ¿quiénes son los buenos y quiénes los malos? No parece haber soluciones buenas a la presencia extranjera, dadas las limitadas tipologías de interacción que ofrece la historia. La propia familia protagonista tiene que lidiar con el patriarcado de ese marido/padre español (un poco tópico como macho celoso). El film abunda en simbolismos, quizás en exceso. Como las avispas o los cocodrilos, cuyo rol se puede leer metafóricamente, también esa suntuosa mesa que ofrece en sí misma una hermosa metáfora visual del paisaje del lugar para simbolizar su dominio. También hay algunas ideas quizás desaprovechadas, como el recorrido en bicicleta que hace el niño con su amiga como si fuera la brillante solución narrativa para un salto adelante en la historia que finalmente no parece producirse. Campillo recurre además a sus típicos momentos emocionalmente expansivos, que aquí le quedan un poco falsos, incluyendo el tramo final en el cual el punto de vista significativamente abandona a su pequeño protagonista y se va con la población oriunda en celebración emancipatoria, como señala la canción que suena. Es un film obvio y deslavazado, que nunca termina de encontrar un apoyo argumental interesante y que carece de misterio, lo cual llama la atención dada su exótica localización.


319. Great Absence (Kei Chikaura, 2023) - 5,5

Esa "gran ausencia" a la que se refiere este film japonés puede interpretarse de varias maneras: la de un padre que abandonó a su familia hace tres décadas, la de su actual esposa, el gran amor de su vida, que ya no está con él, o a la demencia senil que le atenaza y que ha obligado a su hijo a ocuparse sus asuntos tras haber sido detenido por la policía. El film se desarrolla en dos líneas temporales no muy lejanas en el tiempo: antes de esa detención, donde el punto de vista viene dominado por el padre, y después de la misma, donde el hijo es el protagonista. Su director se toma dos horas y media, quizás un poco excesivas pero que también le sirven para orquestar una narración serena, para mostrarnos que las razones y la realidad de los hechos no es a menudo la que parece, para construir un drama familiar en el que cauterizar heridas y ponerse en el lugar del otro, aunque por el camino siga gastando algunos estereotipos un poco caducos (spoiler: ¿es necesario que sugiera el suicidio de la esposa del padre como si su vida no pudiera ir más allá de su gran amor?). Los tiempos se funden en un par de crescendos musicales bastante poco afortunados que violentan el tono reposado de este film, la corrección de su puesta en escena, cuidada en sus encuadres, apropiada para una historia que examina los restos de un naufragio.


320. Absence (Wu Lang, 2023) - 6

Ya habíamos visto a Lee Kang-sheng entre esqueletos de hormigón en el cine de Tsai Ming-liang, pero un dulce no tiene por qué amargar a nadie. Aquí interpreta a un hombre recién salido de la cárcel que trata de reconectar con la vida, puentear sus diez años de ausencia en prisión, pero termina mezclado con el hijo del responsable de que fuera encarcelado, que comete un fraude inmobiliario. El film se va extrañando, haciéndose progresivamente parco en palabras y buscando la hipnosis en el ritmo, de hecho acercándose al cine de Tsai, para gustarse en planos cada vez más atmosféricos y que utilizan los elementos geográficos y arquitectónicos como motivos compositivos. Como en buena parte del mejor cine chino que llega a los festivales europeos, vemos de esta manera al ser humano empequeñecerse en un contexto urbano desarrollista donde prima el negocio, de manera que el calor de sus semejantes se hace más necesario que nunca. Demasiado deudora de sus referentes, quizás demasiado abúlica en su contenido argumental, no deja de ser una película de atractivo estético.


321. Camping du lac (Éléonore Saintagnan, 2023) - 7

En esta obra entre la fábula medioambientalista y el documental, accedemos de la mano de su directora, Éléonore Saintagnan, también un personaje dentro del film, varado tras la avería de su coche, al microcosmos de un lago a donde han ido a parar una serie de peculiares caracteres, como atraídos por una fuerza magnética que entiendo tiene mucho que ver con la armonía que puede percibirse con el medio natural. La leyenda visualizada de un santo y un pez que se regeneraba y que terminó en el lago convertido en una criatura mítica, desencadena el registro fantástico, y con el mismo, la crítica a la sobreexplotación económica. Sin embargo, se trata de una obra muy pequeña en minutaje, registro y pretensiones, construyendo desde la anécdota y la humildad de sus personajes. Ellos, los espacios que transitan y las situaciones que propone el film, se suceden en pantalla con hermosa sencillez, en una obra que transmite la voluntad y el gusto por mirar y poner oídos a lo que sucede a nuestro alrededor, y cuyo hábil manejo del montaje hace de ella un todo armónico.


322. El auge del humano 3 (Eduardo Williams, 2023) - 6

Williams redobla la apuesta que ya llevara a cabo con El auge del humano con esta ¿secuela?, una obra de estrategia narrativa muy similar a aquella y resultado igual de desconcertante. Es así otra obra polifónica que sigue los pasos de diferentes grupos de (jóvenes) personajes en diferentes países, pero conectados por una corriente escénica común, esa cámara de Williams que parece un artefacto con vida propia, o bien sujeto a los efectos del azar, que tiende al efecto ojo de pez para captarlo todo, un registro visual que juega con el ruido digital y que se antoja insólito en el panorama cinematográfico. También por ciertas rimas en las conversaciones, de aroma perfectamente casual, vaciadas del menor arco dramático, para que el film quede convertido en pura geografía. Williams nos acerca así un mundo larvario, multicultural e interconectado, en una obra abierta a interpretaciones.


323. Cerrar los ojos (Víctor Erice, 2023) - 7

Víctor Erice es para mí una figura de singular estatura mítica. Habiendo llegado a la cinefilia a mediados de los años noventa, ya se consideraba entonces un cineasta elusivo rodeado de un aura de misterio y malditismo que sólo fue acrecentándose con el transcurrir de las décadas y la relativa ausencia de producción. De esta manera, quizás la única constante que ha tenido mi personal experiencia cinéfila durante todo este tiempo ha sido la permanente espera, convertida casi en quimera, de ver un nuevo largometraje suyo. Hasta ahora, claro está, hasta la sorprendente aparición de Cerrar los ojos, un título de tal autoconsciencia que se podría acusar a Erice de alimentar su ego y vanidad si no atendiéramos a la humildad y cariño que destilan sus imágenes, a lo poco preocupadas que se muestran por el lucimiento o el impacto. Es más, es una obra que grita ¡viejo! a los cuatro vientos, donde salen incluso monjitas. Pero es también un film que contiene en algún sentido todo su cine, que se sugiere en primera persona permanentemente y que alimenta su carácter fetichista para todos los que hemos transitado este camino de pasión por el séptimo arte de la mano de sus tres largos previos. Y es que Erice está en todas partes en su nuevo film: le encontramos en la figura del actor desaparecido dos décadas atrás de quien nunca se supo más y que ahora es objeto de atención de un reality de televisión; es por supuesto reconocible en el director que tuvo que interrumpir su película, la segunda que realizaba, tras la desaparición de su protagonista, y que nunca más pudo retomar su carrera; también le podemos rastrear en el personaje apodado Triste le Roi de aquella inacabada película, un hombre ya sin más esperanza vital que encontrar a su hija y con ella una mirada diferente, inocente, en el fondo como aquella que buscaba Erice al inicio de su carrera en Ana Torrent; e incluso resulta identificable en ese montador que ejerce de guardián de una manera de entender el arte y la tecnología cinematográficas casi desaparecidas. Pero es el profano medio televisivo el que desencadena la acción embarcando al director en la búsqueda del desaparecido actor (también amigo), una aventura espejo de la que sucede en la malograda ficción dentro de la ficción, de la que sólo se rodaron dos escenas, muy apropiadamente la primera y la última, que enmarcan el metraje del film y su arco dramático. Por tanto, si en esa ficción Triste le Roi busca una mirada, también una mirada acaba siendo el objeto de búsqueda en el primer nivel diegético, la mirada de reconocimiento, la memoria de ese actor devenido en amnésico. Y por supuesto, como artefacto cinematográfico que es, por su propia esencia, Cerrar los ojos también busca la mirada del espectador, convocada hoy desde unos modos estéticos nada preocupados por parecer modernos, como si buscara esa misma inocencia, pero al mismo tiempo sin dejar de apelar a toda nuestra experiencia cinéfila, lo que resulta en un oxímoron de difícil resolución; igual que la mirada de una Ana Torrent que aquí encarna a la hija del actor, pero que más bien sirve de fantasma especular, nunca podrá tener la espontaneidad que mostrara en El espíritu de la colmena. Y es que nos encontramos ante una obra fuera de su tiempo, o mejor dicho, que habita el tiempo del cine, que como todos sus films hacen en alguna medida, convoca al mito, así en genérico, pero muy especialmente a nuestro mito, a la propia figura de Erice. En la rueda de prensa posterior al pase de prensa, éste dijo no reconocerse en esa leyenda épica que quieren construir alrededor suyo, pero este film no hace más que abundar en ella, abrazar el print the legend fordiano que el propio Erice admitía como lógica estrategia publicitaria. Y todo esto alimenta mi duda sobre cómo se puede percibir Cerrar los ojos sin bagaje alguno con el cine de su autor, siendo extraños a su universo.


324. Tótem (Lila Avilés, 2023) - 6

Una única jornada y dos deseos, el que pide en el inicio del metraje una niña que no quiere que se muera su padre enfermo y el que delante de ella no pide el padre al final de la película y de la fiesta que le ha montado su familia. El film, aunque no exclusivamente, está dominado por esta mirada infantil que no termina de descifrar las claves de un mundo adulto caótico, una mirada que perderá parte de su inocencia. Por eso la puesta en escena busca cierta subjetividad, la aprehensión parcial de la escena, planos cortos cámara en mano y sin profundidad de campo, muchas veces tomados desde abajo, desde el punto de vista de un niño. Es además un mundo adulto donde las presencias masculinas (¿totémicas?) languidecen, donde la actividad la aportan principalmente las mujeres. Mucho naturalismo en un film un tanto desigual pero en conjunto bastante logrado.


325. A Journey in Spring (Peng Tzu-Hui & Ping-Wen Wang, 2023) - 6

No hay muchas pretensiones en este film taiwanés sobre un veterano matrimonio agriado por el carácter irascible de él, seguramente exacerbado por una lesión laboral en el pié que le ha dejado cojo. Viven en una áspera rutina hasta que ella muere y la película nos sugiere su toma de conciencia respecto a lo que ha perdido, una relación y una compañera que daba por supuestas. Lo cual también le puede ayudar a procesar la homosexualidad del hijo nunca aceptada. Muy preocupado por las rutinas de sus personajes, es un film que evita la obviedad, que trabaja a base de planos largos bellamente compuestos y fotografiados en película, quizás en 16 mm, en una armonía visual de la que su protagonista carece en buena parte del metraje. Pero también por su propia modestia, es un film al que quizás no le sobran alicientes.


326. Here (Bas Devos, 2023) - 7

El cine de Bas Devos continua en su proceso dulcificador, ya felizmente lejos de la gravedad e inquietud de Hellhole, aunque todavía aproveche la noche que dominara Ghost Tropic como espacio de posibilidades y encuentros, como el que tiene lugar aquí entre un trabajador rumano y una bióloga de ascendencia china. Son personajes a caballo de dos culturas, quizás fuera de su contexto social más familiar, potenciales víctimas de la alienación, y que vienen retratados en su individualidad. Pero en esta ocasión el film de Devos emerge de la nocturnidad urbana hacia un universo orgánico y armonioso, el bosque, la naturaleza, una suerte de patria común en un mundo transnacional. Devos se plantea una obra minimalista y discretamente romántica, sin conflictos relevantes, que explora el placer por transitar lugares, por el desplazamiento (un desplazamiento mucho más modesto que el de Los delincuentes, eso sí). Hay algo de insomne en su cine, esa ingravidez de duermevela que también se refleja en sus sugerentes encuadres, en la suavidad de los movimientos de cámara que siguen a los personajes, y si algunas composiciones pueden aislarlos visualmente, nunca quedan abandonados a la frialdad.


327. La passion de Dodin Bouffant (Tran Anh Hung, 2023) - 4

Nunca había visto una película de la sección Culinary Cinema en Donosti y creo que tardaré tiempo en repetir. Eso sí, este film sobre la relación entre un señor apasionado de la cocina y su cocinera/amante, parece diseñado para esas lides. El chascarrillo es demasiado fácil pero no por ello voy a dejar de hacerlo: la película es un empacho de platos y preparados culinarios, de descripciones y deleites, de luces doradas y pulcritud visual, de planos en movimiento que más que una coreografía parecen revelar cierto pánico a que el espectador pudiera aburrirse. Es un típico título de qualité bastante poco estimulante. Dentro de su argumento me parece que el papel de la joven aprendiz, que simboliza un tanto esa pasión por la cocina, resulta un poco pegote. Al final tiene algún momento más destacable, la cámara se detiene un poco y esa pugna entre la melancolía y la celebración que busca la narración encuentra algún destello de emoción, pero en general es una turra importante. De qualité, eso sí.


328. Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023) - 7,5

Aunque de narrativa un poco más clásica, menos literaria, es difícil no pensar en las cambiantes ficciones expansivas e irresolubles de la productora El Pampero visionando las tres horas que dura la última película de Rodrigo Moreno. Sus meandros narrativos responden a la alternancia y paralelismo entre el punto de vista de sus dos personajes principales, un empleado de banca que comete un robo y un compañero suyo de trabajo a quien involucra en el delito dejándole a cargo del botín mientras él se entrega a la policía. Pero lo que comienza como un relato criminal, incluso con su pequeña derivada carcelaria, cambia hacia derroteros más románticos, manifestados en el interés por la misma mujer compartido sin saberlo por ambos personajes. Es una mujer que, cumpliendo un papel liberador e iniciático, de mano parece idealizada y utilitaria desde una visión masculina, como la de Afire de Christian Petzold, pero finalmente se revela libre del rol al que quieren ceñirla las ilusiones de los protagonistas. Estos juegos son parte del muy deliberado espíritu lúdico de la película, que incluye un sentido del humor que emerge de manera muy ocasional pero también muy intencionada y certera, o guiños de puesta en escena como es el puntual uso de la pantalla partida para destacar el paralelismo entre los personajes, y que de hecho genera un brillante juego escénico con un espejo en la segunda ocasión en que Moreno recurre a ello. Al final no deja de ser una odisea en pos del descubrimiento personal, el de dos personajes que necesitan romper con su rutina diaria, con el yugo laboral (como si fuera una evolución aventurera de la claustrofóbica grisura que destilaba El custodio). Y en ese movimiento que genera la narración, la panorámica emerge como el gesto visual dominante, acompañando a los personajes, también en ocasiones recorriendo el espacio vacío, siempre un desplazamiento o una búsqueda que refuerza el carácter apasionante de la narración.


329. El Eco (Tatiana Huezo, 2023) - 6,5

Huezo nos acerca a la localidad de El Eco, un pequeño pueblo mexicano donde conviven diferentes generaciones de campesinos y, muy especialmente, campesinas. Ellas son el principal foco de atención de la directora, sobre todo las más jóvenes, niñas abocadas en cierta medida a repetir roles de las generaciones precedentes, como un eco de las mismas, pero también dispuestas a luchar por cambiar cosas. La educación es fundamental en el discurso implícito de la película, y son varias las escenas al respecto, incluyendo juegos en los que una niña ejerce de profesora con sus muñecos o con otros niños. Huezo pone en escena la realidad de esta comunidad, de manera que en su mayoría no estamos ante un documental que registraría improvisadamente lo que la realidad le ofrece, sino ante escenas perfectamente iluminadas y compuestas, filmadas a menudo como si fuera una ficción, con cambios de plano dentro de una continuidad temporal. Ello resulta en una obra muy cuidada en lo visual pero que no pierde su poso de autenticidad.


330. Grace (Ilya Povolotsky, 2023) - 6

Grace parece jugar con los estereotipos del cine ruso, siempre con la amenaza de ponerse sórdida y convertir a su joven protagonista en una víctima. De mano, no sabemos muy bien qué oscuros negocios se trae con ella el hombre que la acompaña en una furgoneta, y que resulta ser su padre, con quien vende películas pirateadas. Además, alrededor de ellos encontramos un mundo potencialmente siniestro, una amenaza que late ocasionalmente en las imágenes, aunque Povolotsky evita asfixiar a sus personajes. Su trabajo visual viene bastante elaborado y le da importancia al paisaje, con muchos grandes planos generales, suaves movimientos de cámara o llamativas composiciones en las que un personaje se encuentra en primer término con otros elementos de fondo completando la imagen, todas ellas maneras de hacer jugar un papel al entorno en el que se mueven los protagonistas. Por otro lado, ella tiene la costumbre de fotografiar de espaldas a aquellas personas con las que se encuentra, como si negara la posibilidad del encuentro y se encontrase en permanente despedida, lo cual tiene sentido con su obsesión por alcanzar el mar, que descubriremos será el depositario último de las cenizas de su madre. Se trata, por tanto, de personajes en duelo tratando de salir adelante en un mundo poco acogedor.


331. O Corno (Jaione Camborda, 2023) - 4,5

Más España rural (o más bien Península Ibérica), en esta ocasión ambientada en 1971 en Galicia, donde una adolescente embarazada acude a la partera del lugar para abortar, pero muere al tomar el brebaje que ella le ha preparado, de manera que esta mujer tiene que huir con destino a Portugal para escapar de la acción policial. El film tiene así algo de road movie, de búsqueda de un lugar en el que encontrar un sentido vital. Hay algo de equilibrio cósmico en su planteamiento, con tanta abundancia de situaciones que se repiten, que riman o contrastan. Es una obra además de mujeres, donde la sororidad es el único refugio posible, donde los hombres son presencias tangenciales, donde la amenaza viene siempre de ellos. Quizás todo ello está demasiado definido y conceptuado. Y también es una película demasiado pulcra y convencional en sus formas, que a veces amenaza con los modos televisivos, ya desde su apertura, bastante desafortunada.


Un saludo.

Doctor Duende
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Re: Contador de películas 2023

por Doctor Duende » 16 Oct 2023, 02:40

Doctor Duende escribió: 10 Oct 2023, 22:20 Si alguno vais a ir a Sitges, y os gustan las pelis de acción, mañana día 11 por la noche es el estreno europeo de "Os reviento", la nueva de Kike Narcea. Si tenéis placeres inconfesables con las pelis de mamporros, podéis pasar un rato verdaderamente divertido. Viene de ganar el premio a mejor película en el Buried Alive Film Festival (Atlanta) y el premio del público del Fantastic Fest (Texas) donde fue su estreno mundial.

Un cordial saludo a todos.
Se ha llevado el Premio del Público también en Sitges.

Un cordial saludo a todos.
DanielDuende.es - Producción audiovisual, cine, música, bandas sonoras, radio, publicaciones... ¡Descúbrelo!

Espero que os guste. :brindo por eso:

Genjuro
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Re: Contador de películas 2023

por Genjuro » 20 Oct 2023, 17:12

332. Dos disparos (Martín Rejtman, 2014) - 6

Un joven encuentra una pistola en su casa y se dispara dos veces sobre sí mismo sin mayores explicaciones, aunque sin demasiadas consecuencias médicas. Es como una espoleta que inicia una narración progresivamente deslocalizada, que nos lleva de unos personajes a otros en forma de comedia de automatismos, porque estos seres pareciera que actuasen presa de sus hábitos y de sus neurosis, sin ningún arco dramático. Rejtman trabaja un humor seco, un registro cotidiano que se mueve en la frontera del absurdo para hablarnos de una sociedad neurótica.


333. El custodio (Rodrigo Moreno, 2006) - 6

Si el devenir de los personajes de Los delincuentes revelaba la necesidad de liberarse de su yugo laboral, de unas rutinas que les convertían en autómatas mientras el dinero pasaba por delante de sus narices, El custodio está totalmente volcado sobre esa idea y circunstancia. Su protagonista y su vida como guardaespaldas parecen la antítesis del personaje más famoso del gremio creado por Hollywood y encarnado por Kevin Costner. La grisura inunda toda su existencia, siempre en los márgenes, siempre fuera del foco, con ese gesto repetido por otros personajes para dejarle fuera de los espacios donde suceden y se tratan las cosas importantes. Y cuando no lo está (cuando el ministro le requiere para exhibir sus habilidades dibujando), es para ser humillado. Es un espectador mudo, reprimido, que ni siquiera puede hacer valer los protocolos frente al capricho de la hija de su custodiado. La puesta en escena trabaja esa ausencia de color y de luz, sus apariciones esquivas en la imagen, las repeticiones en la acción y la escasez de diálogos. Pero quizás todo resulta demasiado nítido y evidente, sin excesivo margen para la sugerencia.


334. Coup de chance (Woody Allen, 2023) - 5,5

Allen recupera el azar como elemento central de su última película, separando a aquellos que creen en el mismo, como un escritor que se encuentra casualmente en las calles de París a una antigua compañera de la que estaba enamorado, y los que piensan que el azar hay que provocarlo, como el marido de esta mujer, hombre de acción y decisión, que ha labrado fortuna de manera un tanto oscura y que no se puede tomar muy bien la relación adúltera que inicia su esposa. Después de la desastrosa Rifkin's Festival, es de agradecer una película que al menos mantiene la atención del espectador, que es capaz de generar tensión e intriga, especialmente cuanto más protagonismo toma el marido, quizás el personaje mejor perfilado, dentro de que todos tienden levemente a la caricatura (el escritor parece que sólo sabe expresar que ella es su primer amor). El tono es discretamente cómico, pero las repeticiones musicales de su banda sonora trivializan escenas que podrían tener un aire más inquietante. Pero lo que más me molestó fue la puesta en escena, con excesivos movimientos de steadycam, ya con un travelling circular en la primera secuencia, y una fotografía bastante fea a cargo del temible Storaro, tirando de gran angular y sus típicos colorines.


335. Los guantes mágicos (Martín Rejtman, 2003) - 6,5

Otro eslabón totalmente coherente en la filmografía de Rejtman, con esos personajes que dan vueltas sobre sí mismos, a veces autómatas, como la pareja que se separa al principio del metraje, en ocasiones intrusivos, como los seres que circulan alrededor suyo a partir de ese momento. Ella pronto se encuentra deprimida y enganchada a productos farmacológicos (de nuevo esa faceta analgésica que muestran sus historias), mientras él termina liado en un negocio que en el fondo no le interesa, porque sus pasiones básicas parecen ser conducir su viejo R12 y bailar en la discoteca. La comedia se ofrece desdramatizada y un tanto paródica. Son personajes lindando la plausibilidad, que nos devuelven un mundo necesitado de autoestima.


336. Un mundo misterioso (Rodrigo Moreno, 2011) - 7

Con un comienzo similar a Los guantes mágicos, de hecho compartiendo cierto sentido del absurdo catatónico que muestra a menudo el cine de Rejtman, y erigiéndose en anticipo de ciertos aspectos de la línea narrativa de Los delincuentes protagonizada por el mismo Esteban Bigliardi que lidera el reparto de Un mundo misterioso, la odisea que emprende aquí después de que su novia le pida separarse por un tiempo indefinido (con una línea de diálogo muy similar a la que tiene lugar en el último film de Moreno cuando se produce la misma situación) nos lleva por una concatenación de situaciones propia de quien se encuentra perdido y no sabe muy bien lo que quiere. Es un film con muy pocos diálogos, con muy poca contextualización personal, hasta el punto de que ni siquiera sabemos en qué trabaja su protagonista, donde un antiguo coche de segunda mano que adquiere se erige como símbolo de su maltrecha independencia. Al contrario que en Los delincuentes, donde las panorámicas estaban muy presentes denotando movimiento y una cierta evolución vital, este film está básicamente construido sobre planos fijos, muy apropiados para reflejar la incapacidad del personaje para cambiar. Me encanta cómo muestra Moreno ese interés indiscriminado por las mujeres con las que se encuentra, tanto en espacios delimitados como el autobús o la fiesta, o cuando las sigue en la calle. El aspecto geográfico (de nuevo presente en Los delincuentes) adquiere relevancia por ejemplo en esa curiosísima escena de autobús en la que el protagonista se baja del mismo y la cámara se queda dentro sólo para que veamos a su ex-novia subirse una parada más adelante, certificando la incapacidad del personaje para no dar vueltas sobre sí mismo (un poco también como el de Los guantes mágicos).


337. Silvia Prieto (Martín Rejtman, 1999) - 6,5

La homonimia pasa a ser uno de los motivos cómicos de este film de Rejtman sobre parejas que se separan y, como es tan habitual en su cine, se recombinan, creando un microcosmos alrededor del cual los personajes dan vueltas, a veces como si fueran autómatas. Las repeticiones y variaciones son fundamentales, no sólo como estrategia humorística, sino también como visión crítica sobre sus personajes y la sociedad. La verdad es que la coherencia estética, tonal y temática es absoluta con el resto de su filmografía (también la sensación de estar repitiéndome).


338. Réimon (Rodrigo Moreno, 2014) - 6

Una obra con una vertiente marxista ya desde los rótulos iniciales que indican algunas magnitudes laborales y presupuestarias de la producción, y que adquieren pleno sentido cuando vemos a varios personajes leer pasajes de la obra del filósofo alemán. Para ellos, entre otros, trabaja en el servicio doméstico la verdadera protagonista de la película, Réimon, mujer de fuertes rasgos indígenas que limpia sus casas. Las contradicciones de estos marxistas de salón son evidentes, demasiado obvias, reflejando la dificultad para ejercer una relación económica de subordinación sin explotar o dejar en un plano humano diferente al empleado. Moreno ha demostrado interés por estas cuestiones laborales, de manera muy clara en El custodio, pero también en Los delincuentes. Me gusta cuando el film sigue los pasos de su protagonista, de nuevo mostrando ese interés de Moreno por visualizar el desplazamiento (que aquí acaba revelando un sentido marxista, como tiempo de trabajo no remunerado), también esa intención de hacer una obra con pocos diálogos, pero igualmente es verdad que su heroína no se da mucho garbo en su tarea, se echa de menos algo más de fisicidad, o quizás Moreno prefería dejar su obra más cerca de la exposición teórica.


339. Don Juan (Serge Bozon, 2022) - 5,5

El mito de Don Juan es convocado en este film que examina su vigencia en presente y juega con la herencia literaria a través de la representación de una obra de teatro. Su protagonista, actor en pleno proceso de ensayos de la mencionada obra, se queda plantado el día de su boda después de que su novia observe su incorregible interés por el sexo opuesto. En su crisis, sale a relucir una especie de seductor basto y violento, incompatible con los tiempos que corren (aunque ahí le falta mucha sutileza al dibujo del personaje), que ve los rasgos de su perdida novia en diferentes mujeres. Hay algo de Hitchcockiano en esta circunstancia y en el artificio de algunas de las imágenes que propone Bozon. Sus preparados encuadres gustan de combinar elementos en primer plano y segundo término, y la abundancia de espejos juega con la naturaleza ilusoria y especular de la narración. De todas maneras, por momentos se siente una obra mortecina y ahogada.


340. Rapado (Martín Rejtman, 1992) - 6,5

El primer largo de Rejtman ya muestra muchas de sus constantes, esos personajes al borde del absurdo, atrapados por sus circunstancias, rutinas y obsesiones, dando vueltas sobre sí mismos como autómatas, con escasa psicología y propicios para un humor lacónico apropiado para la desdramatización que muestran sus films. Un joven al que le roban la moto, su dinero y sus deportivas, y que además recibe de un amigo un billete falso como ayuda, parece perder la inocencia en alguna medida y, tras raparse el pelo, trata de robar una moto él mismo, mostrando en general señales de desdén por el civismo. En este caso Rejtman se detiene un tanto más en el desplazamiento, en escenas sin diálogo, pero los ensayos de cambio y evasión resultan igualmente estériles. Todo está medido, todo lleva su propio y calculado ritmo en su puesta en escena.


341. Una ciudad de provincia (Rodrigo Moreno, 2017) - 6,5

Un documental que refleja el mismo gusto que Moreno muestra por los espacios que transitan sus personajes en Un mundo misterioso o Los delincuentes. Aunque además de ello, incluso con mayor preponderancia, es un film sobre ritmos y rutinas vitales, vagamente en la línea de Franco Piavoli y su Voci nel tempo, en una versión más prosaica, la sinfonía urbana que propicia la localidad de Colón y sus habitantes. No hay arco narrativo, sólo una serie de secuencias cotidianas apenas trenzadas. Trabajo y ocio, día y noche se alternan en unas imágenes transparentes donde el cuidado montaje alcanza en ocasiones cotas de intensidad coreográfica, como en ese trasiego de personas en la municipalidad o de motocicletas por las calles de un Colón nocturno.


342. The Herdsman (Xin Jie & Huang Shuqin, 1982) - 6

La lectura política es muy explícita en esta historia más bien intimista sobre un hombre que rememora su periplo vital, por momentos penoso, tras la visita de su adinerado padre que le había abandonado tres décadas atrás para emigrar a los Estados Unidos. El film refleja así los vaivenes políticos desde la posguerra al presente por sus efectos en este personaje etiquetado de derechista. Él mismo ejerce de alegoría del pueblo chino en esa reivindicación del corazón y el trabajo ante las señales de un mundo capitalista occidental (las latas de Coca-Cola o Fanta, la música de ABBA) que tendería a deshumanizar. Pero más allá del grosor de las servidumbres de su discurso, encontramos un efectivo y elegante drama hábilmente narrado en flashbacks y evocaciones dentro de los mismos, con momentos delicados como el casamiento del protagonista con su mujer. Es un film que trabaja la emotividad en momentos muy determinados y siempre manteniendo el pudor.


343. Das merkwürdige Kätzchen (Ramon Zürcher, 2013) - 6,5

Antecedente estilístico total de la todavía más lograda Das Mädchen und die Spinne, Zürcher vuelve a proponer otro microcosmos, aún más concentrado que en su film posterior, exclusivamente en la jornada en la que una familia celebra una comida y prácticamente ceñido a nivel espacial a los confines de un apartamento. La propuesta estético-narrativa es bastante similar, una serie de planos medios sobre sus diferentes personajes que realzan la importancia de la columna de sonido, de las acciones y diálogos que se suceden fuera de campo o en segundo plano fuera de foco. La coreografía de personajes, de acciones y miradas, va revelando extrañas grietas por donde se cuela una cierta incomodidad (y el gato al que hace referencia el título), sobre todo palpable en la figura de la madre, personaje en evidente crisis, capturado en repetidas ocasiones de espaldas o petrificado y cuyo relato en flashback de su experiencia en el cine con su madre, donde su pie quedó atrapado bajo el de un hombre por no querer violentar la situación, me parece bastante significativo. De hecho, los tres flashbacks, si no contados todos por mujeres, sí tienen a ellas como protagonistas, y se intuye un malestar de género a pesar de la actividad de los hombres (aunque se trata de tareas específicas: el tío que arregla la lavadora, el hijo que va a buscar a la abuela o el padre que va a por un tensiómetro y cuya principal labor posterior es tomarse la tensión). También es muy curioso ese momento surrealista, casi duplicado, donde la hija mayor le pregunta a la madre por la redecilla que ve bajar y subir a través de la ventana, cuando en la primera ocasión se supone que está durmiendo, muestra clara de que la realidad se agrieta para los personajes.


344. Herbaria (Leandro Listorti, 2022) - 5,5

Listorti traza un paralelismo entre el conservacionismo vegetal y el fílmico en este documental muy apropiadamente fascinado con la materialidad. Y no sólo la conservación de la especie, sino que especialmente su catalogación a través de herbarios genera resonancias con la conservación del material fotoquímico. Si no todo, la mayoría del metraje está rodado en película, lo cual dialoga en sí mismo con el contenido e incluso le otorga una curiosa dimensión meta (como ese plano sostenido sobre unas latas de cine registrado con las impurezas del celuloide, que produce la extraña sensación de que la película se está mirando a sí misma, en una suerte de espejo). Pero qizás es una obra un poco deslavazada, que funciona por fogonazos de unas imágenes que transmiten la fragilidad de su material de estudio.


345. Violet (Bas Devos, 2014) - 7

El homicidio de un joven, que apenas atisbamos en la secuencia de apertura a través de unas cámaras de seguridad, nos coloca en una obra en estado de shock postraumático, un sentimiento que comparte este film con el siguiente de Devos, Hellhole, pero afortunadamente libre de la excesiva solemnidad formal de aquella. El amigo que fue testigo impotente y paralizado del suceso es el frustrado protagonista de la narración, a quien suponemos abrumado por el sentimiento de culpa y el dolor. Pero su retrato es casi tan elusivo como esa secuencia inicial, en una obra fragmentaria donde abundan las elipsis, las escenas en penumbra o nocturnas, las sombras o siluetas, o los personajes que se aparecen de espaldas o de manera fugaz en el encuadre. Hay imágenes muy atractivas en la película, como el plano de una casa cuya forma se revela según las estancias se van encendiendo en la noche, o las de un parque ciclista que propone unos trazos abstractos en el plano. El trabajo con el sonido también es destacable, a veces por ausencia del mismo o por resaltar elementos muy determinados. Todo ello nos deja la sensación de una obra inaprehensible, que en ocasiones flota como en un sueño más bien desasosegado y que amenaza con disolverse en la fantasmalidad.


Un saludo.
Última edición por Genjuro el 31 Dic 2023, 12:43, editado 1 vez en total.

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Re: Contador de películas 2023

por Fallout_3 » 23 Oct 2023, 10:14

Pues he sobrevivido a las 3 horas y media de la nueva de Scorsese y tengo que decir que ha merecido la pena.

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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 23 Oct 2023, 11:20

Genjuro escribió: 20 Oct 2023, 17:12 334. Coup de chance (Woody Allen, 2023) - 5,5

Allen recupera el azar como elemento central de su última película, separando a aquellos que creen en el mismo, como un escritor que se encuentra casualmente en las calles de París a una antigua compañera de la que estaba enamorado, y los que piensan que el azar hay que provocarlo, como el marido de esta mujer, hombre de acción y decisión, que ha labrado fortuna de manera un tanto oscura y que no se puede tomar muy bien la relación adúltera que inicia su esposa. Después de la desastrosa Rifkin's Festival, es de agradecer una película que al menos mantiene la atención del espectador, que es capaz de generar tensión e intriga, especialmente cuanto más protagonismo toma el marido, quizás el personaje mejor perfilado, dentro de que todos tienden levemente a la caricatura (el escritor parece que sólo sabe expresar que ella es su primer amor). El tono es discretamente cómico, pero las repeticiones musicales de su banda sonora trivializan escenas que podrían tener un aire más inquietante. Pero lo que más me molestó fue la puesta en escena, con excesivos movimientos de steadycam, ya con un travelling circular en la primera secuencia, y una fotografía bastante fea a cargo del temible Storaro, tirando de gran angular y sus típicos colorines.

339. Don Juan (Serge Bozon, 2022) - 5,5

El mito de Don Juan es convocado en este film que examina su vigencia en presente y juega con la herencia literaria a través de la representación de una obra de teatro. Su protagonista, actor en pleno proceso de ensayos de la mencionada obra, se queda plantado el día de su boda después de que su novia observe su incorregible interés por el sexo opuesto. En su crisis, sale a relucir una especie de seductor basto y violento, incompatible con los tiempos que corren (aunque ahí le falta mucha sutileza al dibujo del personaje), que ve los rasgos de su perdida novia en diferentes mujeres. Hay algo de Hitchcockiano en esta circunstancia y en el artificio de algunas de las imágenes que propone Bozon. Sus preparados encuadres gustan de combinar elementos en primer plano y segundo término, y la abundancia de espejos juega con la naturaleza ilusoria y especular de la narración. De todas maneras, por momentos se siente una obra mortecina y ahogada.
Coincido con ambas. Han acabado siendo dos decepciones y en mi opinión creo que Coup de chance ha acabado siendo un poco desastre, tan solo salvado por el personaje del marido y por el propio concepto de la película. Es curioso, porque no me han gustado esos movimientos de cámara con el gran angular salvo en alguna ocasión, y en general creo que la película de Allen acaba estando en tierra de nadie.
En cuanto a Don Juan, me sucedió lo mismo. Es un quiero y no puedo que, aún estando bien y teniendo buenas ideas (esa de ir poniendo a Effra por todas partes), se acaba quedando como dices. Es una pena, porque creo que ambas (especialmente la de Bozon) tiene una serie de buenas ideas que por desgracia no acaban cristalizando como deberían por una ejecución entre regulera y mala.

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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 24 Oct 2023, 12:15

¿La de Allen no parece un telefilm, en un sentido casi trágico del término?

Obra menor entre las obras menores.
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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 24 Oct 2023, 13:51

crespo escribió: 24 Oct 2023, 12:15 ¿La de Allen no parece un telefilm, en un sentido casi trágico del término?

Obra menor entre las obras menores.
Sí, luce como un telefilm glorificado. Si no tuviese ese giro final y ese concepto habría sido una película terrible.

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Re: Contador de películas 2023

por Bundy » 30 Oct 2023, 13:11

132.- Studies for the decay of the West (Klaus Wyborny, 2010) – 7
Un trabajo redondo en lo experimental en el que la imagen hace de música y la música hace de imagen mientras que esta va enseñando paisajes, zonas de minería, lagos y otros territorios mientras Wyborny va cambiando de filtro, perspectiva y rota la imagen sin parar. Se me ha hecho bola en algún momento, pero también creo que tiene un poder realmente atrayente a nivel de imagen, intentando un flicker film que parece más una sinfonía sobre la decadencia del Oeste en lugar de una película.

133.-Passing time (Terence Davies, 2023) – 7,5
Voy a poner esto como extra para recomendarlo (está en YouTube gratis) y porque creo que no solo es una preciosa imagen sino también un precioso último testamento en el que la música y un precioso poema acompañan al conjunto.

134.-Coup de chance (Woody Allen, 2023) – 5
Una película floja. Allen utiliza los movimentos de cámara con focos que eliminan la profundidad de imagen en varias ocasiones y aprovechan el color en tantos otros para narrar una de sus historias cómicas y criminales con un giro francés a lo que eran sus trabajos, pero me da que Allen no casa con lo francés, y que estoy un poco cansado de la comedia con sus diálogos. En todo caso, sí que funciona la idea base de Allen de girar toda la historia sobre el azar, y el montaje en ocasiones es particularmente lúcido, pero mi mayor problema con esto es que no me parece interesante como para que me guste. ¿Es curioso? Sí. ¿Hay personajes particulares? Sobre todo la madre y el marido. ¿Funciona? No, porque el resto es que como que carece de magia o carisma para gustar. Está apañado, pero se me hace muy blando al mismo tiempo.

135.- Ode to the goose (Zhang Lu, 2018) – 7,75
Una película cuya estructura como tal es mucho más sencilla de lo que parece a simple vista (es una historia lineal que se trocea, en la cual la segunda mitad completa a la primera) que la forma en que Zhang Lu filma el espacio y sobre todo lo hace, en muchas ocasiones, de forma ambigua o como mirando de reojo, usando los espejos para completar y complementar los espacios. Me parece además algo genuino porque al final enfoca bien al protagonista para entender las dinámicas de la pseudorelación entre los dos personajes principales y el constante estado de confusión que se produce con una película en la cual el drama sentido y contenido y los pequeños momentos de comedia muy fina son también casi diáfanos, generado sobre todo por situaciones y diálogos correosos.

136.- Intimacies (Ryuusuke Hamaguchi, 2012) – 7,5
Dividida en dos partes que en realidad son tres, Hamaguchi representa aquí el proceso de ensayos, la obra y el acto posterior de un grupo cerrado de teatro. La parte interesante es cómo se ligan los diferentes ensayos y capas del yo con las del colectivo, representado no solo por el contexto de la obra y el grupo de teatro, sino también por las dos parejas que existen y el contexto del actor principal, cuyo hermano vive en la zona limítrofe entre las dos Coreas que acaba estallando en una guerra en 2011. Este es un trabajo que el propio Hamaguchi hace mientras es director de una institución artística con una obra que pretendía conectar el caos de varias personas a resultas de su soledad y su deseo de amar o corresponder a alguien, y los choques violentos que estos causan, y como tal divide la obra en tres partes: los ensayos, la obra en sí misma y un epílogo breve. Es curioso, pero, que también haya tres o cuatro espacios definidos, y cuyo eje conductor sea el metro y los espacios filmados en estaciones o dentro de los propios vagones, que ayuda si acaso a reflejar este estado transicional y de desvío que Hamaguchi explora en múltiples direcciones, tanto a nivel relacional y de distanciamiento (literal, y ya ni hablemos del final), el cual sirve de potente contraste para el segundo acto -mucho más estático y extrañado- como para aquellas escenas largas, siendo la más brillante esa que se da al final del primer acto. Dicho esto, también se me ha hecho plomizo en parte en especial el segundo acto, pero se me hace curioso ver esto después de estar por ahí Drive my car, más que nada porque son dos trabajos que exploran varios temas como el desarraigo usando otros medios como el teatro de por medio.

Esto fue una serie de películas experimentales que vi en una serie de días. Algunas fueron muy buenas, otras lo fueron pero no pude concentrarme bien en ellas, y en general ha habido un buen ambiente con películas más buenas que otras pero que todas tenían su miga. Quizá me animo a escribir un poco en un momento más tranquilo.
Spoiler :
137.-Denkbilder (Pablo Marín, 2013) – 7
138.-Sueños para Eva – Parte 1 (Claudio Sodi, 2022) – 10
139.-Oír formas (Leonor Serrano Rivas, 2022) – 7
140.-Ver piedras / Signos de sol (Juan Bufill, 1988-2014) – 7,5
141.-Fuegofocfire (Valentina Alvarado Matos y Carlos Vásquez Méndez, 2020-23) – 8,25
142.-Trágame nube (el cuerpo establece el ritmo) (Esperanza Collado, 2017) – 9
143.- Locations (Bruno Delgado Ramo, 2019) – 8
144.-Marcel ! (Illa, I) (Jorge Suárez-Quiñones Rivas, 2023) – 7,5
145.-Venoms and Victims (Oriol Sánchez, 2013-2021)
146.- Niágara (Albert Triviño, 2008) – 9
147.- Vanitas: Sílvia (Albert Triviño, 2008) – 8
148.- Hacer/ver (Elena Duque, 2023) – 7,5
149.- València en flames (Carlos Baixauli & Cecilia Luis, 2023) – 7
150.- Hoy antes hoy (Nicole Remy, 2022)
151.- Ipsa (I watched the moon around the house) (Blanca García, 2022) – 8,5
152.- Many eyes, many centers, moving (María Pipla, 2022) – 7,25
153.-Plomell de flors espirituals (Ana Pfaff, 2011-2023)
154.-Ulía (Laura Moreno, 2023) – 7
155.-Diorama (Álvaro Feldman, 2022)
156.- Fractura (Biviana Chauchi, 2023) – 7,25
157.-¡Bu! (con admiración) (Gadea Burgaz, 2023)
158.- Lx Visages (Céline Latil, 2022) – 6
159.-#006 (Yonay Boix, 2021)
160.-#007 (Yonay Boix y Ariadna Onofri, 2021)
161.-#008 (Yonay Boix, 2022-23)
162.-Cuba Velocity (Pablo Useros, 2023) – 7
163.-Healing Ray (Jorge Suárez Quiñones Rivas, 2021) – 8,25


164.- Journal de septembre (Eric Pauwels, 2019) – 7,25
Filmado como un diario de imágenes en digital, Journal de septembre combina diversos tipos de pequeños ensayos y ficciones encapsulados en un día a día que parece extenderse 30 días. Es impresionante ver la libertad (y el conocimiento) que Pauwels para poder trasladar las diferentes texturas y realidades del día a día y enhebrarlo no solo con las pequeñas ficciones que hay, sino con imágenes más sencillas como retratos de amigos y encuentros de diferentes espacios. Con el móvil, con Super 8 o con digital, consigue crear una especie de diario a ratos conmovedor, aunque el apéndice final, aunque precioso, acabe alargándose para bien y también para mal, agotando un poco uno de los ejercicios creativos que más me han inspirado últimamente.

165.- Distant voices, still lives (Terence Davies, 1988) – 7,75
Dividida en dos partes desiguales, Terence Davies publicó primero Distant voices y luego, años después, montó en paralelo su continuación, Still lives. Ambas están unidas por varios ejes en común: por un lado, está el enorme amor que Davies tiene por la canción y el eje que las liga en el tiempo, la nostalgia y también la alegría y la comunidad; por otro lado, los ejes familiares y relacionales, en los cuales el maltrato, especialmente el paternal y el patriarcal, se hacen lugar (en ese sentido comparte ciertos paralelismos con Sunset Song), pero es quizá el tercero, el tiempo y la nostalgia, el que parece hibridar ambos bien. Una cosa que Terence Davies menciona en una entrevista es su fijación no solo por la conectividad de las radios y las conversaciones animosas, sino también que la época pasada, la que vivió él durante bastante tiempo, estaba suspendida en un tiempo en el que la rutina y la tradición del paso de los días cobraba especial relevancia. Es impresionante que un director mezcle miseria, gloria y rutina de la forma en que lo hace.

166.-Pas de son genre (Lucas Belvaux, 2014) – 6,5
Una película que sabe hilar muy fino entre lo que podría ser la típica comedia romántica francesa y un cine más independiente o autoral. Not my type parte de la historia de un profesor de filosofía que le obligan a destinarse temporalmente a una ciudad pequeña de provincias contra su voluntad tras cortar con su pareja, y su encuentro con una peluquera vivaz. Su mayor virtud es que se aleja de la tosquedad y lo burdo de lo que podría ser una comedia francesa, y en su lugar Belvaux traslada los códigos del thriller o del misterio a una comedia románica que no lo es tanto, en verdad. La película al principio intenta trollear al espectador tomándose su tiempo en unir a las dos contrapartes amorosas, y luego, como por acto de magia los une y monta ya su primera gran escena con ese revuelo a correprisa de la protagonista para encontrarse con el profesor. Desde ahí, Pas de son genre avanza raudo con un vendaval, y funciona perfecto por el encadenamiento de las escenas y cómo la cámara orbita alrededor de sus personajes, combinando ese movimiento sinuoso alrededor de ellos con la quietud del espacio, de la calma y de otros. Para mí su problema es que hay momentos en que se rompe ese tono, especialmente con ese final, en el que algunos subrayados menos sutiles chocan de frente con cierta ambigüedad de la relación. No es una película redonda, pero consigue a base de oficio y sutileza un encanto abrumador que por momentos consigue generar una ternura y una vulnerabilidad inesperadas con una relación entre dos personas desiguales, y la inevitabilidad de lo que espera por delante.

167.- Road to Nowhere (Monte Hellman, 2010) – 7,75
Quería ver la película de Hellman porque, entre otras razones, se citaba como una de las posibles referencias de Victor Erice de cara a Cerrar los ojos. No es la única (como tampoco lo son sus trabajos anteriores, los libros de Marsé o incluso Le mystère des roches de Kador de Leónce Perret), pero sí que es cierto que hay paralelismos evidentes en la trama, con esa comparación entre la trama conspiranoica, el retorno de una actriz y su desaparición y el proyecto de un trabajo de cine que acaba siendo abandonado, pero en este caso también creo que Road to Nowhere sigue un poco los hilos de The passenger de Antonioni, en particular la trama de la periodista que investiga la desaparición de su exmarido.
Road to Nowhere es el trabajo de una película de un director (¿alter-ego de Hellman?) que busca dar el salto al estrellato de Hollywood con la historia de una muchacha, Velma Durán, que desaparece tras un escándalo de corrupción brutal con un funcionario con mucho dinero. Lo que es una adaptación del material, pero, se encontrará con dos puntos más: que la actriz que hace la película es la propia Velma, y que Velma/Lauren será pagada por su padre y el empresario corrupto para hacer de actriz. Con ello, lo metacinematográfico acaba haciéndose cine y viceversa, y permite así generar una progresiva bajada a los infiernos. Esa mezcla entre rodaje, lo que sucede fuera y el futuro mueve la película hacia un noir dentro de un noir, algo parecido a lo que un periodista haría con un true crime de los que vemos ahora. Sin embargo, esta bajada es ficción real y en vivo, con una fotografía macilenta y un aire decadente, confuso y extrañado que impregna la película de forma constante hasta la inevitabilidad del giro final. La obsesión es la fuerza motriz de todo esto, e ignoro por qué me fascina de la manera en que lo hace, pero me parece un enorme trabajo por parte de Hellman, con un plano final y unos últimos 20-30 minutos contundentes y de los que cuesta olvidarse.

168.-El chico y la garza (Hayao Miyazaki, 2023) – 8
Una muy buena película de Miyazaki en la que reconozco varios de sus referentes e intereses no ya solo de trabajos anteriores, sino de inspiraciones de su propio estudio (hay una fluidez mayor en el trazo en los momentos del incendio que recuerda a El cuento de la princesa Kaguya) e incluso diría que de otros directores de ficción. La película trata de coger la estructura de un relato fantástico clásico cogiendo como tema la búsqueda de un familiar ausente (en este caso, muerto). Lo que empieza siendo una clásica película de aventuras en un entorno rural empieza a desplazarse como un cuento en donde los leitmotivs de la tragedia van reberverando al protagonista hasta que le atrapan dentro del remolino de la aventura fantástica, y de ahí al giro importante en donde fantasía y realidad se dan de la mano. Es un trabajo que no es solo estéticamente bello, sino muy bien articulado en lo narrativo, atando lo que es el tiempo al espacio en un giro que no por anticipado es menos brillante y que deja un poso agridulce que funciona muy bien en conjunto.

169.- A propòs de Venice (Jean-Marie Straub, 2014) – 5,75
170.- Unstoppable (Tony Scott, 2010, R) – 7,25

Una película menos lucida que Dejà vu y que sus trabajos precedentes. Es una película de acción de mayor voltaje del que es habitual, en donde Scott traslada su forma de ir utilizando manualmente la manivela para alterar la percepción del tiempo se acelera con esas rápidas panorámicas orbitando tanto en interiores como en exteriores. En ese sentido, sorprende el contraste agudo entre los momentos de tensión, en donde el diseño de sonido y los planos más estáticos funcionan, y todos los momentos de distensión y de digerido, en el cual se usan esta especie de movimentos circulares rápidos y sinuosos y la variedad de texturas digitales para generar un constante estado de tensión, vigilancia y tensión, consiguiendo un ejercicio de inmersión en lo que se refiere al estado de tensión contenida que existe en la propia trama de la película. Es diversión palomitera pura, pero hecha puro espectáculo y bien calculada, y en eso Tony Scott era uno de los mejores. Le fallan los manierismos patrioteros (as always en esta clase de películas), pero el cast coral y la tension constante (así como el banter entre las diferentes partes implicadas) funcionan con muy buena sintonía. Recuerdo haberla visto en el cine en su estreno, pero en un revisionado me ha parecido incluso mejor.

171.- Djinn (Tobe Hooper, 2013) – 7,5
El último trabajo de Hooper antes de morir es uno de los largometrajes más interesantes de terror de los últimos tiempo. Cogiendo la mitología árabe en general, y los djinn en particular, Hooper monta un prólogo que ata toda una historia en la que todo gira entorno a una pareja que se deshizo de un bebé con malformaciones. La parte interesante es que pese a la limitación presupuestaria, Djinn consigue una serie de efectos visuales muy potentes mezclando transiciones, movimientos en círculo, juego de filtros y fotografía que funcionan a las mil maravillas. El juego con el sonido y el color (pasando de azules apagados a rojos vivos), y la forma en cómo se trabaja el espacio en particular, ayudan a generar un efecto similar al que uno viviría cuando entra o entraba en casas del terror: la constante adrenalina de estar en una atracción de feria. Y aunque Djinn no sea proficiente ni tampoco es profunda en su concepto, el tour de force (o de tortura) que aplica sobre sus dos protagonistas es atroz, especialmente en el Director’s Cut, siendo quizá la película más desesperanzadora y la más siniestra de terror en mucho tiempo.

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crespo
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Re: Contador de películas 2023

por crespo » 02 Nov 2023, 10:58

"Bidasoa (2018-2023)" de Fermín Muguruza, tiene una calidad cinematográfica solo asociada a los breves resúmenes de los jóvenes muertos tratando de cruzar el río Bidasoa -según la administración, entre España y Francia- que llegaron del Magreb o el África Negra estos cinco últimos años, y la fuerza del propio río, que es una fuente vida convertida en cementerio.

Pero en realidad es un reportaje largo, más que un documental, sobre la labor de la Red de Acogida de Inmigrantes de Irun, en el que se reparte la voz entre quienes llegaron y se quedaron por no poder seguir adelante, los que nacieron y crecieron en Irún en el seno de familias migrantes y los que trabajan, o hacen lo que pueden, para que ese paso del Bidasoa no sea una trampa mortal.

Se le llama al pan pan y al vino vino, y esa es su fuerza, empleando los recursos de Historia y la Cultura como la música, el baile o la fotografía para reforzar esa red solidaria.

"O Corno", de Jaione Camborda, tiene garra en sus escenas más íntimas y se difumina cuando sale de ellas. Se siente el contacto piel con piel de todas las intimidades, pero me da la sensación de obra incompleta en sus piezas.

"La contadora de películas", de Lone Scherfig, tiene la interpretación muy buena de Sara Becker, pero como le ocurre a su personaje, que parece destinado a volar de ese desierto del Atacama o el papel que interpreta Bérénice Bejo como su mamá, no termina de despegar. O igual con los papeles de secundarios como Antonio De la Torre, Daniel Brühl y demás, que conforman una historia con textura de polvo y arena, demasiado a ras de tierra, repleta de muchas historias pequeñas que, en un contexto del Chile de finales de los 60, la irrupción de Allende y el posterior golpe de Pinochet, quizá por lo lejos de la capital y sus maneras europeas -bueno... esta obra es casi más europea en su producción y hasta en su desarrollo- no termina de conformar una historia más grande, en el que las luminosidades y las miserias también son de un tamaño de bolsillo.

Hasta luego...
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