No es nada fácil entender qué demonios estaban haciendo los New York Nets en el verano de 1976. Su situación económica era objetivamente desesperada, teniendo que pagar más de tres millones de dólares como canon para entrar a formar parte de la NBA procedentes de la ABA, y casi cinco millones más a los Knicks ($480.000 al año durante diez años) como compensación por “invadir” su territorio. Los Nets no tenían ocho millones de dólares, y la propuesta de enviar a Julius Erving a los Knicks a cambio de que les perdonaran la deuda fue rechazada de plano. Lo cual por cierto fue otro golpe genial de la siempre genial gerencia de los Knicks: como era de esperar, los Nets incumplieron casi inmediatamente los plazos para pagar esa descomunal deuda, y al final el tema se saldó con la marcha del equipo a New Jersey a cambio de que se la perdonaran, con lo que los Knicks se quedaron sin dinero y sin Julius Erving. Para entender lo que era la NBA en esta época hay que entender que toda esta negociación se realizó directamente entre los Knicks y los Nets, sin la participación del comisionado o de la oficina central de la liga, a pesar de que involucraba el traslado de una franquicia y hasta su posible desaparición por quiebra.
A pesar de su oferta a la desesperada, la verdad es que los Nets preferían una solución que no pasara por vender a Julius Erving, que era con diferencia su activo más valioso pero también el jugador que podía hacerlos competitivos en su nueva etapa NBA. La situación se planteaba como un examen tipo test, en el que las opciones eran:
a) Vender al Dr. J y pagar sus deudas.
b) No vender al Dr. J y ser competitivos.
El objetivo de los Nets era encontrar la respuesta c) a y b son correctas, pero con el tiempo y debido a sus acciones terminarían eligiendo la respuesta d) ninguna de las anteriores.
El movimiento que desató el desastre fue la decisión incomprensible de traer en un traspaso a “Tiny” Archibald de los Kings, un espectacular base que junto al doctor serviría para convertir a los Nets en candidatos a todo. El problema era que se trataba de un jugador con un importante historial de lesiones, y sobre todo que tenía un descomunal contrato garantizado de $450.000 al año. En el traspaso los Nets habían enviado a los Kings dos elecciones de primera ronda más el escolta Brian Taylor, al que acababan de renovar por cuatro años y $750.000 (es decir, unos $187.500 por temporada). Así que los Nets, una franquicia al borde de la bancarrota, acababan de adquirir casi $300.000 más de salarios al año.
Tiny Archibald comiéndose tremendo tapón de Mo Malone.
Aún peor, “Tiny” Archibald cobraba no solo más, sino mucho más que Julius Erving, cuyo salario oficial era de $275.000 por temporada pero que en realidad se acercaba más a los $350.000. El doctor había montado en cólera cuando los Nets se negaron a subirle el sueldo al llegar a la NBA, algo que según él era lo acordado pero que no aparecía en su contrato, y la llegada de un jugador cobrando más parecía rozar el insulto. El Dr. J se declaró en huelga, y los Nets se vieron obligados a traspasarlo, obteniendo mucho menos de su valor por las circunstancias y consiguiendo así quedarse sin su estrella y no recibir a cambio lo suficiente para hacer frente a sus deudas. Como dije, la opción d.