La ley D'Hondt
El sistema creado en la Transición para dotar a la UCD de un amplio respaldo parlamentario puede otorgarle la mayoría absoluta a Rajoy con incluso el 42% de los votos
(Anxo Lugilde)
Víctor D'Hondt, un matemático belga, creó a finales del XIX un método científicamente casi perfecto para convertir de forma proporcional los votos en escaños. La fórmula, que rige en todas las elecciones españolas salvo en las del Senado, tiene efectos poco equitativos cuando se aplica en circunscripciones provinciales de desigual tamaño y con ventajas para las zonas más despobladas, como sucede en España.
El poder soriano
Los vecinos de Soria, la provincia menos habitada de España, acumulan la mayor capacidad de decisión. Votan 78.535 y eligen a tres diputados, uno por cada 26.178. Su sufragio vale cinco veces más que el de los censados en Madrid y en Barcelona, donde hay un escaño por cada 128.000 electores. En Galicia estas proporciones oscilan entre los 86.000 votantes por diputado de Lugo y los 117.000 de A Coruña.
Ventaja para el grande
La distribución del número de diputados entre circunscripciones, que asegura un mínimo de tres a cada una con independencia de su población, introduce la primera distorsión para el modelo que ideó D'Hondt. La segunda procede de las limitaciones de la propia fórmula matemática, pues para ser proporcional tiene que haber diez o más diputados en juego. Cuanto más pequeña sea la cantidad que se reparte, más se beneficiará el partido mayoritario en detrimento de los minoritarios. En Galicia se manifiestan claramente estos efectos. En A Coruña, que elige a nueve diputados, el PP logró en el 2000 el 55% de los escaños con el 51% de los votos, mientras PSOE y BNG se hacían con el 22% de los puestos con el 24% y el 19% de los votos, respectivamente. Son pequeñas distorsiones comparadas con las de Lugo, que tiene cuatro asientos en el Congreso. El PP obtuvo tres (el 75%) con el 57% de los votos; el PSOE uno, el 25%, con el 23% de las papeletas y el BNG, ninguno, con el 16%.
El plus de UCD y Guerra
Según la Constitución, el sistema electoral español es proporcional, pero ya hace lustros que la Ciencia Política demostró que sus efectos se acercan más a los de países con sistemas mayoritarios, como Gran Bretaña, que a los de los proporcionales, como Holanda. Fue concebido por el Gobierno de Suárez para otorgarle a la UCD un sólido respaldo en el Congreso de los Diputados en las elecciones de 1977. Desde la oposición, el socialista Alfonso Guerra bramaba contra un modelo que perjudicaba a su partido. Pero a partir de 1982 el PSOE comenzó a beneficiarse de la suculenta prima que otorga al partido vencedor, al concederle un porcentaje de diputados sensiblemente mayor a la proporción de votos que recibió en las urnas. Así, en el 2000, el PP de Aznar formó la primera mayoría absoluta del centro derecha español, con el 52% de los escaños del Congreso, pese a haber conseguido únicamente el 45% de los votos emitidos a candidaturas.
El mínimo de 1989
Como los diputados se eligen en cada provincia, la mayoría absoluta depende mucho más de un puñado de papeletas en Guipúzcoa, Alicante o A Coruña que del porcentaje de votos que obtenga el PP en toda España. Aún así, las ocho elecciones celebradas desde la muerte de Franco muestran que como mínimo se debe superar el 40% de los votos, pues el PSOE se quedó en 1989 a un escaño de la mayoría con el 39,88% de los sufragios. Y la ventaja sobre el segundo partido debe sobrepasar los cuatro puntos que le sacó a Aznar Felipe González en 1993 cuando éste último se vio obligado a pactar con los nacionalistas.
El enigma de los sondeos
Tras los sonoros fracasos de 1993, 1996 y 2000, cuando la mayor parte de las encuestas conocidas predijeron erróneamente el desenlace de las elecciones, en esta precampaña se observa una gran cautela a la hora de difundirlas. Tanto la de Metra Seis, publicada por La Voz el pasado domingo, como las anteriores de otros periódicos, como La Vanguardia y El País, sitúan a Mariano Rajoy sobre el alambre, con una horquilla que va de los 170 a los 176 diputados, cifra esta última representa la frontera de la mayoría absoluta. El PP tendría, alrededor del 42% de los votos con entre cinco y seis puntos de ventaja sobre el PSOE de Zapatero. Todo se va a jugar en una decena de provincias, bajo la ley de Víctor D'Hondt.
Bueno, dejando de lado eso, yo que me considero antiPP veo que en Galicia la cosa va decentemente porque las encuestas (nunca definitivas, ni creibles en algunos casos) dan dos escaños menos a los hombres de Rajoy con relación a hace cuatro años. El PP perdería uno en Pontevedra por motivos demográficos (pierde la circunscripción un escaño) y perdería otro en Lugo que iría a pasar a los hombres de Pepiño Blanco bajo lo que se está denominando en la prensa local el Fenómeno Orozco que recibe el nombre del alcalde de Lugo, ya que se supone que se necesitan 30000 votantes nuevos del PSOE para conseguir ese escaño... y parece que lo van a conseguir... El señor Blanco lleno de euforia ya dice que va a por el tercero...
Y bueno, en La Voz de Galicia especulan con los posibles Gobiernos del 2004:
EL PP
Rato, supervicepresidente económico
Todo indica que el vicepresidente primero seguirá. Y lo hará con más poder incluso del que tiene en la actualidad. Rato asumiría una supervicepresidencia económica con plenos poderes que incluiría los ministerios de Economía y Hacienda.
Ana Pastor, vicepresidenta
La carrera de la ministra de Sanidad ha estado siempre ligada a Rajoy. Está llamada a ocupar más altas responsabilidades en el Gobierno. Ha aprobado con nota su examen en Madrid. Rajoy aprecia su capacidad de trabajo, su disposición al diálogo y su pragmatismo, lo que le podría a llevar a ocupar una vicepresidencia política.
Zaplana, portavoz y Presidencia
El portavoz del Gobierno también se ha consolidado en Madrid. Fue uno de los que apostó por Rajoy en la carrera sucesoria. Sintoniza con el candidato aunque sus caracterísiticas no puedan ser más dispares. Gana peso político. Seguiría como portavoz y asumiría el ministerio de la Presidencia.
Francisco Villar, Sanidad
El director del Gabinete de Rajoy, médico de profesión, le ha seguido siempre. Antes de ser su mano derecha en la vicepresidencia fue su subsecretario en Administraciones Públicas y luego en Educación. Por su profesión, podría asumir la cartera de Sanidad, en caso de que Pastor no colocase en el puesto a Ana María Sánchez o a Pilar Rojo. Ángel Acebes, Interior
El ministro de Interior seguiría. Acebes es uno de los pesos pesados del Gobierno y en un puesto tan delicado Rajoy preferiría no mover la silla.
Gabriel Elorriaga, Administraciones Públicas
El director de la campaña del PP se ha ganado la total confianza de Rajoy, que valora su capacidad de análisis y su talento para dirigir equipos. Podría asumir Administraciones Públicas, un ministerio que recupera importancia con el desafío de las reformas de los estatutos autonómicos a los que se opone el PP.
Miguel Ángel Cortés, Educación y Cultura
Fundador de la Fundación FAES, que preside Aznar, y destacado miembro del clan de Valladolid. Apostó por Rajoy como sucesor y colaboró con él en Educación y Cultura, ministerio que estaría llamado a asumir.
José María Michavila, Justicia
La misma tesis que a Acebes. Es el hombre que ilegalizó Batasuna y en plena batalla jurídica contra el plan Ibarretxe Rajoy no lo cambiaría
Josep Antoni Duran i Lleida, Exteriores
Rajoy cree llegado el momento de que un nacionalista catalán entre en el Gobierno. Duran será diputado por primera vez y eso facilita las cosas. Podría asumir Exteriores. Incluso con la mayoría absoluta, Rajoy se lo ofrecería, como ya hizo Aznar.
Loyola de Palacio
Si Duran rechazase Exteriores, podría sustituir en esa cartera a su hermana Ana. En cualquier caso, dejaría Europa y volvería al Gobierno.
Alberto Núñez Feijoo, Fomento
El conselleiro de Política Territorial podría asumir la cartera de Fomento. Ha demostrado capacidad de gestión en Madrid y en Santiago y Fraga quiere un gallego en esa cartera para que asuma los compromisos en infraestructuras con Galicia. Núñez Feijoo ha sonado también como candidato a suceder a Fraga. Su paso a Madrid le cerraría puertas y, al contrario, si Fraga lo retiene correría el riesgo de acabar quedándose sin ministerio.
Luisa Fernanda Rudi, Agricultura
La ex presidenta del Congreso seguiría el camino de Trillo y pasaría del Congreso a la Moncloa. Podría asumir cualquier cartera de las menores, entre ellas Agricultura.
Jorge Fernández, Trabajo
Otro de los siempre fieles a Rajoy. Ausumiría Trabajo, donde su reconocida capacidad negociadora podría ayudarle en el diálogo social que se plantea Rajoy.
Juan Costa, Ciencia
Es otro de los que seguirían. Se le considera muy adecuado para Ciencia y Tecnología y es un hombre de Rato, que mantendría así su cuota de poder en ministerios inversores.
Pilar Rojo, Medio Ambiente
La conselleira de Familia tiene plena sintonía con Rajoy, que probablemente optaría por llevarla a Madrid para formar parte de su equipo, en una cartera como Medio Ambiente, aunque también podría asumir Trabajo y Asuntos Sociales.
EL PSOE
Jesús Caldera, vicepresidente político
Todas las quinielas sitúan al portavoz socialista, que se ha fajado duramente en la pelea contra el PP, como vicepresidente, e incluso hay quienes le otorgan también la cartera de Presidencia. Mano derecha del líder socialista, controlaría toda el área política. Caldera y Zapatero son amigos y se conocen desde hace más de 20 años, lo que facilita una relación fluida entre ambos.
Pedro Solbes, vicepresidente económico
Ex ministro de Agricultura y de Economía de Felipe González y comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, tiene una gran experiencia y goza de un indiscutible prestigio que le permitirían convertirse en el vicepresidente económico. Su inclusión en el «comité de notables» es un claro indicio.
Miguel Sebastián, Hacienda
Este destacado economista, sin carné del partido, ex director del Servicio de Estudios del BBVA, ha diseñado el programa económico del PSOE y su polémica oferta fiscal. Si Solbes ocupara la supercartera de Economía, iría a Hacienda.
Manuel Marín, Exteriores
Ex vicepresidente de la Comisión Europea y veterano experto en cuestiones internacionales, es el candidato número uno a ser ministro de Exteriores y de Cooperación, como lo llamaría Zapatero. Pero no el único. Le disputan el puesto Miguel Ángel Moratinos, incluido en el «comité de notables», e incluso Trinidad Jiménez, una apuesta personal de Zapatero.
José Blanco o Rubalcaba, Seguridad
Ex ministro y cerebro gris del PSOE, experto en estrategia electoral, podría ser titular del nuevo ministerio de Seguridad que anunció ayer Zapatero o portavoz del Gobierno. José Blanco también opta al cargo, aunque fuentes socialistas señalan que se dedicaría sólo al partido.
Jordi Sevilla, Trabajo
Eclipsado por el fulgurante estrellato de Sebastián, siempre se le había considerado un más que probable titular de Economía o Hacienda o de ambas. Si no consiguiese ninguna de esas carteras podría recibir el premio de consolación de Trabajo. Otra candidata es Consuelo Rumí, que también suena para Sanidad.
Álvaro Cuesta, Administraciones Públicas
Amigo de Zapatero, veterano y respetado diputado y responsable de Política Municipal de la Ejecutiva, sería con mucha probabilidad ministro. Su sitio natural es Administraciones Públicas, pero esta cartera podría desaparecer. También opta a Fomento.
Juan Fernando López Aguilar, Justicia
Secretario de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico de la Ejecutiva, sería el potencial ministro de Justicia, aunque se lo disputa el juez José Antonio Alonso, fichado por su amigo Zapatero como independiente en las listas del PSOE por León.
Emilio P. Touriño o Magdalena Álvarez, Fomento
Ex consejera de Economía y Hacienda del Gobierno andaluz, sería la mujer de Chaves en el Ejecutivo. Pertenece al «comité de notables» por decisión de Zapatero, lo que ya es una credencial. Su puesto natural sería Hacienda, pero bien podría acomodarse en Fomento.
Fernando Moraleda, Agricultura
Fruto de las excelentes relaciones de Zapatero con el ugetista Cándido Méndez, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) podría ser ministro de Agricultura.
Carme Chacón, Cultura y portavoz
La portavoz socialista es una potencial ministra de Cultura, responsabilidades que lleva en la Ejecutiva. Podría añadir a sus cometidos Ciencia y Tecnología. También opta a ser portavoz del Ejecutivo.
Cristina Narbona, Medio Ambiente
Secretaria de Medio Ambiente de la Ejecutiva, es la máxima candidata a este ministerio, ya que es una reputada experta.
María Jesús San Segundo, Educación
Desconocida hasta que Zapatero la eligió para su «comité de sabios», esta especialista en Economía de la Educación es firme candidata a ministra de esta materia.
Fernando Lamata, Sanidad
El consejero de Sanidad manchego tendría muchas papeletas para ser ministro de Sanidad. Ex sindicalista y psiquiatra, sería el hombre de confianza de Bono en el gabinete.
Jordi Marsal, Defensa
Portavoz de la Comisión de Defensa del PSOE en el Congreso, el catalán podría ser el sustituto de Trillo en un Gobierno que estaría en contra de las guerras.
No deja de ser curiosa la presencia, contando hasta al propio Rajoy, de ¡¡4 gallegos!! en el Gobierno. A que cambio el voto...